Resultados de la búsqueda dia de la hoac

Noticias Obreras | Tiempo y trabajo

Kiosco

Noticias Obreras | Tiempo y trabajo

01 octubre 2020

Presento la portada y el sumario de contenidos de la revista Noticias Obreras, una mirada cristiana del trabajo humano y el bien común, de octubre de 2020 (número 1632). En breve, estará en los domicilios de las personas e instituciones suscritas y ya disponible su versión digital.

Las palabras claves son: #EscudoSocial, #Precariedad, #TrabajoDecente, #IngresoMinimoVital#TiemposyTrabajo y #Educacion.NNOO digital

Iglesia • #Haciala14. Avanzando agradecidos en la vida y misión de la HOAC. El proceso hacia la XIV Asamblea General de la HOAC sigue su curso, con las adaptaciones propias del momento extraordinario que vivimos. Es un camino privilegiado para reconocer la Gracia y ponernos a la escucha, que coincide además con el 75% aniversario del nacimiento de la HOAC, movimiento de Acción Católica Especializada. Nos lo cuenta, Gonzalo Ruiz, presidente de la HOAC.

Editorial • El «escudo social» y las reformas pendientes. Se publicará en la web y en las redes sociales el próximo 15 de octubre. Te animamos a su valoración y a compartirlo con la etiqueta #EscudoSocial. Si lo prefieres, puedes hacer llegar tu opinión a participacion@noticiasobreras.es

Tema del Mes • El problema de los tiempos y la jornada laboral de cuatro días. La semana laboral de cuatro días ha emergido como adaptación al parón económico derivado de la COVID-19, para mejorar la organización del trabajo y distribuir el empleo. En este primer texto que publicamos sobre los tiempos y el trabajo, el profesor Albert Recio analiza y reflexiona sobre lo que implica esta propuesta. En esta sección, nos ponemos a la escucha. Puedes hacer tus aportaciones al tema a través de las redes sociales con la etiqueta #TiemposyTrabajo o al correo participacion@noticiasobreras.es.

Entrevista • Enrique Roca Cobo, presidente del Consejo Escolar del Estado: «Los alumnos desfavorecidos son los más perjudicados, con o sin brecha digital». Fue director de instituto de educación secundaria durante varios años y asesor de la secretaría general de Educación, durante la elaboración de la Ley Orgánica de Educación (LOE), ahora es presidente del Consejo Escolar del Estado. Hablamos con él sobre nuestro sistema educativo en tiempos de pandemia y la nueva reforma propuesta.. Por José Luis Palacios, redactor jefe de Noticias Obreras.

Opinión • Nos movemos por el trabajo decente. No podemos dejar sin respuesta el sufrimiento humano resultante de las estructuras injustas y del egoísmo de las personas, que dan lugar a formas de trabajo precario, del tráfico de seres humanos y de trabajo forzado, de variadas formas de desempleo juvenil (falsos autónomos, etc.) y de la extorsión a la migración forzada. Por Teresa García y Paco Álamos, responsable de Difusión y de Compromiso de la HOAC, respectivamente.

Laboral • La Rioja: Stop accidentes laborales. Un grupo de familiares y amigos de personas que han perdido la vida en el trabajo han creado la Plataforma 28 de abril en La Rioja. Su intención es combatir la realidad insoportable de los accidentes laborales, un drama que se invisibiliza y olvida. Por José Antonio Aritio, militante de la HOAC de La Rioja.

Vidas precarias • Ricardo, otra vida precaria: «Cuando quise volver al mercado de trabajo, no encontraba nada». Ricardo no se llama Ricardo y es transportista por cuenta ajena. En los últimos dos o tres veranos ha trabajado meses sueltos para varias empresas como falso autónomo o contratado por una empresa de trabajo temporal (ETT). Por Olivia Pérez, responsable de Comunicación de Cáritas Valencia.

Política • El «populismo» como coartada. Recurrir a la expresión «populismo» para descalificar las críticas al actual modelo socioeconómico se ha convertido en una coartada para eludir de forma grosera un debate público serio sobre cómo afrontar la enorme desigualdad, la extrema precariedad laboral, la pobreza y la exclusión. Por Francisco Porcar. Ilustrado por la viñeta de Miguel Cruz.

Economía • El caos del ingreso mínimo. Era, y es, necesario un IMV nacional que sustituyese o armonizase todos los demás y este no lo hace, lo que incrementa la confusión del sistema, según nos explica el economista Enrique Lluch.

Otra vida familiar es posible • Mejores de lo que pensábamos. El profesor de sociología Fernando Vidal analiza los retos para la familia en tiempos de pandemia.

Opinión • Por un ocio sin apuestas. Las casas de apuestas han proliferado especialmente en barrios obreros. Un fenómeno reciente con graves consecuencias personales y sociales que va más allá de la ludopatía, para convertirse también en un problema de salud pública y de falta de alternativas. Escribe Imanol Morales, responsable de Organización de la JOC.

GlobalizAcción • Planificar para construir un país sin esclavos ni excluidos. El papa Francisco reflexionó hace algunos meses: «De la pandemia se sale mejor o peor, pero no se sale igual». En Argentina, después de cuatro años de un gobierno neoliberal y seis meses de coronavirus, no hay margen para salir peor. Por Nicolás Caropresi, dirigente del Movimiento de Trabajadores Excluidos-Unión de Trabajadores de la Economía Popular de Argentina.

Cultura • Romper la distancia «de seguridad»; activar la solidaridad. En este último tiempo, con la irrupción de la pandemia a causa de la COVID-19, son muchos los hábitos, costumbres, gestos que vamos cambiando en el modo de relacionarnos. Por Maite Valdivieso, militante de la HOAC de Bilbao.

