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Francisco: «Debemos ‘civilizar el mercado’ en la perspectiva de una ética amiga de la persona y de su entorno»

Internacional

Francisco: «Debemos ‘civilizar el mercado’ en la perspectiva de una ética amiga de la persona y de su entorno»

20 octubre 2017

Ha concluido el seminario «Cambiar las relaciones entre el mercado, el Estado y la sociedad civil», organizado por la Pontificia Academia de Ciencias Sociales durante los días 19 y 20 de octubre. Un encuentro que ha establecido un diálogo, mediante el intercambio de experiencias, para abordar los «desafíos a los valores de justicia social, bien común y dignidad humana» que plantea la globalización y la Cuarta Revolución Industrial, una preocupación expresada por el papa Francisco en Evangelii gaudium y en Laudato si’.

Un diálogo, crítico y operativo, con otras disciplinas y con actores específicos en las prácticas económicas, sociales, políticas y empresariales, como parte de una reflexión filosófica, teológica y pastoral, que partiendo de Caritas in veritate, pueda articular «nuevas formas de cooperación entre estas tres entidades y sus propias lógicas. En un mundo en el que cuestionamos constantemente lo que determina nuestro bienestar, la intuición fundamental es que la economía no puede simplemente preocuparse por minimizar los costos de producción de las mercancías o de maximizar los beneficios. Esta postura reduccionista nos impide resolver los agudos problemas de nuestros tiempos», de los problema reales de las personas, evitando la exclusión y favoreciendo la inclusión social y la comunión.

El papa Francisco, en la audiencia realizada a los participantes, ha trasladado este mensaje*:

Ilustres Señoras y Señores:

Saludo cordialmente a los miembros de la Academia Pontificia de Ciencias Sociales y a las personalidades que participan en estas jornadas de estudio, así como a las instituciones que apoyan la iniciativa. Una iniciativa que llama la atención sobre un tema de gran actualidad como es el de elaborar nuevos modelos de cooperación entre el mercado, el Estado y la sociedad civil, en relación con los desafíos de nuestro tiempo. En esta ocasión, quisiera hablar brevemente de dos causas específicas que alimentan la exclusión y las periferias existenciales.

La primera es el aumento endémico y sistémico de las desigualdades y de la explotación del planeta, que es mayor con respecto al aumento de la renta y de la riqueza. Y, sin embargo, la desigualdad y la explotación no son una fatalidad ni tampoco una constante histórica. No son una fatalidad porque dependen, además de las diferentes conductas individuales, también de las reglas económicas que una sociedad decide darse. Basta pensar en la producción de energía, en el mercado laboral, en el sistema bancario, el bienestar (welfare), en el sistema fiscal y en el sector escolar. Según cómo se proyecten estos sectores habrá consecuencias diversas en el reparto de los ingresos y de la riqueza entre quienes han contribuido a su producción. Si el fin prevalente es la ganancia, la democracia tiende a convertirse en una plutocracia en la que crecen las desigualdades y la explotación del planeta. Repito: no es necesario que sea así; ha habido períodos en que, en algunos países, las desigualdades han disminuido y el medio ambiente se ha protegido mejor.

La otra causa de exclusión es el trabajo no digno de la persona humana. Ayer, en la época de la Rerum novarum (1891), se reclamaba el «justo salario del obrero». Hoy en día, además de esta sacrosanta exigencia, nos preguntamos también porque todavía no se ha logrado poner en práctica lo que está escrito en la Constitución Gaudium et Spes: «El conjunto del proceso de la producción debe, pues, ajustarse a las necesidades de la persona y a la manera de vida de cada uno en particular» (No. 67) y –podemos agregar con la encíclica Laudato si’respetando la creación, nuestra casa común.

La creación de nuevo empleo necesita, sobre todo en esta época, personas abiertas y emprendedoras, relaciones fraternales, investigación e inversión en el desarrollo de energía limpia para resolver los desafíos del cambio climático. Hoy es concretamente posible. Es necesario desprenderse de las presiones de los lobbys públicos y privados que defienden intereses sectoriales; y también es necesario superar las formas de pereza espiritual. La acción política debe ponerse al servicio de la persona humana, del bien común y del respeto por la naturaleza.

El desafío al que responder es, pues, el de trabajar con valentía para ir más allá del modelo de orden social vigente, transformándolo desde dentro. Debemos pedir al mercado no solo que sea eficiente en la producción de riqueza y que asegure un crecimiento sostenible, sino que también esté al servicio del desarrollo humano integral. No podemos sacrificar en el altar de la eficiencia, –el «becerro de oro» de nuestros tiempos– valores fundamentales como la democracia, la justicia, la libertad, la familia, la creación. En esencia, debemos apuntar a «civilizar el mercado» en la perspectiva de una ética amiga del hombre y de su entorno.

Análogo es el replanteamiento de la figura y el papel del Estado-nación en un nuevo contexto como el de la globalización, que ha modificado profundamente el orden internacional anterior. El Estado no puede concebirse como el titular único y exclusivo del bien común sin permitir que los cuerpos intermedios de la sociedad civil expresen libremente su potencial completo. Sería una violación del principio de subsidiariedad que, combinado con la solidaridad, es una piedra angular de la doctrina social de la Iglesia. El desafío aquí es cómo aunar los derechos individuales con el bien común.

En este sentido, el papel específico de la sociedad civil es comparable al que Charles Péguy daba a la virtud de la esperanza: como una hermana pequeña está en medio de las otras dos virtudes –la fe y la caridad– sujetándolas de la mano y tirando de ellas hacia delante. Me parece que esta sea la posición de la sociedad civil: «tirar» hacia delante del Estado y del mercado para que puedan repensar su razón de ser y su forma de actuar.

