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Viñeta | El anticristo

Colaboraciones

Viñeta | El anticristo

21 diciembre 2017

En la revista Noticias Obreras de diciembre publicamos la viñeta de Chipola. Acompaña e ilustra el tema del mes «De Populorum progressio a Laudato si’».

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¡Tú! | Así lo vemos

Editoriales

¡Tú! | Así lo vemos

15 diciembre 2017

Los principales dirigentes del sindicalismo mundial y de la Organización Internacional del Trabajo se dieron cita, a finales de noviembre, con los responsables actuales de la Iglesia, en el Encuentro Internacional de Organizaciones Sindicales, organizado en el Vaticano por el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, y con el apoyo expreso del papa Francisco. Volviendo la mirada al pensamiento social de la Iglesia, han compartido la preocupación por el trabajo humano decente, como clave del desarrollo integral, inclusivo y sostenible, ante una globalización que no encuentra «quicio, desarrollo justo y equilibrado, gobierno responsable y una cultura renovada por el encuentro y la solidaridad».

Precisamente, la encíclica Laudato si’ de Francisco, sobre la que pivota su pontificado, llama a todos los actores sociales y agentes políticos a «revertir los actuales estilos de crecimiento económicos», sin olvidar que «sigue siendo prioritario el acceso al trabajo por parte de todos». De hecho, en la actualidad resulta prioritario respetar «la centralidad de la persona y del trabajo como estructurador de la identidad personal y colectiva y de una vida buena en sociedad».

En esta tarea, las organizaciones sindicales «están llamadas a tener un papel protagonista» para recuperar el valor y el sentido de la dignidad del trabajo humano. La Iglesia ofrece su enseñanza social, siempre abierta al contraste de las novedades de cada época histórica con la verdad perenne del ser humano, como fuente de inspiración, guía para la acción e invitación a seguir recreando, renovando e innovando conjuntamente caminos hacia una sociedad más justa.

Liberamos el número completo del ¡TÚ! de diciembre de 2017: Los sindicatos en el pontificado de Francisco.

Accede a números anteriores del ¡Tú! en el apartado de Publicaciones/¡Tú!

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Noticias Obreras | ¿Por qué el mundo del trabajo sigue siendo la clave del desarrollo? #EIOSVAT

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Noticias Obreras | ¿Por qué el mundo del trabajo sigue siendo la clave del desarrollo? #EIOSVAT

01 diciembre 2017

Presento el sumario de contenidos y portada de la revista Noticias Obreras, una mirada cristiana del trabajo humano y el bien común, de diciembre de 2017 (número 1.601, con el que despedimos el año). Las palabras claves son: #sindicatos, #papa_Francisco, #Europa, #precariedad, #globalización #democracia y #economía_social.

Secciones abiertas al diálogo y la participaciónNNOO digital

Editorial • Repensar Europa. Hay una tarea urgente para las instituciones europeas: recuperar la política y las instituciones, para que estén al servicio de las personas y el bien común. El editorial se publicará en la web y en las redes sociales el próximo 14 de diciembre. Te animamos a su valoración y a compartirlo con la etiqueta #editorial1601. Si lo prefieres, puedes hacer llegar tu opinión a participacion@noticiasobreras.es

Tema del Mes • De Populorum progressio a Laudato si’. El Vaticano, a través del Dicasterio que dirige el cardenal Turkson y con el deseo expreso del papa Francisco, se ha citado con los sindicatos del mundo para analizar los retos, especialmente los del mundo del trabajo, que tiene el mundo ante sí, para abrir un diálogo e incorporar el pensamiento social de la Iglesia. Ilustrado por la viñeta de Chipola. En esta sección, nos ponemos a la escucha. Puedes hacer tus aportaciones al tema a través de las redes sociales con la etiqueta #TM1601 o al correo participacion@noticiasobreras.es.

Documentos del Encuentro • Declaración final y Mensaje de papa Francisco. Toda la información disponible en #EIOSVAT.

Secciones y colaboraciones destacadas

Mensaje de Navidad • En un lugar «escondido»Fernando Díaz Abajo reflexiona sobre la Navidad para acabar bien el año 2017.

Lectores / lectoras • Tu apoyo es fundamental #Tantoxtanpoco. Pedimos apoyo para extender el proyecto de la revista, que mantiene las mismas modalidades y precios de suscripción del año anterior.

Vidas precarias • «Soy hija de Dios y eso nadie me lo va a quitar». Charo ha trabajado durante 14 años como camarera de piso en un hotel, soportando unas condiciones laborales precarias y muy duras, que han afectado a su salud y a sus relaciones sociales y familiares. Por Elena Moreno.

Iglesia • Promover el empleo digno para las personas más vulnerables. Cáritas Española lleva años trabajando en el ámbito de la generación y búsqueda de empleo desde hace más de 30 años. Una larga experiencia concretada en proyectos y acciones dirigidas a las personas más vulnerables. Por Paco Cristóbal, de Cáritas Española.

Entrevista • Antón Costas, economista: «Hay que volver a vincular la economía con el progreso social y la democracia». El expresidente del Cercle d’Economia ha escrito El final del desconcierto. Un nuevo contrato social para que España funcione, donde propone un giro a la política social y económica de las últimas décadas. Por José Luis Palacios.

Laboral • Nuevas medidas para potenciar el trabajo autónomo. ¿Es el reforzamiento de medidas legales del trabajo autónomo la solución al problema del desempleo en España?. Por Eduardo Rojo, profesor de derecho.

GlobalizAcción •  Codo a codo con los trabajadores del surMilagros Villamarín, responsable de compromiso de la HOAC, nos resume la actividad y proyectos financiados en 2017 por el Fodo de Solidaridad Internacional (FSI) de la HOAC.

Cultura • El principio de bondad.  Pino Trejo, de la HOAC de Canarias, reflexiona sobre los derechos humanos y la necesidad de reivindicarlos frente a un mundo escéptico.

Economía • Cambiar la mentalidad de la empresa y del comprador para generar empleos remunerados. En los dos últimos años hemos observado una creación neta de trabajos remunerados y una reducción sustancial del número de desempleados, sin embargo, analizando a fondo los datos, el optimismo se enfría un poco. Por Enrique Lluch, profesor de economía.

Política • La realidad oculta(da). Los partidos políticos y los medios de comunicación más representativos del país parecen vivir una realidad paralela a la de millones de personas hastiadas por la sobredosis de información sobre Cataluña. Por Javier Madrazo, profesor de filosofía.