El trabajo es para la vida • Sobreesfuerzos. Por Juani Sosa, militante de la HOAC de Canarias.

El cuidado de la creación • Virus aporofóbicoPor Araceli Caballero, periodista.

La Mundialización • China exporta malas prácticas laborales, aportación de Francisco Porcar, militante de la HOAC de Segorbe-Castellón.

El Termómetro • «Tiende tu mano al pobre»por Jesús Espeja, teólogo.

El Evangelio en tu vida • Con el artículo Reino de paz, de Aquilino Martínez, consiliario de la HOAC de Valencia.

Libros • El debate económico que necesitamos. José Luis Palacios reseña Una economía para la esperanza, de Enrique Lluch.

Cine • MarcharPor Iñaki Lancelot, crítico de cine.

El Atrio • Tiempo de la Creación. Por Goyo de la Fuente, militante de la HOAC de Valladolid.

Dos Minutos • Con José María Toro y su texto Oda al paciente de Alzheimer.

La oración de cada día • In memoria, por Àlvar Miralles, consiliario de la HOAC de Segorbe-Castellón.

 

Foto | lightwise (123RF)

Francisco: Que el pan llegue a todos y que la organización social se base en contribuir, compartir y distribuir

Iglesia

Francisco: Que el pan llegue a todos y que la organización social se base en contribuir, compartir y distribuir

30 septiembre 2020

En la audiencia general de hoy, el papa Francisco ha concluido su catequesis sobre curar al mundo abordando un último tema Preparar el futuro junto con Jesús que salva y sana. 

En las catequesis anteriores se ha reflexionado, a la luz del Evangelio, sobre cómo curar el mundo que sufre. Los caminos a seguir son la solidaridad y la subsidiariedad, indispensables para promover la dignidad humana y el bien común. Como discípulos de Jesús, seguimos su ejemplo optando por los pobres, haciendo un uso adecuado de los bienes y cuidando nuestra casa común.

Como vemos en el Evangelio, Jesús curó enfermos de todo tipo y, cuando curaba los males físicos, sanaba el espíritu con el perdón de los pecados, así como los “dolores sociales”, incluyendo a los marginados. También a nosotros Jesús nos concede los dones necesarios para amar y curar como Él lo hizo, acogiendo a todos sin distinción de raza, lengua o nación.

En medio de la pandemia que nos aflige, comprobamos cómo un pequeño virus continúa causando heridas profundas y desenmascarando nuestra fragilidad física, social y espiritual. También pone en evidencia la desigualdad que reina en el mundo, que ha hecho crecer en muchas personas la incertidumbre, la angustia y la falta de esperanza. En este contexto, con la mirada fija en Jesús, estamos llamados a construir la normalidad del Reino de Dios: donde el pan llega a todos y sobra, y la organización social se basa en contribuir, compartir y distribuir.

Curar el mundo: 9. Preparar el futuro junto con Jesús que salva y sana

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

En las semanas pasadas, hemos reflexionado juntos, a la luz del Evangelio, sobre cómo sanar al mundo que sufre por un malestar que la pandemia ha evidenciado y acentuado. El malestar estaba: la pandemia lo ha evidenciado más, lo ha acentuado. Hemos recorrido los caminos de la dignidad, de la solidaridad y de la subsidiariedad, caminos indispensables para promover la dignidad humana y el bien común. Y como discípulos de Jesús, nos hemos propuesto seguir sus pasos optando por los pobres, repensando el uso de los bienes y cuidando la casa común. En medio de la pandemia que nos aflige, nos hemos anclado en los principios de la doctrina social de la Iglesia, dejándonos guiar por la fe, la esperanza y la caridad. Aquí hemos encontrado una ayuda sólida para ser trabajadores de transformaciones que sueñan en grande, no se detienen en las mezquindades que dividen y hieren, sino que animan a generar un mundo nuevo y mejor.

Quisiera que este camino no termine con estas catequesis mías, sino que se pueda continuar caminando juntos, teniendo «fijos los ojos en Jesús» (Hb 12, 2), como hemos escuchado al principio; la mirada en Jesús que salva y sana al mundo. Como nos muestra el Evangelio, Jesús ha sanado a enfermos de todo tipo (cfr. Mt 9, 35), ha dado la vista a los ciegos, la palabra a los mudos, el oído a los sordos. Y cuando sanaba las enfermedades y las dolencias físicas, sanaba también el espíritu perdonando los pecados, porque Jesús siempre perdona, así como los “dolores sociales” incluyendo a los marginados (cfr. Catecismo de la Iglesia Católica, 1421). Jesús, que renueva y reconcilia a cada criatura (cfr. 2 Cor 5, 17; Col 1, 19-20), nos regala los dones necesarios para amar y sanar como Él sabía hacerlo (cfr. Lc 10, 1-9; Jn 15, 9-17), para cuidar de todos sin distinción de raza, lengua o nación.

Para que esto suceda realmente, necesitamos contemplar y apreciar la belleza de cada ser humano y de cada criatura. Hemos sido concebidos en el corazón de Dios (cfr. Ef 1, 3-5). «Cada uno de nosotros es el fruto de un pensamiento de Dios. Cada uno de nosotros es querido, cada uno de nosotros es amado, cada uno es necesario»1. Además, cada criatura tiene algo que decirnos de Dios creador (cfr. Enc. Laudato si’69239). Reconocer tal verdad y dar las gracias por los vínculos íntimos de nuestra comunión universal con todas las personas y con todas las criaturas, activa «un cuidado generoso y lleno de ternura» (ibid., 220). Y nos ayuda también a reconocer a Cristo presente en nuestros hermanos y hermanas pobres y sufrientes, a encontrarles y escuchar su clamor y el clamor de la tierra que se hace eco (cfr. ibid., 49).