Queridos amigos, gracias por la atención que habéis prestado a estas reflexiones. Invoco la bendición del Señor sobre vosotros, vuestros seres queridos y vuestro trabajo.

***

(vía news.va) (Original, en italiano)

*El texto en negrita del mensaje del papa Francisco han sido incorporado por el editor de esta información.

Cooperación entre mercado, Estado y sociedad civil para favorecer la dignidad de la persona

Internacional

Cooperación entre mercado, Estado y sociedad civil para favorecer la dignidad de la persona

17 octubre 2017

El Vaticano convoca el seminario «Cambiar las relaciones entre el mercado, el Estado y la sociedad civil», del 19 al 21 de octubre 2017, organizado por la Pontificia Academia de Ciencias Sociales, cuyo objetivo es encontrar nuevas formas de cooperación entre estos tres ámbito y sus lógicas; para evitar la exclusión y favorecer la inclusión social y la comunión.

¿Por qué Caritas in veritate y Evangelii gaudium da una importancia central a la articulación de las lógicas del mercado, el Estado y la sociedad civil? ¿Es posible hoy un nuevo modo de pensar, para que entren en diálogo las lógicas económicas, políticas y sociales, en un marco espiritual y ético renovado, a fin de dar una dirección más constructiva al proceso de globalización? ¿Es teórica y prácticamente posible una concepción del mercado que integre la lógica del contrato con la de la reciprocidad y el don? ¿Qué tipos de políticas públicas son necesarias para promover una cultura económica que integre productividad, rentabilidad y competitividad con reciprocidad, inclusión, fraternidad social y sostenibilidad? ¿[Las] nuevas experiencias (empresas sociales, populares, civiles, de solidaridad; negocio inclusivo; finanzas éticas; microcréditos; comercio justo; consumo responsable, etc.) tienen posibilidades de expansión en el sistema capitalista o permanecerán siendo prácticas marginales? Si bien los derechos de los trabajadores se mantienen organizados a nivel nacional, el capital está globalmente organizado. ¿Es esta asimetría la que garantiza las nuevas formas de competición entre el trabajo “libre” y el trabajo “esclavo”? ¿Acaso no necesitamos una iniciativa mundial que llegue a un Acuerdo General sobre Salarios y Trabajos para la protección de los trabajadores?

Estos son algunos de los interrogantes que los participantes del Seminario están convocados a resolver, mediante el intercambio de experiencias en los diálogos organizados, para abordar los «desafíos a los valores de justicia social, bien común y dignidad humana» que plantea la globalización y la Cuarta Revolución Industrial, una preocupación expresada  ya por el papa Francisco en Evangelii gaudium y en Laudato si’ .

Un seminario que quiere construir un diálogo, crítico y operativo, con otras disciplinas y con actores específicos en las prácticas económicas, sociales, políticas y empresariales, como parte de una reflexión filosófica, teológica y pastoral, que partiendo de Caritas in veritate, pueda articular «nuevas formas de cooperación entre estas tres entidades y sus propias lógicas. En un mundo en el que cuestionamos constantemente lo que determina nuestro bienestar, la intuición fundamental es que la economía no puede simplemente preocuparse por minimizar los costos de producción de las mercancías o de maximizar los beneficios. Esta postura reduccionista nos impide resolver los agudos problemas de nuestros tiempos», de los problema reales de las personas.

El encuentro quiere servir además para abordar la “cuestión cómo”, es decir, cómo implementar estrategias viables para evitar la exclusión, detener y revertir el proceso de expulsión, para favorecer la inclusión social y la comunión. En ese sentido, quiere poner el foco, más que en los hechos, en la terapia: «para una articulación ética del mercado, así como políticamente justa y económicamente eficaz, el Estado y la sociedad civil pueden contribuir significativamente a ello. Como indica el papa Francisco constantemente, no es suficiente limitar nuestros esfuerzos al factum (hecho). Lo que se requiere es dar un paso adelante en la dirección del faciendum (hacer)».

Tienen prevista su participación, entre otros, Fernando Fuentes, director del Secretariado de Pastoral Social de la Conferencia Episcopal Española; Ildefonso Camacho, profesor emérito de Teología Moral por la Facultad de Teología de Granada; Elio Gasda, doctor en Teología y Filosofía Política de la FAJE de Brasil y autor del último libro de Ediciones HOAC Cristianismo y Economía. Repensar el trabajo más allá del capitalismo; Juan Grabois, de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular de Argentina y miembro del Comité organizador del Encuentro Mundial de Movimientos Populares o Luigino Bruni, coordinador internacional de la Economía de Comunión y próximo autor de Ediciones HOAC.

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Los obispos de EEUU: «La falta de trabajo puede ser devastadora para la persona y desestabilizar la sociedad»

Iglesia, Mundo obrero y del trabajo

Los obispos de EEUU: «La falta de trabajo puede ser devastadora para la persona y desestabilizar la sociedad»

06 septiembre 2017

Los obispos de Estados Unidos han lanzado en su mensaje para el Día de Trabajo (en EEUU, a diferencia de muchos otros países, se celebra el primer lunes de septiembre) un importante llamamiento en el que defienden una comprensión adecuada del sentido trabajo que responde a la dignidad de la persona y las necesidades de las familias.

Su oportuno y valiente discurso, a cargo del obispo de Venice y presidente del Comité de Justicia Nacional y Desarrollo Humano de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos, Frank J. Dewane, contiene una invitación a la “conversión y la acción”, entre otras cosas para proteger los derechos de los trabajadores y recuperar el sentido del trabajo como «una cooperación con el poder creativo de Dios». También ha querido alertar de que «la falta de trabajo puede ser devastadora para la persona humana, y puede socavar la solidaridad y desestabilizar la sociedad».

