Resultados de la búsqueda la alegría del evangelio

Cuaresma «para humanizar la vida»

Iglesia

Cuaresma «para humanizar la vida»

14 febrero 2018

José García Caro | Un año más, la Iglesia hará sonar su grito: «¡Es la Cuaresma! ¡Convertíos!». Pero, tal vez, no consiga despertar un interés proporcional a la gravedad de su mensaje, entre la concurrencia. Más allá de los colores negros y pesimistas que la Cuaresma arrastra del pasado, las referencias religiosas, incluidas las procesiones, tienen poco que decir para la mayoría de la gente de nuestros barrios. Sin embargo, es esta gente la más descontenta con el mundo que les rodea y con sus condiciones de vida.

¿No es a ésta gente que, abandonada, ha dejado de luchar, y desengañada ha dejado de buscar, a la que el Dios de Jesús les sale al encuentro? ¿No es la Cuaresma, también, un tiempo en el que Dios se hace presente con su oferta salvadora? ¿No habrá que empezar por aquí, por presentar la Cuaresma como la visita humanizadora de Dios?

La Cuaresma es nuestra primavera, una estación, llena de alegría, porque se renueva la vida. Si la naturaleza pregona esta vida en sus praderas y en sus árboles en flor, la Cuaresma nos viene a señalar que el «Reino de Dios está cerca» y su justicia, libertad y fraternidad comienzan a abrirse caminos entre los hombres y mujeres.

Por eso, invita a pasar de la pasividad a la decisión, del egoísmo al amor, de la búsqueda de intereses a la solidaridad; a generar y crear una vida más humana; a despertar todas las posibilidades que hay en nosotros y a volver a empezar. A no conformarse con arrastrar la vida, ni resignarse ante la situación dada: vivir sin dignidad en una sociedad indecente, porque Dios quiere hacer nuestra vida más humana y feliz.

Para ello, el Evangelio nos ofrece unas referencias evangélicas: la austeridad y la pobreza evangélica, para afrontar la cultura del consumismo que nos consume y destruye nuestro planeta, y para combatir la pobreza extrema de la mitad de la tierra. La felicidad no llega por poseer más. La humanización desde la compasión. La mejor penitencia cuaresmal es la compasión que se hace cargo del sufrimiento de alguna víctima, como forma de luchar contra la cultura de la indiferencia ante los que sufren. La mirada bondadosa a las personas y al mundo. El Dios creador lo hizo todo bueno, y al hombre y la mujer a su imagen. Esa bondad radical del ser humano no obsta para reconocer que también en las personas actúa el pecado, el egoísmo… Por eso necesitamos redención y liberación. La práctica de la justicia y la defensa de la dignidad de todas las personas. Según Isaías: «Este es el ayuno que yo quiero: desatar los lazos de maldad, deshacer las coyundas del yugo, dar la libertad a los quebrantados, partir el pan con el hambriento, recibir en tu casa a los pobres sin hogar, vestir al desnudo, no apartarse del semejante»… Si esto sucede, la Cuaresma será un «tiempo de gracia».

Esta conversión no es algo forzoso, sino algo que va creciendo en nosotros en la medida que vamos encontrándonos con el Dios que nos quiere más humanos; no es algo triste, sino el descubrimiento de la raíz de la alegría; no es dejar de vivir, sino sentirse más vivo que nunca… Es ir limpiando nuestra mente de egoísmos, nuestro corazón de las angustias de nuestro afán de tener…, y vivir para los demás un loco más libre.

faldon portada y sumario

tantoportanpoco560-05

faldonsumario2-02

La aportación de la juventud de Acción Católica especializada

Iglesia

La aportación de la juventud de Acción Católica especializada

22 noviembre 2017

José Luis Palacios | A pocos días de cerrarse el periodo de consultas del próximo Sínodo de Obispos centrado en los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional (octubre, 2018) hablamos con los nuevos responsables de dos de los movimientos especializados de Acción Católica: la Juventud Obrera Cristiana (JOC) y la Juventud Estudiante Católica (JEC).

Mª Isabel Herrera, cordobesa de 30 años, trabajadora social, se declara hija del 15M. Cuenta con gran experiencia de participación y compromiso, tanto social como eclesial, en su ciudad natal. Está en proceso de incorporación al Secretariado de la JOC.

Eduardo Martín, titulado en Economía y en Música. Placentino de 22 años, asume la responsabilidad como presidente de la JEC, mientras disfruta de una beca que le ha llevado a colaborar con Asociación Colaboración y Esfuerzo de Honduras.

María Isabel Herrera, presidenta de la JOC: «Queremos ser parte activa de la historia a través del compromiso»

MisabelJIC2

La actual Comisión Permanente de la JOC, de izq. a dcha.: Roberto, Raquel, Mª Isabel y Mario.

Esta cordobesa de 30 años, trabajadora social de formación con un máster en Desarrollo, Alternativas y Herramientas para la Transformación Social, se declara hija del 15M. Cuenta con gran experiencia de participación y compromiso, tanto sociales y eclesiales en su ciudad natal. Lleva apenas unos meses como presidenta de la secretaría general de la JOC, tras ser elegida en junio pasado.

¿Con qué ilusiones has asumido la responsabilidad de coordinar y dinamizar la JOC?, ¿y con qué temores?

Poniéndome en manos del Padre/Madre, compartiendo con el equipo, familia, amigas y amigos y pareja ofrecí mi disponibilidad. Descubrir que aún puedo ofrecer más de mí al movimiento me llena de alegría y energía. Hay tantos jóvenes que necesitan de la JOC, encontrarse con Jesús y sentirse hijos e hijas dignos de Dios. Ser colaboradora con el Reino de Dios desde el Secretariado General es un privilegio por todas las experiencias y oportunidades que me está posibilitando. A veces me siento desbordada, temo la soledad, no saber responder a las necesidades y dificultades del movimiento, el cansancio, la frustración. Pero somos un gran equipo, nos apoyamos, cuidamos y complementamos en nuestra tarea, lo que me tranquiliza y me da mucha seguridad.

¿En qué momento se encuentra la JOC en la actualidad y cuáles diría que son sus principales retos de futuro?

La JOC siempre ha sido reflejo de cómo son y están las y los jóvenes y la sociedad. Ir a contracorriente no es fácil pues somos parte del sistema. Los retos son estar en continua salida a través de la acción, siendo anuncio y denuncia profética; avanzar en conocer y transmitir nuestra identidad y conciencia obrera descubriendo qué elementos la definen en la actualidad; descubrir qué nos ofrece el Reino de Dios, siendo generadores de modelos alternativos desde nuestra fe cristiana, siguiendo el estilo de vida radical que nos propone el encuentro con Jesucristo.

¿Diría que la sociedad ha abandonado a los jóvenes a su suerte, les está fallando?

La juventud queda excluida generalmente de la participación real y, por lo tanto, del ámbito de toma de decisiones. Necesitamos mecanismos y canales de escucha y participación, donde aportar desde nuestra vida y necesidades más aún en momentos de tanta fragilidad y desestructuración.

Se habla de la desconfianza de los jóvenes ante las instituciones y sus recelos ante lo comunitario…

Somos hijos del sistema. Nos volvemos egoístas, insensibles y competidores. Como respuesta alternativa, las entidades juveniles, entre en las que se encuentra la JOC, aportamos otra manera de vivir, de relacionarnos desde la fraternidad, vivir en comunidad. Nos necesitamos unos a los otros para desarrollarnos y ser felices, mirar por el otro, participar juntos, trabajar en equipo, crear redes y sinergias, socialmente como compañeras jóvenes y eclesialmente como hermanas que creemos en un mismo proyecto, el Reino de Dios.

En muchos ámbitos eclesiales también se habla ya abiertamente de la descristianización de la juventud. ¿Cuál es su percepción al respecto?, ¿qué supone para la JOC esa realidad?

La fe no encaja en el patrón del consumo fácil, no resulta práctica y útil. El sistema nos ha robado a Jesús de Nazaret como referente, como amigo, como hermano y compañero, por su ser revolucionario y liberador. A lo que hay que sumar que la Iglesia, con sus estereotipos y prejuicios, tiene grandes dificultades para acercarse a los jóvenes. La juventud ahora muestra indiferencia y desconocimiento ante lo eclesial. Es una oportunidad para trabajar el acercamiento y ofrecer proyectos educativos y evangelizadores y seguir así siendo fieles a nuestra misión de salir al encuentro de los jóvenes más alejados, ir a las periferias como nos envía el papa Francisco.

A un año de la celebración del Sínodo de los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional, ¿cuál ha sido la labor previa de la JOC?, ¿qué implica para la Iglesia de nuestro país?

Hemos llevado la reflexión a las diócesis, para darlo a conocer y conocer el sentir de los jóvenes. La Iglesia de España mira a los jóvenes, no solo para conseguir que vengan a los templos, sino sobre todo para intentar encontrar qué respuesta podemos dar como Iglesia a las situaciones que están viviendo.

¿Qué ofrece la JOC a los jóvenes de hoy y a esa Iglesia sinceramente preocupada por las nuevas generaciones?

Un espacio donde el joven es tratado como persona, para compartir la vida, aquello que nos machaca y nos oprime al igual que las alegrías y esperanzas; recursos y herramientas para descubrir a Dios en lo pequeño y sencillo, sintiendo cómo la fe vertebra nuestra vida. La revisión de Vida Obrera nos sitúa, conecta vida y fe, nos ayuda a ser parte activa de la historia, con los ojos del Evangelio, al llamarnos a un compromiso personal y colectivo concreto y evaluable. Así el joven se empodera y se transforma, transformando a otros. La JOC aporta a la Iglesia ese rostro más frágil de la juventud, de los jóvenes excluidos, machacados, oprimidos, sin alternativa, la vida de los últimos en esta sociedad, pero que para Dios son los primeros en su Reino y en su amor infinito.

Eduardo Martín, presidente de la JEC: «Ayudamos a que los jóvenes descubran su pasión y su vocación»

Eduardo JEC2

Eduardo Martín, nuevo presidente de la JEC

Titulado en Economía, pero también en Música, este placentino de 22 años, que ha estudiado en la Universidad de Salamanca, no asumirá la responsabilidad como presidente de la Juventud Estudiante Católica, hasta que termine la beca que le ha llevado a colaborar con Asociación Colaboración y Esfuerzo de Honduras.

¿Con qué esperanzas has asumido la responsabilidad de coordinar y dinamizar la JEC?, ¿y con qué reparos?

Con la esperanza de seguir el camino de escucha, participación y lucha contra lo injusto de la sociedad actual que nos dejan Carmen y Álvaro, los anteriores trabajadores liberados del Equipo Permanente; desde, por y para el bien de la Iglesia. Transformar desde dentro lo que pensamos que no funciona en el nexo de juventud e Iglesia, y mantener y proteger lo que ya tenemos, pues aunque seamos pocos, el valor de nuestro movimiento es incalculable. Lo asumo también con cierto miedo y momentos de inseguridad ante la novedad e importancia de lo que se nos ha encomendado.

¿En qué momento se encuentra la JEC en la actualidad y cuáles diría que son sus principales retos de futuro?

En un bonito momento en el que mucha gente e instituciones de dentro y fuera de la Iglesia nos apoyan y apuestan por lo que hacemos. La actualidad tiene muchos momentos de abandono y desesperación, pero este movimiento puede responder para poner esperanzas. Da voz a una minoría que tiene mucho que decir respecto al medio ambiente, política, economía, Iglesia, etc. Uno de los principales retos es que nuestros jóvenes vean en el movimiento una forma de vida que no se les brinda en sus centros educativos. Que pongan en el centro a la persona y, a partir de ahí, trabajen en cualquier ámbito de la sociedad, hacer que descubran su pasión y su vocación desde la experiencia con Cristo. Por último, y en consonancia con el papa Francisco, acercarnos a los pobres de nuestro ambiente y olvidar la imagen medieval de la Iglesia, luchar por cambiar los aspectos que hacen que se quede obsoleta.

La competitividad, el individualismo y el dominio de la técnica conforman el sistema de educación, ¿cuál es la visión de la JEC al respecto?