Interiormente movilizados por estos gritos que nos reclaman otra ruta (cfr. ibid., 53), reclaman cambiar, podremos contribuir a la nueva sanación de las relaciones con nuestros dones y nuestras capacidades (cfr. ibid., 19). Podremos regenerar la sociedad y no volver a la llamada “normalidad”, que es una normalidad enferma, en realidad enferma antes de la pandemia: ¡la pandemia lo ha evidenciado! “Ahora volvemos a la normalidad”: no, esto no va porque esta normalidad estaba enferma de injusticias, desigualdades y degrado ambiental. La normalidad a la cual estamos llamados es la del Reino de Dios, donde «los ciegos ven y los cojos andan, los leprosos quedan limpios y los sordos oyen, los muertos resucitan y se anuncian a los pobres la Buena Nueva» (Mt 11, 5). Y nadie se hace pasar por tonto mirando a otro lado. Esto es lo que debemos hacer, para cambiar. En la normalidad del Reino de Dios el pan llega a todos y sobra, la organización social se basa en el contribuir, compartir y distribuir, no en el poseer, excluir y acumular (cfr. Mt 14, 13-21). El gesto que hace ir adelante a una sociedad, una familia, un barrio, una ciudad, todos, es el de darse, dar, que no es dar una limosna, sino que es un darse que viene del corazón. Un gesto que aleja el egoísmo y el ansia de poseer. Pero la forma cristiana de hacer esto no es una forma mecánica: es una forma humana. Nosotros no podremos salir nunca de la crisis que se ha evidenciado por la pandemia, mecánicamente, con nuevos instrumentos —que son importantísimos, nos hacen ir adelante y de los cuales no hay que tener miedo—, sino sabiendo que los medios más sofisticados podrán hacer muchas cosas pero una cosa no la podrán hacer: la ternura. Y la ternura es la señal propia de la presencia de Jesús. Ese acercarse al prójimo para caminar, para sanar, para ayudar, para sacrificarse por el otro.

Así es importante esa normalidad del Reino de Dios: que el pan llegue a todos, que la organización social se base en el contribuir, compartir y distribuir, con ternura, no en el poseer, excluir y acumular. ¡Porque al final de la vida no llevaremos nada a la otra vida!

Un pequeño virus sigue causando heridas profundas y desenmascara nuestras vulnerabilidades físicas, sociales y espirituales. Ha expuesto la gran desigualdad que reina en el mundo: desigualdad de oportunidades, de bienes, de acceso a la sanidad, a la tecnología, a la educación: millones de niños no pueden ir al colegio, y así sucesivamente la lista. Estas injusticias no son naturales ni inevitables. Son obras del hombre, provienen de un modelo de crecimiento desprendido de los valores más profundos. El derroche de la comida que sobra: con ese derroche se puede dar de comer a todos. Y esto ha hecho perder la esperanza en muchos y ha aumentado la incertidumbre y la angustia. Por esto, para salir de la pandemia, tenemos que encontrar la cura no solamente para el coronavirus —¡que es importante!—, sino también para los grandes virus humanos y socioeconómicos. No hay que esconderlos, haciendo una capa de pintura para que no se vean. Y ciertamente no podemos esperar que el modelo económico que está en la base de un desarrollo injusto e insostenible resuelva nuestros problemas. No lo ha hecho y no lo hará, porque no puede hacerlo, incluso si ciertos falsos profetas siguen prometiendo “el efecto cascada” que no llega nunca2. Habéis escuchado vosotros, el teorema del vaso: lo importante es que el vaso se llene y así después cae sobre los pobres y sobre los otros, y reciben riquezas. Pero esto es un fenómeno: el vaso empieza a llenarse y cuando está casi lleno crece, crece y crece y no sucede nunca la cascada. Es necesario estar atentos.

Tenemos que ponernos a trabajar con urgencia para generar buenas políticas, diseñar sistemas de organización social en la que se premie la participación, el cuidado y la generosidad, en vez de la indiferencia, la explotación y los intereses particulares. Tenemos que ir adelante con la ternura. Una sociedad solidaria y justa es una sociedad más sana. Una sociedad participativa —donde a los “últimos” se les tiene en consideración igual que a los “primeros”— refuerza la comunión. Una sociedad donde se respeta la diversidad es mucho más resistente a cualquier tipo de virus.

Ponemos este camino de sanación bajo la protección de la Virgen María, Virgen de la Salud. Ella, que llevó en el vientre a Jesús, nos ayude a ser confiados. Animados por el Espíritu Santo, podremos trabajar juntos por el Reino de Dios que Cristo ha inaugurado en este mundo, viniendo entre nosotros. Es un Reino de luz en medio de la oscuridad, de justicia en medio de tantos ultrajes, de alegría en medio de tantos dolores, de sanación y de salvación en medio de las enfermedades y la muerte, de ternura en medio del odio. Dios nos conceda “viralizar” el amor y globalizar la esperanza a la luz de la fe.

Notas

1 Benedicto XVI, Homilía por el inicio del ministerio petrino (24 de abril de 2005); cfr. Enc. Laudato si’, 65.
2 Trickle-down effect en inglés, derrame en español (cfr. Exhort. ap. Evangelii gaudium, 54).