El prelado de la diócesis del Estado de Florida no sólo aboga por aumentar los salarios, sino también por un cambio en la visión dominante de las empresas para que éstas sean «una fuerza para fortalecer la solidaridad». También aboga por que las comunidades católicas hagan frente al desafío de «confrontar una comprensión torcida de los propósitos del trabajo que no reconoce los talentos como dones de Dios». Una cultura que sirve para «justificar inapropiadamente injusticias económicas y sociales», añade.

Termina el mensaje recordando que «el trabajo, bien comprendido, puede ser un lugar de gran santidad, dando expresión a los profundos anhelos de la persona humana; cuando la gente puede —y, de hecho, así hace— abrazar el trabajo como una cooperación con el poder creativo de Dios, lo mundano puede hacerse trascendente».

Por su interés, reproducimos a continuación, el mensaje completo de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos para el Día del Trabajo. (Aquí en pdf)

Declaración del Día del Trabajo 2017

Este Día del Trabajo nos encontramos en un tiempo de kairos, un momento de crisis así como de oportunidad. Durante el último año, el papa Francisco ha llamado nuestra atención a problemas en el mundo laboral que amenazan con  socavar nuestra valoración  de la dignidad de la persona y amenazan la estabilidad de la sociedad. El Papa también nos ha llamado a la acción, basándonos en la verdad sobre la naturaleza del trabajo, cuyo propósito es apoyar el florecimiento de la familia. Como ha señalado recientemente el Santo Padre, el trabajo “viene de aquel primer mandamiento que Dios dio a Adán… Ha existido siempre una amistad entre la Iglesia y el trabajo, comenzando por Jesús trabajador. Donde hay un trabajador, ahí está el interés y la mirada de amor del Señor y de la Iglesia”.1

¿Qué ve hoy la “mirada de amor” de nuestro Señor? Sin duda él honra a los padres y abuelos que ofrecen su trabajo como “oraciones dichas con las manos”2para su familia y su futuro. Por nuestra parte, damos gracias a Dios por la vocación del trabajo, que, cuando es sano, “unge” de dignidad, ayuda a los niños a convertirse en adultos, y fortalece la cooperación entre todas las personas de nuestra sociedad.3  “El hermano trabajo”, en palabras del papa Francisco, es formativo y sustentador de toda vida humana y comunidad, y es esencial para nuestra fe.4

La “mirada de amor” de Dios también recibe a todos aquellos que pasan dificultades con el trabajo. La falta de trabajo puede ser devastadora para la persona humana, y puede socavar la solidaridad y desestabilizar la sociedad. “En torno al trabajo se edifica el entero pacto social”, dijo el papa Francisco a una reunión de trabajadores siderúrgicos en Génova. “Este es el núcleo del problema. Porque cuando no se trabaja, o se trabaja mal, se trabaja poco o se trabaja demasiado, es la democracia la que entra en crisis, es todo el pacto social”.5

La “mirada de amor” de nuestro Señor abarca a los hombres y mujeres que trabajan largas horas sin descanso para proveer por sus seres queridos; a las familias que se desplazan por ciudades, estados y naciones, enfrentándose a los más altos riesgos y a menudo sufriendo grandes tragedias para encontrar mejores oportunidades; a los trabajadores que soportan condiciones de trabajo inseguras, salarios bajos y crisis de salud; y a los que sufren los efectos del racismo en cualquier entorno, incluyendo el lugar de trabajo. Nuestro Señor sabe que, demasiado a menudo, ocultos a la vista del mundo, los sueños de nuestros hermanos y hermanas de una vida mejor se ven destrozados de maneras impensables cuando se convierten en víctimas de la trata de trabajadores, explotados despiadadamente como meros objetos en vez de ser tratados como personas creadas con la dignidad que Dios nos ha dado.

El papa Francisco rechaza los enfoques económicos impulsados por la “cultura del descarte”, sistemas que sólo premian el valor comercial y no reconocen otros valores o verdades.6  El Santo Padre conecta la idolatría del consumismo con la subvaloración del trabajo y la erosión del pacto social.7  Aquí, Francisco hace eco de las advertencias de su predecesor, el papa Benedicto XVI, sobre los peligros para la sociedad ocasionadas por las excesivas desigualdades en la esfera económica:

La dignidad de la persona y las exigencias de la justicia requieren, sobre todo hoy, que las opciones económicas no hagan aumentar de manera excesiva y moralmente inaceptable las desigualdades y que se siga buscando como prioridad el objetivo del acceso al trabajo por parte de todos… El aumento sistémico de las desigualdades entre grupos sociales dentro de un mismo país y entre las poblaciones de los diferentes países, es decir, el aumento masivo de la pobreza relativa, no sólo tiende a erosionar la cohesión social y, de este modo, poner en peligro la democracia, sino que tiene también un impacto negativo en el plano económico por el progresivo desgaste del “capital social”, es decir, del conjunto de relaciones de confianza, fiabilidad y respeto de las normas, que son indispensables en toda convivencia civil.8

Estudio tras estudio muestran que la economía está creciendo y el desempleo está decreciendo, pero los salarios permanecen estancados o están disminuyendo para la gran mayoría de la gente, mientras que un porcentaje más pequeño acopia la nueva riqueza que se genera.9  Las tensiones económicas contribuyen a la declinación de las tasas de matrimonio, al aumento de los nacimientos fuera de los hogares biparentales y a la pobreza infantil. La inestabilidad económica también perjudica a la comunidad de fe, ya que los estadounidenses que han experimentado recientemente desempleo son menos propensos a ir a la Iglesia, a pesar de que estas comunidades pueden ser una fuente de gran apoyo en tiempos difíciles. El uso creciente de métodos anticonceptivos, las tasas de aborto más altas, el mayor abuso de alcohol y drogas y el aumento de la delincuencia están estrechamente vinculados a los traumatismos económicos y sociales. Cuando las condiciones de trabajo poco éticas debilitan el pacto social, la sociedad puede volverse vulnerable a los intentos de usar el temor, y el cuidado y preocupación que nos tenemos unos a otros puede desintegrarse y convertirse en culpa y sospecha.10

UNA OPORTUNIDAD KAIROS

Entonces, ¿qué debe hacerse? El papa Francisco nos llama a la acción. En su mensaje para la I Jornada Mundial de los Pobres, que se celebrará a finales de este año, el Papa recuerda las palabras de San Juan: “Hijos míos, no amemos de palabra y de boca, sino de verdad y con obras” (1 Jn 3:18). Debemos movilizarnos a la conversión y la acción. 