Otra vida familiar es posible • «Ponedlo por obra y el Dios de la paz estará con vosotros». Mari Martel, de la HOAC de Canarias, nos relata su experiencia en una familia numerosa que conjuga con la evangelización del mundo obrero.

Libros • Cuando el cristianismo era joven. La responsable de difusión de la HOAC, Teresa García, reseña el nuevo libro publicado por Ediciones HOAC: Cuando el cristianismo era joven.

Noticias Obreras recoge dos colaboraciones de Miguel Cruz: en la sección El trabajo es para la vida con el artículo: Reconocer a las víctimas del amianto; y en Política contamos con su viñeta IndependenciaAraceli Caballero, en El cuidado de la creación, con Preguntas (im)pertinentes; Francisco Porcar escribe en La Mundialización: Trabajo infantil; Jesús Espeja en El Termómetro con Justicia y compasión; Àlvar Miralles escribe en El Evangelio en tu vida el artículo: Dos meditaciones y una oración;  Iñaki Lancelot, en Cine, con 2017, San Sebastián y «Handia»;  José María Toro escribe Todo depende del color del cristal con el que se mira, en Dos Minutos y Presen Pérez escribe Ya no importan los versos esta noche en La oración de cada día.

Este número de Noticias Obreras incluye también el índice artículos publicados a lo largo del año 2017.

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Declaración final del Encuentro Internacional de Organizaciones Sindicales #EIOSVAT #VaticanLabor17

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Declaración final del Encuentro Internacional de Organizaciones Sindicales #EIOSVAT #VaticanLabor17

27 noviembre 2017

EL TRABAJO Y LAS ORGANIZACIONES DE TRABAJADORES EN EL CENTRO DE UN DESARROLLO INTEGRAL Y SOSTENIBLE

1. El encuentro de organizaciones sindicales convocado por el Dicasterio para la Promoción del Desarrollo Humano Integral, abre nuevas y esperanzadoras perspectivas para la reflexión y la contribución compartida de los movimientos de trabajadores a las sociedades contemporáneas.

2. Su desarrollo ha estado basado en un análisis desde las diferentes regiones del mundo hoy, desde la realidad de los trabajadores, las ciencias sociales, los estándares internacionales, el Evangelio y la Doctrina Social de la Iglesia, desde la Rerum novarum a la Laudato si’.

3. Este encuentro ha hecho posible identificar, que el actual modelo de globalización ha fallado a la gente trabajadora y ha resultado en niveles históricos de desigualdad, que combinados con la digitalización y el cambio climático, presenta numerosos aspectos preocupantes. Entre ellos el debilitamiento de la legislación laboral y las regulaciones de los gobiernos, el comercio injusto, la financiarización de la economía y la fe ciega en la tecnología como una solución a los problemas de la organización social. El incremento de la robotización, el individualismo, la desigualdad, la precariedad, el desempleo masivo, la pobreza y el fenómeno de la exclusión y el descarte de las personas están poniendo la “casa común” en riesgo. Estas tendencias presentan serios desafíos tanto para los actores sociales como institucionales y en particular para el mundo del trabajo.

4. Ha hecho posible identificar la riqueza de la Doctrina Social de la Iglesia, que reafirma la centralidad de la persona humana y el derecho al trabajo decente con el reconocimiento, la promoción y la defensa de los estándares de trabajo universales en el modelo de desarrollo; el patrimonio cultural de los pueblos; la prioridad del trabajo sobre el capital y las finanzas; el destino universal de los bienes y la consecuente hipoteca social que pende sobre ellos; la consideración de las innovaciones científico-tecnológicas como un producto del trabajo colectivo de generaciones; el papel estratégico de las organizaciones sindicales mediante el diálogo social y la negociación colectiva en la construcción de sociedades más justas y económicamente robustas, la cooperación y la solidaridad entre las naciones como el fundamento para un mundo en paz.

5. Ha hecho posible también visualizar la continuidad de las instituciones y las organizaciones de cuidado y protección de los trabajadores que son una estructura esencial para la construcción de sociedades más democráticas, participativas e inclusivas, basadas en los valores de la colaboración, el trabajo en red, la unidad, la solidaridad y la organización.

6. Los sindicatos han jugado siempre un papel crucial por la defensa de la dignidad humana. La libertad de asociación, el derecho a organizarse, la negociación colectiva y la acción colectiva son derechos humanos fundamentales y al mismo tiempo una precondición para los demás derechos humanos. Las organizaciones sindicales tienen un papel de liderazgo  en la construcción de nuevos modelos de desarrollo ambiental, económico, social e integral, y en la promoción de nueva vías de trabajo. El trabajo precario debe ser eliminado. Para sacar provecho de las oportunidades de las cuatro revoluciones industriales se requiere una transición justa que incluya la educación y el aprendizaje a lo largo de toda la vida y la profundización de la democracia en la empresa. Los gobiernos deben asegurar las condiciones para el pleno empleo, el trabajo decente que incluya puestos de trabajo seguros basados en la salud ocupacional y el derecho a la salud, el respeto por los derecho humanos y del trabajo y la lucha contra cualquier forma de discriminación.

7. La movilidad humana es uno de los desafíos más serios de nuestra época. Millones de mujeres, hombres y niños son forzados a abandonar sus hogares y familias a causa de las guerras, el hambre y la pobreza. Los sindicatos deben comprometerse con la provisión de puertos y refugios seguros y la igualdad de trato para refugiados, migrantes –documentados e indocumentados– los desplazados y los demandantes de asilo. Todos necesitan ser bienvenidos en la sociedad y en el mundo del trabajo, incluso a través del completo reconocimiento de sus derechos humanos y laborales. Los sindicatos reconocen el papel del diálogo interreligioso como clave para promover la inclusión, la solidaridad y la justicia social.