 

•••

Índice de las catequesis #CuraralMundo

1. Introducción

2. Fe y dignidad humana

3. La opción preferencial por los pobres y la virtud de la caridad

4. El destino universal de los bienes y la virtud de la esperanza

5. La solidaridad y la virtud de la fe

6. Amor y bien común

7. Cuidado de la casa común y actitud contemplativa

8. Subsidiariedad y virtud de la esperanza

Ven y lo verás

Iglesia

Ven y lo verás

30 septiembre 2020

El tema que el papa Francisco ha elegido para la 55ª Jornada Mundial de las Comunicaciones, que se celebrará el próximo 16 de mayo 2021 es: Ven y lo verás (Jn 1, 46) Comunicar encontrando a las personas como y donde están. Este mensaje se publicará el próximo 24 de enero, fiesta de san Francisco de Sales, patrono de los periodistas y de los escritores.

La nota publicada por la Oficina de Prensa de la Santa Sede  explica que las palabras del apóstol Felipe, Ven y lo verás (Juan 1:43-46), son centrales en el Evangelio: el anuncio cristiano antes que de palabras, está hecho de miradas, testimonios, experiencias, encuentros, cercanía. En una palabra, de vida.

Esta es la cita del Evangelio:

«Al día siguiente, Jesús quiso partir para Galilea. Se encuentra con Felipe y le dice: “Sígueme”. Felipe era de Bestsaida, de la ciudad de Andrés y Pedro. Felipe se encuentra con Natanael y le dice: “Ese del que escribió Moisés en la Ley, y también los profetas, lo hemos encontrado: Jesús el hijo de José, el de Nazaret”. Le respondió Natanael: “¿De Nazaret puede haber cosa buena?” Le dice Felipe: “Ven y lo verás”.»

La comunicación puede hacer posible la cercanía necesaria para reconocer lo esencial y comprender verdaderamente el significado de las cosas. Siempre ha sido así, aunque ahora debido al signo de los tiempos que nos toca vivir, obligados al distanciamiento social como consecuencia de la COVID-19, la comunicación de proximidad, veraz y renovada, es fundamental.

La nota señala la necesidad de conocer la verdad experimentándola, desde el encuentro con las personas, participando “en sus alegrías y en sus penas”. De ahí que el dicho Dios te encuentra donde estás “puede ser una guía para los que trabajan en los medios de información o en la comunicación en la Iglesia”. “En la llamada de los primeros discípulos, con Jesús que sale a su encuentro y los invita a seguirle, vemos también la invitación a utilizar todos los medios de comunicación, en todas sus formas, para llegar a las personas como son y donde viven“.

Medios de comunicación de la HOAC

Revista Noticias Obreras. Una mirada cristiana del trabajo humano y el bien común. Ofrece contenidos para la reflexión, el análisis y la información en su contexto y en profundidad para favorecer el diálogo, la opinión y el compromiso social. Su objetivo es acompañar la formación de trabajadores y trabajadoras comprometidas en el mundo del trabajo y en sus diferentes ambientes, a militantes sean o no cristianos y instituciones interesadas en el trabajo, prioridad humana y cristiana. Portada y sumario del último número.

Revista ¡Tú!.  Está concebida para acompañar procesos de formación y extender la misión de la HOAC, creando puentes entre la Iglesia y el mundo obrero y del trabajo. Ágil, breve y sencilla. Pretende ayudar a sus lectores y lectoras a tener criterios de actuación y animarles e implicarles en su propia realidad. Desde experiencias concretas, con reflexiones directas donde quede claro la importancia del trabajo en la vida de las personas y sus familias, y ofrecer otra forma de vivir desde la liberación que Jesucristo nos ha propuesto. Sumario y guía de lectura del último número.

¡Tú! 198 | Muévete por el trabajo decente

Kiosco

¡Tú! 198 | Muévete por el trabajo decente

30 septiembre 2020

Ante la indiferencia, la exclusión y el deterioro ambiental, que la pandemia no ha hecho más que acelerar, existe una vacuna que, sin embargo, apenas se utiliza. Se trata de «el amor inclusivo» que, como explica Francisco, es «social, es familiar, es político». Para que sea eficaz, es necesario convertir en oración la mirada a la precariedad vital de tantos hermanos y hermanas, sanar las heridas de la arbitrariedad empresarial y hacer que cada gesto sea un abrazo en el proceso de inserción laboral.

El verdadero amor social que hace fructificar las relaciones sociales, culturales, económicas y políticas, pasa por defender y extender el trabajo digno, que primerea con insistencia en la Jornada Mundial por el Trabajo Decente y forma también parte del quehacer de una pastoral del trabajo que hoy reclama más unidad y comunión.

La violencia contra las mujeres se combate codo a codo desde el respeto y el acompañamiento. Los barrios obreros, ahora llamados barriadas marginales, centran caridad política, mientras que la palabra sobre la Jornada Mundial de los Pobres es clara: «Tienda la mano». La viñeta nos habla de las pandemias que se ceban con las personas más vulnerables.

Se puede comentar y reflexionar sobre los contenidos y recursos de este número, cuyo calendario de publicación es accesible desde principios de octubre, a través de hoac.es/tu y compartirlos entre tus contactos, a través de las redes sociales y las aplicaciones de mensajería como WhatsApp o Telegram.

☉ ¿Nos acompañas? Guía de lectura del número 198 • octubre-noviembre 2020

☉ Agenda y notificación de publicación de contenidos

Los artículos del ¡Tú! son publicados en www.hoac.es/tu durante los dos meses de vigencia de cada número. En la agenda puedes ver y anotar las fechas de publicación. Además puedes darte de alta, con tu correo electrónico, al servicio de notificación de contenidos. De esta forma, recibirás en tu buzón electrónico el artículo publicado en tres formatos: texto, pdf e imagen para facilitar la lectura y favorecer la difusión de estos contenidos entre tus contactos y redes sociales.