Seguir a Jesús en solidaridad con nuestro prójimo

El cristiano reconoce que el camino de la reforma no es un programa político o económico.11  El Camino es Jesucristo. La persona humana puede encontrarse con él en la Iglesia. La solución para reparar el daño causado a la solidaridad económica y social comienza con nosotros siguiendo a Jesús más de cerca: para que todos se vuelvan más como el buen samaritano, y para que la Iglesia se vuelva más como el buen posadero, a quien se confía al afligido.12  Francisco señala que esto nos exige “hacernos prójimo” de cada persona necesitada que encontremos, llenos de “esa capacidad de sufrir con el otro”.13  Vemos un ejemplo poderoso de esto ahora a lo largo del Golfo de México, donde socorristas, trabajadores de emergencia y rescatistas por igual están actuando como buenos samaritanos con todos aquellos que corren peligro por los impactos del huracán Harvey. Esta es la manera cristiana de desterrar el temor y la culpa en la sociedad: el amor que sufre en apoyo de otro.

Las empresas privadas pueden ser para sus trabajadores una fuerza para fortalecer la solidaridad. El Concilio Vaticano II alentó a las empresas a considerar “promover la activa participación de todos en la gestión de la empresa, según formas que habrá que determinar con acierto”. Cuando se toman decisiones que afectan grandemente a los trabajadores y sus familias, “deben los trabajadores participar también en semejantes decisiones por sí mismos o por medio de representantes libremente elegidos”.14  La Campaña Católica para el Desarrollo Humano (CCHD) ha ayudado a la formación de muchas empresas propiedad de sus empleados que proporcionan puestos de trabajo en comunidades donde las oportunidades laborales pueden ser escasas.15

Trabajo que fomenta la cooperación y los lazos sociales

Cuando los trabajadores y el trabajo son honrados debidamente, los lazos sociales de la sociedad se fortalecen. El trabajo no sólo tiene que ver con el crecimiento y desarrollo individual. Cuando el trabajo encuentra su papel propio en la vida de la sociedad, explica el papa Francisco, es el gran maestro de la cooperación y la solidaridad.16  El trabajo diario es una forma de “amor civil” que “hace vivir y saca adelante el mundo”.17

Sin embargo, como señalan el papa Francisco y sus predecesores, la desigualdad excesiva amenaza esta cooperación y el pacto social que ella apoya.18  Esto está ocurriendo aunque muchos indicadores económicos muestren un crecimiento continuo en algunos sectores a un ritmo récord. Los líderes empresariales y gubernamentales deben repasar, por lo tanto, el marco moral de la Iglesia sobre cómo equilibrar el papel legítimo de la ganancia en una empresa y las obligaciones morales de pagar un salario justo. Esta enseñanza surgió de la experiencia histórica de la revolución industrial. En las palabras de san Juan Pablo II, la “inaudita y concomitante explotación en el campo de las ganancias, de las condiciones de trabajo y de visión hacia la persona del trabajador” propia de la revolución industrial provocó una reacción contra todo el sistema, y “se debe reconocer francamente que fue justificada, desde la óptica de la moral social, la reacción contra el sistema de injusticia y de daño, que pedía venganza al cielo, y que pesaba sobre el hombre del trabajo en aquel período de rápida industrialización”.

Hoy en día estamos en medio de una revolución tecnológica, que ha coincidido con una grave disparidad económica y que amenaza con continuar o acelerarse debido a muchos factores, como la creciente presencia de la tecnología de la automatización en el lugar de trabajo. Una vez más, vemos en muchos lugares las consecuencias de la incapacidad generalizada de pagar un salario justo y honrar la dignidad del trabajo de cada persona. La raíz del problema, que sigue siendo prominente, proviene de un entendimiento erróneo de que “el trabajo humano es únicamente un instrumento de producción”, de modo que algunos grupos de empresarios, “guiad[os] por el principio del máximo rendimiento, tra[tan] de establecer el salario más bajo posible para el trabajo realizado por los obreros”.20  Un salario justo, sin embargo, no obedece al principio de la utilidad máxima, sino que es “la verificación concreta de la justicia de todo el sistema socio-económico y, de todos modos, de su justo funcionamiento… Tal verificación afecta sobre todo a la familia. Una justa remuneración por el trabajo de la persona adulta que tiene responsabilidades de familia es la que sea suficiente para fundar y mantener dignamente una familia y asegurar su futuro”.21  La Iglesia atrae el corazón de un empresario a la verdad fundamental de lo que la empresa debe ser:

la finalidad de la empresa no es simplemente la producción de beneficios, sino más bien la existencia misma de la empresa como comunidad de hombres que, de diversas maneras, buscan la satisfacción de sus necesidades fundamentales y constituyen un grupo particular al servicio de la sociedad entera. Los beneficios son un elemento regulador de la vida de la empresa, pero no el único; junto con ellos hay que considerar otros factores humanos y morales que, a largo plazo, son por lo menos igualmente esenciales para la vida de la empresa.22

Cuando un padre o madre —que trabaja a tiempo completo, o incluso que tiene varios empleos más allá del horario normal de trabajo— no puede sacar a su familia de la pobreza, algo está terriblemente equivocado en la forma en que valoramos el trabajo de una persona. Todos los que participan en la determinación de los salarios, en los sectores público y privado, deben asumir esta grave responsabilidad moral, porque de ella depende “la justicia de todo el sistema socio-económico”.