8. Es esencial avanzar hacia otro paradigma ético que sobrepase el tecnocrático dominante (económico, financiero y tecnológico), que permita un desarrollo basado en los derechos, integral, inclusivo y sostenible, construido sobre la realidad de cada país y región, y sitúe en su centro el trabajo y los sindicatos de los trabajadores, como una piedra angular para una sociedad igual y justa. Esto supone el respeto incondicional por el trabajo decente, estructurando la identidad personal y colectiva en un modelo de desarrollo que combine el crecimiento sostenible y la justicia social. Todos los empleadores, incluidos los directivos de las compañías multinacionales, deben estar totalmente comprometidos en la creación de una verdadera economía social de mercado, con el imperativo de reorientar el propósito moral hacia el respeto de los derecho humanos y de los trabajadores, la plena implementación de los estándares de la OIT, y para servir al desarrollo y una cohesión más fuerte de las comunidades. Esto requiere enfrentar los problemas de los que sufren una mayor discriminación en el acceso al trabajo decente, como son las personas con diferente capacidad, migrantes, refugiados, mujeres, jóvenes. Esto significa confrontar cualquier discriminación en el mundo del trabajo, ya sea social, indígena, geográfica, física, étnica, sexual o generacional y subrayar el rechazo al trabajo infantil, el trabajo forzado en todas sus formas y el impacto de la esclavitud histórica o moderna y del racismo, incluido el racismo sistémico, para asegurar igual dignidad y respeto para todos los seres humanos. Esto es esencial para asegurar la igualdad de las mujeres, su derecho al trabajo  y a igual remuneración y su derecho a estar libres de cualquier clase de violencia ya sea sexual o física.

Las organizaciones sindicales reconocen la importancia y la necesidad de la solidaridad y del dialogo inter e intrageneracionales.

Debe existir la garantía de los servicios públicos vitales, incluyendo una educación de calidad libre y gratuita, salud y apoyo para los sin techo. La protección social universal es también esencial y debe incluir el cuidado, en particular el cuidado a los niños y el cuidado a los mayores, pensiones e ingresos para los desempleados. La evasión fiscal socava  los servicios públicos y la protección social y debe ser eliminada.

Por esta razón la Laudato si’ debe convertirse en una referencia y una inspiración concreta para una acción que sostenga una perspectiva de cuidado de la “casa común” y promueva esta clase de desarrollo a través de la negociación colectiva y del diálogo social, y la negociación de una transición justa con justicia social para todos.

9. Los acuerdos firmados por los gobiernos con la Agenda 2030, Objetivos de Desarrollo Sostenible y los Acuerdos de París sobre el cambio climático coinciden con los objetivo de la Laudato si’. La comisión de la OIT sobre el futuro del trabajo debe mirar más allá de la tecnología y reconocer el aliento del trabajo doméstico, rural, industrial y de servicios para cumplir las expectativas de estos documentos. Las recomendaciones deben tener visión de futuro e incluir propuestas de nuevos estándares necesarios para afrontar los desafíos emergentes en el mundo del trabajo.

10. Reconocer los niveles históricos de desigualdad producidos por un modelo que alimenta la codicia de las empresas y promueve los bajos salarios. Es esencial una campaña global sobre los salarios de las organizaciones sindicales para asegurar que ningún trabajador es pagado por debajo del sueldo mínimo vital que asegure que la gente pueda vivir con dignidad. Es esencial que los empleadores respeten el derecho a la negociación colectiva de un salario justo y que reestablezca un correcto equilibrio entre el tiempo de trabajo y el tiempo de familia, incluyendo los beneficios de un día libre compartido.

La lucha contra la pobreza y la exclusión necesita el compromiso de todas las organizaciones que deseen trabajar por el cuidado y la protección de sus miembros en la lucha por la justicia, debe incluir a los más vulnerables del mundo del trabajo, y debe luchar contra todo tipo de corrupción.

11. En el contexto de un mundo en problemas, el compromiso de las organizaciones de trabajadores con la paz en un mundo libre de armas nucleares, y la adopción del paradigma de acción política no violenta propuesta por el papa Francisco en el Día Mundial de la Paz de 2017 es particularmente importante. El conflicto y la división destruye la confianza en las instituciones y cada vez más las democracias. Las políticas del extremismo, incluyendo la xenofobia, el racismo y todas las formas de exclusión deben ser rechazadas para que podamos conseguir el bien común.

12. La presencia de organizaciones de todo el mundo, de todas las regiones y de un gran número de naciones hace que sea urgente tener acciones coordinadas y articuladas a nivel global y regional de los movimientos de los trabajadores. Por esto, la defensa y la promoción de las libertades sindicales y los derechos que son uno de los pilares básicos de la coexistencia democrática y la construcción de una agenda social proactiva e inclusiva son esenciales.

Hacemos un llamamiento a los intelectuales, a los líderes de los negocios,  a los empleadores, a las organizaciones de la sociedad civil, a las organizaciones internacionales y especialmente a los gobiernos de las naciones a hacerse cargo de los desafíos y de las oportunidades y actuar en solidaridad para un desarrollo integral, inclusivo y sostenible. Con “trabajo, tierra y casa para todos”.

Mensaje del papa Francisco al Encuentro Internacional de Organizaciones Sindicales

Iglesia

Mensaje del papa Francisco al Encuentro Internacional de Organizaciones Sindicales

24 noviembre 2017

Venerable Hermano
Señor Cardenal Peter K.A. Turkson
Prefecto del Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral

En estos días, los representantes de diversas organizaciones sindicales y movimientos de trabajadores se han reunido en Roma, convocados por el Dicasterio para el Servicio Humano Integral, para reflexionar y debatir sobre el tema «De Populorum Progressio a Laudato Si’. El trabajo y el movimiento de los trabajadores en el centro del desarrollo humano integral, sostenible y solidario». Doy las gracias a Vuestra Eminencia y a los colaboradores, asimismo saludo con afecto a todos ustedes.

El Beato Pablo VI en su encíclica Populorum Progressio decía que «el desarrollo [humano] no se reduce al simple crecimiento económico. Para ser auténtico, debe ser integral», es decir, promover toda la integridad de la persona, y también a todas las personas y pueblos.[1] Y dado que «la persona florece en el trabajo»,[2] la Doctrina Social de la Iglesia ha enfatizado, en repetidas ocasiones, que ésta no es una cuestión entre tantas, sino más bien la «clave esencial» de toda la cuestión social.[3] En efecto, el trabajo «condiciona no sólo el desarrollo económico, sino también el cultural y moral de las personas, de la familia, de la sociedad».[4]