La JEC educa para cooperar, actuar en sociedad y dominar las emociones y el corazón antes que la técnica. Nos acostumbran desde pequeños a trabajar para conseguir ser mejor que el resto y ganar mucho para vivir bien. Se necesitan personas que tengan pasión por enseñar y por crear profesionales íntegros, la base de la educación está en los instrumentos y herramientas que se utilicen para ello, es decir, educadores, educadoras y clases que enganchen al alumno a aprender y a colaborar con el resto para, entre todas, conseguir un mundo digno y sostenible.

Se habla de la desconfianza de los jóvenes ante las instituciones y sus recelos ante lo comunitario… ¿cuál es su opinión?

No creo que se deba generalizar. Me gusta pensar que hay muchos jóvenes que confían en lo comunitario y en el trabajo en movimientos políticos, culturales, eclesiales, sociales… y me gusta pensarlo porque lo vivo. Soy consciente de la escasez, pero no podemos hacer nada más que seguir. Los jóvenes tenemos miles de distracciones fáciles gracias a nuestro sistema hiperconectado y globalizado.

En muchos ámbitos eclesiales también se habla ya abiertamente de la descristianización de la juventud. ¿Qué supone para la JEC esa realidad?

La sociedad antigua imponía una única religión, ahora quien cree, lo hace de una manera sencilla y respetuosa con el resto, clave para avanzar como persona. Debemos preguntarnos qué busca la juventud, y por qué no lo encuentra en la Iglesia. La JEC es un ejemplo de esa minoría auténtica que lucha por sobrevivir buscando eso que la juventud quiere encontrar.

A un año de la celebración del Sínodo de los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional, ¿cuál ha sido la labor previa de la JEC?, ¿qué implica para la Iglesia de nuestro país?

La JEC está aportando su opinión en todos los foros en los que tiene ocasión de participar. Hemos contestado a varios cuestionarios que se nos exigía a nivel internacional, como JEC España y en las diócesis individualmente. En palabras de Francisco, «la Iglesia quiere escuchar la voz, la sensibilidad, la fe y también las dudas y críticas de los jóvenes». Mediante la escucha conseguiremos grandes avances.

¿Qué ofrece la JEC a los jóvenes de hoy y a esa Iglesia sinceramente preocupada por las nuevas generaciones?

Un espacio de acogida, de escucha y la posibilidad de compartir inquietudes con jóvenes de España y el mundo. Somos juventud, somos estudiantes, y somos católica, por lo que tendemos la mano a todas las que crean que tienen algo que aportarnos. A la Iglesia le ofrecemos la posibilidad de trabajar con jóvenes que están dentro del mundo y conocen las necesidades y gustos de su alrededor y que tiene la clave para que esas nuevas generaciones vean en Jesús una buena figura que les acompañe el resto de sus vidas.

faldon portada y sumario

tantoportanpoco560-05

faldonsumario2-02

Noticias Obreras | Tiempo de descanso y fiesta para humanizar el trabajo

Kiosco

Noticias Obreras | Tiempo de descanso y fiesta para humanizar el trabajo

29 septiembre 2017

Presento el sumario de contenidos de la revista Noticias Obreras, una mirada cristiana del trabajo humano y el bien común, de octubre de 2017 (número 1.599). Las palabras claves son: #democracia, #topmanta, #discriminación, #participación_ciudadana, #descanso y #sindicalismo.

Secciones abiertas al diálogo y la participaciónNNOO digital

Editorial • Democracia. Pocas veces como en las últimas semanas, a propósito del conflicto político catalán, se ha utilizado tanto la palabra democracia, pero también pocas veces se ha vaciado tanto de contenido. Se publicará en la web y en las redes sociales el próximo de octubre. Te animamos a su valoración y a compartirlo con la etiqueta #editorial1599. También puedes hacer llegar tu opinión a participacion@noticiasobreras.es

Tema del Mes • Tiempo de descanso y fiesta para humanizar el trabajo. El trabajo no puede desligarse del descanso y la fiesta. En todas las culturas y religiones las celebraciones tienen un papel fundamental para redimensionar el trabajo en sus justos términos y salvaguardar su verdadero sentido. Por Élio E. Gasda, doctor en Teología y Filosofía Política. Ilustrado por la viñeta de Chipola. En esta sección, nos ponemos a la escucha. Puedes hacer tus aportaciones al tema a través de las redes sociales con la etiqueta #TM1599 o al correo participacion@noticiasobreras.es.

Secciones y colaboraciones destacadas

Entrevista • «En temas como renta mínima o trabajo decente hay espacios de colaboración con la Iglesia». Unai Sordo, secretario general de CCOO, nos recibe para conversar tras ser recientemente elegido líder del sindicato en el XI Congreso, celebrado bajo el lema «¡Se mueve!». Está llamado a adaptar la organización a los nuevos tiempos y enfrentarse a los grandes retos que tiene ante sí el mundo del trabajo. Entrevista que incorpora preguntas de personas suscritas.

Laboral • Top manta: una marca para dignificar la venta ambulante. Aziz Faye, del Sindicato Popular de Vendedores Ambulantes de Barcelona nos cuenta cómo surge esta organización en 2015 para defenderse de la persecución, la discriminación y el racismo. Pero también para buscar un trabajo legal que les es negado a muchos trabajadores inmigrantes por las vías habituales.

Noticias de la HOAC • Animando a la JEC y ACG a perseverar en sus tareas. La HOAC se ha hecho presente en la XXXVII Asamblea General de la Juventud Estudiante Católica (JEC) y en el III Encuentro de la Acción Católica General (ACG). Por José Luis Palacios.

Vidas precarias • Despedida por estar embarazada. Una trabajadora de 36 años es despedida de Unipost, empresa de reparto postal en la que trabajaba desde hacía dos meses. El motivo esgrimido: que no había superado el período de prueba. El día anterior había comunicado a sus superiores que estaba embarazada de 10 semanas. Por Elena Moreno.

Economía • Más empleo, menos salario. Desde hace tiempo, en los países desarrollados la participación de los asalariados en el valor añadido sigue una curva descendente paralela a la pérdida de influencia de las organizaciones obreras y socialistas en sentido amplio. Por Joaquín Arriola, profesor de Economía.

Política • Murcia se levanta contra el muro que divide. Miles de vecinos y vecinas exigen el soterramiento de las vías del tren en una lucha histórica que apuesta por la dignidad de los barrios del sur frente al incumplimiento de las administraciones. Por Pedro José Navarro.

Otra vida familiar es posible • La alegría de sentirnos parte de una gran familia. Goyo de la Fuente, de la HOAC de Valladolid, comparte su experiencia en la convivencia de verano organizada por la HOAC de Castilla-León y de Astorga, con más de 65 participantes, que han convivido como una gran familia.

Iglesia • Pacto de Convivencia: la suma necesaria. A raíz de los atentados del 17 de agosto en Cambrils y Barcelona, el arzobispado de Madrid consideró que era ineludible hacerse presente de manera activa en un Pacto que, entre otras cosas, defiende la libertad religiosa, cuestiona cualquier forma de discriminación y apuesta por una convivencia en paz en una sociedad democrática, plural y respetuosa con los derechos humanos. Por José Luis Segovia.

Experiencia •  Mar Nova: la irreductible escuela que se salvó de los recortesEste curso los alumnos y alumnas de tres años de Premià de Mar (Barcelona) acuden normalmente a la escuela Mar Nova. La comunidad educativa ha logrado torcer los planes de cierre que tenía la Generalitat y salvar su querida escuela de los recortes. Por José Luis Palacios.

Cultura • Verde Sobre Azul Oscuro.  Ante la guerra siria y las crisis aledañas, dos jóvenes se plantean y concretan una acción para remar en contra de procesos que parecen ir a lo irreparable. Nos cuentan cómo se gesta Verde Sobre Azul Oscuro, una road movie solidaria, que trata de trasmitir la experiencia de lo que está sucediendo en Grecia con los refugiados. Por José Galafate y Rocío Stiefel.

Libros • Miseria sin culpa, fortuna sin mérito. Isaías Hernando reseña Las desventuras de un hombre justo. Una lectura del libro de Job, de Luigino Bruni

Noticias Obreras recoge también las imprescindibles colaboraciones de Miguel Cruz, en la sección El trabajo es para la vida con el artículo: La precariedad laboral perjudica la salud; Araceli Caballero, en El cuidado de la creación, con A Dios rogando…; Francisco Porcar escribe en La Mundialización: Comisión Mundial sobre el Trabajo Decente; Jesús Espeja en El Termómetro con Desarrollo y liberaciónFernando Díaz Abajo escribe en El Evangelio en tu vida el artículo: Solo el amor nos hace auténticos;  Iñaki Lancelot, en Cine, con La llamada; en El AtrioAna Isabel González escribe La vida religiosa en «Iglesia por el Trabajo Decente»; en Dos Minutos  José María Toro firma La liturgia del otoño, y en La Oración de cada día, Presen Pérez escribe el poema Nos falta contemplar la soledad.

tantoportanpoco560-05

NNOO 1599.jpgImagen portada: Andrey Alyukhin (123rf)

participayconversa_560-05

Los obispos de EEUU: «La falta de trabajo puede ser devastadora para la persona y desestabilizar la sociedad»

Iglesia, Mundo obrero y del trabajo

Los obispos de EEUU: «La falta de trabajo puede ser devastadora para la persona y desestabilizar la sociedad»

06 septiembre 2017

Los obispos de Estados Unidos han lanzado en su mensaje para el Día de Trabajo (en EEUU, a diferencia de muchos otros países, se celebra el primer lunes de septiembre) un importante llamamiento en el que defienden una comprensión adecuada del sentido trabajo que responde a la dignidad de la persona y las necesidades de las familias.

Su oportuno y valiente discurso, a cargo del obispo de Venice y presidente del Comité de Justicia Nacional y Desarrollo Humano de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos, Frank J. Dewane, contiene una invitación a la “conversión y la acción”, entre otras cosas para proteger los derechos de los trabajadores y recuperar el sentido del trabajo como «una cooperación con el poder creativo de Dios». También ha querido alertar de que «la falta de trabajo puede ser devastadora para la persona humana, y puede socavar la solidaridad y desestabilizar la sociedad».

El prelado de la diócesis del Estado de Florida no sólo aboga por aumentar los salarios, sino también por un cambio en la visión dominante de las empresas para que éstas sean «una fuerza para fortalecer la solidaridad». También aboga por que las comunidades católicas hagan frente al desafío de «confrontar una comprensión torcida de los propósitos del trabajo que no reconoce los talentos como dones de Dios». Una cultura que sirve para «justificar inapropiadamente injusticias económicas y sociales», añade.

Termina el mensaje recordando que «el trabajo, bien comprendido, puede ser un lugar de gran santidad, dando expresión a los profundos anhelos de la persona humana; cuando la gente puede —y, de hecho, así hace— abrazar el trabajo como una cooperación con el poder creativo de Dios, lo mundano puede hacerse trascendente».