Mayor protección legal para los trabajadores vulnerables y “buenos empresarios”

Una manera poderosa de proteger la dignidad de la persona es a través de la ley. Las protecciones legales no pueden resolver todos los problemas cuando la cultura misma también debe cambiar.23  Sin embargo, las protecciones legales y los importantes logros que humanizan el lugar de trabajo son vitales y deben ser apoyados y fortalecidos.

En primer lugar, deben promoverse los derechos legales de los trabajadores a un salario justo a cambio de su trabajo, a la protección contra el robo de salarios, a la seguridad en el lugar de trabajo y la justa indemnización por lesiones en el lugar de trabajo, a la atención médica y otros beneficios, y a organizarse y entablar negociaciones colectivas. Los migrantes y refugiados deben ser objeto de una cuidadosa consideración, incluidas las condiciones que permitan un trabajo digno y protecciones contra la trata. La ley debe también buscar evitar las disparidades salariales en perjuicio de las mujeres y la explotación de cualquier tipo.24  Se deben también fomentar entornos de trabajo que reconozcan y busquen acabar con el racismo y sus efectos. El Comité Ad Hoc contra el Racismo, creado recientemente por la USCCB, se dedicará a abordar el pecado del racismo en toda nuestra sociedad, incluyendo el lugar de trabajo.

En segundo lugar, la ley debe alentar a los empresarios a elegir los mejores intereses de los trabajadores y una cultura sana en vez de la explotación y la conveniencia. El papa Francisco ha dicho que el buen empresario “conoce a sus trabajadores, porque trabaja junto a ellos” y “comparte las alegrías del trabajo, la solución de los problemas, crear algo juntos”.25  Este líder encuentra que despedir a alguien es “siempre una decisión dolorosa y no lo haría, si pudiese…  Sufre siempre, y a veces de este sufrimiento nacen nuevas ideas para evitar el despido”. Por el contrario, el “especulador” carece de bases morales y “usa, instrumentaliza, ‘come’ personas… en favor de sus objetivos de provecho”. Las empresas pueden ser “amigas de la gente y también de los pobres” cuando son dirigidas por buenos empresarios, pero bajo un “especulador”, la economía se vuelve “sin rostros” y “abstracta”. Las leyes deben recompensar a quienes recuerdan los rostros de las personas dedicadas a la economía e impactadas por ella, y desalentar la abstracción que conduce a la explotación.

En tercer lugar, los trabajadores deben ser ayudados a conocer y ejercer sus derechos legales. Como ejemplo, la CCHD ha apoyado a la organización Don Bosco Workers de Westchester, Nueva York, que ha lanzado una exitosa campaña para combatir el robo de salarios.26  Las personas que regresan de prisión también necesitan apoyo para comprender sus derechos legales cuando buscan un nuevo empleo. La CCHD ha ayudado a la Sociedad de San Vicente de Paúl en Cincinnati y otros lugares en su labor de encontrar empleos estables y significativos a ciudadanos que regresan de la prisión.27

Comprensión tergiversada del trabajo y de los trabajadores

El papa Francisco nos desafía a confrontar una comprensión tergiversada de los propósitos del trabajo que no reconoce los talentos como dones de Dios. Con tal mentalidad, se vuelve posible justificar indebidamente las injusticias económicas y sociales. El Papa reconoce que “mérito” es “una palabra bonita”, pero el mundo moderno puede usarla a menudo “de manera ideológica”, lo que “la desnaturaliza y pervierte” cuando se usa para “una legitimación ética de la desigualdad”.28  Esta visión es especialmente perniciosa cuando culpa al pobre de ser “desmerecedor”.29  Pero este no es el mensaje del Evangelio:

Una segunda consecuencia de la llamada “meritocracia” es el cambio de la cultura de la pobreza. El pobre es considerado un desmerecedor y por tanto un culpable. Y si la pobreza es culpa del pobre, los ricos son exonerados de hacer algo. Esta es la vieja lógica de los amigos de Job, que querían convencerle que fuese culpable de su desaventura. Pero esta no es la lógica del Evangelio, no es la lógica de la vida: la meritocracia en el Evangelio la encontramos en cambio en la figura del hermano mayor en la parábola del hijo pródigo. Él desprecia al hermano menor y piensa que debe permanecer como un fracasado porque se lo ha merecido; en cambio el padre piensa que ningún hijo se merece las bellotas de los cerdos.30

¡Qué diferente es esta visión falsa de la “mirada de amor” que tiene el Señor para el trabajador! Al seguir al Señor de verdad y con obras, debemos abogar por los que atraviesan un estado de desventura, como hizo el padre del pródigo cuando dejó en claro que su hijo menor nunca podría ser despojado de su dignidad inherente.