Como base del florecimiento humano, el trabajo es clave para el desarrollo espiritual. Según la tradición cristiana, éste es más que una simple labor; es, sobre todo, una misión. Colaboramos con la obra creadora de Dios, cuando por medio de nuestro obrar cultivamos y custodiamos la creación (cf. Gn 2,15);[5] participamos, en el Espíritu de Jesús, de su misión redentora, cuando mediante nuestra actividad alimentamos a nuestras familias y atendemos las necesidades de nuestro prójimo. Jesús, quien «dedicó la mayor parte de su vida terrena a la actividad manual junto al banco del carpintero»[6] y consagró su ministerio público a liberar a personas de enfermedades, sufrimientos y de la muerte misma,[7] nos invita a seguir sus pasos a través del trabajo. De este modo, «cada trabajador es la mano de Cristo que continúa creando y haciendo el bien».[8]

El trabajo, además de ser esencial para el florecimiento de la persona, es también la clave para el desarrollo social. «Trabajar con otros y para otros»,[9] y el fruto de este hacer «es ocasión de intercambio, de relaciones, y de encuentro».[10] Cada día, millones de personas cooperan al desarrollo a través de sus actividades manuales o intelectuales, en grandes urbes o en zonas rurales, con tareas sofisticadas o sencillas. Todas son expresión de un amor concreto para la promoción del bien común, de un amor civil.[11]

El trabajo no puede considerarse como una mercancía ni un mero instrumento en la cadena productiva de bienes y servicios,[12] sino que, al ser primordial para el desarrollo, tiene preferencia sobre cualquier otro factor de producción, incluyendo al capital.[13] De allí el imperativo ético de «preservar las fuentes de trabajo»,[14] de crear otras nuevas a medida que aumenta la rentabilidad económica,[15] como también se necesita garantizar la dignidad del mismo.[16]

Sin embargo, tal como lo advirtió Pablo VI, no hay que exagerar la mística del trabajo. La persona «no es sólo trabajo»; hay otras necesidades humanas que necesitamos cultivar y atender, como la familia, los amigos y el descanso.[17] Es importante, pues, recordar que cualquier tarea debe estar al servicio de la persona, y no la persona al servicio de esta,[18] lo cual implica que debemos cuestionar las estructuras que dañan o explotan a personas, familias, sociedades o a nuestra madre tierra.

Cuando el modelo de desarrollo económico se basa solamente en el aspecto material de la persona, o cuando beneficia sólo a algunos, o cuando daña el medio ambiente, genera un clamor, tanto de los pobres como de la tierra, que «nos reclama otro rumbo».[19] Este rumbo, para ser sostenible, necesita colocar en el centro del desarrollo a la persona y al trabajo, pero integrando la problemática laboral con la ambiental. Todo está interconectado, y debemos responder de modo integral.[20]

Una contribución válida a dicha respuesta integral por parte de los trabajadores, es mostrar al mundo lo que ustedes bien conocen: la conexión entre las tres «T»: tierra, techo y trabajo.[21] No queremos un sistema de desarrollo económico que fomente gente desempleada, ni sin techo, ni desterrada. Los frutos de la tierra y del trabajo son para todos,[22] y «deben llegar a todos de forma justa».[23] Este tema adquiere relevancia especial en relación con la propiedad de la tierra, tanto en zonas rurales como urbanas, y con las normas jurídicas que garantizan el acceso a la misma.[24] Y en este asunto el criterio de justicia por excelencia, es el destino universal de los bienes, cuyo «derecho universal a su uso» es «principio fundamental de todo el ordenamiento ético-social».[25]

Es pertinente recordar esto hoy, cuando celebraremos dentro de poco el septuagésimo aniversario de la Declaración Universal de Derechos Humanos, y también cuando los derechos económicos, sociales y culturales deben percibirse con mayor fuerza. Pero la promoción y defensa de tales derechos no puede realizarse a costa de la tierra y de las generaciones futuras. La interdependencia entre lo laboral y lo ambiental nos obliga a replantearnos la clase de tareas que queremos promover en el futuro y las que necesitan reemplazarse o relocalizarse, como pueden ser a modo de ejemplo, las actividades de la industria de combustibles fósiles contaminantes. Es imperioso una transferencia de la industria energética actual a una más renovable para cuidar nuestra madre tierra. Pero es injusto que dicha transferencia sea pagada con el trabajo y el techo de los más necesitados. Es decir, el costo de extraer energía de la tierra, bien común universal, no puede recaer sobre los trabajadores y sus familias. Los sindicatos y movimientos, que saben de la conexión entre trabajo, techo y tierra, tienen la obligación de aportar al respecto.

Otra contribución importante de los trabajadores para el desarrollo sustentable, es la de resaltar otra triple conexión, un segundo juego de tres «T»: esta vez entre trabajo, tiempo y tecnología. En cuanto al tiempo, sabemos que la «continua aceleración de los cambios» y la «intensificación de ritmos de vida y de trabajo», que algunos llaman «rapidación», no colaboran con el desarrollo sostenible ni con la calidad del mismo.[26] También sabemos que la tecnología, de la cual recibimos tantos beneficios y oportunidades, puede obstaculizar el desarrollo sustentable cuando está asociada a un paradigma de poder, dominio y manipulación.[27]

En el contexto actual, conocido como la cuarta revolución industrial, caracterizado por esta rapidación y la refinada tecnología digital, la robótica, y la inteligencia artificial,[28] el mundo necesita de voces como la de ustedes. Son los trabajadores quienes, en su lucha por la jornada laboral justa, han aprendido a enfrentarse con una mentalidad utilitarista, cortoplacista, y manipuladora. Para esta mentalidad, no interesa si hay degradación social o ambiental; no interesa qué se usa y qué se descarta; no interesa si hay trabajo forzado de niños o si se contamina el río de una ciudad. Sólo importa la ganancia inmediata. Todo se justifica en función del dios dinero.[29] Dado que muchos de ustedes han contribuido a combatir esta patología en el pasado, se encuentran hoy muy bien posicionados para corregirla en el futuro. Les ruego que aborden esta difícil temática y que nos muestren, desde su misión profética y creativa,[30] que es posible una cultura del encuentro y del cuidado. Hoy ya no es sólo la dignidad del empleado la que está en juego, sino la dignidad del trabajo de todos, y de la casa de todos, nuestra madre tierra.

Por ello, y tal como lo afirmé en la encíclica Laudato si’, necesitamos de un diálogo sincero y profundo para redefinir la idea del trabajo y el rumbo del desarrollo.[31] Pero no podemos ser ingenuos y pensar que el diálogo se dará naturalmente y sin conflictos. Hacen falta agentes que trabajen sin cesar para generar procesos de diálogo en todos los niveles: a nivel de la empresa, del sindicato, del movimiento; a nivel barrial, de ciudad, regional, nacional, y global. En este diálogo sobre el desarrollo, todas las voces y visiones son necesarias, pero en especial aquellas voces menos escuchadas, las de las periferias. Conozco el afán de mucha gente por traer dichas voces a la luz en los foros donde se toman decisiones sobre el trabajo. A ustedes les pido que se sumen a esta noble labor.

