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Creedme

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Creedme

16 abril 2020

Susana García | Profesora de Religión

Este mes recomendamos la miniserie de ocho capítulos de Netflix Creedme, basada en un interesante reportaje de investigación premiado con el Pulitzer: An Unbelievable Story of Rape. Una serie dura, pero sin duda una de las producciones de éxito de la plataforma basada en la historia real de Marie Adler, una joven que fue violada con 18 años y que, tras denunciarlo a la policía y tras largos interrogatorios su testimonio fue puesto en duda, su caso archivado e incluso sufrió una denuncia en su contra.

La miniserie no solo se centra en la historia de Marie, sino también en la meticulosa investigación que hicieron las dos mujeres inspectoras para descubrir a un escurridizo violador en serie que tenía el mismo patrón en sus ataques que el violador de Marie, aunque la conexión con este caso no se descubre hasta el final. Las inspectoras Grace y Karen llevarán a cabo una investigación exhaustiva que dejará en evidencia la actuación de los policías encargados del caso de Marie. Puede que parezca una historia más de policías y crimen, pero no lo es. No solo porque las interpretaciones son excelentes y es un caso real, sino porque la serie trata con sumo cuidado el tema de las violaciones, sin grabar escenas morbosas y centrado en los recuerdos recurrentes de las víctimas. Por eso es muy dura, pero necesaria. Además muestra la falta de formación y de delicadeza de las fuerzas de seguridad para tratar a las víctimas de las violaciones, la dificultad de realizar las denuncias y el trauma psicológico de las víctimas a corto y largo plazo. Otro de los aspectos novedosos de la serie es cómo nos muestra que realmente no hay un patrón único de reacción en las víctimas, y por eso no se puede juzgarlas porque no reaccionan como normalmente se piensa que harían o como nosotras lo haríamos.

Por otro lado, uno de los aspectos más interesantes de la serie es ver cómo se implican las inspectoras, en contraste con los hombres del departamento de policía que llevó el caso de Marie. Cómo se centran en su trabajo, sin dejar ningún cabo suelto y cómo son capaces, a pesar de tener personalidades diferentes, de trabajar unidas junto con sus equipos para encontrar al violador. Nos dan una lección de trabajo, coordinación, conciliación familiar e incluso de fe. Una fe en diálogo en unas circunstancias difíciles. La detective Karen es creyente, profundamente creyente. Grace, sin embargo es agnóstica, pero respeta la fe de Karen y tienen diálogos muy interesantes durante la película. Impresiona especialmente la escena en la que hablan de cómo es posible tener fe en un mundo en el que hay tanto mal y cómo ella, estando en contacto con ese mal diariamente, con violaciones, asesinatos, maltratos… es capaz de seguir teniendo fe. Pero Karen se siente enviada por Dios para una misión, como el profeta Isaías, cuando Dios pregunta: «¿A quién voy a enviar?». Como Isaías responde: «Envíame a mí, yo seré tu mensajero».

Creedme (miniserie de tv)
Director: Susannah Grant, Michael Chabon, Ayelet Waldman (creadores), Lisa Cholodenko, Susannah Grant, Michael Dinner
Nacionalidad: EEUU
Intérpretes: Toni Collette, Merritt Wever, Kaitlyn Dever
Estreno: 2019

 

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COVID-19 | Saturado el teléfono de Servicios Sociales del Polígono Sur

Familia obrera, Mundo obrero y del trabajo

COVID-19 | Saturado el teléfono de Servicios Sociales del Polígono Sur

15 abril 2020

Alfonso Alcaide, militante de la HOAC de Sevilla.

No hay medios, ni personal, mucho menos la agilidad necesaria, para responder a todas las solicitudes de ayuda de la población más vulnerable, en situación muy crítica ya antes de la pandemia. Es la conclusión que se desprende al escuchar el audio que compartimos.

En él se escucha a una persona perteneciente a la Asociación de Vecinos Esperanza Sur del barrio Martínez Montañés, en el Polígono Sur de Sevilla, donde viven aproximadamente 50.000 personas. Comenta, con desesperación, la situación de una madre, limpiadora por horas, con diabetes, que se ha quedado sin ingresos y no consigue que le atiendan por teléfono los Servicios Sociales del barrio, a pesar de intentarlo a todas horas.

«Está llamando desde el jueves. ¡Uy!, desde el martes, y nadie le coge el teléfono. Cada vez que llama, vamos, se lleva todo el día llamando, porque da la casualidad de que yo le dejo el teléfono mío, cada vez que llama: “no podemos atenderte, no podemos atenderte…. Está desde el martes, ya te digo, me lo pidió el lunes, y el martes…, el lunes por la tarde se lo di yo, algunas veces le sale el contestador, que hasta las ocho de la tarde. La mayoría de las veces, “no te podemos atender, no te podemos atender…” Así lleva desde el martes. Y tiene dos niños, verdaderamente no tiene nada, nada, nada… Ella es diábetica y no puede hacer ni régimen…»

En circunstancias normales unas 2.748 familias acuden a los distintos dispositivos en demanda de ayuda, ahora son muchísimas más. Hace unos meses, los Servicios Sociales daban cita a dos o tres meses vista. La cola de personas que esperaban ser atendidas comenzaba a formarse a las 6:30 horas de la mañana. Solo se repartían 10 números al día.

