Equipo La Paz. HOAC de Sevilla.

“Siento deciros que Tere ha pasado a la Vida Plena a las 2,35h, descanse en paz en los brazos de Jesucristo”

Con esta escueta frase, pero llena de sentido, nos comunicó Alfonso Alcaide el pasado día 20 que Tere (Marina Teresa Botella Ortega, nacida en Lucena y militante de la HOAC de Sevilla), su esposa, había fallecido.

La noticia nos cayó como un jarro de agua fría, porque hasta pocas horas antes manteníamos la esperanza de que se recuperaría, con lentitud, dificultad y trabajo probablemente, pero que con la ayuda de Dios se recuperaría. No pudo ser, Dios tenía otro plan para ella, y se hizo su voluntad, no la nuestra.

Muchos de vosotros tuvisteis la suerte de conocerla y compartir con ella encuentros, cursos de verano, asambleas, vida y fe, mucha fe, una fe vivida desde el amor al Padre y a los empobrecidos del mundo obrero.

Para nosotros Tere era fortaleza, cercanía, servicio, compromiso y entrega a la construcción del Reino de Dios aquí en la tierra, una militante obrera cristiana, siempre preocupada por defender la dignidad de los empobrecidos del mundo obrero, cuya vida siempre estuvo en las manos del Padre dejando que su voluntad fuera la que moldease su vida, por eso su último mensaje fue “el Señor es mi Pastor nada me falta”.

Cuando ahora se nos viene su imagen a la cabeza la recordamos sonriendo, agradeciendo a Dios el que hubiera puesto en su camino a Alfonso, a su familia y a la HOAC, sin los cuales no era capaz de entender su vida y a los cuales amaba profundamente, y a los que estamos seguros que sigue amando porque ese amor siempre estará entre nosotros, ya que no habrá forma posible de sacarlo de nuestros corazones.

Muchos la echaran de menos en su lugar de compromiso, en Cáritas, en su parroquia, en el barrio, nosotros, los militantes de la HOAC de Sevilla, la echaremos de menos en nuestras reuniones, en nuestras celebraciones, en los encuentros y asambleas, pero sobre todo en la vida compartida, y como equipo sabemos que nos será más difícil seguir construyendo comunidad sin ella, especialmente por su inmensa aportación, que en todos estos años hemos sentido, su capacidad de ejercer la responsabilidad de Animación en la Fe desde la espiritualidad y mística hoacistas, inspirada por Guillermo Rovirosa.

Aunque sin lugar a dudas quienes más la añoraran serán Alfonso, “las niñas” Alicia y Sara, Juanjo y Emilio, y por supuesto sus nietos, a ellos les decimos gracias por compartirla con nosotros, contáis con todo nuestro cariño, para lo que necesitéis aquí estamos, toda la familia de la HOAC siempre estará con vosotros.

Sabemos que Tere ya descansa en los brazos del Padre gozando de vida plena y, desde ahí, le pedimos que nos ayude a seguir con sus proyectos y sus ilusiones en la vida de fe y compromiso, y que interceda por nosotros ante el Padre.

¡Gracias Padre por Tere, un abrazo y hasta mañana en el Altar!

En las jornadas, que se desarrollan en internet del 25 de febrero al 23 de marzo, interviene Basilisa López, profesora jubilada de Enseñanza Media, con la conferencia “Las ACLI como modelo de referencia en la fundación de la HOAC (1946-1961)”, prevista para el 11 de marzo a las 12h.

La Biblioteca y el Archivo de la Universidad Pontificia de Salamanca (UPSA) junto con el Instituto de Historia de Ciencias Eclesiásticas (IHCE) organizan un ciclo de conferencias sobre el archivo de Acción Católica Española (ACE). Las jornadas se realizan del 25 de febrero al 23 de marzo, virtualmente en abierto y gratuitas (previa inscripción), contarán con la presencia de profesores de siete universidades españolas que desarrollan investigaciones sobre el fondo documental de ACE.