La experiencia nos dice que para que un diálogo sea fructífero, es preciso partir de lo que tenemos en común. Para dialogar sobre desarrollo, es conveniente recordar lo que nos aúna: nuestro origen, pertenencia y destino.[32] Sobre esta base, podremos renovar la solidaridad universal de todos los pueblos,[33] incluyendo la solidaridad con los pueblos del mañana. Además, podremos encontrar el modo de salir de una economía de mercado y de finanzas, que no da al trabajo el valor que corresponde, y orientarla hacia aquella en la que la actividad humana es el centro.[34]

Los sindicatos y movimientos de trabajadores por vocación deben ser expertos en solidaridad. Pero para aportar al desarrollo solidario, les ruego se cuiden de tres tentaciones. La primera, la del individualismo colectivista, es decir, de proteger sólo los intereses de sus representados, ignorando al resto de los pobres, marginados y excluidos del sistema. Se necesita invertir en una solidaridad que trascienda las murallas de sus asociaciones, que proteja los derechos de los trabajadores, pero sobre todo de aquellos cuyos derechos ni siquiera son reconocidos. Sindicato es una palabra bella que proviene del griego dikein (hacer justicia), y syn (juntos).[35] Por favor, hagan justicia juntos, pero en solidaridad con todos los marginados.

Mi segundo pedido es que se cuiden del cáncer social de la corrupción.[36] Así como, en ocasiones, «la política es responsable de su propio descrédito por la corrupción»,[37] lo mismo ocurre con los sindicatos. Es terrible esa corrupción de los que se dicen «sindicalistas», que se ponen de acuerdo con los emprendedores y no se interesan de los trabajadores dejando a miles de compañeros sin trabajo; esto es una lacra, que mina las relaciones y destruye tantas vidas y familias. No dejen que los intereses espurios arruinen su misión, tan necesaria en los tiempos en que vivimos. El mundo y la creación entera aguardan con esperanza a ser liberados de la corrupción (cf. Rm 8,18-22). Sean factores de solidaridad y esperanza para todos. ¡No se dejen corromper!

El tercer pedido es que no se olviden de su rol de educar conciencias en solidaridad, respeto y cuidado. La conciencia de la crisis del trabajo y de la ecología necesita traducirse en nuevos hábitos y políticas públicas. Para generar tales hábitos y leyes, necesitamos que instituciones como las de ustedes cultiven virtudes sociales que faciliten el florecimiento de una nueva solidaridad global, que nos permita escapar del individualismo y del consumismo, y que nos motiven a cuestionar los mitos de un progreso material indefinido y de un mercado sin reglas justas.[38]

Espero que este Congreso produzca una sinergia suficiente como para proponer líneas de acción concretas desde la mirada de los trabajadores, caminos que nos conduzcan a un desarrollo humano integral, sostenible y solidario.

Le doy las gracias nuevamente a usted, Señor Cardenal, como también a los que han participado y contribuido, y a todos les doy mi bendición.

Vaticano, 23 de noviembre de 2017

FRANCISCO

Notas.

[1] Beato Pablo VI, 1967, Populorum Progressio, 14.
[2] Papa Francisco, 2017, Discurso a la Confederación Italiana de Sindicatos de Trabajadores (CISL), 28 junio 2017.
[3] San Juan Pablo II, 1981, Laborem Excercens, 3.
[4] Pontificio Consejo Justicia y Paz, 2005, Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, 269.
[5] Cf. Conc. Ecum. Vat. II, 1966, Const. past. sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et Spes, 34; san Juan Pablo II, 1981, Laborem Excercens, 25.
[6] Laborem Excercens, 6.
[7] Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, 261.
[8] Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, 265. [San Ambrosio, De obitu Valentiniani consolatio, 62].
[9] San Juan Pablo II, 1991, Centesimus Annus, 31.
[10] Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, 273; cf. Papa Francisco, 2015, Laudato Si’, 125.
[11] Cf. Discurso a la Confederación Italiana de Sindicatos de Trabajadores (CISL); y Laudato Si’, 231.
[12] Cf. Laborem Excercens, 7.
[13] Cf. Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, 276.
[14] Papa Francisco, 2013, Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium, 203. [15] Cf. Evangelii Gaudium, 204.
[16] Cf. Evangelii Gaudium, 205.
[17] Cf Discurso a la Confederación Italiana de Sindicatos de Trabajadores (CISL).
[18] Cf. Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, 272.
[19] Laudato Si’, 53.
[20] Cf. Laudato Si’, 16, 91, 117, 138, 240.
[21] Cf. Papa Francisco, 2016, Discurso a los participantes en el encuentro mundial de movimientos populares, Aula Pablo VI, Sábado 5 noviembre 2016.
[22] Cf. Laudato Si’, 93.
[23] Conc. Ecum. Vat. II, 1966, Const. Past. sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et Spes, 69.
[24] Cf. Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, 283.
[25] Laudato Si’, 93. [26] Laudato Si’, 18.
[27] Cf. Laudato Si’, 102-206.
[28] Cf. Manyika, J., 2016, «Technology, jobs, and the future of work». McKinsey Global Institute. Nota informativa preparada para el Foro Mundial Fortune-Time en el Vaticano, diciembre 2016 (actualizada en febrero 2017).
[29] Se trata de un peligroso «relativismo práctico» (Papa Francisco, 2015, Laudato Si’, 122).
[30] Cf. Discurso a la Confederación Italiana de Sindicatos de Trabajadores (CISL).
[31] Cf. Laudato Si’, 3, 14. [32] Cf. Laudato Si’, 202.
[33] Cf. Laudato Si’, 14, 58, 159, 172, 227.
[34] Cf. Discurso a la Confederación Italiana de Sindicatos de Trabajadores (CISL).
[35] Cf. Discurso a la Confederación Italiana de Sindicatos de Trabajadores (CISL).
[36] Cf.Evangelii Gaudium, 60.
[37] Laudato Si’, 197.
[38] Laudato Si’, 209-2015.