Por su interés, reproducimos a continuación, el mensaje completo de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos para el Día del Trabajo. (Aquí en pdf)

Declaración del Día del Trabajo 2017

Este Día del Trabajo nos encontramos en un tiempo de kairos, un momento de crisis así como de oportunidad. Durante el último año, el papa Francisco ha llamado nuestra atención a problemas en el mundo laboral que amenazan con  socavar nuestra valoración  de la dignidad de la persona y amenazan la estabilidad de la sociedad. El Papa también nos ha llamado a la acción, basándonos en la verdad sobre la naturaleza del trabajo, cuyo propósito es apoyar el florecimiento de la familia. Como ha señalado recientemente el Santo Padre, el trabajo “viene de aquel primer mandamiento que Dios dio a Adán… Ha existido siempre una amistad entre la Iglesia y el trabajo, comenzando por Jesús trabajador. Donde hay un trabajador, ahí está el interés y la mirada de amor del Señor y de la Iglesia”.1

¿Qué ve hoy la “mirada de amor” de nuestro Señor? Sin duda él honra a los padres y abuelos que ofrecen su trabajo como “oraciones dichas con las manos”2para su familia y su futuro. Por nuestra parte, damos gracias a Dios por la vocación del trabajo, que, cuando es sano, “unge” de dignidad, ayuda a los niños a convertirse en adultos, y fortalece la cooperación entre todas las personas de nuestra sociedad.3  “El hermano trabajo”, en palabras del papa Francisco, es formativo y sustentador de toda vida humana y comunidad, y es esencial para nuestra fe.4

La “mirada de amor” de Dios también recibe a todos aquellos que pasan dificultades con el trabajo. La falta de trabajo puede ser devastadora para la persona humana, y puede socavar la solidaridad y desestabilizar la sociedad. “En torno al trabajo se edifica el entero pacto social”, dijo el papa Francisco a una reunión de trabajadores siderúrgicos en Génova. “Este es el núcleo del problema. Porque cuando no se trabaja, o se trabaja mal, se trabaja poco o se trabaja demasiado, es la democracia la que entra en crisis, es todo el pacto social”.5

La “mirada de amor” de nuestro Señor abarca a los hombres y mujeres que trabajan largas horas sin descanso para proveer por sus seres queridos; a las familias que se desplazan por ciudades, estados y naciones, enfrentándose a los más altos riesgos y a menudo sufriendo grandes tragedias para encontrar mejores oportunidades; a los trabajadores que soportan condiciones de trabajo inseguras, salarios bajos y crisis de salud; y a los que sufren los efectos del racismo en cualquier entorno, incluyendo el lugar de trabajo. Nuestro Señor sabe que, demasiado a menudo, ocultos a la vista del mundo, los sueños de nuestros hermanos y hermanas de una vida mejor se ven destrozados de maneras impensables cuando se convierten en víctimas de la trata de trabajadores, explotados despiadadamente como meros objetos en vez de ser tratados como personas creadas con la dignidad que Dios nos ha dado.

El papa Francisco rechaza los enfoques económicos impulsados por la “cultura del descarte”, sistemas que sólo premian el valor comercial y no reconocen otros valores o verdades.6  El Santo Padre conecta la idolatría del consumismo con la subvaloración del trabajo y la erosión del pacto social.7  Aquí, Francisco hace eco de las advertencias de su predecesor, el papa Benedicto XVI, sobre los peligros para la sociedad ocasionadas por las excesivas desigualdades en la esfera económica:

La dignidad de la persona y las exigencias de la justicia requieren, sobre todo hoy, que las opciones económicas no hagan aumentar de manera excesiva y moralmente inaceptable las desigualdades y que se siga buscando como prioridad el objetivo del acceso al trabajo por parte de todos… El aumento sistémico de las desigualdades entre grupos sociales dentro de un mismo país y entre las poblaciones de los diferentes países, es decir, el aumento masivo de la pobreza relativa, no sólo tiende a erosionar la cohesión social y, de este modo, poner en peligro la democracia, sino que tiene también un impacto negativo en el plano económico por el progresivo desgaste del “capital social”, es decir, del conjunto de relaciones de confianza, fiabilidad y respeto de las normas, que son indispensables en toda convivencia civil.8

Estudio tras estudio muestran que la economía está creciendo y el desempleo está decreciendo, pero los salarios permanecen estancados o están disminuyendo para la gran mayoría de la gente, mientras que un porcentaje más pequeño acopia la nueva riqueza que se genera.9  Las tensiones económicas contribuyen a la declinación de las tasas de matrimonio, al aumento de los nacimientos fuera de los hogares biparentales y a la pobreza infantil. La inestabilidad económica también perjudica a la comunidad de fe, ya que los estadounidenses que han experimentado recientemente desempleo son menos propensos a ir a la Iglesia, a pesar de que estas comunidades pueden ser una fuente de gran apoyo en tiempos difíciles. El uso creciente de métodos anticonceptivos, las tasas de aborto más altas, el mayor abuso de alcohol y drogas y el aumento de la delincuencia están estrechamente vinculados a los traumatismos económicos y sociales. Cuando las condiciones de trabajo poco éticas debilitan el pacto social, la sociedad puede volverse vulnerable a los intentos de usar el temor, y el cuidado y preocupación que nos tenemos unos a otros puede desintegrarse y convertirse en culpa y sospecha.10

UNA OPORTUNIDAD KAIROS

Entonces, ¿qué debe hacerse? El papa Francisco nos llama a la acción. En su mensaje para la I Jornada Mundial de los Pobres, que se celebrará a finales de este año, el Papa recuerda las palabras de San Juan: “Hijos míos, no amemos de palabra y de boca, sino de verdad y con obras” (1 Jn 3:18). Debemos movilizarnos a la conversión y la acción. 

Seguir a Jesús en solidaridad con nuestro prójimo

El cristiano reconoce que el camino de la reforma no es un programa político o económico.11  El Camino es Jesucristo. La persona humana puede encontrarse con él en la Iglesia. La solución para reparar el daño causado a la solidaridad económica y social comienza con nosotros siguiendo a Jesús más de cerca: para que todos se vuelvan más como el buen samaritano, y para que la Iglesia se vuelva más como el buen posadero, a quien se confía al afligido.12  Francisco señala que esto nos exige “hacernos prójimo” de cada persona necesitada que encontremos, llenos de “esa capacidad de sufrir con el otro”.13  Vemos un ejemplo poderoso de esto ahora a lo largo del Golfo de México, donde socorristas, trabajadores de emergencia y rescatistas por igual están actuando como buenos samaritanos con todos aquellos que corren peligro por los impactos del huracán Harvey. Esta es la manera cristiana de desterrar el temor y la culpa en la sociedad: el amor que sufre en apoyo de otro.

Las empresas privadas pueden ser para sus trabajadores una fuerza para fortalecer la solidaridad. El Concilio Vaticano II alentó a las empresas a considerar “promover la activa participación de todos en la gestión de la empresa, según formas que habrá que determinar con acierto”. Cuando se toman decisiones que afectan grandemente a los trabajadores y sus familias, “deben los trabajadores participar también en semejantes decisiones por sí mismos o por medio de representantes libremente elegidos”.14  La Campaña Católica para el Desarrollo Humano (CCHD) ha ayudado a la formación de muchas empresas propiedad de sus empleados que proporcionan puestos de trabajo en comunidades donde las oportunidades laborales pueden ser escasas.15

Trabajo que fomenta la cooperación y los lazos sociales

Cuando los trabajadores y el trabajo son honrados debidamente, los lazos sociales de la sociedad se fortalecen. El trabajo no sólo tiene que ver con el crecimiento y desarrollo individual. Cuando el trabajo encuentra su papel propio en la vida de la sociedad, explica el papa Francisco, es el gran maestro de la cooperación y la solidaridad.16  El trabajo diario es una forma de “amor civil” que “hace vivir y saca adelante el mundo”.17

Sin embargo, como señalan el papa Francisco y sus predecesores, la desigualdad excesiva amenaza esta cooperación y el pacto social que ella apoya.18  Esto está ocurriendo aunque muchos indicadores económicos muestren un crecimiento continuo en algunos sectores a un ritmo récord. Los líderes empresariales y gubernamentales deben repasar, por lo tanto, el marco moral de la Iglesia sobre cómo equilibrar el papel legítimo de la ganancia en una empresa y las obligaciones morales de pagar un salario justo. Esta enseñanza surgió de la experiencia histórica de la revolución industrial. En las palabras de san Juan Pablo II, la “inaudita y concomitante explotación en el campo de las ganancias, de las condiciones de trabajo y de visión hacia la persona del trabajador” propia de la revolución industrial provocó una reacción contra todo el sistema, y “se debe reconocer francamente que fue justificada, desde la óptica de la moral social, la reacción contra el sistema de injusticia y de daño, que pedía venganza al cielo, y que pesaba sobre el hombre del trabajo en aquel período de rápida industrialización”.

Hoy en día estamos en medio de una revolución tecnológica, que ha coincidido con una grave disparidad económica y que amenaza con continuar o acelerarse debido a muchos factores, como la creciente presencia de la tecnología de la automatización en el lugar de trabajo. Una vez más, vemos en muchos lugares las consecuencias de la incapacidad generalizada de pagar un salario justo y honrar la dignidad del trabajo de cada persona. La raíz del problema, que sigue siendo prominente, proviene de un entendimiento erróneo de que “el trabajo humano es únicamente un instrumento de producción”, de modo que algunos grupos de empresarios, “guiad[os] por el principio del máximo rendimiento, tra[tan] de establecer el salario más bajo posible para el trabajo realizado por los obreros”.20  Un salario justo, sin embargo, no obedece al principio de la utilidad máxima, sino que es “la verificación concreta de la justicia de todo el sistema socio-económico y, de todos modos, de su justo funcionamiento… Tal verificación afecta sobre todo a la familia. Una justa remuneración por el trabajo de la persona adulta que tiene responsabilidades de familia es la que sea suficiente para fundar y mantener dignamente una familia y asegurar su futuro”.21  La Iglesia atrae el corazón de un empresario a la verdad fundamental de lo que la empresa debe ser:

la finalidad de la empresa no es simplemente la producción de beneficios, sino más bien la existencia misma de la empresa como comunidad de hombres que, de diversas maneras, buscan la satisfacción de sus necesidades fundamentales y constituyen un grupo particular al servicio de la sociedad entera. Los beneficios son un elemento regulador de la vida de la empresa, pero no el único; junto con ellos hay que considerar otros factores humanos y morales que, a largo plazo, son por lo menos igualmente esenciales para la vida de la empresa.22

Cuando un padre o madre —que trabaja a tiempo completo, o incluso que tiene varios empleos más allá del horario normal de trabajo— no puede sacar a su familia de la pobreza, algo está terriblemente equivocado en la forma en que valoramos el trabajo de una persona. Todos los que participan en la determinación de los salarios, en los sectores público y privado, deben asumir esta grave responsabilidad moral, porque de ella depende “la justicia de todo el sistema socio-económico”.

Mayor protección legal para los trabajadores vulnerables y “buenos empresarios”

Una manera poderosa de proteger la dignidad de la persona es a través de la ley. Las protecciones legales no pueden resolver todos los problemas cuando la cultura misma también debe cambiar.23  Sin embargo, las protecciones legales y los importantes logros que humanizan el lugar de trabajo son vitales y deben ser apoyados y fortalecidos.

En primer lugar, deben promoverse los derechos legales de los trabajadores a un salario justo a cambio de su trabajo, a la protección contra el robo de salarios, a la seguridad en el lugar de trabajo y la justa indemnización por lesiones en el lugar de trabajo, a la atención médica y otros beneficios, y a organizarse y entablar negociaciones colectivas. Los migrantes y refugiados deben ser objeto de una cuidadosa consideración, incluidas las condiciones que permitan un trabajo digno y protecciones contra la trata. La ley debe también buscar evitar las disparidades salariales en perjuicio de las mujeres y la explotación de cualquier tipo.24  Se deben también fomentar entornos de trabajo que reconozcan y busquen acabar con el racismo y sus efectos. El Comité Ad Hoc contra el Racismo, creado recientemente por la USCCB, se dedicará a abordar el pecado del racismo en toda nuestra sociedad, incluyendo el lugar de trabajo.

En segundo lugar, la ley debe alentar a los empresarios a elegir los mejores intereses de los trabajadores y una cultura sana en vez de la explotación y la conveniencia. El papa Francisco ha dicho que el buen empresario “conoce a sus trabajadores, porque trabaja junto a ellos” y “comparte las alegrías del trabajo, la solución de los problemas, crear algo juntos”.25  Este líder encuentra que despedir a alguien es “siempre una decisión dolorosa y no lo haría, si pudiese…  Sufre siempre, y a veces de este sufrimiento nacen nuevas ideas para evitar el despido”. Por el contrario, el “especulador” carece de bases morales y “usa, instrumentaliza, ‘come’ personas… en favor de sus objetivos de provecho”. Las empresas pueden ser “amigas de la gente y también de los pobres” cuando son dirigidas por buenos empresarios, pero bajo un “especulador”, la economía se vuelve “sin rostros” y “abstracta”. Las leyes deben recompensar a quienes recuerdan los rostros de las personas dedicadas a la economía e impactadas por ella, y desalentar la abstracción que conduce a la explotación.