El convenio firmado en su momento entre la Conferencia Episcopal Española y la Federación de Movimientos de Acción Católica con el Archivo de la Universidad Pontificia de Salamanca, permite que el material historiográfico de todos los movimientos estén siendo conservados, ordenados y dispuestos, para que sean consultados por todas aquellas personas e instituciones interesadas en investigar y profundizar la historia de la ACE. En este sentido, la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC), movimiento integrado en la Federación, depositó actas, correspondencia, materiales y publicaciones, como el periódico ¡Tú! y la revista Noticias Obreras de su archivo histórico. La trayectoria de la HOAC está estrechamente unida a la trayectoria de la Iglesia y el movimiento obrero en España y en Europa, así como a la evolución de la sociedad en general.

Programa e inscripción

25 febrero. 12 h. Acto inaugural. Intervienen Miriam de las Mercedes Cortés Diéguez, rectora de la UPSA. Santiago García-Jalón de la Lama, catedrático de la UPSA y director del Instituto de Historia y Ciencias Eclesiásticas (IHCE) de la UPSA. Maribel Manzano García, directora del Servicio de Biblioteca y Archivo de la UPSA

El Archivo ACE en la Universidad Pontificia de Salamanca, por Ana Isabel Huete Caballo y Ángeles Sánchez González, de la Biblioteca y Archivo de la UPSA.

1 de marzo. 12h. Del triunfalismo al posibilismo. La Acción Católica en España desde los orígenes hasta 1936 Enrique Berzal de la Rosa. Universidad de Valladolid

8 de marzo. 12h. Los signos de unos tiempos de cambio. Catolicismo y sociedad en los años de la crisis de la AC. Julio de la Cueva Merino, Universidad de Castilla La Mancha.

11 de marzo. 12h. Relaciones Internacionales: las ACLI como modelo de referencia en la fundación de la HOAC (1946-1961). Basilisa López García, profesora jubilada de Enseñanza Media.

17 de marzo. 12h. Mujeres y movimiento católico en España: del asociacionismo local a la Acción Católica de la Mujer (1901-1919). Inmaculada Blasco Herranz, Universidad de La Laguna

23 de marzo. 12h. De la acción de las mujeres católicas a la Acción Católica Femenina (1919-1936) Rosa María Capel Martínez, Universidad Complutense de Madrid.

Clausura. Santiago García-Jalon de la Lama, catedrático de la UPSA y director del IHCE

>> Inscripción aquí

Comisión Diocesana de HOAC Soria

El pasado 25 de diciembre del 2020 terminaba su vida en el Hospital de Santa Bárbara nuestro querido Goyo. Su persona nos ha dejado una huella imborrable entre los sorianos. Diversas personalidades de nuestra ciudad y diversos medios de comunicación se han hecho eco de este acontecimiento y han manifestado espontáneamente sus opiniones y sentimientos a cerca de su vida: “hombre honesto, coherente, valiente, insobornable, luchador nato, trabajador incansable, hombre de fe”.

Nosotros, como grupo de HOAC en Soria, sentimos, como es natural, de una forma especial el vacío que nos deja, pero al mismo tiempo también la seguridad de que, desde su fe en el Padre Dios, le habrá acogido en su morada para gozar de una vida plena. “En Cristo vive Goyo una Navidad para siempre”, como nos recordaban los monjes de Huerta, sus grandes amigos.

No es fácil resumir en pocas líneas lo que Goyo ha significado para nosotros y el legado que nos deja. Diríamos, que junto a esos calificativos que han ido publicándose, estaría también para nosotros de un modo prioritario el que Goyo era un hombre de Iglesia. El vivió intensamente su Bautismo en esta Iglesia de Osma-Soria destacando la dimensión social de la fe. Nació y vivió su infancia en una familia católica, hizo sus estudios primarios (los únicos que tenia) en el Colegio de San José de los PP Franciscanos, y allí y en su casa bebió el carisma franciscano de amor a los pobres. Continuó ejerciendo su fe y edificando una familia cristiana junto con su querida esposa Jose y sus cinco hijos, por quienes entregaron su vida los dos. Vivió con alegría y gozo el Concilio Vaticano II y el Sínodo Diocesano de Osma Soria del 1998 y siempre apostó por una “Iglesia en salida”, como le gusta llamarla al papa Francisco. Como decía el santo obispo Oscar Romero, a quien Goyo admiraba, que “la sal de los cristianos ha de estar donde se cuecen las habas” es decir, donde se ventilan los grandes problemas de nuestra sociedad: la justicia, la equidad, la libertad, la dignidad de cada persona, la fraternidad.

