Recordemos, que así lo decíamos la semana pasada, Pentecostés no es más que un aspecto de la cristología pascual. Resurrección, Ascensión, glorificación, Pentecostés, apariciones… constituyen una sola realidad, esta de una importancia clave. Nos habla del hombre de Galilea, crucificado… ese ha sido transformado y ni la injusticia, ni la muerte han podido con él. Pero cada festividad de Pascua añade un aspecto a la centralidad de la Resurrección de Jesús, el Señor. Esta es un avance en la eclesiología naciente que inaugura el Tiempo de la Iglesia, Jesús Asciende y envía el Espíritu para que seamos capaces de ser una Buena Noticia «hasta los confines de la tierra».

■ Accede a más oraciones aquí.