El 12 de junio es el Día Mundial Contra el Trabajo Infantil, un recordatorio de que todavía hay en todo el mundo 215 millones de niños y niñas que desarrollan alguna actividad laboral, la mitad, en entornos peligrosos para su integridad o en condiciones que recuerdan la esclavitud. Gracias al esfuerzo de algunos gobiernos, comunidades y organizaciones civiles entre 2004 y 2008 el trabajo infantil ha disminuido un 3%. Sin embargo, la crisis económica mundial podría frenar la lucha contra las peores formas de trabajo infantil, si se desvían fondos y energías a otros objetivos. El mundo no puede equivocar sus prioridades, si quiere un futuro más humano y más decente.