Desde muy joven militó en la Juventud Obrera Católica (JOC) y después en la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC), que fueron su verdadera Universidad, en la que aprendió a analizar la realidad personal y social de cada día desde la pedagogía del método de la Revisión de vida (Ver, Juzgar y Actuar) o sea: desde el Evangelio y la vida. Así fue forjando su carácter de auténtico militante intentando siempre llegar a esa fe adulta. Su vida austera y sobria alimentada con la Eucaristía de cada día, nacía de una fe apasionada en “un tal Jesús”, como él solía decir. Esta pasión por Jesús le hacía salir a la calle para hacer y decir alto y claro lo que sentía a todo el que le escuchaba. Su práctica creyente no se quedaba entre las cuatro paredes de su Parroquia de la Mayor, donde participaba asiduamente sino que junto con los demás compañeros de la “Plataforma Soria ¡Ya!” montaban en la céntrica calle del Collado un puesto informativo y de venta de Lotería de Navidad, con la cual se subvenciona la Plataforma. Este lugar ha sido y es una especie de ágora pública del pueblo soriano, donde se discute, se dialoga con todo el que quiere y es verdadero nexo de conexión con los sorianos y sorianas de la diáspora, que vienen en verano o fines de semana, y puentes. La lucha porque se haga justicia con esta provincia es una lucha y una marcha de largo recorrido, solía decir Goyo. “Ser menos no quita derechos” se repetía, como un auténtico “mantra” en Madrid en unión con todos los demás grupos reivindicativos de la España Vaciada.

Nos atreveríamos a decir que, de algún modo, Goyo junto con sus compañeros era una de las voces del pueblo soriano, que clamaba y sigue clamando ante el olvido institucional, que desde hace  años padecemos. Algunos le acusaban de ser un victimista y de no ver más que lo negativo. No es cierto, también sabía reconocer públicamente cuando se habían conseguido logros, aunque fueran pequeños.

Como dijo D. Abilio, nuestro obispo, en la homilía del funeral: “Goyo hizo explicita su fe de manera pública y la acompañó con su testimonio y su compromiso social, como ciudadano y como cristiano.”

Dentro de esa vivencia de Iglesia y de comunidad allí donde vivió era para él una verdadera obsesión la comunión, o sea, la común unión, tanto en su parroquia como en la Diócesis y también la comunión en la sociedad, oponiéndose frontalmente a cualquier división partidista en la lucha por su tierra. Los problemas de Soria no se solucionan con las siglas políticas enfrentadas, sino con acuerdos comunes entre todos. “La comunión de bienes, de vida y de acción” fue un lema que aprendió muy bien en la HOAC y no se le olvidó. “La unión hace la fuerza” era su lema en todo respetando las lógicas diferencias. Sus grandes maestros fueron Guillermo Rovirosa, el fundador de la HOAC y Tomás Malagón, consiliario nacional de HOAC. Su vida, como la de todos, ha sido un regalo de Dios, que agradecemos y un estímulo, para que como él luchemos por la justicia en esta tierra y en este pueblo que la habita. Que él nos ayude desde el Cielo.

¡Feliz Año Nuevo! De regreso al tiempo ordinario, a nuestra Galilea particular para seguir al Señor en lo cotidiano, en la vida de cada día.

Vivir en cristiano es vivir a la escucha permanente de la voz del Señor que se pronuncia en nuestra vida de múltiples maneras; es aprender el lenguaje de Dios. Es aceptar que nuestro centro vital está ocupado por Dios, y agradecer esa ocupación; vivir en acción de gracias porque Dios nos habita.

Para ser cristianos, para ser militantes, necesitamos experimentar este encuentro; necesitamos saborear este amor de Dios por nosotros; necesitamos expresar nuestro amor recibido en la vida entregada.

Aunque este tiempo nos fuerza a encuentros distintos y distantes sigue habiendo encuentros humanos en nuestra vida y, por ello, encuentros con Dios, cada día. Sigue habiendo búsquedas y encuentros. Sigue habiendo llamada y respuesta. Sigue habiendo vida y esperanza.

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