![29º Domingo del Tiempo Ordinario (21 octubre 2018)](https://www.hoac.es/wp-content/themes/dailyedition/thumb.php?src=wp-content/uploads/2018/10/ORARENELMUNDOOBRERO29TO-B-1-1.jpg&w=560&h=260&zc=1&q=90)
Lo verdaderamente decisivo es crecer en lo que realmente somos; en lo que estamos llamados a ser en plenitud: hijos y hermanos. Creemos que para afirmar nuestra vida debemos dominar necesariamente a los demás. El evangelio nos recuerda que existen otros caminos para encauzar la vida, para ser verdaderamente grandes, importantes y primeros: renunciar a cualquier deseo de poder y dominación, de utilización de los demás, y aprender sencillamente a servir por amor a los hermanos, porque en ellos descubrimos vivo al mismo Cristo, al mismo Dios.
De esa manera, entre todos, haremos una Iglesia que sea, realmente, servidora de los pobres; una iglesia pobre, y de los pobres.