Es difícil vivir

Colaboraciones

Es difícil vivir

29 septiembre 2020

Por Presen Pérez

Es difícil vivir
al filo de una soledad que sufres
con distantes suspiros,
donde ha nacido el musgo
se dibuja la sombría humedad de tus ojos
cuando no ves una salida.
Pero el arraigo que te mantiene en pie,
cuando la oquedad de las horas
arañan tu garganta
e irrumpen en la sed de tu clamor vencido,
se vuelve fuerte en las dificultades.

Pasaste de la inocencia a la duda,
de la duda a la rebeldía,
de la rebeldía al desencanto,
del desencanto a la búsqueda,
la búsqueda te llevó a la trascendencia.
Descubres lo importante,
se hacen surcos que escriben hacia dentro
donde el alma responde,
aunque te inunden
borrascas de sollozo y mármol.

Llevamos dentro tantas cosas que cuando emergen
se vuelven romería las escuchas.
Compartir el dolor ajeno
es la voz que susurra al huracán,
una meditación para este tiempo.

Pues renglones emborronados
a veces, nada claros e imprecisos,
se vuelven caos,
el caos borra entendimiento
y los rostros confusos se hacen fraude.

Pero tus ojos atrevidos
son salinas que alimentan mañanas,
porque llevas la música en tu piel
y en cada nota le pones tu acento.

Y el poema es sal para decir
todo aquello que el hombre siente,
para arrancárselo a la noche
desde la cicatriz que nos redime.

faldon portada y sumario

La persona es lo primero y la compasión su principio

Mundo obrero y del trabajo

La persona es lo primero y la compasión su principio

28 septiembre 2020

Dado que el sufrimiento es común a la humanidad, la compasión puede erigirse en el fundamento de una ética universal y compartida, cuyo paradigma cristiano es la parábola del samaritano.

José Ramón Pascual García | Consiliario de HOAC-Rioja y doctor en Teología Pastoral

¿Quién no quiere ser feliz? ¿Quién no quiere realizarse acertadamente? Según voy constatando –como tú–, cada persona vamos construyendo nuestro modo de ser con la intención de vivir humanamente bien.

Ese «modo de ser» es lo que llamamos carácter. Pero el carácter es más que el conjunto de características que me vienen dadas genéticamente. El modo de ser también se cultiva: a veces lo aprendemos como un código de conducta propio del entorno social inmediato y a veces lo descubrimos inesperadamente en medio también del entorno social, pero como alternativa diferente a las pautas de conducta habituales.

Pero ser feliz, ¿cómo se hace?, ¿cómo se logra? La filosofía moral y todas las corrientes éticas de la historia de la humanidad se han esforzado y vienen proponiendo diversos modos concretos para ser personas felices. Quiero compartir una síntesis de lo que he investigado y ofrezco en mi libro El principio compasión. Vivir desde una ética samaritana.

En busca de una vida acertada y feliz

La moral propone unas normas de comportamiento –de origen religioso o no– ya elaboradas que hemos de aprender y cumplir. Tales normas morales son los hábitos y las costumbres que forman parte de la sociedad en la que vivimos. Forman parte de la propia cultura social. Para realizarse como persona bastaría con adecuar nuestro comportamiento a esos hábitos y costumbres. La ética es más que la moral. La ética viene a suscitar comportamientos que descubrimos y asumimos para hacernos responsables. Es más que cumplir unas normas morales. Es responder, dar respuesta. En ese responder nos hacemos responsables, nos hacemos sujetos éticos, es decir, nos hacemos personas.

En esa búsqueda del modo acertado de ser persona las distintas corrientes filosóficas han propuesto infinidad de modelos con una pretensión: dar con un modo universal en el que fundamentar la ética, que nos pueda servir a todas las personas.

La penúltima propuesta de la filosofía se denominó «ética del diálogo». Desde ella, todas las personas tendríamos la capacidad de encontrarnos al mismo nivel y así, juntas, discernir y consensuar lo que sería más adecuado para realizarnos como personas. Como idea está bien. Pero ese es su defecto: que es un ideal, que es irreal.

Esa ética dialógica haría bueno el refrán popular «hablando se entiende la gente». Todas las personas, juntas, hablamos y determinamos lo que sería conveniente para realizarnos felizmente a la vez. Esa ética idealista triunfó en nuestro contexto noroccidental con lo que llamamos la Modernidad. Aquella filosofía hija de la Modernidad consideró haber llegado a establecer el fundamento universal de la ética –el fundamento del ser persona, en definitiva– en el consenso común, al cual se llega mediante el diálogo universal, pues todas las personas disponemos de tal capacidad y posibilidad.

Pero tiene un fallo grave: no todas las personas son partícipes de ese diálogo. Hay muchas que no pueden asistir a esa mesa de diálogo, bien porque por sí mismas no disponen de posibilidades para ello, bien porque han sido expulsadas y marginadas por otras, deliberada o inconscientemente. El hecho es que en ese pretendido diálogo universal no están todas las personas. ¿Quiénes faltan? Las de siempre, las víctimas. Faltan tantas personas y comunidades que han sido despojadas e impedidas de su capacidad, por causa de la injusticia.

Es cierto que la Modernidad trajo cierto progreso a las personas…, pero solo en un ámbito geográfico reducido y, sobre todo, de unas pocas personas a costa de otras muchas. No fue universal, ni el modo de participar, ni el modo de vivir humanamente.