En tercer lugar, los trabajadores deben ser ayudados a conocer y ejercer sus derechos legales. Como ejemplo, la CCHD ha apoyado a la organización Don Bosco Workers de Westchester, Nueva York, que ha lanzado una exitosa campaña para combatir el robo de salarios.26  Las personas que regresan de prisión también necesitan apoyo para comprender sus derechos legales cuando buscan un nuevo empleo. La CCHD ha ayudado a la Sociedad de San Vicente de Paúl en Cincinnati y otros lugares en su labor de encontrar empleos estables y significativos a ciudadanos que regresan de la prisión.27

Comprensión tergiversada del trabajo y de los trabajadores

El papa Francisco nos desafía a confrontar una comprensión tergiversada de los propósitos del trabajo que no reconoce los talentos como dones de Dios. Con tal mentalidad, se vuelve posible justificar indebidamente las injusticias económicas y sociales. El Papa reconoce que “mérito” es “una palabra bonita”, pero el mundo moderno puede usarla a menudo “de manera ideológica”, lo que “la desnaturaliza y pervierte” cuando se usa para “una legitimación ética de la desigualdad”.28  Esta visión es especialmente perniciosa cuando culpa al pobre de ser “desmerecedor”.29  Pero este no es el mensaje del Evangelio:

Una segunda consecuencia de la llamada “meritocracia” es el cambio de la cultura de la pobreza. El pobre es considerado un desmerecedor y por tanto un culpable. Y si la pobreza es culpa del pobre, los ricos son exonerados de hacer algo. Esta es la vieja lógica de los amigos de Job, que querían convencerle que fuese culpable de su desaventura. Pero esta no es la lógica del Evangelio, no es la lógica de la vida: la meritocracia en el Evangelio la encontramos en cambio en la figura del hermano mayor en la parábola del hijo pródigo. Él desprecia al hermano menor y piensa que debe permanecer como un fracasado porque se lo ha merecido; en cambio el padre piensa que ningún hijo se merece las bellotas de los cerdos.30

¡Qué diferente es esta visión falsa de la “mirada de amor” que tiene el Señor para el trabajador! Al seguir al Señor de verdad y con obras, debemos abogar por los que atraviesan un estado de desventura, como hizo el padre del pródigo cuando dejó en claro que su hijo menor nunca podría ser despojado de su dignidad inherente.

El papel crucial de los sindicatos: Profetas e innovadores

El papa Francisco reiteró recientemente el papel siempre esencial de los sindicatos en la sociedad:No hay una buena sociedad sin un buen sindicato, y no hay un sindicato bueno que no renazca cada día en las periferias, que no transforme las piedras descartadas por la economía en piedras angulares.31

El Papa expuso dos “desafíos trascendentales” que los sindicatos deben afrontar en el mundo de hoy. En primer lugar, explicó que los sindicatos deben conservar y recuperar su voz profética, que “se refiere a la naturaleza misma del sindicato, a su vocación más verdadera. El sindicato es expresión del perfil profético de una sociedad”.32  El sindicato “nace y renace” cada vez que “da voz a los que no la tienen, denuncia al pobre ‘vendido por un par de sandalias’ (cfr Amós 2:6), desenmascara a los poderosos que pisotean los derechos de los trabajadores más frágiles, defiende la causa del extranjero, de los últimos, de los ‘descartes’… El movimiento sindical tiene sus grandes temporadas cuando es profecía”.33  Así, el sindicato debe resistir la tentación de “volverse demasiado parecido a las instituciones y a los poderes que, en cambio, debería criticar. El sindicato, con el pasar del tiempo, ha terminado por parecerse demasiado a la política, o mejor dicho, a los partidos políticos, a su lenguaje, a su estilo”,34  dijo el Papa. Sin la voz profética, “su acción dentro de las empresas pierde fuerza y eficacia”.35

El segundo desafío es la “innovación”: si bien el sindicato debe velar por los que están a su cuidado, debe también trabajar por quienes están fuera de sus murallas a fin de innovar y “proteger los derechos de quien todavía no los tiene“.36  Los sindicatos son especialmente valiosos cuando hablan en favor del pobre, del inmigrante y de la persona que regresa de prisión.

Recuperar el descanso para la fe y la familia

Cuando los trabajadores no tienen tiempo suficiente para descansar, las familias sufren. También se pierde el tiempo necesario para el crecimiento espiritual y la construcción de una relación con Dios. El papa Francisco ha dicho que es “inhumano” que los padres deban pasar tanto tiempo trabajando que no pueden jugar con sus hijos.37  Seguramente muchos desean más tiempo, pero sus condiciones de trabajo no lo permiten. Como escribió santo Tomás de Aquino: “Así como Dios descansa sólo en sí mismo y es feliz disfrutándose, así también nosotros somos felices sólo disfrutando de Dios. Y así también nos hace descansar en Él mismo de sus trabajos y de los nuestros. Por lo tanto, es correcto que se diga que Dios descansó porque nos mandó descansar a nosotros”.38  Una cultura que se obsesione menos con la actividad y el consumo sin fin puede, con el tiempo, convertirse en una cultura que valore el descanso por el bien de Dios y la familia. Los empleadores deben considerar el bienestar total de sus empleados y priorizar las condiciones que los ayuden a prosperar como personas humanas. Los salarios y las horas de trabajo deben apoyar las necesidades fundamentales de las personas para formar y criar familias. Las necesidades espirituales de los trabajadores también deben ser tomadas en cuenta, para que Dios pueda más fácilmente atraerlos a una relación más profunda hacia su propósito último.

Recuperar la sacralidad del trabajo

El trabajo, bien comprendido, puede ser un lugar de gran santidad, dando expresión a los profundos anhelos de la persona humana; cuando la gente puede —y, de hecho, así hace— abrazar el trabajo como una cooperación con el poder creativo de Dios, lo mundano puede hacerse trascendente. Como señala el papa Francisco, muchos encuentros bíblicos entre personas y Dios ocurrieron en el trabajo: “Moisés oye la voz de Dios que le llama y le revela su nombre mientras llevaba a pastar el rebaño del suegro; los primeros discípulos de Jesús eran pescadores y son llamados por Él mientras trabajaban a orillas del lago”.39

La noción de que el trabajo es sagrado es esencial, no sólo para comprender nuestro trabajo, sino también para llegar a conocer a Dios mismo; en ninguna parte vemos esto más poderosamente que en la Eucaristía. El Santo Padre nos llama a beber más profundamente de esta idea: “El trabajo es amigo de la oración; el trabajo está presente todos los días en la Eucaristía, cuyos dones son el fruto de la tierra y del trabajo del hombre. Un mundo que ya no conoce los valores y el valor del trabajo, no entiende ya ni siquiera la Eucaristía, la oración verdadera y humilde de las trabajadoras y los trabajadores …”40

Avanzar hacia la restauración

En este Día del Trabajo, entonces, demos gracias a Dios presente ante nosotros en la Eucaristía mientras nos afanamos por obtener nuestra recompensa celestial. Demos gracias por la vocación humana al trabajo, y esforcémonos por hacer que nuestras empresas, nuestras comunidades, nuestra nación y nuestro mundo sean lugares donde la persona humana pueda prosperar plenamente. Y, por último, demos gracias por la oportunidad de encontrar a Cristo presente en los necesitados, junto con los grandes dones que vienen al demostrar cuidado y preocupación por nuestros hermanos y hermanas más vulnerables, incluyendo aquellos que experimentan gran pobreza en el ámbito del trabajo. Que todos busquemos seriamente adoptar la “mirada de amor” de Dios como propia, para idear y hacer realidad un mundo de trabajo restaurado “de verdad y con obras”.

Reverendísimo Frank J. Dewane
Obispo de Venice
Presidente del Comité de Justicia Nacional y Desarrollo Humano
Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos
4 de septiembre de 2017

NOTAS

1Papa Francisco, Encuentro con el mundo del trabajo en el establecimiento siderúrgico Ilva, Génova, Italia, 27 de mayo de 2017, https://w2.vatican.va/content/francesco/es/speeches/2017/may/documents/papa-francesco_20170527_lavoratori-genova.html. . . (en adelante “Ilva”).
2Ibid. 
3Ibid.
4Ibid.
5Ibid.
6Véanse, p. ej., Mensaje del Santo Padre Francisco con ocasión del Encuentro de Movimientos Populares en Modesto, California, 10 de febrero de 2017, https://w2.vatican.va/content/francesco/es/messages/pont-messages/2017/documents/papa-francesco_20170210_movimenti-popolari-modesto.html. . . (en adelante “Modesto”); Evangelii Gaudium, no. 53; Laudato si’, nos. 122-123.
7Véanse, p. ej., Modesto; Ilva.
8Caritas in Veritate, no. 32 (citando Populorum Progressio, no. 33) (cursiva en el original).
9Véase también Caritas in Veritate, no. 22 (“La riqueza mundial crece en términos absolutos, pero aumentan también las desigualdades. En los países ricos, nuevas categorías sociales se empobrecen y nacen nuevas pobrezas”) (cursiva en el original).
10Véase Modesto.
11Véase, p. ej., Primera homilía del Santo Padre, papa Francisco, 14 de marzo de 2013 (“…podemos edificar muchas cosas, pero si no confesamos a Jesucristo, algo no funciona. Acabaremos siendo una ONG asistencial, pero no la Iglesia… ¿Qué ocurre cuando no se edifica sobre piedras? Sucede lo que ocurre a los niños en la playa cuando construyen castillos de arena. Todo se viene abajo”). http://w2.vatican.va/content/francesco/es/homilies/2013/documents/papa-francesco_20130314_omelia-cardinali.html. . . .
12Véase Modesto.
13Ibid. 
14Gaudium et Spes, no. 68.
15Por ejemplo, la CCHD ayudó a apoyar a la cooperativa Opportunity Threads. Véase Duda, John. “How a worker cooperative factory is helping bring textile manufacturing back to North Carolina”. Community-wealth.org, 16 de octubre de 2014. http://community-wealth.org/content/how-worker-cooperative-factory-helping-bring-textile-manufacturing-back-north-carolina. . . (consultado el 16 de agosto de 2017).
16Papa Francisco, Discurso a la Confederación Italiana de Sindicatos de Trabajadores, 28 de julio de 2017. https://w2.vatican.va/content/francesco/es/speeches/2017/june/documents/papa-francesco_20170628_delegati-cisl.html. . . (en adelante, “Sindicatos”).
17Ibid. 
18Véanse, p. ej., Modesto, Ilva; Caritas in Veritate, no. 32 (citando Populorum Progressio, no. 33).
19San Juan Pablo II, Laborem Exercens, nos. 8, 11 (citando Dt 24:15, Sant 5:4, y también Gén 4:10) (cursivas en el original).
20Ibid. 
21Laborem Exercens, no. 19 (cursivas en el original).
22Centesimus Annus, no. 35 (cursivas en el original).
23Véase, p. ej.Laudato si’, no. 123 (“No podemos pensar que los proyectos políticos o la fuerza de la ley serán suficientes para evitar los comportamientos que afectan al ambiente, porque, cuando es la cultura la que se corrompe y ya no se reconoce alguna verdad objetiva o unos principios universalmente válidos, las leyes sólo se entenderán como imposiciones arbitrarias y como obstáculos a evitar”).
24Véase, p. ej., Ilva.
25Ibid. 
26USCCB Department of Justice Peace & Human Development, “Wage Theft: A Threat to the Worker and to Economic Development”. To Go Forthhttps://togoforth.org/2016/03/31/wage-theft/ . . . (consultado el 16 de agosto de 2017). Don Bosco Workers también construyó la silla usada por el papa Francisco en la misa que celebró en 2015 en Madison Square Garden. Véase también, ibid., “From Prison to Rome: The Impact of the Year of Mercy on Reentry”. https://togoforth.org/2016/11/17/from-prison-to-rome/. . . (consultado el 16 de agosto de 2017).
27Véase Curnutte, Mark. “Former inmate helps others re-enter society”. USA Today. 20 de febrero de 2015. https://www.usatoday.com/story/news/nation/2015/02/20/former-prisoner-leads-new-reentry-program/23774963/. . . (consultado el 16 de agosto de 2017).
28Ilva.
29Ibid.
30Ibid.