Es fácil imaginar lo que está ocurriendo ahora, con el confinamiento de la población, las restricciones y medidas de seguridad adoptadas en las administraciones y los recelos ante personas potencialmente portadoras del coronavirus.

Trabajadores incluidos y excluidos demandan ayuda, por teléfono, a unos Servicios Sociales colapsados por la avalancha actual y por el desmantelamiento de los mismos provocado por las políticas de austeridad. Muchos acuden a Cáritas, que también está colapsada.

Los antiguos barrios obreros se han convertido, en su mayoría, en barrios excluidos. En un periodo de 40 años, los ciudadanos de estos barrios han sido divididos en trabajadores incluidos y trabajadores excluidos. Cuando el volumen de éstos es alto, el barrio se convierte en excluido. Entonces empieza un proceso de huida, los que pueden, y de llegada, los que no pueden ir a otro lugar, y el barrio excluido es cada vez más excluido.

2º Domingo de Pascua (19 abril 2020)

Iglesia

2º Domingo de Pascua (19 abril 2020)

15 abril 2020

Pasada la Semana Santa volvemos al ritmo vital que nos toca. Hay cosas que no se pueden detener, y una de ellas es nuestro trabajo y oración. Esto sí que es actividad esencial. Sobre todo en Pascua. Nos toca desvelar los signos de la presencia del Resucitado en el acompañamiento de la vida de las personas y familias en medio de esta situación.

Qué manera tan distinta de vivir esta situación por la que pasamos este tiempo, si lo hacemos por nuestra cuenta, o como un grupo humano, sin más, desde nuestros miedos e ilusiones, que si lo hacemos centrados en Cristo.

Qué manera tan distinta de poder leer los acontecimientos si hemos recorrido el camino de la Cruz con él, o si hemos estado a otra cosa.

Qué manera tan distinta si es el Amor de Dios el que nos va sosteniendo en estos días, aunque no experimentemos, como nos gustaría, la claridad de su abrazo. Qué distinto, si, a pesar de todo, seguimos esperando, confiando, amando, sirviendo. Qué distinto, si fijos los ojos en Jesús, seguimos sus pasos en comunidad.

 

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Opinión | La educación durante el confinamiento

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Opinión | La educación durante el confinamiento

15 abril 2020

Luis J. Juan | Profesor de filosofía y militante de la HOAC Centro de Alicante.

Todos los profesionales de la educación parece que estamos de acuerdo en algo, y es que la emoción es un factor determinante a la hora de educar. No solo es importante la educación emocional, sino también el ser capaces de emocionar a la hora de educar. Creo que no es necesario explicar la dificultad que conlleva realizar esta tarea desde el confinamiento.

El otro día la ministra Celaa, en rueda de prensa, suponía que al menos el 12% de los alumnos tendrían dificultades para seguir el curso on-line durante esta situación de aislamiento. El 12% de alumnos parece un número pequeño, parece algo inapreciable. Pero de una clase de 35 personas, son casi 4 alumnos. Y en un instituto de unos 500 alumnos como el mío, son unos 60 alumnos con dificultades para acceder al curso.

Brecha digital

Aunque claro, ese número tiene trampa. Yo trabajo en un instituto que se encuentra en la zona norte de Alicante, en el barrio de Juan XXIII, donde la situación socio-económica ya de por sí es complicada. En mi centro no van a tener dificultades 60 alumnos, sino que probablemente ese número se triplique. En los barrios con más dificultades económicas la brecha digital se convierte en abismo.

Se trata de familias que tienen problemas económicos y sociales, que encerrados en una casa se complican aún más. Se trata de familias que se encuentran muchas veces lejos de sus lugares de origen, con un idioma diferente y un sistema educativo diferente que no siempre es fácil de entender. De manera que, el salto que tienen que dar es mayor, y el abismo digital y educativo, se convierte en océano.

Es cierto que, en medio de este océano, nos encontramos con botes salvavidas como Cáritas, Ayuda en Acción, Cruz Roja, o las tablets que están proporcionando Conselleria d’Educació. Los profesores intentamos que el 100% de los alumnos estén contactados y que esa distancia se salve de la mejor manera posible. Pero será una tarea titánica y que, a lo sumo, podrá cubrir medios técnicos, pero la parte emocional seguirá presentando dificultades.

Educación emocional

Si la tensión emocional se acrecienta en esta situación de confinamiento, ésta se hace aún mayor en situaciones de precariedad. Esto provoca que los alumnos no cuenten muchas veces ni con el apoyo económico, ni emocional necesario para llevar a buen término su proceso educativo este curso.

Si nuestros alumnos ya perciben de por si esa diferencia debida a la situación socioeconómica, en esta crisis esa percepción puede ser aún mayor. Corremos el riesgo de estarles enseñando a nuestros alumnos que ante un reto así, hay quien tendrá todos los medios a su alcance y otros que tendrán los obstáculos a sus pies.