Para seguir leyendo  >>>> suscríbete a Noticias Obreras

 

faldon portada y sumario

26º Domingo del Tiempo Ordinario (27 de septiembre)

Iglesia

26º Domingo del Tiempo Ordinario (27 de septiembre)

25 septiembre 2020

En su mensaje para la Jornada Mundial del Emigrante y del Refugiado de este año, que se celebra este próximo domingo, dice el papa Francisco que para reconciliarse se requiere escuchar. Nos lo enseña Dios mismo, que quiso escuchar el gemido de la humanidad con oídos humanos, enviando a su Hijo al mundo: «Porque tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Unigénito, para que todo el que cree en él […] tenga vida eterna» (Jn 3, 16-17). El amor, el que reconcilia y salva, empieza por una escucha activa. En el mundo de hoy se multiplican los mensajes, pero se está perdiendo la capacidad de escuchar. Sólo a través de una escucha humilde y atenta podremos llegar a reconciliarnos de verdad.

 

■ Accede a más oraciones aquí.
■ También en Issuu

 

Las personas desplazadas internas

Iglesia, Inmigrantes

Las personas desplazadas internas

25 septiembre 2020

Mari Fran Sánchez | directora del Secretariado de la Subcomisión Episcopal de Migraciones y Movilidad Humana

La situación de los desplazados internos nos interpela, sobre todo, en un país como el nuestro, donde esta figura, digamos, no existe.

La clave y el desafío para nosotros es encontrar esos desplazados internos que acompañan de forma invisible nuestra vida cotidiana y que están más cerca de nosotros de lo que creemos. Me refiero, por ejemplo, a aquellos que se desplazan en función de la temporalidad de los trabajos que se les permite realizar y gracias a los que pueden vivir.

A este respecto, la cuarta frase de mensaje del papa Francisco nos dice que para «crecer es necesario compartir», y nos remite concretamente a las primeras comunidades cristianas, donde tenían todo en común y nadie llamaba suyo propio nada de lo que tenía.

La vida de aquellas primeras comunidades era el fiel reflejo de la voluntad de un Dios que puso los bienes de la tierra a disposición de todos, y no de unos pocos. Tomar conciencia que todo es de todos es clave para entender el mensaje cristiano que nos invita a crear continuamente la familia humana, que continuamente se ve amenazada por los intereses particulares y egoístas.

La cuarta frase nos remite a la promoción de las personas, para lo cual es necesario que ella misma se involucre activamente en su propio proceso y sea protagonista del mismo. Tal y como nos dice el papa Francisco, a veces, el impulso de servir a los demás nos impide ver sus riquezas.

Las necesidades básica y la urgencia por atenderlas nos puede hacer caer en el mero asistencialismo cuando se trata de acoger y acompañar a las personas migrantes.

Son muchas las áreas y dimensiones que es necesario acompañar, y esto pasa por descubrir las aptitudes, valores, habilidades y la riqueza que toda persona tiene.

En su última frase, el Papa incide en algo que es indispensable para construir, que es colaborar. Todos de una forma u otra, como pueblo de Dios, estamos llamados por vocación a colaborar y arrimar el hombro.

La construcción del reino de Dios es un compromiso común de todos. Y para colaborar debemos estar y permanecer unidos, no sirven para la construcción del reino las divisiones y las discordias.

El llamamiento es a toda la humanidad, que en estos momentos de pandemia se encuentra en la misma barca. No dejemos de remar juntos para preservar la casa común y que nadie quede atrás como consecuencia de la pandemia causada por la COVID-19.

 

faldon portada y sumario

Opinión | Como Jesucristo, obligados a huir

Colaboraciones

Opinión | Como Jesucristo, obligados a huir

24 septiembre 2020

«Como Jesucristo, obligados a huir. Acoger, proteger, promover e integrar a los desplazados internos»

Manolo Díaz Sánchez, presidente de la HOAC de Córdoba.

Este es el lema elegido por el papa Francisco para la celebración de la próxima Jornada Mundial del Migrante y Refugiado, la 106ª, que tendrá lugar el 27 de septiembre. Este año su mensaje va dirigido especialmente a los desplazados internos.

Desde la HOAC (Hermandad Obrera de Acción Católica), hermanada con la realidad que viven estas personas y en comunión con la Iglesia de la que somos parte desde nuestro ser Acción Católica centrada en la realidad del mundo obrero y del trabajo, queremos también hacernos eco de este mensaje destacando algunos aspectos que nos parecen muy actuales y muy necesarios en el contexto en el que nos encontramos.

La realidad de millones de hombres, mujeres y niños olvidados, obligados a migrar dentro de sus propios países es compleja y difícil de abordar (los propios Estados no siempre recogen datos sobre el desplazamiento interno). Son parte de los “olvidados” de nuestro mundo lo que hace que aumente su vulnerabilidad y la falta de reconocimiento de sus derechos. Casi 80 millones de personas obligadas a vivir lejos de sus hogares durante muchos años, o incluso décadas, y sin acceso a la educación, a la sanidad, al empleo, es decir, a todo aquello que les permita crear medios de vida sostenibles y esperanza para su futuro.

En su mensaje el Papa nos alienta a conocer para comprender. Por ello se hace muy necesario conocer el origen de esta realidad. Conflictos armados, situaciones de violencia generalizada, violaciones de derechos humanos, desastres que se producen de manera repentina, apropiación de grandes extensiones de territorios, la crisis climática. Son causas y a su vez consecuencia ya que se retroalimentan, pero en la base de todo ello el modelo socioeconómico y productivo que sustenta unas relaciones humanas basadas en el descarte y en el mercantilismo (usar y tirar) de las personas.

Tenemos que poner en el centro de todo a la persona y eso, pasa por establecer otro modelo de relaciones humanas, otra política, otra economía, tenemos que….”crecer juntos, sin dejar a nadie fuera”, se necesita “involucrar para promover” como afirma el Papa en su mensaje. Solo con la colaboración de y motivando “espacios donde todos puedan sentirse convocados”, continua el Santo Padre, será posible encarar este drama.