El papel crucial de los sindicatos: Profetas e innovadores

El papa Francisco reiteró recientemente el papel siempre esencial de los sindicatos en la sociedad:No hay una buena sociedad sin un buen sindicato, y no hay un sindicato bueno que no renazca cada día en las periferias, que no transforme las piedras descartadas por la economía en piedras angulares.31

El Papa expuso dos “desafíos trascendentales” que los sindicatos deben afrontar en el mundo de hoy. En primer lugar, explicó que los sindicatos deben conservar y recuperar su voz profética, que “se refiere a la naturaleza misma del sindicato, a su vocación más verdadera. El sindicato es expresión del perfil profético de una sociedad”.32  El sindicato “nace y renace” cada vez que “da voz a los que no la tienen, denuncia al pobre ‘vendido por un par de sandalias’ (cfr Amós 2:6), desenmascara a los poderosos que pisotean los derechos de los trabajadores más frágiles, defiende la causa del extranjero, de los últimos, de los ‘descartes’… El movimiento sindical tiene sus grandes temporadas cuando es profecía”.33  Así, el sindicato debe resistir la tentación de “volverse demasiado parecido a las instituciones y a los poderes que, en cambio, debería criticar. El sindicato, con el pasar del tiempo, ha terminado por parecerse demasiado a la política, o mejor dicho, a los partidos políticos, a su lenguaje, a su estilo”,34  dijo el Papa. Sin la voz profética, “su acción dentro de las empresas pierde fuerza y eficacia”.35

El segundo desafío es la “innovación”: si bien el sindicato debe velar por los que están a su cuidado, debe también trabajar por quienes están fuera de sus murallas a fin de innovar y “proteger los derechos de quien todavía no los tiene“.36  Los sindicatos son especialmente valiosos cuando hablan en favor del pobre, del inmigrante y de la persona que regresa de prisión.

Recuperar el descanso para la fe y la familia

Cuando los trabajadores no tienen tiempo suficiente para descansar, las familias sufren. También se pierde el tiempo necesario para el crecimiento espiritual y la construcción de una relación con Dios. El papa Francisco ha dicho que es “inhumano” que los padres deban pasar tanto tiempo trabajando que no pueden jugar con sus hijos.37  Seguramente muchos desean más tiempo, pero sus condiciones de trabajo no lo permiten. Como escribió santo Tomás de Aquino: “Así como Dios descansa sólo en sí mismo y es feliz disfrutándose, así también nosotros somos felices sólo disfrutando de Dios. Y así también nos hace descansar en Él mismo de sus trabajos y de los nuestros. Por lo tanto, es correcto que se diga que Dios descansó porque nos mandó descansar a nosotros”.38  Una cultura que se obsesione menos con la actividad y el consumo sin fin puede, con el tiempo, convertirse en una cultura que valore el descanso por el bien de Dios y la familia. Los empleadores deben considerar el bienestar total de sus empleados y priorizar las condiciones que los ayuden a prosperar como personas humanas. Los salarios y las horas de trabajo deben apoyar las necesidades fundamentales de las personas para formar y criar familias. Las necesidades espirituales de los trabajadores también deben ser tomadas en cuenta, para que Dios pueda más fácilmente atraerlos a una relación más profunda hacia su propósito último.

Recuperar la sacralidad del trabajo

El trabajo, bien comprendido, puede ser un lugar de gran santidad, dando expresión a los profundos anhelos de la persona humana; cuando la gente puede —y, de hecho, así hace— abrazar el trabajo como una cooperación con el poder creativo de Dios, lo mundano puede hacerse trascendente. Como señala el papa Francisco, muchos encuentros bíblicos entre personas y Dios ocurrieron en el trabajo: “Moisés oye la voz de Dios que le llama y le revela su nombre mientras llevaba a pastar el rebaño del suegro; los primeros discípulos de Jesús eran pescadores y son llamados por Él mientras trabajaban a orillas del lago”.39

La noción de que el trabajo es sagrado es esencial, no sólo para comprender nuestro trabajo, sino también para llegar a conocer a Dios mismo; en ninguna parte vemos esto más poderosamente que en la Eucaristía. El Santo Padre nos llama a beber más profundamente de esta idea: “El trabajo es amigo de la oración; el trabajo está presente todos los días en la Eucaristía, cuyos dones son el fruto de la tierra y del trabajo del hombre. Un mundo que ya no conoce los valores y el valor del trabajo, no entiende ya ni siquiera la Eucaristía, la oración verdadera y humilde de las trabajadoras y los trabajadores …”40

Avanzar hacia la restauración

En este Día del Trabajo, entonces, demos gracias a Dios presente ante nosotros en la Eucaristía mientras nos afanamos por obtener nuestra recompensa celestial. Demos gracias por la vocación humana al trabajo, y esforcémonos por hacer que nuestras empresas, nuestras comunidades, nuestra nación y nuestro mundo sean lugares donde la persona humana pueda prosperar plenamente. Y, por último, demos gracias por la oportunidad de encontrar a Cristo presente en los necesitados, junto con los grandes dones que vienen al demostrar cuidado y preocupación por nuestros hermanos y hermanas más vulnerables, incluyendo aquellos que experimentan gran pobreza en el ámbito del trabajo. Que todos busquemos seriamente adoptar la “mirada de amor” de Dios como propia, para idear y hacer realidad un mundo de trabajo restaurado “de verdad y con obras”.

Reverendísimo Frank J. Dewane
Obispo de Venice
Presidente del Comité de Justicia Nacional y Desarrollo Humano
Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos
4 de septiembre de 2017