Los profesores debemos ser conscientes también de esta situación. Si los profesores teníamos ya la obligación de educar desde las emociones, ahora tenemos la tarea de transmitir esa emoción por nuestros medios técnicos. Sobre todo, en aquellos casos de alumnos que sabemos que pueden estar en peor situación. Debemos ser capaces de entender la situación de cada alumno, porque haciéndonos conscientes de ella podremos encontrar la mejor manera de ayudarles.

Encontrarse con uno mismo

Los padres tenemos la obligación también de ayudar a nuestros hijos en este tiempo siendo conscientes desde nuestro estado emocional. Si quiero que mi hijo aprenda a controlar las emociones en casa, yo también debo ser capaz de controlar mi estado de ánimo. Si tu hijo ante una situación de crisis, o de agobio por no entender la tarea, nos oye gritar, es fácil que aprenda a gritar también. En cambio, si ve que resolvemos la situación con cariño y una sonrisa, nuestros hijos también aprenderán a afrontar los problemas desde el afecto. Tenemos la oportunidad de trabajar todas nuestras emociones al lado de nuestros hijos.

Al final, en esta situación nos encontramos todos igual de perdidos, y al final, todos estamos condenados a encontrarnos con nosotros mismos. Por eso ahora más que nunca se nos hace tan importante la educación y el aprendizaje emocional.

***

Este texto ha sido tomado de Alicanteopinion.es

COVID-19 | #RegularizaciónUrgente para las personas migrantes

Inmigrantes

COVID-19 | #RegularizaciónUrgente para las personas migrantes

14 abril 2020

Más de 200 organizaciones sociales y más de 40.000 personas se han unido para reclamar la regulación extraordinaria de personas migrantes en situación irregular y solicitantes de asilo.

La petición impulsada por CEAR,  con el apoyo de Oxfam Intermón, la Coordinadora de Organizaciones para el Desarrollo, Médicos del Mundo, MPDL, Ayuda en Acción, Entreculturas o el Servicio Jesuita a Migrantes España, pero también de la HOAC de Murcia y la HOAC de Valencia, entre otras, piden al gobierno español que garantice los derechos de las personas extranjeras en España y pongan en marcha una regularización extraordinaria urgente.

Esta campaña se suma a otra en la que participan alrededor de 900 organizaciones que difundieron un manifiesto elaborado por organizaciones de personas migrantes y racializadas que también exige un proceso de regularización extraordinario bajo el lema #RegularizaciónYa.

En el contexto actual de emergencia sanitaria mundial, es fundamental que se garanticen los derechos de todas las personas que se encuentran en el territorio español con especial atención a aquellas más vulnerables como son las migrantes en situación administrativa irregular y las personas solicitantes de asilo de larga duración.

Las organizaciones sostienen que el ejecutivo tiene una oportunidad para, siguiendo las recomendaciones del Consejo de Europa y el camino iniciado por el gobierno portugués, garantizar los derechos de las personas extranjeras en España, al mismo tiempo que se reconoce el valor, los conocimientos y el compromiso que estas personas aportan a la sociedad, más aún en un momento como este.

La regularización amplia y extraordinaria de todas las personas migrantes que viven en territorio español es la medida más ágil y exhaustiva para garantizar que todas las personas pueden hacer frente a esta crisis sanitaria y económica. Hay que tener en cuenta que las dificultades añadidas para cumplir los trámites y requisitos administrativos provocadas por la declaración del estado de alarma.

El paquete de medidas de protección social que está elaborando y aprobando el Gobierno, entre los que se incluiría próximamente el ingreso mínimo vital, no puede dejar a nadie atrás. Promover el proceso de regularización es clave para lograrlo.

Reconocimiento de la contribución de las personas migrantes

Esta medida además puede dar respuesta inmediata a las necesidades específicas que plantea la sociedad y el mundo laboral a partir de esta emergencia. Según el Ministerio de Agricultura, el sector agrario ocupa aproximadamente a 300.000 asalariados de forma temporal, de los que la mitad son extranjeros. El cierro de fronteras ha interrumpido el flujo migratorio regulado desde países como Marruecos, Polonia, Bulgaria y Rumanía. Las patronales agrarias han presionado para agilizar trámites y facilitar la contratación de parados y migrantes en las campañas agrícolas ya en marcha, para las que se calcula que harán falta entre 75.000 y 80.000 empleos.

El presidente de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia al Gobierno Central llegó a pedir “flexibilizar” la jornada laboral en el campo, haciendo suyas las palabras de la patronal agraria de la región que proponía una ampliación de jornada, de manera que las horas que se trabajen efectivamente durante este periodo de confinamiento no computen dentro de la jornada anual y que se regularicen con un trabajo compensatorio a posteriori”.

Los sindicatos ven con buenos ojos la concesión de permisos excepcionales ante las actuales circunstancias, pero advierten de que no hay razón alguna para no cumplir con los convenios sectoriales, así como las medidas de seguridad establecidas para toda la población.