31Véase Sindicatos (cursivas en el original).
32Ibid. (cursivas en el original).
33Ibid.
34Ibid.
35Ibid.
36Ibid. 
(cursivas en el original).
37Sindicatos.
38Santo Tomás de Aquino, Suma Teológica, I, C. 73, A. 2.
39Ilva.
40Véase Ilva.

El papa Francisco al MMTC: «Tierra, techo y trabajo significa luchar para que todo el mundo viva conforme a su dignidad y nadie se vea descartado» #3TVD

Internacional

El papa Francisco al MMTC: «Tierra, techo y trabajo significa luchar para que todo el mundo viva conforme a su dignidad y nadie se vea descartado» #3TVD

15 julio 2017

Unai Sordo (CCOO): comparto con vosotros la defensa de la centralidad del trabajo en una sociedad que mercantilizando todos los ámbitos sociales.
Cristina Antoñanzas (UGT): es necesario para promover el reparto de la riqueza.
Julio Salazar (USO): estamos en la tarea conjunta de revertir tanta injusticias.

El papa Francisco se ha hecho presente en la apertura del seminario internacional del Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos, previo a su asamblea general. Lo ha hecho a través de un mensaje entregado por el obispo de Ávila, Jesús García Burillo, ante una representación de la Iglesia española y del mundo del trabajo.

Oficina de Comunicación, Ávila | En su mensaje a los militantes del MMTC el pontífice ha subrayado que “Tierra, techo y TRABAJO significa luchar para que todo el mundo viva conforme a su dignidad y nadie se vea descartado” y ha exhortado a los delegados delegadas a “perseverar con renovado impulso en sus esfuerzos para acercar el Evangelio al mundo del trabajo y también para que la voz de los trabajadores siga resonando en el seno de la Iglesia”.

Charo Castelló y Jean-Claude Tolbize, copresidentes del MMTC han sido los encargados de iniciar la apertura del seminario con palabras de bienvenida y ánimo. Castelló ha animado a los delegados y delegadas a esforzarse por “encontrar la respuesta evangelizadora de los próximos años para que sea posible un trabajo decente para una vida digna en todos los rincones de nuestra amada tierra”. Por su parte, Tolbize después de reconocer el largo camino del MMTC, con 50 años de existencia, “una historia de la que estar orgulloso”, ha admitido que queda todavía un largo camino hasta conseguir que la vida de los trabajadores sea respetada en todo el mundo”.

El obispo de Ávila, Jesús García Burillo, también ha querido tener unas palabras para los asistentes al seminario y asamblea, para los que ha pedido “sabiduría y fortaleza” para descubrir “caminos de fraternidad que lleven a la humanidad nueva” y para lograr “la mitad del mundo que da la espalda a la otra mitad que sufre se vuelva a dar la cara y unir sus manos para poder iniciar ese camino nuevo”.

Carlos Escribano, obispo de Calahorra-La Calzada-Logroño y consiliario de la Acción Católica, a la que pertenece la HOAC, afiliada al MMTC, que actúa como anfitriona en el seminario y la asamblea, también se ha dirigido a los presentes a los que ha animado a hacer “sus propuestas desde la experiencia del Evangelio que ilumina y abre horizontes ante la realidad social mundial”

El presidente de la HOAC, José Fernando Almazán, ha destacado que “no es habitual ver coincidir a representantes de los trabajadores y de la iglesia”. También ha exhortado a los asistentes al encuentro a redoblar esfuerzos para lograr el respeto a la dignidad de la persona en el trabajo y responder a “la necesidad inexcusable de asegurar techo, tierra y trabajo para todo el mundo”.

El secretario general de CCOO, Unai Sordo, por su parte, ha resaltado la confluencia con las organizaciones cristianas “en la defensa de la centralidad del trabajo en una sociedad que paulatinamente ha ido mercantilizando todos los ámbitos sociales” y también en “el internacionalismo”. “La solidaridad nos identifica y la solidaridad nos tiene que unir”, ha dicho.

La vicesecretaria general de UGT, Cristina Antoñanza, ha insistido igualmente en señalar las reivindicaciones comunes entre organizaciones del mundo obrero y en que “la unión hace la fuerza tan necesaria para promover el reparto de la riqueza entre todos y todas, en medio de esta globalización que está ahí y que debe servir para que los países que menos tienen no tengan todavía menos”.

El secretario general de USO, Julio Salazar, ha destacado que “hoy como ayer estamos en la tarea conjunta por hacer frente a la difícil coyuntura, tras los diferentes destrozos humanos causados, de revertir tanta injusticias como se siguen cometiendo”, al tiempo que ha indicado que “todas las manos son necesarias para cambiar la globalización de la nueva economía que sirve para que cada vez menos tengan más de la riqueza que generamos entre todos”.

«A SU EXCELENCIA MONS. JESÚS GARCÍA BURILLO
OBISPO DE ÁVILA

Con motivo del Encuentro Internacional del Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos, que se celebra en Ávila, el papa Francisco saluda a todos los delegados presentes y se une a su alegría y acción de gracias a Dios por estos 50 años de presencia cristiana en el mundo del trabajo y de caminar al lado de tantos hermanos trabajadores, compartiendo sus gozos y esperanzas, sus alegrías y sus penas.

“Tierra, techo y trabajo para una vida digna”, es el lema de vuestro encuentro. Efectivamente, la dignidad de la persona está muy unida a estas tres realidades, que expresan esa experiencia fundamental para el ser humano que es la de sentirse arraigado en el mundo, en una familia, en una sociedad. Tierra, techo y trabajo significa luchar para que todo el mundo viva conforme a su dignidad y nadie se vea descartado. A esto nos anima nuestra fe en Dios, que envió a su Hijo al mundo para que, compartiendo la historia de su pueblo, viviendo en una familia y trabajando con sus manos, pudiera redimir y salvar lo humano con su muerte y resurrección.

Así pues, el Santo Padre les exhorta a perseverar con renovado impulso en us esfuerzos para acercar el Evangelio al mundo del trabajo y también para que la voz de los trabajadores siga resonando en el seno de la Iglesia. Con estos deseos, e invocando la intercesión de la Virgen María, les pide que no dejen de rezar por él y les imparte la implorada bendición apostólica.

Cardenal Pietro Parolin
Secretario de Estado de su Santidad

Vaticano, 11 de Julio de 2017»

AGENDA DE TRABAJO. 16 de julio 2017.

09:15h. Panel. Situación mundial de los trabajadores y las trabajadoras. Mirada del Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos.

11:15h. Panel. Mirada mundial del empleo. Intervención de Joaquín Nieto, director de la Oficina de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en España; Esther Lynch, secretaria ejecutiva de la Confederación Europea de Sindicatos y Lola Contrera, movimiento popular de Barrios Ignorados (Andalucía).

16:00h. Grupos de trabajo..
18:00h. Pleno de conclusiones.
18:30h. Celebración de la Eucaristía.

Declaración final de la Asamblea General de Cáritas Española

Iglesia

Declaración final de la Asamblea General de Cáritas Española

04 julio 2017

La LXXIV Asamblea General de Cáritas Española, celebrada en la localidad madrileña de El Escorial los días 30 de junio y 1 de julio de 2017, aprobó una Declaración Final en la que se expresa “un ser y hacer comprometidos con la caridad y la justicia social”.

 “La Iglesia nos llama al compromiso social. Un compromiso social que sea transformador de las personas y de las causas de las pobrezas, que denuncie la injusticia, que alivie el dolor y el sufrimiento y sea capaz también de ofrecer propuestas concretas que ayuden a poner en práctica el mensaje transformador del Evangelio y asumir las implicaciones políticas de la fe y de la caridad”.

—Pablo VI, Populorum progressio, 75

Proclamando juntos “la grandeza del Señor” y expresando “la alegría de nuestro espíritu en Dios nuestro Salvador”, los representantes de las 70 Cáritas Diocesanas que integran la Confederación Cáritas en España hemos reflexionado en este encuentro anual sobre los signos de esperanza y los síntomas de incertidumbre que compartimos a diario con los cientos de miles de personas que acompañamos en nuestra red estatal de acogida e inserción.

El nuevo ciclo económico iniciado hace tres años ofrece motivos para el optimismo, porque la evolución positiva de algunos indicadores socioeconómicos tiene relación directa con la situación concreta y cotidiana de muchas personas. Ahora bien, cuando los dramáticos efectos de la crisis parecen desdibujarse de las preocupaciones ciudadanas, queremos llamar la atención sobre la rigurosa constatación que acaba de hacer pública la Fundación FOESSA de que 7 de cada 10 hogares no perciben todavía que los efectos de la recuperación económica les hayan llegado.

Somos testigos directos de cómo muchas familias siguen padeciendo las consecuencias de unas condiciones de precariedad que, como venimos alertando desde hace tiempo, son el resultado directo de nuestro modelo socioeconómico.

Con el inicio de un nueva etapa de recuperación y crecimiento, vuelve a inquietarnos el riesgo de que se repitan errores pasados, siga sin incidirse de raíz en los fallos estructurales de la desigualdad y, bajo la euforia de la poscrisis, una parte de la sociedad quede relegada y continúe sin tener garantizados sus derechos básicos.

Nos preocupa que se consolide en la ciudadanía la idea de que la pobreza es algo natural y de que el hecho escandaloso de que millones de personas permanezcan por debajo del umbral de la pobreza, acuciadas por las condiciones de precariedad y abocadas a un futuro lleno de incertidumbres, forma parte del paisaje inevitable de la cuarta economía de la zona euro.

Reafirmamos, por ello, cuando se cumplen 70 años de la creación de nuestra institución, un ser y hacer de Cáritas comprometidos con la caridad y la justicia social. Con una caridad, que para servir a la exigencia de calidad, necesita de la profundidad de la denuncia social y de la propuesta de un modelo social orientado hacia la transformación de la realidad y la defensa del derecho de todos a acceder al bien común en una Casa que es de todos.

Esta demanda de avanzar en la opción preferencial y evangélica por los pobres es un mandato que nos lanzan tanto nuestros obispos como las personas que acompañamos y la amplia base social de voluntarios, socios y donantes que hacen posible la misión de Cáritas como servicio organizado de la caridad dentro de la Iglesia. Es, además, una opción inspirada en el magisterio de la Doctrina Social de la Iglesia, donde la respuesta fraterna a las víctimas de la cultura del descarte alimentada por el culto al “dios dinero” tiene un carácter integral.

Como expresión de una Iglesia auténticamente samaritana, no podemos desarrollar una acción de acogida y acompañamiento a las personas excluidas sin esforzarnos, al mismo tiempo, por añadirle las exigencias de la denuncia, la transformación de la realidad y la opción por la justicia social.

Somos conscientes de que investigar, en una etapa de crecimiento económico como la actual, la realidad de pobreza, y poner voz y rostro a las necesidades de los cientos de miles de personas que acompañamos resulta un relato incómodo, tanto para los poderes públicos como para algunos analistas políticos y líderes de opinión.

La nuestra no es una misión coyuntural. El único contrato suscrito por Cáritas es el de la lucha contra la pobreza y la defensa de la dignidad de las personas. Es una empresa a la que seguimos convocando a toda la ciudadanía, al conjunto de los agentes sociales, a los poderes públicos y a los medios de comunicación social.

Para Cáritas, la toma de partido contra la pobreza no puede quedar restringida a una opción temporal o privada: es también una acción comunitaria desarrollada en el centro mismo de la vida pública, que sólo tendrá éxito si se fortalece el tejido social y la participación de todos en cada uno de los ámbitos democráticos y asociativos.

Cuando parecemos recrearnos en la salida de la crisis y el cambio de tendencia económica, hacemos un llamamiento a la comunidad cristiana y a la ciudadanía a tomar conciencia de las zonas en sombra en la que permanecen muchos ciudadanos. Invitamos, una vez más, a replantearnos el modelo de sociedad que queremos construir y las oportunidades por las que estamos dispuestos a trabajar para transformar la realidad en nuestros barrios, en nuestras comunidades y en cada uno de los espacios de participación pública en los que intervenimos.

La nuestra es una invitación a involucrarse en la construcción de un modelo social acogedor, auténticamente fraterno, accesible para todos y basado en un crecimiento económico respetuoso con la Creación, sin excluidos ni empobrecidos.