En la HOAC creemos que a través del trabajo se pueden dar las premisas idóneas para concretar toda esa invitación que se nos hace: El trabajo debería ser el ámbito de este múltiple desarrollo personal, donde se ponen en juego muchas dimensiones de la vida: la creatividad, la proyección del futuro, el desarrollo de capacidades, el ejercicio de los valores, la comunicación con los demás, una actitud de adoración (Laudato si’, 127). Desde esta afirmación del Papa, podemos entender la trascendencia que tiene el trabajo a la hora de organizar otras relaciones, otra economía, otra política, otra sociedad en definitiva, que no deje a nadie en los márgenes de la vida.

La HOAC tomamos como nuestra las palabras del mensaje del Papa que habla de hacerse prójimo para servir, comprometidos como estamos en acompañar la vida de las personas y colaborar con ellas en un cambio de mentalidad y en el cambio de las instituciones para que estén mucho más al servicio de las necesidades de las personas, en particular de las empobrecidas y ayudar a construir experiencias alternativas en la forma de ser y trabajar que expresen y construyan la nueva mentalidad que necesitamos.

Tica Font: «La industria armamentística se protege, pero la sanidad se deja en manos privadas»

Mundo obrero y del trabajo

Tica Font: «La industria armamentística se protege, pero la sanidad se deja en manos privadas»

21 septiembre 2020

Investigadora voluntaria del Centro Delàs de Estudios por la Paz e integrante de varios foros mundiales donde presta sus conocimientos y compromiso a favor de la resolución no violenta de conflictos, la educación para la paz y el desarme.

El papa Francisco ha hablado en alguna ocasión de Tercera Guerra Mundial por partes. ¿Está de acuerdo?, ¿cómo son la guerras en el siglo XXI?, ¿cómo han evolucionado los conflictos?

Estoy de acuerdo con el Papa, pero se hace difícil ponerle un nombre, como Tercera Guerra Mundial. En cuanto a la forma, los conflictos y las guerras no son como lo fueron la Primera y la Segunda. Son regionalizadas, localizadas, diríamos que se desarrollan en un continuo, no hay, como en el pasado, una declaración de principio y de fin. Además, en estos momentos se usa la inteligencia artificial y las nuevas tecnologías como instrumentos de guerra, con el ciberespacio, con ataques de otra clase. Como en Irak, donde se utilizó un virus informático para infectar sus centrales nucleares y parar su programa nuclear.

La causalidad de los conflictos se produce en la escala local, por problemas internos dentro de un país. Pero muchos de estos conflictos se encuentran a escala mundial, como los provocados por el choque de identidades religiosas. El propio Papa ha trabajado mucho en eso y ha mencionado el conflicto de los rohinyás, musulmanes en un país budista. Vemos también la India, con un programa político hindú, que gobierna contra los musulmanes o Israel, que cambia la constitución para hacer un país judío, de modo que las poblaciones sin religión judía quedan excluidas. Las identidades son un instrumento muy relevante. No es que sean guerras religiosas o de identidad, pero sí que es lo que cohesiona a las comunidades para hacer la guerra y que es más difícil hacerla sin ese factor.

Luego están las guerras puramente económicas, las del mundo occidental, la que EEUU lleva a cabo con China, con el objetivo de frenar su economía, de desestabilizar a Asia como región. Son ya 10 o 15 años, con un gran incremento de gastos de defensa y adquisición de armas en Asia, superando a Oriente Medio, que ya está muy desestabilizado. África está ya desestructurada. Son conflictos que no salen en los medios de comunicación occidental. Y la geopolítica sigue siendo importante. ¿A qué países de Oriente Medio exportan armas Europa o EEUU y a cuáles no? A Arabia, Emiratos Árabes, Irak, Omán, Kuwait, Israel, Turquía, Egipto… A Irán, Siria, y Yemen se las venden Rusia y China. Exportamos armas como instrumento de política exterior.

¿El Informe de Riesgos Globales 2019 del Foro Económico Mundial establecía que los tres principales desafíos mundiales son todos ambientales (fenómenos meteorológicos extremos, cambio climático, desastres naturales)? ¿Coincide o modificaría los desafíos para la paz mundial?

De modo más abreviado, los encontramos en la estrategia europea de defensa, de la OTAN y de EEUU. La cuestión son los instrumentos para abordarlos. Cambiarán los espacios de cultivo, habrá subida de precios en los tres alimentos clave para la humanidad: el trigo, el arroz y el maíz. Si los precios suben de forma local, habrá hambrunas que provocarán a su vez migraciones. La respuesta que se está dando es reforzar las fronteras, impedir con instrumentos militares y policiales que huyan los hambrientos. Otro elemento preocupante es el descontento social y las revueltas sociales contra los gobernantes de esos Estados. En abril de 2019, cayó el gobierno de Sudán, por la subida del precio de la harina. Los gobiernos de muchos Estados no tienen la capacidad para afrontar este tipo de retos.

No hay debate sobre el diagnóstico, sino en las formas de abordar los desafíos. Cada año, aumenta el presupuesto europeo para las fronteras y medidas policiales. ¿Por qué no ayudamos a implementar la adaptación al cambio climático? Adaptemos los cultivos de acuerdo con el régimen de lluvias previsto. Tenemos aarmamentismoños para hacerlo. No deben ser las personas las que expongan sus vidas para adaptarse, no puede ser que el pobre que no puede adaptarse se muera o se vaya. No se trata tanto de impedir que la gente huya, como que pueda sobrevivir allí donde vive, como ocurre en la España vaciada, hagamos que sea viable vivir en el campo.