Asimismo, más allá de la actual propuesta de regularización, a medio plazo debería aprobarse una política migratoria ágil y eficaz que contemple medidas permanentes como la flexibilización de los requisitos para la obtención y renovación de permisos de residencia y trabajo, dando respuesta a la realidad social desde una perspectiva realista de protección de derechos humanos.

Jaén | Celebración del Triduo Pascual en comunión con toda la Iglesia

Mundo obrero y del trabajo

Jaén | Celebración del Triduo Pascual en comunión con toda la Iglesia

14 abril 2020

Militantes de la HOAC han celebrado el Triduo Pascual viviéndolo personalmente, como comunidad hoacista de Jaén, y uniéndose en el tiempo y en el corazón en la celebración de estos días centrales de nuestra fe: Jueves, Viernes y Sábado Santo. Durante dos momentos al día les ha unido la oración de la mañana y el oficio eucarístico de las 6 de la tarde retransmitido por televisión.

En torno a un mantel sobre la mesa, la Biblia, una vela, una flor, un crucifijo y el pan el vino los y las militantes de la HOAC han preparado el ambiente y el lugar en sus hogares para hacerse conscientes de la presencia del Cristo Crucificado y Resucitado en sus vidas obreras. Han vivido la comunión espiritual, orando y con fe y amor.

Durante el Jueves Santo, los y las militantes han compartido por WhatsApp sus reflexiones en torno a la palabra. Han traído a la mesa la vida de una mujer que tiene pendiente un desahucio en esta pandemia y que vive confinada en su casa sin luz y como las compañeras de una cocina comunitaria les manifiestan su apoyo. Hemos tenido presentes a las trabajadoras de las residencias de ancianos y de ayuda a domicilio, viendo como estos oficios no son reconocidos. Hemos recordado a las familias que viven pendientes de la renovación de la renta mínima. Estos hechos y la Palabra nos llevan a reconocer la necesidad de priorizar el encuentro de Jesús en la Eucaristía con el servicio a los más pobres del mundo obrero a través del compromiso, y fortaleciendo la comunidad de la HOAC porque Jesús hizo posible la única esperanza cierta en una vida plena. Hay una llamada a proclamar que o vivimos para servir o no servimos para vivir.

El Viernes Santo hemos pedido la capacidad de aportar luz que salva en el sufrimiento y angustia de nuestros hermanos del mundo obrero empobrecido, los más perjudicados en esta crisis, nuestras compañeras, las trabajadoras del hogar, el calvario de vivir sin ingresos, de sufrir el drama de la droga… Reconocemos el tremendo dolor de Jesús en tantos hermanos que nos lleva a pedirle perdón por nuestra falta de servicio y, rogamos ese amor de Dios que regenera nuestras vidas. Nos cuesta callar para poder gritar contra la falta de dignidad y de justicia y nos cuesta y duele escuchar a los crucificados, reconocimiento que en ese dolor participa Dios para vencerlo. Sentimos que Dios nos ha abandonado ante la injusticia, el dolor y la muerte, pero proclamamos que en sus manos encomendamos nuestro espíritu porque es en Jesús donde está la vida que humaniza, que nos humaniza. Él da sentido a todo. Él nos amó primero. Es nuestro primer amor.

Durante el Sábado de Gloria hemos reconocido nuestra muerte cuando no nos entregamos, cuando no nos reconocemos pecadores, débiles y finitos y pedimos resucitar con Él, dando luz y esperanza a los más pobres. En el silencio de Dios queremos encontrarnos con nosotros. Hemos pedido al Padre la oportunidad de morir al pecado y resucitar, siendo más humildes y ofreciendo nuestra oración y servicio como lucha porque si morimos en él, tendremos vida eterna con Él. Hemos agradecido los gestos de familiares y amigos que nos gratifican con dulces de esta época y los hemos colocado en los pequeños altares de nuestras casas como símbolo del amor en exceso que nos tiene el Padre.

Como acción de gracias nos comprometemos en esta Pascua a acompañar a familias con problemas de vivienda, con falta de ingresos, personas que sufren trabajos inseguros, precarios, falta de suministros, soledad, falta de ocio… Consideramos un gesto de resurrección, de vida digna, de verdad, la petición del papa Francisco de un ingreso universal para los trabajadores pobres, comunicada a los movimientos populares el Domingo de Resurrección.

Obispo Cobo: “El Papa nos ofrece a los trabajadores como primera realidad a enfocar en la Iglesia para la salida a esta gran crisis”

Iglesia

Obispo Cobo: “El Papa nos ofrece a los trabajadores como primera realidad a enfocar en la Iglesia para la salida a esta gran crisis”

14 abril 2020

Monseñor José Cobo, obispo Auxiliar de Madrid y miembro de la Comisión Episcopal de Pastoral Social y Promoción Humana, responde a las preguntas de Vatican News sobre la carta que el Papa Francisco envió a los Movimientos populares el pasado domingo de Resurrección. “Nos lanza a la lucha por las tres “tes”: tierra, techo y trabajo”.