NOTAS

1Papa Francisco, Encuentro con el mundo del trabajo en el establecimiento siderúrgico Ilva, Génova, Italia, 27 de mayo de 2017, https://w2.vatican.va/content/francesco/es/speeches/2017/may/documents/papa-francesco_20170527_lavoratori-genova.html. . . (en adelante “Ilva”).
2Ibid. 
3Ibid.
4Ibid.
5Ibid.
6Véanse, p. ej., Mensaje del Santo Padre Francisco con ocasión del Encuentro de Movimientos Populares en Modesto, California, 10 de febrero de 2017, https://w2.vatican.va/content/francesco/es/messages/pont-messages/2017/documents/papa-francesco_20170210_movimenti-popolari-modesto.html. . . (en adelante “Modesto”); Evangelii Gaudium, no. 53; Laudato si’, nos. 122-123.
7Véanse, p. ej., Modesto; Ilva.
8Caritas in Veritate, no. 32 (citando Populorum Progressio, no. 33) (cursiva en el original).
9Véase también Caritas in Veritate, no. 22 (“La riqueza mundial crece en términos absolutos, pero aumentan también las desigualdades. En los países ricos, nuevas categorías sociales se empobrecen y nacen nuevas pobrezas”) (cursiva en el original).
10Véase Modesto.
11Véase, p. ej., Primera homilía del Santo Padre, papa Francisco, 14 de marzo de 2013 (“…podemos edificar muchas cosas, pero si no confesamos a Jesucristo, algo no funciona. Acabaremos siendo una ONG asistencial, pero no la Iglesia… ¿Qué ocurre cuando no se edifica sobre piedras? Sucede lo que ocurre a los niños en la playa cuando construyen castillos de arena. Todo se viene abajo”). http://w2.vatican.va/content/francesco/es/homilies/2013/documents/papa-francesco_20130314_omelia-cardinali.html. . . .
12Véase Modesto.
13Ibid. 
14Gaudium et Spes, no. 68.
15Por ejemplo, la CCHD ayudó a apoyar a la cooperativa Opportunity Threads. Véase Duda, John. “How a worker cooperative factory is helping bring textile manufacturing back to North Carolina”. Community-wealth.org, 16 de octubre de 2014. http://community-wealth.org/content/how-worker-cooperative-factory-helping-bring-textile-manufacturing-back-north-carolina. . . (consultado el 16 de agosto de 2017).
16Papa Francisco, Discurso a la Confederación Italiana de Sindicatos de Trabajadores, 28 de julio de 2017. https://w2.vatican.va/content/francesco/es/speeches/2017/june/documents/papa-francesco_20170628_delegati-cisl.html. . . (en adelante, “Sindicatos”).
17Ibid. 
18Véanse, p. ej., Modesto, Ilva; Caritas in Veritate, no. 32 (citando Populorum Progressio, no. 33).
19San Juan Pablo II, Laborem Exercens, nos. 8, 11 (citando Dt 24:15, Sant 5:4, y también Gén 4:10) (cursivas en el original).
20Ibid. 
21Laborem Exercens, no. 19 (cursivas en el original).
22Centesimus Annus, no. 35 (cursivas en el original).
23Véase, p. ej.Laudato si’, no. 123 (“No podemos pensar que los proyectos políticos o la fuerza de la ley serán suficientes para evitar los comportamientos que afectan al ambiente, porque, cuando es la cultura la que se corrompe y ya no se reconoce alguna verdad objetiva o unos principios universalmente válidos, las leyes sólo se entenderán como imposiciones arbitrarias y como obstáculos a evitar”).
24Véase, p. ej., Ilva.
25Ibid. 
26USCCB Department of Justice Peace & Human Development, “Wage Theft: A Threat to the Worker and to Economic Development”. To Go Forthhttps://togoforth.org/2016/03/31/wage-theft/ . . . (consultado el 16 de agosto de 2017). Don Bosco Workers también construyó la silla usada por el papa Francisco en la misa que celebró en 2015 en Madison Square Garden. Véase también, ibid., “From Prison to Rome: The Impact of the Year of Mercy on Reentry”. https://togoforth.org/2016/11/17/from-prison-to-rome/. . . (consultado el 16 de agosto de 2017).
27Véase Curnutte, Mark. “Former inmate helps others re-enter society”. USA Today. 20 de febrero de 2015. https://www.usatoday.com/story/news/nation/2015/02/20/former-prisoner-leads-new-reentry-program/23774963/. . . (consultado el 16 de agosto de 2017).
28Ilva.
29Ibid.
30Ibid.

31Véase Sindicatos (cursivas en el original).
32Ibid. (cursivas en el original).
33Ibid.
34Ibid.
35Ibid.
36Ibid. 
(cursivas en el original).
37Sindicatos.
38Santo Tomás de Aquino, Suma Teológica, I, C. 73, A. 2.
39Ilva.
40Véase Ilva.

Jornada de Oración por el Cuidado de la Creación: “Escuchar el grito de la tierra y de los pobres”

Iglesia

Jornada de Oración por el Cuidado de la Creación: “Escuchar el grito de la tierra y de los pobres”

31 agosto 2017

«Escuchar el grito de la tierra y de los pobres». Es el llamamiento del Obispo de Roma y del Patriarca de Constantinopla, como anunció el mismo papa Francisco, en su audiencia general precedente a la Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación, instituida por él en 2015: «Pasado mañana, 1 de septiembre, se celebrará la Jornada de Oración por el Cuidado de la Creación. En esta ocasión mi querido hermano Bartolomé, Patriarca Ecuménico de Constantinopla, y yo hemos preparado juntos el Mensaje. En el cual invitamos a todos a asumir una actitud respetuosa y responsable hacia la creación. Dirigimos asimismo un llamamiento a cuantos ocupan papeles influyentes a escuchar el grito de la tierra y el grito de los pobres, que más sufren por los desequilibrios ecológicos».

Por su parte, la Comisión Episcopal de Pastoral Social ha hecho público un mensaje con motivo de esta jornada con el título, «Por una ecología integral». Entre otras cosas, los obispos que forma esta comisión afirman que «los cristianos, desde nuestra fe en el Creador de todas las cosas, además de valorar y proteger la creación, estamos invitados a promover en la sociedad una mayor atención hacia la misma, evitando reducirla a puro ecologismo, fomentando los comportamientos éticos y actuando siempre desde una libertad responsable». De ahí que insistan en que «frente a quienes consideran el cosmos únicamente desde su materialidad, sin valorar su belleza y sin considerar su referencia al Creador, los cristianos somos invitados a contemplar todo lo creado como un espejo, en el que se refleja la bondad, el amor y la belleza de nuestro Dios». También hacen un llamamiento a la conversión ecológica, que pasa por asumir que «el cuidado de la casa común exige un cambio profundo de aquellos criterios, tan arraigados en la cultura actual, que favorecen el consumismo y la búsqueda de los propios intereses, olvidando la dimensión espiritual de la persona y las necesidades de nuestros semejantes».