El papa Francisco clausura el encuentro internacional de sindicatos #EIOSVAT #VaticanLabor17

Convocatorias

El papa Francisco clausura el encuentro internacional de sindicatos #EIOSVAT #VaticanLabor17

24 noviembre 2017

El encuentro finalizará con una Declaración final, síntesis de los diálogos realizados durante las dos jornadas, que se le presentará al Papa. Por su parte, Francisco clausurará el encuentro con un Mensaje que dirigirá a los participantes del Encuentro Internacional de Organizaciones Sindicales.

Ciudad del Vaticano, 24 de noviembre de 2017. Abraham Canales. Hoy viernes, a las 9:15h (hora local) comienza la cuarta sesión plenaria con la conferencia titulada Aportación de la encíclica Laudato si’ del papa Francisco al movimiento de los trabajadores para el desarrollo humano integral y sostenible que es impartida por Juan Carlos Scannone, profesor filosofía y teología de la USAL de San Miguel, Argentina.

De 10 a 11h está previsto un primer panel de experto para exponer Las aportaciones de la encíclica Laudato si’ desde el movimiento de los trabajadores a cargo de Patricia King, secretaria general de ICTU irlandesa; Héctor Dáer, secretario general de la CGT argentina; Rosa Pavanelli, secretaria general de la ISP; y el Reverendo William Barber, de EEUU.

De 11:30 a 13h dará comienzo el segundo panel de expertos de la mañana titulado Diálogo de la política y la economía para el desarrollo integral y la plenitud humana que contará con la participación de Enrico Giovannini, Economista Univ. Roma Tor Vergata y Gaetano Sabatini, historiador de la economía de la Università degli Studi Roma Tre.

El diálogo previsto para la tarde, en la quinta sesión plenaria, se completa con el panel de expertos que abordarán, 14:30 a 16h, las Estrategias del movimiento de los trabajadores en la construcción de una sociedad global y local más fraterna, solidaria, justa e igualitaria. En esta mesa participan Frances O’Grady, secretario general de la TUC de Reino Unido; Esteban Castro, secretario general de la CTEP de Argentina; Carmelo Barbagallo, secretario general de la UIL italiana y Mary Key Henry, presidenta de SEIU de EEUU.

A continuación, de 16 a 17 h, Silvano Tomasi, nuncio apostólico y Sharan Burrow, secretaria general de la Confederación Sindical Internacional (CSI) expondrán sus reflexiones en torno a la pregunta que ha convocado este encuentro ¿Por qué el trabajo sigue siendo clave en el desarrollo del mundo actual?.

Finalizará en encuentro con una Declaración final, síntesis de los diálogos realizados durante las dos jornadas y que se le presentará al Papa. Francisco clausurará el encuentro con un Mensaje que dirigirá a los participantes del Encuentro Internacional de Organizaciones Sindicales con el Vaticano.

El cardenal Turkson y Guy Ryder (OIT) abren el encuentro internacional de sindicatos en el Vaticano

Nota de prensa

El cardenal Turkson y Guy Ryder (OIT) abren el encuentro internacional de sindicatos en el Vaticano

23 noviembre 2017

El intenso programa de trabajo, durante los días 23 y 24 de noviembre, está estructurado en cinco sesiones plenarias, que combinan conferencias, paneles de expertos y diálogo en plenarios. Para la tarde del viernes, en la clausura, se hará pública la Declaración final del Encuentro y el Mensaje del papa Francisco.

Ciudad del Vaticano, 23 de noviembre de 2017. Abraham Canales. Hoy jueves 23 de noviembre, a las 9:15h (hora local) comienza la primera sesión plenaria. Con la bienvenida a más de 300 participantes representantes de sindicatos de 40 países. La representación española que asiste al encuentro está integrada por Cristina Faciaben de CCOO; Jesús Gallego, de UGT; Monseñor Antonio Algora y Fernando Díaz de la Pastoral Obrera de la Conferencia Episcopal Española. El Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos (MMTC) participa con Fátima Almeida, copresidenta, y Abraham Canales, director de la revista Noticias Obreras (MMTC/HOAC).

A las 9:30h interviene el cardenal Peter Turkson, prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, con la conferencia inaugural El trabajo y el movimiento de los trabajadores en el centro del desarrollo humano integral, sostenible y solidario. De Populorum Progressio a Laudato si’.  

Seguidamente, alrededor de las 10:15h, tendrá la palabra Guy Ryder, director general de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) . A las 10:45h continuarán los trabajos con la presentación de los ejes centrales del Documento Preparatorio y acabará esta primera sesión plenaria con el panel Historia, realidad actual y desafíos del movimiento de los trabajadores ante la globalización del paradigma tecnocrático que contará con las intervenciones del presidente de la Confederación Europea de Sindicatos; el secretario general de IndustriaALL; la secretaria general de la CGIL italiana, y el presidente de la CUT brasileña.

Por la tarde habrán dos sesiones plenarias más. A las 14:30 en un nuevo panel se abordará La situación del mundo del trabajo y la nueva situación social desde la perspectiva sindical regional: problemas y desafíos. A las 15:30h, en sesión plenaria, los participantes dialogarán y reflexionaran en torno a la conferencia del Cardenal Turkson y del Documento Preparatorio. Seguidamente, sobre las 17:30h, habrá un nuevo Panel de expertos que abordará la Necesidad de un nuevo paradigma para alcanzar la Justicia Social en el siglo XXI.

En twitter #EIOSVAT y #VaticanLabor17

El papa Francisco convoca a los sindicatos para abordar conjuntamente los desafíos del trabajo

Nota de prensa

El papa Francisco convoca a los sindicatos para abordar conjuntamente los desafíos del trabajo

16 noviembre 2017

En este diálogo participarán los principales sindicatos del mundo, CCOO y UGT por España; la Organización Internacional del Trabajo (OIT); el Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos (MMTC), al que pertenece la HOAC; Conjuntamente con el obispo de la Pastoral Obrera de la Conferencia Episcopal Española; el prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral de la Santa Sede y el papa Francisco, entre otros.

Durante los días 23 y 24 de noviembre, en el Aula Nueva del Sínodo de la Ciudad del Vaticano, el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, del Cardenal Peter Turkson, ha convocado el Encuentro Internacional de Organizaciones Sindicales –histórico, pues no consta un precedente similar– con el lema «De Populorum progressio a Laudato si’. El trabajo y el movimiento de los trabajadores en el centro del desarrollo humano integral, sostenible y solidario. ¿Por qué el mundo del trabajo sigue siendo la clave del desarrollo en el mundo global?». El Vaticano vuelve a poner el foco en el trabajo humano y en la dignidad de la persona.