Manuel Cubías – Ciudad del Vaticano / Redacción 

José Cobo, obispo Auxiliar de Madrid, expresa sus impresiones sobre la carta que el papa Francisco envió a los movimientos populares. Respondiendo a los cuestionamientos afirma, recuperando la idea de que la humanidad es una sola, que “todos estamos en la misma barca” y que lo que hace avanzar esa barca es la solidaridad, la esperanza y la vida en comunidad. De esta manera pone en evidencia otros elementos de la vida social que a veces son invisibilizados. A continuación la entrevista.

 ¿Cuáles son sus impresiones sobre la carta que el Papa Francisco dirigió el pasado domingo de Resurrección a los movimientos populares?

JC: Agradecemos la mirada del papa ante la situación por la que pasamos. Evidentemente nos ayuda a situarnos en la realidad y a hacer un diagnóstico autentico desde las claves pascuales que nos ofrece el Evangelio vivido en el hoy.

No podemos negar que el tiempo de angustia por el que pasamos nos puede llevar al desánimo o al pesimismo. Pero desde el enfoque pascual se nos recuerda que podemos mirar a lo que ya tenemos: esta misma barca en la que juntos navegamos y que rema a ritmo de la solidaridad, de la esperanza y de la vida en comunidad.

Esta carta es un aliento para mirar al horizonte, para preparar la salida a esta situación de crisis. Muchos querrán salir como si no hubiese pasado nada o con el “piloto automático”. Francisco nos plantea unas claves realistas para ir adelante y que agradecemos nos subraye: la lucha por el bien común y el desarrollo humano integral. Esos serán los parámetros.

Pero es una carta para concretar. Nos lanza a la lucha por las tres “tes”, como gráficamente nos empuja a defender y nos pone como tareas: luchar por la tierra, el techo y el trabajo. Son las concreciones de la justicia social que él tanto ha dialogado y acogido en multitud de encuentros con trabajadores y movimientos sociales.

En este deseo de concretar en este momento crítico de la humanidad, agradecemos al Papa que nos lance a vivir este momento como una oportunidad. Sí, es un tiempo de aprender y dar pasos adelante. Pero pasos de conversión humanista y ecológica.  Este es el camino a discurrir como cauce de transformación. Si salimos por otros derroteros volveremos a donde estábamos.  

Pero si la salida es humana, esto es, no solo económica, podremos tener la oportunidad de poner a las personas en el centro y su dignidad como horizonte.  Para ello se nos ofrece la urgencia de repensar y regenerar nuestra forma de consumir, de gestionar y situarnos en el mundo.

Y no solo veo que el papa ofrezca líneas. Como siempre nos ofrece una hoja de ruta. La salida de estos momentos solo se hará desde los más vulnerables y contando con ellos. Si de nuevo son descartados, perderemos la posibilidad de poner la dignidad humana en el centro de nuestra salida de una crisis mundial. Por eso fija la mirada en los trabajadores, y en los más pobres especialmente.  Ellos han sido excluidos de los beneficios del sistema en el que vivimos, pero ahora cargan con todos los inconvenientes.  Si son solidarios en las cargas y pesares de esta crisis, ¿no es tiempo de pensar que han de ser parte de la solución global? ¿no será necesario, desde la justicia social, ponerlos en el centro de atención para salir de esta como seres humanos que reman juntos hacia el bien común?

Aquí salta lo concreto: aparece el salario universal como primer paso para comenzar a elaborar esta dignificación. Es toda una concreción, lúcida y operativa, para comenzar, tenido en cuenta el valor dignificante del trabajo en la construcción de toda sociedad.

Nos pone una causa para remar juntos y converger en estos momentos. No es cuestión solo de trabajo, es cuestión de reconstrucción y regeneración de la dignidad de la sociedad.

Para hacer realidad lo que el Papa propone, ¿qué camino deben construir las iglesias, en particular la española?

JC: En la Iglesia española este discurso nos plantea tareas concretas, a mi juicio:

a) La primera es de acogida. No solo del titular o lo externo, sino de las pistas profundas. Si acogemos la carta, se nos llama a comenzar de forma distinta a como hasta ahora hemos vivido, haciendo de la dignidad y el valor de las personas el nervio de actuación, por encima de volver a lo de siempre, como si nada hubiera pasado.

Esto supondrá impulsar reflexiones en todos los estamentos eclesiales para tomar conciencia de la oportunidad de conversión ecológica y humanista que afrontamos.  Una conversión necesita tiempo y medios. Tendremos que desplegar cauces para leer la realidad desde los ojos de la fe.

b) Con esto se nos abre el reto de ayudar a las fuerzas sociales a, desde el horizonte del bien común, acordar mecanismos para consolidar el salario universal que dignifique a las personas y ayude a la supervivencia de tantas familias.

c) Por otro lado, nos implica a potenciar en todos los niveles la importancia de atender los problemas reales de las personas La nueva etapa a la que se nos convoca no solo necesita filantropía. Necesitamos generar equipos de reflexión trasversales, de trabajo por proyectos y no solo por los departamentos de siempre, pues estos tienden a encerrarse en lo de siempre y en sus competencias.   Estos proyectos nos tendrían que ofrecer la posibilidad de afrontar y revisar cómo, en cada espacio de la Iglesia, acogemos este cambio bajo el estandarte que se nos da del cuidado, el curar y el compartir.

