Y, como yo conozco la receta, sería una crueldad estúpida que no os la diera. Es un golpe que nunca falla, ni puede fallar. Y además sencillo. Consiste en pedirlo con fe y activamente al Dueño del local; pero no hay que confundir el propietario con el Dueño. Por eso algunos se equivocan y no […]
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