Desde nuestra experiencia y desde la misericordia inspirada en las realidades de frontera donde intervenimos, asumimos el riesgo de incomodar, de ser “piedra de escándalo y signo de contradicción”, de ser desacreditados por asumir la misión de ser testigos del Evangelio y compañeros de los pobres, como lo son especialmente los más de 84.000 voluntarios y voluntarias que ponen su vida y sus anhelos en compartir ese camino.

Frente a la tentación de un discurso centrado en el individualismo, en el que cada uno debe ser el único garante de su propio bienestar, nuestra propuesta es la comunidad.

Frente al debilitamiento de las políticas públicas, nuestra propuesta es la de que sean fortalecidas, porque las Administraciones son las garantes de los derechos fundamentales.

Frente a un modelo de sociedad de consumo donde el mercado se concibe como el único espacio donde satisfacer toda necesidad, nuestra propuesta es la lógica del don y la caridad dentro de una Iglesia en salida, en las periferias y comprometida en el servicio a los últimos.

Frente a la apuesta por el crecimiento constante y a cualquier precio, reafirmamos nuestro concepto de desarrollo humano integral que, ahora que se cumple el 50 aniversario de la encíclica Populorum progressio, pasa por el reconocimiento de la dignidad y la construcción del bien común.

Frente al sufrimiento de miles de refugiados y de todos aquellos que se ven obligados a migrar para proteger su dignidad, nuestra propuesta es la de acoger al hermano y reconocer sus derechos y sus capacidades, sin distinciones entre “ellos y nosotros”.

Y frente a una lógica de desarrollo basado en el uso irresponsable de los bienes que Dios ha puesto a nuestra disposición en «la hermana nuestra madre tierra», proponemos un modelo de cooperación internacional fraterna orientado a «proteger nuestra casa común y unir a toda la familia humana en la búsqueda de un desarrollo sostenible e integral» para todas las personas, como señala el papa Francisco en Laudato sí’.

Este objetivo es especialmente urgente para nuestros hermanos acosados por la precariedad en Venezuela, Sudán del Sur o el Cuerno de África, a quienes acompañamos con nuestra cercanía y solidaridad. Junto a ellos y los hermanos de todos los países donde estamos comprometidos en la lucha contra la pobreza, compartimos su tenacidad admirable para, a pesar de las angustias provocadas por sus actuales circunstancias, construir oportunidades para la paz que “ha de fundarse en la verdad, la justicia, el amor y la libertad” (Juan XXIII, Pacem in terris).

Nuestra misión evangelizadora como acción caritativa y social de una Iglesia pobre y para los pobres, nos lleva a renovar en esta Asamblea la voluntad de seguir avanzando en una acción iluminada por “los gozos y las esperanzas” que nos transmiten la alianza con los que más sufren, con quienes son los verdaderos protagonistas del mandato del Espíritu que nos “ha ungido para anunciar a los pobres la Buena Nueva, para proclamar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, para dar la libertad a los oprimidos y proclamar un año de gracia del Señor” (Lucas 4, 16-30).

El Escorial, 1 de julio de 2017

Confianza y esperanza en la verdad, en la era de la posverdad

Iglesia

Confianza y esperanza en la verdad, en la era de la posverdad

23 mayo 2017

Mensaje de los obispos de la Comisión Episcopal de Medios de Comunicación Social con motivo de la 51 Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales (Domingo, 28 de mayo de 2017).

La celebración de la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales en la solemnidad de la Ascensión del Señor pone ante nuestros ojos un momento especialmente significativo de la historia de Jesús entre nosotros. A los cuarenta días de su Resurrección, el Señor se reúne con los apóstoles en lo alto de un monte para despedirse de ellos antes de volver al Padre. También allí, después de su Pasión, muerte y Resurrección, les encomienda ser partícipes de su misión que se prolonga hasta nuestros días: «Id por todo el mundo y anunciad la Buena Noticia» (Mc 16, 15). De este modo, a lo largo de los siglos, la Iglesia prolonga la presencia de Jesucristo y continúa anunciando, celebrando y compartiendo la salvación que Dios ha ofrecido a su pueblo en la persona de su Hijo.

Promover confianza y esperanza con la verdad

Para esta Jornada de las Comunicaciones Sociales, el papa Francisco vuelve a ofrecernos su Mensaje, animando a los comunicadores a promover esperanza y confianza en nuestro tiempo. En un contexto global en el que crece la desconfianza de unos y otros por la situación política, social y económica en muchos países, por los conflictos lejanos que el terrorismo hace cercanos, por la llegada a nuestras fronteras de inmigrantes y refugiados, el Papa propone comunicar confianza y esperanza. Nos invita «a todos a ofrecer, a los hombres y a las mujeres de nuestro tiempo, narraciones marcadas por la lógica de la “buena noticia”»[1], y pide a los comunicadores el esfuerzo de ofrecer «buen trigo» para la formación de las personas, que les permita enriquecerse con su reflexión y crecer en su humanidad[2].

El Papa actualiza así la experiencia de la Iglesia en su misión de anunciar el Evangelio, recordando precisamente que solo la verdad produce confianza y esperanza verdaderas. Por difícil que sea de entender y aceptar en ocasiones, la verdad ilumina la realidad, señala al hombre el camino del auténtico progreso y permite la realización de su humanidad. Por eso, en el centro del mensaje de la Iglesia está Jesucristo, quien a sí mismo se presenta como «camino, verdad y vida» (cf. Jn 14, 6). Es Jesús, el Resucitado, quien ofrece al mundo la esperanza definitiva sobre el pecado y sobre la muerte al proclamar con su vida que el pecado es perdonado, que la muerte ha sido vencida. Como dice el papa Francisco, «continuamente vemos, y veremos, problemas cerca de nosotros y dentro de nosotros. Siempre los habrá, pero en esta noche hay que iluminar esos problemas con la luz del Resucitado, en cierto modo hay que “evangelizarlos”. Evangelizar los problemas. No permitamos que la oscuridad y los miedos atraigan la mirada del alma y se apoderen del corazón, sino escuchemos las palabras del Ángel: el Señor “no está aquí. Ha resucitado” (v. 6); Él es nuestra mayor alegría, siempre está a nuestro lado y nunca nos defraudará»[3].

En buena lógica, del mismo modo que la presencia de Jesucristo es causa de esperanza, de confianza y de vida, se puede decir que su ausencia es causa de temor, de error y de muerte. Donde Jesús desaparece o es ocultado el hombre queda desconcertado, desorientado: queda sin camino, sin verdad y sin vida. La desconfianza y la desesperanza son el fruto de la mentira o de la ocultación de la verdad.

Por eso, el sucesor de san Pedro, alerta en su Mensaje de este año a los comunicadores de la necesidad de ofrecer buena materia de reflexión al corazón humano y no ofrecer la cizaña que ahoga la esperanza y arruina la cosecha del trigo: «Nuestros padres en la fe –dice el papa Francisco– ya hablaban de la mente humana como de una piedra de molino que, movida por el agua, no se puede detener. Sin embargo, quien se encarga del molino tiene la posibilidad de decidir si moler trigo o cizaña. La mente del hombre está siempre en acción y no puede dejar de “moler” lo que recibe, pero está en nosotros decidir qué material le ofrecemos. (cf. Casiano el Romano, Carta a Leoncio Igumeno)».

La nueva era de la posverdad

Esta insistencia del Papa para animar a los comunicadores a ofrecer la verdad está relacionada con el surgimiento en nuestro tiempo de una nueva era que se denomina de la posverdad. Si los clásicos definieron la verdad como la adecuación de la realidad y el intelecto de la persona, la posverdad se puede definir como la adecuación del intelecto y la opinión mayoritaria o lo socialmente correcto, que es mudable, efímero y fugaz, y, por definición, independiente de la realidad. La posverdad es la consecuencia lógica por un lado del relativismo moral, y por otro lado de la modernidad líquida, y en ambos tiene su fundamento.

Del relativismo moral hablaron con insistencia san Juan Pablo II y Benedicto XVI. El primero afirmaba en Centessimus annus: «Si no existe una verdad última, la cual guía y orienta la acción política, entonces las ideas y las convicciones humanas pueden ser instrumentalizadas fácilmente para fines de poder» y provocar lo que se conoce como la dictadura de la mayoría. «Una democracia sin valores –continuaba- se convierte con facilidad en un totalitarismo visible o encubierto, como demuestra la historia»[4]. Profundizando en esta idea, Benedicto XVI señalaba que «en la raíz de esta tendencia se encuentra el relativismo ético, en el que algunos ven incluso una de las condiciones principales de la democracia, pues el relativismo garantizaría la tolerancia y el respeto recíproco de las personas. Pero si fuera así, la mayoría de un momento se convertiría en la última fuente del derecho. La historia demuestra con gran claridad que las mayorías pueden equivocarse»[5] y, en muchas ocasiones, esa equivocación ha resultado trágica.

Además del relativismo moral el otro antecedente de la posverdad es lo que desde la perspectiva de la sociología se llamó modernidad líquida. Como apunta Zygmunt Bauman, la modernidad líquida trajo consigo un mundo sin seguridad moral, un mundo precario sin nada estable, ni tierra firme, cuyas consecuencias se pueden ver ya en la concepción de la familia, en las relaciones personales, en el compromiso social y en la vida pública: la fidelidad ha sido sustituida por la flexibilidad. Se establece una sociedad en la que no hay compromisos definitivos, ni siquiera duraderos. Se promueve el no estar comprometido con nada para siempre, sino estar preparado para cambiar la sintonía, la mente, las ideas, la vida, en cualquier momento en el que sea requerido. Se crea así una situación líquida, un tiempo provisional, sin principios sólidos, sobre el que no se puede construir el futuro.

Además, en una consecuencia todavía no desarrollada, el tiempo de la posverdad lleva consigo, inevitablemente, el tiempo de la posbondad y el tiempo de la posbelleza. Cuando se pierde la referencia objetiva de la verdad desaparece también la bondad como guía de la acción humana orientada por la verdad y la belleza como expresión artística del bien y la verdad, valiosa por sí misma y agradable para los demás. La posverdad nos aboca a un mundo sin bondad ni belleza, un mundo sin amor ni alegría, un mundo en el que no cabe ni el progreso, ni la confianza ni la esperanza.

Permanecer en la verdad

El llamamiento que nos corresponde es el de permanecer en el terreno firme de la verdad. Un terreno en el que cada avance de la sociedad se suma a los anteriores y conduce a los siguientes. Vivir al tiempo en que las aportaciones de los antepasados mejoran a los contemporáneos y juntos ayudan a preparar un futuro mejor para los que vienen detrás. El horizonte esperanzador no se relaciona solo con un bienestar personal económico sino con un horizonte de crecimiento en humanidad, de la humanidad, y éste solo se puede dar cuando el ser humano busca ser humano. En el terreno de la verdad brotan y florecen todas las grandes realidades necesarias para el desarrollo de la humanidad: el amor, el conocimiento, el progreso, la alegría, la esperanza, la confianza. Nada de ello hay en la mentira o en el ocultamiento de la verdad. Estamos a tiempo de permanecer en la verdad como motor imprescindible de la humanidad.

Quienes nos dedicamos de un modo u otro a la comunicación somos los primeros implicados e interesados en mantener la primacía de la verdad, pues sin acceso a la verdad no hay posibilidad de una auténtica comunicación. El Papa lo pide con su habitual tono alentador: «Me gustaría con este mensaje llegar y animar a todos los que, tanto en el ámbito profesional como en el de las relaciones personales, “muelen” cada día mucha información para ofrecer un pan tierno y bueno a todos los que se alimentan de los frutos de su comunicación. Quisiera exhortar a todos a una comunicación constructiva que, rechazando los prejuicios contra los demás, fomente una cultura del encuentro que ayude a mirar la realidad con auténtica confianza»[6].

En este servicio a la verdad, muchas personas han entregado su vida. A ellos agradecemos su generosidad y su entrega, y pedimos que sean recompensados con la Vida, por el Señor de la Verdad. A todos nosotros, colaboradores de la verdad, que la encontramos en Jesucristo, camino, verdad y vida, nos corresponde ofrecerla a nuestro tiempo. Es el servicio que el Señor nos pidió en el día de su Ascensión al Cielo: la buena noticia que anunciamos siembra esperanza y confianza en nuestros tiempos.