Sabemos que esto suele dejarse en manos de los organismos encargados de la acción social.

Creo que una tentación es revisar cómo “damos” cosas o ayudas solamente. Lo que se propone es hacer revisión de nuestras acciones como Iglesia después de esta pandemia. Es, a mi juicio, un reto a revisarnos sobre cómo estamos ejerciendo el desarrollo humano en cada espacio de la vida eclesial. Preguntarnos cómo podemos curar, cuidar y vivir la solidaridad, desde la liturgia, desde la catequesis, desde la forma de organizarnos, predicar o lanzar campañas de sensibilización. En definitiva, se nos llama a diseñar medios para repensar cómo lo hacemos en nuestra forma de estar presentes en la sociedad como sacramento de salvación desde estas aportaciones.

d) El Papa nos ofrece a los trabajadores como primera realidad a enfocar en la Iglesia para la salida a esta gran crisis.

Aparece una magnífica oportunidad para plantearnos el puesto que tiene el trabajo en la vida de fe, en cada catequesis o acción de la Iglesia, y analizar si ayudamos a leerlo desde la Doctrina Social de la iglesia. Quizá una oportunidad para revitalizar un aspecto que hasta ahora, aunque presente, puede parecer un poco dormido.

Y al tiempo para poner a la vista de todos no solo cómo acompañamos a parados y excluidos del mundo laboral, sino a cómo acompañamos a los trabajadores en general, y en particular a los trabajadores pobres y precarios de nuestros entornos. El Papa se pone a la cabeza para que articulemos medios para darles la mano. No solo para ofrecerles cosas o ayudas puntuales, sino para ser su voz, reivindicar con ellos su presencia y su puesto en la salida de una situación crítica.

e) Otro reto será el preguntarnos cómo afrontamos en la vida de la iglesia el tema del trabajo digno.  No se trata solo si se “cumplen las campañas, sino si su dolor se ha fijado en nuestro corazón y si luchamos en cada espacio eclesial (es el verbo que utiliza el Papa) por que tengan el puesto digno que merecen.

Eso supone esfuerzos y medios por acompañar a las personas y colaborar con ellas para que vivan de forma nueva. Y así ayudar a afrontar el trabajo y nuevas formas laborales con creatividad para que expresen esta realidad por la que juntos apostamos. No saldremos de esta sin los que padecen esta situación como sujetos de su propio cambio.

Creo que todo cambiará. Parece evidente. Agradezco al Santo Padre que nos de pistas para abordar en responsabilidad evangélica este periodo y que haya fijado esta primera piedra en la lucha por el trabajo digno y por el propiciar un pacto donde el salario universal se dignifique.

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Sepultados en basura

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Sepultados en basura

14 abril 2020

Araceli Caballero | Periodista

El monte se había derrumbado, sepultando a dos trabajadores. Un «monte» muy peculiar: 50.000 toneladas de basura del vertedero de la empresa Verter Recycling 2002 que acumula ingentes cantidades de desechos desde 2007, incluidos materiales tóxicos que de ninguna manera deberían estar ahí: los equipos de rescate supieron que el vertedero tiene varias toneladas de amianto cuando llevaban horas trabajando sin la protección adecuada.

Cuando escribo estas líneas, más de un mes después, los trabajadores Joaquín Beltrán y Alberto Sololuze continúan sepultados.

Más allá de las flagrantes irregularidades que esta tragedia ha sacado a la luz, de la codicia de las empresas y las irresponsabilidades de los políticos, preguntémonos por lo que llena los vertederos. Somos la civilización (¡!) de la basura; podríamos decir que una civilización de mierda. Lo propio de la sociedad de consumo es desperdiciar. Lo que nos sobra –ya no nos apetece, está pasado de moda, nos cansamos, etc.– es tratado como desperdicio (del lat. disperdĕre «arruinar», «derrochar»). No solo son basuras domésticas, también empresas, hoteles, industrias, centros escolares, establecimientos privados y públicos de todo tipo. Son nuestros desperdicios, daños colaterales de los que no nos hacemos responsables. Para lo que no buscamos soluciones viables; es decir, eficientes y que no causen víctimas de ningún tipo. Y resulta que los vertederos no son esa solución.

Nuestras calles lucen contenedores de varios colores, que tal vez alimentan nuestra autoimagen verde pero, ¿qué pasa luego? Luego no siempre continúa bien la historia. Para nuestra vergüenza, España está en el pelotón de los torpes en este asunto, como titulaba con ingenio descriptivo el portal econoticias.com. Datos de la Unión Europea revelan que más de la mitad de nuestros residuos van a vertederos convencionales, que viene a ser como esconder la porquería bajo la alfombra, repugnante costumbre que compartimos con Hungría, República Checa y Portugal. Incluida porquería tan voluminosa como colchones, muebles y todo tipo de objetos.