La perspectiva del encuentro es muy significativa. De un lado, la Doctrina Social de la Iglesia en cuyos principios se inspira esta iniciativa, apuesta por «generar acuerdos que promuevan un desarrollo humano integral, sostenible y solidario». En la propuesta y documento preparatorio, se referencian las encíclicas: Populorum progressio, sobre el desarrollo de los pueblos; Sollicitudo rei socialis, sobre la preocupación social de la Iglesia; Laborem exercens, sobre el trabajo humano; Caritas in veritate, sobre el desarrollo humano integral y Laudato si’, sobre el cuidado de la casa común. La aportación de cinco papas pone en valor la vigencia del pensamiento social de la Iglesia en relación con el trabajo y el desarrollo humano integral, sostenible y solidario.

El papa Francisco llama a «descubrir un nuevo diálogo sobre el modo como estamos construyendo el futuro de nuestro planeta» que tenga en cuenta las dimensiones ambiental, económica, social, cultural y religiosa. «El mundo del trabajo es una prioridad humana. Por lo tanto, es una prioridad cristiana», manifestó recientemente en su asamblea en la fábrica de Ilva (Génova). Desde ese diálogo prioritario se pretende atender las problemáticas y desafíos del trabajo que, para la Iglesia, «sigue siendo la clave del desarrollo en el mundo global». Una constante irrenunciable en estos cuatro intensos años de pontificado, tal y como recoge de manera explícita la encíclica Laudato sí’ (LS): situar el valor del trabajo como indispensable, irrenunciable e irremplazable para cubrir las necesidades de las personas y alcanzar una vida digna, una vida buena. (LS 127:129).

Francisco es particularmente insistente en la importancia del trabajo digno en la lucha contra la pobreza, una de las principales preocupaciones de su pontificado, expresado en: «¡Ah, cómo quisiera una Iglesia pobre y para los pobres!» priorizando la atención evangélica en las periferias, entre quienes sufren «la cultura del descarte» .

El trabajo decente es el hilo conductor en sus recientes visitas pastorales; lo ha sido ante diversas instituciones y organizaciones; o en sus distintos mensajes. Lo ha sido, durante tres años consecutivos, mediante el diálogo mantenido en los tres encuentros mundiales de movimientos populares, «un signo de esperanza» –según sus propias palabras– para millones de trabajadoras y trabajadores «descartados» que luchan por «los derechos sagrados al Techo, al Trabajo y a la Tierra».

CCOO, UGT y Conferencia Episcopal Española confirma su participación

La convocatoria impulsada por Bergoglio está siendo bien recibida por las instituciones y entidades del mundo obrero y del trabajo. La OIT, inmersa en un diálogo global en torno a la iniciativa sobre el futuro del trabajo como respuesta a los desafíos en favor de la justicia social, participa a través de su director general, Guy Ryder.

La presencia de CCOO y UGT está confirmada con sus responsables de Internacional, Cristina Faciaben y Jesús Gallego, respectivamente –no la de USO al coincidir con su Congreso– para compartir acción sindical, experiencias y compromisos. El encuentro pretende, consecuentemente, animar a los sindicatos del mundo a seguir construyendo y mejorando una sociedad más fraterna, justa e inclusiva que situé «el trabajo humano en el centro y la clave del proceso de civilización».

Por otro lado, el Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos (MMTC), internacional a la que pertenece la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) y que recientemente realizó su asamblea general en Ávila, con el lema Tierra, Techo y Trabajo para una vida digna construye parte de su pastoral obrera reclamando un trabajo decente o un salario social, para evitar el descarte de millones de personas, estará representado por Fátima Almeida, copresidenta, y por el director de la revista Noticias Obreras, Abraham Canales, quien además atenderá comunicativamente esta cita.

Finalmente, por la Conferencia Episcopal Española (CEE) ha confirmado su participación el obispo responsable de la Pastoral Obrera, Monseñor Antonio Algora, emérito de Ciudad Real, y por Fernando Díaz Abajo, a su vez, consiliario general de la HOAC. La CEE tiene entre sus compromisos inmediatos abordar el quehacer de la Pastoral Obrera ante el futuro del trabajo.

Contacto e información del encuentro

​Abraham Canales
Director de Noticias Obreras ​(MMTC/HOAC)​

T | 91 701 40 81
C | comunicacion@hoac.es
T | @otromundoesposi

Papa Francisco: «La precariedad en el trabajo es inmoral»

Internacional, Mundo obrero y del trabajo

Papa Francisco: «La precariedad en el trabajo es inmoral»

27 octubre 2017

Publicamos el texto del mensaje en vídeo que el papa Francisco envió a los participantes en la 48ª Semana Social de los Católicos Italianos (Cagliari, 26-29 octubre de 2017) convocada con el tema «El trabajo que queremos: libre, creativo, participativo y solidario»

Queridos hermanos y hermanas:

Saludo cordialmente a todos vosotros que participáis en la 48ª Semana Social de los Católicos Italianos, convocada en Cagliari. Saludo fraternalmente al cardenal Gualtiero Bassetti, presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, a los obispos presentes, al arzobispo Filippo Santoro, a los miembros del Comité Científico y Organizador, a los delegados de las diócesis italianas, a los representantes de movimientos y asociaciones relacionados con el trabajo y a todos los invitados.

Os reunís bajo la protección y con el ejemplo del beato Giuseppe Toniolo, que en 1907 promovió la Semana Social en Italia. Vivió su testimonio de laico en todas las dimensiones de la vida: espiritual, familiar, profesional, social y política. Para inspirar vuestros trabajos, os propongo una enseñanza suya. “Nosotros, los creyentes -escribía- sentimos, en el fondo del  alma […] que el que salvará definitivamente la sociedad actual no será un diplomático, un erudito, un héroe, sino un santo, más bien una sociedad de santos” (Del ensayo Indirizzi e concetti  sociali). Haced vuestra esta “memoria de la fundación”: Nos santificamos trabajando para los demás, prolongando así en la historia el acto creador de Dios.

