El evangelio nos invita a orar al dueño de la mies… Orar al dueño de la mies es tomar conciencia de las necesidades del Reino para pedir los medios adecuados –siempre pobres– para realizar la misión. Es confiar en Dios y asumir nuestra responsabilidad. Sin bolsa, ni alforja, ni sandalias, con la urgencia que requiere […]
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