Por si lo podíamos empeorar, desechos que deberían ser reciclados acaban siendo exportados a otros países por la poderosa razón de que resulta más barato ir a ensuciar a casa de otros. Según datos de Comtrade, base de datos de la ONU en materia de comercio, en 2016 España exportó 318.926 toneladas de residuos a China, India, Turquía o Malasia. Este último país, harto de ser basurero de ricos, a principios de año informó de que había devuelto 150 contenedores con más de 3.700 toneladas de plástico llegados de 12 países, incluida España.

¿Soluciones? Producir menos desechos, desperdiciar menos, mucho menos, y gestionar mejor, mucho mejor. Ambas cosas están en nuestras manos ciudadanas, tanto con los hábitos cotidianos como con nuestro compromiso político.

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In memoriam | Jesús Sedano Llaría, cura obrero. Porque queremos celebrar tu vida, Jesús

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In memoriam | Jesús Sedano Llaría, cura obrero. Porque queremos celebrar tu vida, Jesús

13 abril 2020

Hermandad Obrera de Acción Católica de la diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño.

Vamos a ser breves porque no queremos quebrar tu grado de humildad.

Jesús, el cura obrero que se encarnó y amó a los trabajadores y trabajadoras, hasta los últimos momentos, y de ellos a los más pobres.

Supiste lo que era el trabajo desde la fábrica. Participaste en las reivindicaciones y huelgas con la esperanza, siempre, de que la justicia es la que gana, a pesar de las vicisitudes por las que hay que pasar y sufrir cuando precisamente el sistema no entiende de humanidad.

Ha sido un testimonio de Servicio, Bondad, Generosidad y Humildad. ¡Cuánto hemos gozado contigo!

No has pasado tu vida solo. Recordamos aquel grupo de “los 27” (curas), ¡qué majos!, ¡qué encarnados! haciendo lectura creyente y revisión de vida y tomando opciones propias y haciendo propuestas para humanizar la sociedad sirviendo dentro de ella.

El amor al sacerdocio es el que te llevó a servir y optar por el mundo obrero y los pobres. Pusiste en marcha la Fundación CHAVICAR (Chatarra-Vidrio-Cartón) para crear empleo sostenible mediante el reciclaje de residuos, con las personas excluidas del mercado laboral, y de todo ámbito social. ¡Ecología integral, llamamos a esa iniciativa ahora!

Jesús de Nazaret ha sido tu compañero de camino, los militantes de la HOAC, los amigos y amigas de las Comunidades Cristianas de Base, compañeros presbíteros, el Foro del Casco Antiguo, la Sociedad a Debate. El grupo de ESOR con quien colaborabas. Refugiados. Compañeros/as sindicalistas. Tus amigos y amigas de Ábalos, Nalda, Manzanares…, y otros tantos lugares en los que serviste como en las parroquias de San Millán, San Francisco Javier y Palacio.

La Pastoral Obrera, ¡qué preocupación! La Iglesia por el Trabajo Decente. La Delegación del Apostolado Seglar. Y el Ateneo ¡qué decir del Ateneo!, cuántas tardes de vida te ha dado con sus actividades.

Te vamos a sentir en todos los sitios, por ejemplo: en la Concentración en la Plaza del Mercado cuando nos juntemos por cada persona obrera Muerta en Accidente Laboral. Siempre estuviste presente y seguirás, sabemos que seguirás.

Seguro que algo se queda en el tintero. No importa. Tú te lo llevas todo para dárselo al Padre.

Con tu Familia, con tu pueblo y con todos/as los que hemos tenido la suerte de compartir la vida, te decimos ¡GRACIAS JESÚS!, NOS HAS DEJADO CLARO LO QUE ES EVANGELIO EN LA CALLE.

Un abrazo en Cristo obrero y pobre.

***

Fermín Rodrígo, militante de la HOAC de Barcelona.

Son muchos los recuerdos y testimonios que aparecen en mi cabeza y en mi corazón.  Ha sido un hermano y un compañero con los que he compartido mi vida y trabajo hoacista, especialmente en los primeros años 70, desde nuestra enorme zona castellano-leonesa-riojana y después como miembro de la comisión permanente.

Aparte de llorar su ausencia, solo puedo decir que ha sido una gran persona, auténtico cristiano que, con su su estilo, me ha dejado huellas profundas. Mi amigo Jesús Sedano al que conocí más en su medio apostólico riojano. Tenía desarrollado un gran sentido del acompañamiento, de la escucha, de ayudar a cuidar, de curar heridas, de proximidad y cercanía, de confianza… solo escucharlo daba gozo. Estaba por la gente que más lo necesitaba, era como un  padre y una madre para nosotras. Incansable, siempre atento, siempre dispuesto… a compartir y ayudar.

Hago muy presentes, en estos momentos, a toda la militancia de sus diócesis (Palencia y Calahorra-Logroño) que han tenido la gran dicha de poder disfrutar intensamente de ellos. Su testimonio ha marcado positivamente nuestras vidas.

***

Jesús Sedano falleció el día 1 de abril de 2020.