En las Escrituras encontramos muchos personajes definidos por su trabajo: el sembrador, el segador, los viñadores, los administradores, los pescadores, los pastores, los carpinteros, como San José. De la Palabra de Dios emerge un mundo en el que se trabaja. La Palabra de Dios, Jesús, no se encarnó en un emperador o en un rey, sino que “se despojó a sí mismo, asumiendo la condición de siervo” (Fil 2,7) para compartir nuestra historia humana, incluyendo los sacrificios que el trabajo requiere, hasta el punto de ser conocido como carpintero o hijo de un carpintero (cf. Mc 6, 3; Mt 13, 55). Pero hay más. El Señor llama durante el trabajo, como fue el caso de los pescadores a los que  invita a ser pescadores de hombres (Mc 1.16 a 18; Mt 4.18 a 20). También los talentos recibidos podemos leerlos como dones y habilidades para dedicarlos al mundo laboral a fin de construir comunidades, comunidades solidarias y para ayudar a quien atraviesa por dificultades.

El tema de esta Semana Social es “El trabajo que queremos: libre, creativo, participativo y solidario”. Así quise definir el trabajo humano en la Exhortación Apostólica Evangelii gaudium (n. 192). Gracias por elegir el tema del trabajo. “Sin trabajo no hay dignidad”: lo repito a menudo, me acuerdo precisamente en Cagliari en 2013, y en mayo pasado en Génova. Pero no todos los trabajos son “trabajos dignos”. Hay trabajos que humillan la dignidad de las personas, los que alimentan las guerras con la construcción de armas, los que rebajan  el valor del cuerpo con el tráfico sexual y la explotación de los niños. También ofenden la dignidad del trabajador, el trabajo en negro, el gestionado por la contratación ilegal, los trabajos que discriminan a las mujeres y no incluyen a aquellos que tienen una discapacidad. Asimismo el trabajo precario es una herida abierta para muchos trabajadores, que viven con el temor de perder sus trabajos. He escuchado esta angustia muchas veces: la angustia de perder el propio trabajo; la angustia de la persona que tiene un trabajo de septiembre a junio y no sabe si lo tendrá el próximo septiembre. La precariedad total. Esto es inmoral. Esto mata: mata la dignidad, mata la salud, mata a la familia, mata a la sociedad. El trabajo negro y el trabajo precario matan. A esto hay que añadir la  preocupación por los trabajos peligrosos e insalubres que cada año causan cientos de muertes e inválidos en Italia.

La dignidad del trabajo es una condición para crear un buen trabajo: Por lo tanto, es necesario defenderla y promoverla. Con la encíclica Rerum Novarum (1891) del papa León XIII, nacía la Doctrina Social de la Iglesia para defender a los trabajadores de la explotación, para combatir el trabajo infantil, las jornadas de trabajo de 12 horas, las condiciones higiénicas insuficientes de las fábricas.

Pienso también en los parados que buscan trabajo y no lo encuentran, en los desanimados que ya no tienen fuerzas para buscarlo, en los subempleados, que trabajan solo unas pocas horas al mes sin llegar a superar la línea de pobreza. Les digo: No perdáis la confianza. Se lo digo también a los que viven en las áreas del sur de Italia con más problemas. La Iglesia trabaja por una economía al servicio de la persona, que reduce las desigualdades y tiene como fin el trabajo para todos.

La crisis económica mundial comenzó como una crisis financiera y luego se convirtió en una crisis económica y laboral. La crisis laboral es una crisis ambiental y social al mismo tiempo (Laudato si’ 13). El sistema económico está dirigido al consumo, sin preocuparse por la dignidad del trabajo y la protección del medio ambiente. Pero esto es algo así como ir en bicicleta con las ruedas desinfladas: ¡es peligroso! La dignidad y la protección se mortifican cuando se considera al trabajador como una línea del presupuesto, cuando se ignora el grito de los descartados. No escapan a esta lógica las administraciones públicas, cuando firman contratos con el criterio del descuento más grande sin tener en cuenta la dignidad del trabajo ni la responsabilidad ambiental y fiscal de las empresas. Creyendo lograr ahorro y eficiencia, terminan traicionando su propia misión social al servicio de la comunidad.

Entre muchas dificultades no faltan, sin embargo, signos de esperanza. Las muchas buenas prácticas que habéis recopilado son como el bosque que crece sin ruido, y nos enseñan dos virtudes: servir a las personas que lo necesitan y formar comunidades donde la comunión prevalezca sobre la competición. Competición: está es la enfermedad de la meritocracia… Es hermoso ver que la innovación social también surge del encuentro y de las relaciones, y que no todos los bienes son mercancías: por ejemplo, la confianza, la autoestima, la amistad, el amor.

Que nada se anteponga al bien de la persona y al cuidado de la casa común, a menudo desfigurada por un modelo de desarrollo que ha producido una deuda ecológica grave. La innovación tecnológica debe estar guiada por la conciencia y los principios de subsidiariedad y solidaridad. El robot debe seguir siendo un medio y no convertirse en el ídolo de una economía en las manos de los poderosos: tendrá que estar al servicio de la persona y de sus necesidades humanas.

El Evangelio nos enseña que el Señor es también justo con los trabajadores de la última hora, sin perjuicio de lo que es  “justo” para los trabajadores de la primera hora (cf. Mt 20, 1 -16). La diferencia entre el primer y el último trabajador no merma la remuneración que todos necesitan para vivir. Este es el “principio de bondad” gracias al cual, también hoy en día, se consigue que no le falta nada a nadie y que fertilicen los procesos de trabajo, la vida de las empresas, las comunidades de trabajadores. La tarea del empresario es entregar los  talentos a sus colaboradores, llamados a su vez, a no enterrar lo que han recibido, sino a sacarle partido al servicio de los demás. ¡En el mundo del trabajo, la comunión debe ganar a la competición!

Quiero desearos que seáis una “levadura social” para la sociedad italiana y que viváis una fuerte experiencia sinodal. Veo con interés que tocaréis problemas muy importantes, tales como la reducción de la brecha entre la escuela y el mundo laboral, la cuestión del trabajo femenino, el llamado trabajo de cuidados, el trabajo de las personas con discapacidad y el trabajo de los migrantes, que serán acogidos realmente cuando puedan integrarse en actividades laborales. Ojalá vuestras reflexiones y debates se traduzcan en hechos y en un compromiso renovado al servicio de la sociedad italiana.

Aseguro a la gran asamblea de la Semana Social de Cagliari mi recuerdo en la oración y, mientras os pido que recéis por mí y por mi servicio a Iglesia, os envío de todo corazón la bendición apostólica.

 

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