En 2019, aumentó el gasto militar mundial, ¿a qué se debió?

El incremento de gasto militar no es siempre al unísono, en 2008, con la crisis, en Europa y EEUU descendió o se paró, pero en Asia y Oriente Medio se incrementó muchísimo. EEUU vuelve a disparar el presupuesto de defensa y Europa ha asumido que lo hará. Ya lo dijo Obama, aunque Trump es muy claro y ha dicho que sus intereses están en Asia y que ya no quiere hacer de contrapoder de Rusia en Europa.

Pero en 2020 ha aparecido el COVID-19. Una integrante de la Comisión Vaticana COVID-19, se preguntaba: «¿Para qué sirven los arsenales si un puñado de personas infectadas es suficiente para propagar la epidemia y causar muchas víctimas?».

La pregunta que hay que hacerse es: ¿la seguridad de quién y frente a qué?

Las personas, frente a la COVID-19 o cualquier otra contingencia, necesitan seguridad económica, que el Estado les va ayudar para alimentarse, pagar las facturas; seguridad educativa, tener educación y gratuita, seguridad sanitaria, saber que te van a atender, curar y dar acceso al medicamento; seguridad medioambiental, que el ambiente de nuestra vida es sano; y seguridad política y de libertades. Todo es la seguridad humana.

En cambio, cuando el Estado habla de seguridad, piensa en el propio Estado. Se protege para que no haya cambios que subviertan el sistema político. Es la seguridad de las élites: que la industria funcione, que nadie se opone a que tengan los recursos naturales necesarios y si no, mandar al Ejército. Mientras la industria de armamentos ha sido protegida por el Estado, la farmacéutica o la sanidad se han dejado en manos del mercado privado, sin intervención pública. Llega la pandemia, y un país como España no es capaz de fabricar mascarillas, equipos de protección, test, no hay recursos para analizar los contagios.

No parecen buenos tiempos para el multilateralismo, ni la cooperación, al tiempo que se utiliza el odio como capital político. ¿Está de acuerdo con que se está produciendo esa deriva de odio?

Vivimos en el siglo de la diversidad y hay grupos con un proyecto político de sociedades homogéneas, no diversas. Para muchos, las identidades sexuales son inaceptables. También se da la intolerancia a la diversidad religiosa. En grandes ciudades, hay barrios con muchas lenguas, muchas culturas, religiones. Todas las extremas derechas del mundo fomentan la intolerancia y cuando se transforma en colectivo y en proyecto político es fácil adoptar formas violentas. Pasamos de las pintadas, a la violencia. A escala local, hay que apostar por la convivencia, la cultura de respeto y aceptación, tener reglas para convivir todos. Que nadie puede imponerse a nadie, y hay elementos que tienen que ser de un consenso fundamental.

España cuenta con una importante industria armamentística que genera también un importante volumen de empleo. ¿Realmente es viable reorientar a objetivos sociales este tipo de fábricas?

En esta cuestión lo que hay que preguntarse es si es viable ética, medioambiental y económicamente. Veamos el ejemplo de las minas de carbón. Hay un consenso de que no es viable, porque generan un daño insostenible. Es verdad que tampoco son viables económicamente. Sobre la industria de armas, la pregunta que hay que hacerse es si podemos defender los derechos humanos mientras vendemos armas con las que se mata a personas en otras partes del mundo. No es ético, y si no fuera por todas las subvenciones y protecciones públicas, seguramente tampoco sería viable económicamente. La industria armamentística trabaja a muy largo plazo, hasta a 40 años vista, planteando escenarios bélicos posibles y buscando nueva tecnológica, gracias a que cuenta con un gran apoyo público. Cuando se desmantela un núcleo industrial, hay un pequeño grupo de personas que no se pueden reciclar ni personal ni laboralmente. Lo que en ese caso hay que plantear es ayudarles económicamente. A las personas más jóvenes hay que formarles para que encuentren salidas laborales viables en el futuro.

El Centre Delàs d’Estudis per la Pau al que pertenece tiene ya más de 20 años. ¿Cómo valora su recorrido?, ¿cuáles son sus logros y cuáles sus limitaciones?

Nos hemos convertido en una referencia, somos una ONG asentada, que trabaja con rigor, que se documenta para decir lo que dice y que se ha especializado en un tema muy difícil. La estrategia de paz, la industria de las armas, el presupuesto de defensa no aparece nunca en los proyectos políticos. También tenemos una importante vinculación con redes internacionales como la International Peace Bureau (IPB), la European Network Against Arms Trade, Stop Killer Robots e impulsamos desde Barcelona la campaña Disarmament for Development. Tenemos peso. Lograr todo esto es muy positivo.

En cuanto a las limitaciones, somos una ONG de voluntarios. En la actualidad, tenemos cinco profesionales contratados y es verdad que los recursos para nuestro activismo están muy condicionados por las subvenciones públicas. El otro gran reto es que haya mayor trasvase con el movimiento ecologista y el movimiento feminista. Cada cual se ha encasillado un poco en lo suyo y falta más interrelación. Un mundo sin armas necesita también un mundo sin patriarcado y respetuoso con la naturaleza. De lo contrario, seguirá siendo un mundo violento.

faldon portada y sumario

Revista TU!

Acceso a la suscripción.
■ Edición digital www.hoac.es/tu

Nuevo libro

Ultimo cuaderno

Redes Sociales

Instagram


© 2024 HOAC.

| Diseño original | DET | Adaptación de ACF | Desarrollado con WordPress | CM/Admo