 

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Papa Francisco: “Es el momento de un salario universal para los trabajadores más humildes y sin derechos”

Iglesia

Papa Francisco: “Es el momento de un salario universal para los trabajadores más humildes y sin derechos”

12 abril 2020

Denuncia que los trabajadores pobres “han sido excluidos de los beneficios de la globalización” pero no de sus perjuicios: “los males que aquejan a todos, a ustedes los golpean doblemente”; les anima a seguir en la lucha por las 3T: tierra, techo y trabajo; y les invita a pensar con él “en el proyecto de desarrollo humano integral que anhelamos” para el después de la crisis.

El papa Francisco se ha dirigido mediante carta, hoy Domingo de Resurrección, a los movimientos populares del mundo, haciendo memoria de sus tres encuentros que “me hace bien, me acerca a ustedes, me hace repensar en tantos diálogos”; y para “recordar de modo especial y estar cerca” de las organizaciones de trabajadores y trabajadoras más empobrecidos, precarizados y excluidos, ante la dureza de la pandemia de la COVID-19. Los movimientos populares “están ahí, poniendo el cuerpo (…) para hacer las cosas menos difíciles, menos dolorosas”. 

Cercanía con los trabajadores pobres

En este tiempo de “tanta angustia y dificultad”, los movimientos populares “son un verdadero ejército invisible que pelea en las más peligrosas trincheras (…) sin más arma que la solidaridad, la esperanza y el sentido de la comunidad que reverdece en estos días en los que nadie se salva solo”, construyendo poesía social “desde las periferias olvidadas crean soluciones dignas”, con apenas recursos y donde no llega “las soluciones del mercado y escasea la presencia protectora del Estado”, subraya Francisco. 

Esta actitud de lucha por “el bien común” y por los sagrados derechos a tierra, techo y trabajo, que sintetizan los criterios de justicia social, “me ayuda, cuestiona y enseña mucho”, dice el Papa, en un contexto donde se les “mira con desconfianza por superar la mera filantropía a través la organización comunitaria o reclamar por sus derechos en vez de quedarse resignados esperando a ver si cae alguna migaja de los que detentan el poder económico” que sigue generando enormes desigualdades y sosteniendo privilegios.

Por un salario universal

“Los males que aquejan a todos, a ustedes los golpean doblemente”, denuncia Francisco, con dificultades mayores para el confinamiento cuando la vivienda es precaria o “carece de un techo”, cuando se vive “el día a día sin ningún tipo de garantías legales que los proteja”, como sufren los trabajadores y las trabajadores “independientes o de la economía popular” que Francisco cita: “los vendedores ambulantes, los recicladores, los feriantes, los pequeños agricultores, los constructores, los costureros, los que realizan distintas tareas de cuidado”, y que “no tienen un salario estable para resistir este momento”. Ante esta realidad de desprotección, el papa Francisco considera que es “tiempo de pensar en un salario universal” que dignifique la “noble e insustituibles tareas que realizan” y haga realidad “esa consigna tan humana y tan cristiana: ningún trabajador sin derechos”. Un pueblo humilde y trabajador al que “nuestro Padre Celestial los mira, los valora, los reconoce y fortalece en su opción”

Las personas, en el centro de la vida. Pensar “el después”

En este contexto de enorme impacto del coronavirus en todo el mundo, Francisco espera que “los gobiernos comprendan que los paradigmas tecnocráticos (…) no son suficientes para abordar esta crisis ni los otros grandes problemas de la humanidad”. Sin embargo, para el Papa “ahora más que nunca, son las personas, las comunidades, los pueblos quienes deben estar en el centro, unidos para curar, cuidar, compartir”. 

En la misiva, Francisco invita a los movimientos populares a “pensar en ‘el después’” y abordar las “graves consecuencias ya se sienten”. Esta experiencia de diálogo del Papa con los movimientos populares, se desarrolla desde una cultura del encuentro y la “sabiduría que se amasa con la levadura de sentir el dolor del otro como propio”. Motivo para que “pensemos en el proyecto de desarrollo humano integral que anhelamos, centrado en el protagonismo de los pueblos en toda su diversidad y el acceso universal a esas tres T que ustedes defienden: tierra, techo y trabajo” y que tuvo su máxima expresión en los tres encuentros mundiales de movimientos populares con Francisco.

“Espero que este momento de peligro nos saque del piloto  automático, sacuda nuestras conciencias dormidas y permita  una conversión  humanista y ecológica  que termine  con la idolatría del dinero y ponga la dignidad y la vida en el centro. Nuestra civilización, tan competitiva e individualista, con sus ritmos frenéticos de producción y consumo, sus lujos excesivos y ganancias desmedidas para pocos, necesita bajar un cambio, repensarse, regenerarse”, advierte Francisco, para destacar a los movimientos popular como “constructores  indispensables de ese cambio impostergable; es más, ustedes poseen una voz autorizada para testimoniar que esto es posible. Ustedes saben de crisis y privaciones…, que con pudor, dignidad, compromiso, esfuerzo y solidaridad logran transformar en promesa de vida para sus familias y comunidades”, ha señalado el Papa.

 Carta 

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