Que la Virgen María, Señora de la Esperanza y modelo de confianza en el Señor nos aliente en nuestras vidas.

 

✠ Ginés Ramón García Beltrán, obispo de Guadix y Presidente de la CEMCS

✠ Juan del Río Martín, arzobispo Castrense

✠ Santiago García Aracil, arzobispo emérito de Mérida-Badajoz

✠ Joan Piris Frígola, obispo emérito de Lleida

✠ José Manuel Lorca Planes, obispo de Cartagena

✠ Salvador Giménez Valls, obispo de Lleida

✠ José Ignacio Munilla Aguirre, obispo de San Sebastián

✠ Sebastià Taltavull Anglada, obispo auxiliar de Barcelona y administrador apostólico de Mallorca

 

Notas

[1] Francisco, Mensaje para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales (24.I.2017).

[2] Ibíd.

[3] Francisco, Homilía en la Vigilia pascual (26.III.2016).

[4] Juan Pablo II, carta encíclica Centesimus annus, n. 46 (1.V.1991).

[5] Benedicto XVI, Discurso dirigido a los miembros de la Comisión Teológica Internacional (5.X.2007).

[6] Francisco, Mensaje para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales (24.I.2017).

Noticias Obreras | Bases para un pacto de Estado por la educación

Kiosco

Noticias Obreras | Bases para un pacto de Estado por la educación

01 abril 2017

Presento el sumario de contenidos de la revista Noticias Obreras, una mirada cristiana del trabajo humano y el bien común, de abril de 2017 (número 1.594). Las palabras claves son: #PactoEducativo, #Austeridad, #Paro, #EmpleoAtípico, #SemanaSanta y #Desigualdad.

Secciones abiertas al diálogo y la participaciónNNOO digital

Editorial • «El fracaso social de una política». La Comisión Europea pone de relieve  fracaso social de las políticas practicadas en España en los últimos años porque provocan una desigualdad cada vez mayor. Como dijeron los obispos españoles, nuestra situación es el resultado de «dar prioridad a una determinada forma de economía basada exclusivamente en la lógica del crecimiento… Sin duda, es el modelo mismo el que corresponde revisar». Se publicará en la web y en las redes sociales el próximo 10 de abril. Te animamos a su valoración y a compartirlo con la etiqueta #editorial1594. También puedes hacer llegar tu opinión a participacion@noticiasobreras.es

Tema del mes • «Bases para un pacto de Estado por la educación». El Congreso sitúa en su agenda política la elaboración de un informe que servirá de base para que el Gobierno redacte un proyecto de Ley Básica de Educación que sustituya a la Ley Orgánica para la mejora de la calidad educativa (LOMCE). Noticias Obreras acoge y acompaña este diálogo al considerarlo esencial para la construcción de ciudadanía. Ofrecemos a los lectores y las lectoras las tres primeras aportaciones, anticipando que no serán las únicas, de protagonistas de la comunidad escolar que representa a trabajadores y trabajadoras; padres y madres; y al alumnado, respectivamente, y que coinciden ser miembros del Consejo Escolar del Estado: Carlos Bravo y Gema Torres, de CCOO; José Luis Pazos, presidente de la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (CEAPA); y Carles López, presidente de la Confederación Estatal de Asociaciones de Estudiantes (CANAE). Ilustrado por la viñeta de Chipola.

En esta sección, nos ponemos a la escucha. Puedes hacer tus aportaciones al tema a través de las redes sociales con la etiqueta #TM1594 o al correo participacion@noticiasobreras.es.

Secciones y colaboraciones destacadas

Laboral • «La Iglesia de Ávila preocupada por el futuro de Nissan», por Manuel Candil. La Iglesia diocesana no ha sido indiferente ante la deriva de una empresa emblemática para la ciudad.

Vidas precarias • «Si nos vieran como vecinos sería mejor para todos»,  Dimas Haba, militante de la HOAC de Huelva, entrevista a Hajed y Lamine, inmigrantes de Mali y Senegal, respectivamente, que nos cuentan cómo es la vida en los asentamientos de Lepe (Huelva) para trabajar en la recolección de la fresa.

Economía • «Subir precios, bajar salarios». Joaquín Arriola, profesor de economía en la UPV/EHU, explica el mecanismo de subir precios, utilizado tradicionalmente por los empresarios en España para compensar algún problema económico o político agudo.

Entrevista • «Las penas han de servir para que no se vuelva a delinquir». José Luis Palacios entrevista a Anselmo Sánchez-Tembleque, Fiscal de Siniestralidad Laboral.

Política • «La suma siempre gana». Javier Madrazo reflexiona sobre la situación actual, marcada por la incertidumbre y miedo al futuro.

Otra vida familiar es posible • «Discernir es un estilo de vida», por Fernando Vidal. La alegría del amor pone en el centro de la vida familiar el discernimiento, guiarse por la vida iluminando el camino con el corazón en la mano.

Iglesia • «La lucha contra el paro de Cáritas Madrid». Por María Blanc y Pilar Algarate, del equipo de comunicación de Cáritas Madrid. Ellas nos hablan de la campaña contra el paro que arranca en el mes de abril.

GlobalizAcción • «Abriendo caminos para concretar la agenda de los movimientos populares»Charo Castelló, copresidenta del MMTC, cuenta su experiencia de participación del I Encuentro de Movimientos Populares de EEUU.

Cultura • Pino Trejo escribe sobre «El origen de la desigualdad»

Libros • «El pulso de lo cotidiano». José María Toro nos presenta su último libro: El pulso de lo cotidiano, un ejercicio de recreación de las vivencias cotidianas, para vivirlas de una manera gozosa y creativa.

Noticias Obreras recoge también las imprescindibles colaboraciones de Juani Sosa, en la sección El trabajo es para la vida con el artículo «Paremos el glifosato»; en política contamos con la viñeta de Miguel Cruz, Dialogar, escuchar, obedecerAraceli Caballero, en El cuidado de la creación, con «Derechos embotellados»; Francisco Porcar escribe en La Mundialización «La extensión del empleo atípico». Jesús Espeja en El Termómetro con «Semana Santa: en la lógica del don»; José García Caro escribe en El Evangelio en tu vida el artículo «Vida entregada, vida resucitada»; En ExperienciaJosé Luis Palacios nos acerca a Proyecmática con «Electrónica con alma»; Iñaki Lancelot, en Cine, con «Ante la ola neointegrista» nos habla de la película israelí El balcón de las mujeres; en In memoriam, Fernando Díaz Abajo recuerda a varios militantes fallecidos en los últimos meses; y en La Oración de cada día, Presen Pérez escribe el poema «Una llama pascual para transformar el mundo».

tantoportanpoco560-05

NNOO 1594.jpg

Foto de portada: Summer skyes11 (Flickr). Tratamiento gráfico: Redacción de Noticias Obreras.

participayconversa_560-05

Antonio Hernández-Carrillo: «La Oración a Jesús obrero es un grito a favor de la justicia y de la dignidad»

Mundo obrero y del trabajo

Antonio Hernández-Carrillo: «La Oración a Jesús obrero es un grito a favor de la justicia y de la dignidad»

21 febrero 2017

Abraham Canales | Lleva 50 años acompañando en la fe a grupos y equipos militantes. En la actualidad, presta sus servicios en el barrio del Polígono de la Cartuja y la Paz. Es autor de también Espiritualidad desde el barrio y el trabajo y Evangelio en la calle. La vivencia del encuentro con Dios le hace tener los ojos en la Iglesia y el corazón en el mundo obrero.

Te ofrecemos todo el día. Orando a Jesús obrero, ¿estamos ante un libro de profunda espiritualidad militante?
La Oración a Jesús obrero sí que tiene profundidad. El libro es un intento sencillo de facilitar y desentrañar esa profundidad. Si algo de esto se consigue es porque el libro no se debe a elucubraciones sino a la escucha, por mi parte, de tantos y tantas militantes que rezan y han rezado esta oración en la vida ordinaria del trabajo y de la lucha y en circunstancias extraordinarias que esa misma vida lleva consigo: accidente laboral, incorporación al trabajo, despido del mismo…

¿Cómo recomiendas leer este libro?
Se puede leer de todas maneras porque no necesita una especial concentración. Pero, puestos a recomendar, yo diría que se enuncie primero el párrafo de la Oración, que se haga silencio después, que a continuación se lea el capítulo correspondiente, se contraste con lo que uno ha pensado cuando la ha rezado y que finalmente el orante se ponga en manos del Señor Jesús dispuesto a hacer su voluntad.

¿Cómo ve esa espiritualidad hoy el sufriente mundo obrero y del trabajo?
¡Qué bien calificas el mundo obrero cuando lo calificas de sufriente! Este mundo en lo más profundo de su corazón pide trabajo y pide que ese trabajo sea digno, lo que pasa es, por desgracia, que se tiene que conformar con las migajas que le concede la organización actual del trabajo con su legislación y práctica cada vez más deshumanizante.

La Oración a Jesús obrero es un grito a favor de lo mejor que un obrero lleva dentro de sí: dignidad, justicia, honradez y en contra de tanta precariedad, alienación y sumisión a las que se ve obligado a aceptar y que, incluso, llega a ver como normal. La fe en el Señor Jesús, obrero de Nazaret, lleva desde la deshumanización a la dignidad.

Dice el papa Francisco que la oración, rezar, tiene dos actitudes: de necesidad y de seguridad de que Dios, en sus tiempos y en sus formas, la atenderá, ¿el libro «enseña» a ver esas actitudes?
Y nuestra Oración resalta esas dos actitudes de forma clara. En cuanto a la necesidad, es una oración de petición porque suplicamos, refiriéndonos a Jesús obrero, «pensar como tú, trabajar contigo y vivir en ti», seguimos pidiendo que su Reino «sea un hecho» en todos nuestros lugares de trabajo, que «los militantes que sufren desaliento permanezcan en tu amor» y finalmente que «los obreros muertos en el campo de honor del trabajo y de la lucha descansen en paz». ¡Qué más y qué mejor se puede pedir!

En cuanto a la seguridad en Dios, es una oración de confianza ilimitada en Dios desde el principio hasta el final en el sentido más profundo de la expresión porque no hacemos otra cosa nada más que ofrecernos por entero, desear identificarnos con el Obrero de Nazaret, parecernos y permanecer en él en las circunstancias más difíciles, amarlo con todo nuestro corazón y servirlo con todas nuestras fuerzas.

En definitiva es una oración de total confianza en Dios al estilo que nos propone el papa Francisco, al que, por cierto, cito multitud de veces.

¿Cuál es el origen de La Oración a Jesús obrero? ¿Qué relación tiene para que la HOAC y sus militantes la hayan hecho suya?
He preguntado con mucho interés por el creador de la Oración a Jesús obrero pero, que yo sepa, no se sabe con certeza. Lo importante es que sea una oración de toda la Iglesia y para toda la Iglesia.

Parece que Guillermo Rovirosa la tradujo y adaptó de la Juventud Obrera Cristiana de Bélgica. Desde luego, tiene el sello del primer militante de la HOAC y, sin duda, será más provechosa al lado de algunas de las suyas. Por eso en el libro introduzco oraciones de Rovirosa.

¿Cuáles son sus principales notas o características?
A lo largo del librito voy subrayando algunas de ellas, pero, en un momento determinado, afirmo y desarrollo que esta oración, en la línea de las grandes oraciones cristianas, tiene estas notas: Es una escuela de bondad; hospital donde se curan las heridas; motor para la acción; óptimo descanso; nos hace profundizar en las personas y la realidad, obtiene avances en la dirección del Reino y, citando a Tomás Malagón, digo que es la primera obligación del cristiano.

En el capítulo 4, cuando ofrecemos el trabajo ¿a qué trabajo te refieres? ¿Y qué pueden ofrecer quienes no lo tienen por jubilación o por desempleo?
Es uno de los capítulos más desarrollados porque el trabajo es nuestro ambiente normal. Nuestro…, y del resto de los mortales. Voy hablando del trabajo como vocación, don, realización humana, identificación con Cristo Obrero…Y lógicamente introduzco en este ambiente del trabajo a los jubilados y jubiladas que no hacen otra cosa nada más que trabajar incluso más que antes: en la casa, con los nietos, en las asociaciones sociales y humanitarias, parroquias…

Y también hablo del trabajo de los parados. Ésta es la oración del «sin trabajo» en palabras del papa Francisco: trabajo, trabajo, trabajo. La va repitiendo, a veces, con rabia, cuando tantas veces entrega su currículo, cuando se encuentra solo y perplejo, cuando se desespera de tanto esperar, cuando le hablan de la posibilidad de encontrarlo, cuando se ve obligado a pedir limosna para comer, cuando recorre el polígono empresarial, cuando…

En el prólogo, el obispo Luis Ángel, relata cómo reza la Oración a Jesús obrero. ¿Lo esperabas? ¿Qué te ha parecido?
Sencillamente me ha impresionado. No me esperaba una cosa así. De verdad. No me lo esperaba. Y al ir leyendo cómo Luis Ángel reza la oración me llené de entusiasmo y alegría y también llenó de luz los muchos años que he rezado yo y que seguiré rezando nuestra Oración.

Di gracias a Dios por nuestro querido obispo y llevé este prólogo a mis amigos los claretianos de Granada (Luis Ángel es claretiano). La verdad es que es un gran gozo leer cómo él reza la Oración sintiéndose obrero, parado, explotado y miembro del campo de honor del trabajo y de la lucha.

También se incorporan textos de experiencias y emociones de militantes en el mundo obrero y del trabajo que desde la misma oración, rezan de forma tan diversamente y hacen vida…
Esta incorporación también me emocionó y es otro gran acierto su inclusión. Yo no ceso de mostrar mi agradecimiento a todos vosotros y vosotras que rezáis y lucháis gratuitamente sin esperar puestos de honor, ni dinero ni prestigio porque ya habéis recibido vuestra recompensa con creces, ya que el Señor Jesús os ha colmado de dignidad obrera y cristiana. ¿Qué más se os puede dar? Vuestra oración no es una cosa y la vida otra, no. Cada reunión, pequeña lucha, oración, «cada día es para vosotros una nueva creación del universo» como bien señalaba Guillermo Rovirosa.

¿Si hoy alguien se propusiera elaborar una oración a Jesús obrero, sin conocer ésta, crees que cambiaría mucho su formulación?
Lo tiene difícil porque la Oración a Jesús obrero es una gran oración de acción de gracias, ofrecimiento y petición en el sentido más evangélico y en la línea de las oraciones de la mejor tradición de la Iglesia. De lo que se trata, más bien, es de dejar que Dios la escriba en nuestra existencia y de que nosotros libremente lo dejemos escribir.

faldon portada y sumario

tantoportanpoco560-05

faldonsumario2-02

Un estilo comunicativo abierto y marcado por la lógica de la buena noticia

Iglesia

Un estilo comunicativo abierto y marcado por la lógica de la buena noticia

24 enero 2017

Mensaje del papa Francisco para la 51 Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales 2017.

«No temas, que yo estoy contigo» (Is 43,5)
Comunicar esperanza y confianza en nuestros tiempos.

Gracias al desarrollo tecnológico, el acceso a los medios de comunicación es tal que muchísimos individuos tienen la posibilidad de compartir inmediatamente noticias y de difundirlas de manera capilar. Estas noticias pueden ser bonitas o feas, verdaderas o falsas. Nuestros padres en la fe ya hablaban de la mente humana como de una piedra de molino que, movida por el agua, no se puede detener. Sin embargo, quien se encarga del molino tiene la posibilidad de decidir si moler trigo o cizaña. La mente del hombre está siempre en acción y no puede dejar de «moler» lo que recibe, pero está en nosotros decidir qué material le ofrecemos. (cf. Casiano el Romano, Carta a Leoncio Igumeno).

Me gustaría con este mensaje llegar y animar a todos los que, tanto en el ámbito profesional como en el de las relaciones personales, «muelen» cada día mucha información para ofrecer un pan tierno y bueno a todos los que se alimentan de los frutos de su comunicación. Quisiera exhortar a todos a una comunicación constructiva que, rechazando los prejuicios contra los demás, fomente una cultura del encuentro que ayude a mirar la realidad con auténtica confianza.

Creo que es necesario romper el círculo vicioso de la angustia y frenar la espiral del miedo, fruto de esa costumbre de centrarse en las «malas noticias» (guerras, terrorismo, escándalos y cualquier tipo de frustración en el acontecer humano). Ciertamente, no se trata de favorecer una desinformación en la que se ignore el drama del sufrimiento, ni de caer en un optimismo ingenuo que no se deja afectar por el escándalo del mal. Quisiera, por el contrario, que todos tratemos de superar ese sentimiento de disgusto y de resignación que con frecuencia se apodera de nosotros, arrojándonos en la apatía, generando miedos o dándonos la impresión de que no se puede frenar el mal. Además, en un sistema comunicativo donde reina la lógica según la cual para que una noticia sea buena ha de causar un impacto, y donde fácilmente se hace espectáculo del drama del dolor y del misterio del mal, se puede caer en la tentación de adormecer la propia conciencia o de caer en la desesperación.

Por lo tanto, quisiera contribuir a la búsqueda de un estilo comunicativo abierto y creativo, que no dé todo el protagonismo al mal, sino que trate de mostrar las posibles soluciones, favoreciendo una actitud activa y responsable en las personas a las cuales va dirigida la noticia. Invito a todos a ofrecer a los hombres y a las mujeres de nuestro tiempo narraciones marcadas por la lógica de la «buena noticia».

La buena noticia

La vida del hombre no es sólo una crónica aséptica de acontecimientos, sino que es historia, una historia que espera ser narrada mediante la elección de una clave interpretativa que sepa seleccionar y recoger los datos más importantes. La realidad, en sí misma, no tiene un significado unívoco. Todo depende de la mirada con la cual es percibida, del «cristal» con el que decidimos mirarla: cambiando las lentes, también la realidad se nos presenta distinta.  Entonces, ¿qué hacer para leer la realidad con «las lentes» adecuadas?

Para los cristianos, las lentes que nos permiten descifrar la realidad no pueden ser otras que las de la buena noticia, partiendo de la «Buena Nueva» por excelencia: el «Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios» (Mc 1, 1). Con estas palabras comienza el evangelista Marcos su narración, anunciando la «buena noticia» que se refiere a Jesús, pero más que una información sobre Jesús, se trata de la buena noticia que es Jesús mismo. En efecto, leyendo las páginas del Evangelio se descubre que el título de la obra corresponde a su contenido y, sobre todo, que ese contenido es la persona misma de Jesús.

Esta buena noticia, que es Jesús mismo, no es buena porque esté exenta de sufrimiento, sino porque contempla el sufrimiento en una perspectiva más amplia, como parte integrante de su amor por el Padre y por la humanidad. En Cristo, Dios se ha hecho solidario con cualquier situación humana, revelándonos que no estamos solos, porque tenemos un Padre que nunca olvida a sus hijos. «No temas, que yo estoy contigo» (Is 43, 5): es la palabra consoladora de un Dios que se implica desde siempre en la historia de su pueblo. Con esta promesa: «estoy contigo», Dios asume, en su Hijo amado, toda nuestra debilidad hasta morir como nosotros. En Él también las tinieblas y la muerte se hacen lugar de comunión con la Luz y la Vida. Precisamente aquí, en el lugar donde la vida experimenta la amargura del fracaso, nace una esperanza al alcance de todos. Se trata de una esperanza que no defrauda ―porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones (cf. Rm 5, 5)― y que hace que la vida nueva brote como la planta que crece de la semilla enterrada. Bajo esta luz, cada nuevo drama que sucede en la historia del mundo se convierte también en el escenario para una posible buena noticia, desde el momento en que el amor logra encontrar siempre el camino de la proximidad y suscita corazones capaces de conmoverse, rostros capaces de no desmoronarse, manos listas para construir.

La confianza en la semilla del Reino

Para iniciar a sus discípulos y a la multitud en esta mentalidad evangélica, y entregarles «las gafas» adecuadas con las que acercarse a la lógica del amor que muere y resucita, Jesús recurría a las parábolas, en las que el Reino de Dios se compara, a menudo, con la semilla que desata su fuerza vital justo cuando muere en la tierra (cf. Mc 4, 1-34). Recurrir a imágenes y metáforas para comunicar la humilde potencia del Reino, no es un manera de restarle importancia y urgencia, sino una forma misericordiosa para dejar a quien escucha el «espacio» de libertad para acogerla y referirla incluso a sí mismo. Además, es el camino privilegiado para expresar la inmensa dignidad del misterio pascual, dejando que sean las imágenes ―más que los conceptos― las que comuniquen la paradójica belleza de la vida nueva en Cristo, donde las hostilidades y la cruz no impiden, sino que cumplen la salvación de Dios, donde la debilidad es más fuerte que toda potencia humana, donde el fracaso puede ser el preludio del cumplimiento más grande de todas las cosas en el amor. En efecto, así es como madura y se profundiza la esperanza del Reino de Dios: «Como un hombre que echa el grano en la tierra; duerma o se levante, de noche o de día, el grano brota y crece» (Mc 4, 26-27).

El Reino de Dios está ya entre nosotros, como una semilla oculta a una mirada superficial y cuyo crecimiento tiene lugar en el silencio. Quien tiene los ojos límpidos por la gracia del Espíritu Santo lo ve brotar y no deja que la cizaña, que siempre está presente, le robe la alegría del Reino.

Los horizontes del Espíritu   

La esperanza fundada sobre la buena noticia que es Jesús nos hace elevar la mirada y nos impulsa a contemplarlo en el marco litúrgico de la fiesta de la Ascensión. Aunque parece que el Señor se aleja de nosotros, en realidad, se ensanchan los horizontes de la esperanza. En efecto, en Cristo, que eleva nuestra humanidad hasta el Cielo, cada hombre y cada mujer puede tener la plena libertad de «entrar en el santuario en virtud de la sangre de Jesús, por este camino nuevo y vivo, inaugurado por él para nosotros, a través del velo, es decir, de su propia carne» (Hb 10, 19-20). Por medio de «la fuerza del Espíritu Santo» podemos ser «testigos» y comunicadores de una humanidad nueva, redimida, «hasta los confines de la tierra» (cf. Hb 1, 7-8).

La confianza en la semilla del Reino de Dios y en la lógica de la Pascua configura también nuestra manera de comunicar. Esa confianza nos hace capaces de trabajar ―en las múltiples formas en que se lleva a cabo hoy la comunicación― con la convicción de que es posible descubrir e iluminar la buena noticia presente en la realidad de cada historia y en el rostro de cada persona.

Quien se deja guiar con fe por el Espíritu Santo es capaz de discernir en cada acontecimiento lo que ocurre entre Dios y la humanidad, reconociendo cómo él mismo, en el escenario dramático de este mundo, está tejiendo la trama de una historia de salvación. El hilo con el que se teje esta historia sacra es la esperanza y su tejedor no es otro que el Espíritu Consolador. La esperanza es la más humilde de las virtudes, porque permanece escondida en los pliegues de la vida, pero es similar a la levadura que hace fermentar toda la masa. Nosotros la alimentamos leyendo de nuevo la Buena Nueva, ese Evangelio que ha sido muchas veces «reeditado» en las vidas de los santos, hombres y mujeres convertidos en iconos del amor de Dios. También hoy el Espíritu siembra en nosotros el deseo del Reino, a través de muchos «canales» vivientes, a través de las personas que se dejan conducir por la Buena Nueva en medio del drama de la historia, y son como faros en la oscuridad de este mundo, que iluminan el camino y abren nuevos senderos de confianza y esperanza.

Vaticano, 24 de enero de 2017

FirmaPapaFrancisco.svg

Revista TU!

Acceso a la suscripción.
■ Edición digital www.hoac.es/tu

Nuevo libro

Ultimo cuaderno

Redes Sociales

Instagram


© 2024 HOAC.

| Diseño original | DET | Adaptación de ACF | Desarrollado con WordPress | CM/Admo