Convocatoria ecuménica en Madrid

El Arzobispado de Madrid y la Asamblea Episcopal Ortodoxa de España y Portugal se suman por segundo año a la celebración de la Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación, con una serie de actos que se desarrollarán el sábado, 2 de septiembre. Durante la misma se reflexionará sobre la importancia del lema, «Custodios del agua», en un momento en el que la falta de acceso a agua limpia y saneada es una clara violación de los derechos humanos y causa la muerte de unos 4.000 niños al día, así como raíz de conflictos violentos en varias partes del mundo.

Con la pretensión de generar conciencia sobre esta problemática, el colegio Cristo Rey (c/Santa Úrsula, 5 – metro Puerta del Ángel) acogerá un acto ecuménico. Comenzará a las 17 horas con una limonada ecológica, y continuará a las 17:30 horas con una mesa redonda para presentar el tema «Custodios del agua». Intervendrán el archimandrita padre Demetrio, del Patriarcado ecuménico de Constantinopla; Soledad Suarez, expresidenta de Manos Unidas; Amaya Sánchez, de la Asociación Territorios Vivos; y Alberto Garrido, director del Observatorio del Agua – Fundación Botín. Podrá seguirse en streaming en la web del Arzobispado.

A las 19 horas, los asistentes se dirigirán caminando hasta el cerro de la Torrecilla, en la Casa de Campo (junto al lago y las pistas de tenis – metro Lago), en donde se celebrará la oración ecuménica, a las 19:30 horas. Presidirán estos actos el cardenal Carlos Osoro Sierra, arzobispo de Madrid; el metropolita monseñor Policarpo, del Patriarcado ecuménico de Constantinopla; el obispo ortodoxo rumano, monseñor Timotei; y el arzobispo siro-ortodoxo, monseñor Nicolaos Matti. Intervendrá el grupo musical Siquem.

Campaña «Si cuidas el planeta, combate la pobreza»

Precisamente, la II Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación es también el inicio de un nuevo ciclo bimestral de sensibilización, que se prolonga a lo largo de los meses de septiembre y octubre, de la Campaña  «Si cuidas el planeta, combate la pobreza», que en esta ocasión aborda el punto 7 de su Decálogo Verde, que propone «No supeditarás tu acción a los intereses económicos». Las entidades promotoras de la Campaña –Cáritas, CONFER, Justicia y Paz, Manos Unidas y REDES (Red de Entidades para el Desarrollo Solidario)—, vuelven a inspirarse en la encíclica Laudato si´ del papa Francisco, donde se señala que «la política no debe someterse a la economía y ésta no debe someterse a los dictámenes y al paradigma eficientista de la tecnocracia. Hoy, pensando en el bien común, necesitamos imperiosamente que la política y la economía, en diálogo, se coloquen decididamente al servicio de la vida, especialmente de la vida humana» (LS 189).

Declaración final de la Asamblea General de Cáritas Española

Iglesia

Declaración final de la Asamblea General de Cáritas Española

04 julio 2017

La LXXIV Asamblea General de Cáritas Española, celebrada en la localidad madrileña de El Escorial los días 30 de junio y 1 de julio de 2017, aprobó una Declaración Final en la que se expresa “un ser y hacer comprometidos con la caridad y la justicia social”.

 “La Iglesia nos llama al compromiso social. Un compromiso social que sea transformador de las personas y de las causas de las pobrezas, que denuncie la injusticia, que alivie el dolor y el sufrimiento y sea capaz también de ofrecer propuestas concretas que ayuden a poner en práctica el mensaje transformador del Evangelio y asumir las implicaciones políticas de la fe y de la caridad”.

—Pablo VI, Populorum progressio, 75

Proclamando juntos “la grandeza del Señor” y expresando “la alegría de nuestro espíritu en Dios nuestro Salvador”, los representantes de las 70 Cáritas Diocesanas que integran la Confederación Cáritas en España hemos reflexionado en este encuentro anual sobre los signos de esperanza y los síntomas de incertidumbre que compartimos a diario con los cientos de miles de personas que acompañamos en nuestra red estatal de acogida e inserción.

El nuevo ciclo económico iniciado hace tres años ofrece motivos para el optimismo, porque la evolución positiva de algunos indicadores socioeconómicos tiene relación directa con la situación concreta y cotidiana de muchas personas. Ahora bien, cuando los dramáticos efectos de la crisis parecen desdibujarse de las preocupaciones ciudadanas, queremos llamar la atención sobre la rigurosa constatación que acaba de hacer pública la Fundación FOESSA de que 7 de cada 10 hogares no perciben todavía que los efectos de la recuperación económica les hayan llegado.

Somos testigos directos de cómo muchas familias siguen padeciendo las consecuencias de unas condiciones de precariedad que, como venimos alertando desde hace tiempo, son el resultado directo de nuestro modelo socioeconómico.

Con el inicio de un nueva etapa de recuperación y crecimiento, vuelve a inquietarnos el riesgo de que se repitan errores pasados, siga sin incidirse de raíz en los fallos estructurales de la desigualdad y, bajo la euforia de la poscrisis, una parte de la sociedad quede relegada y continúe sin tener garantizados sus derechos básicos.

Nos preocupa que se consolide en la ciudadanía la idea de que la pobreza es algo natural y de que el hecho escandaloso de que millones de personas permanezcan por debajo del umbral de la pobreza, acuciadas por las condiciones de precariedad y abocadas a un futuro lleno de incertidumbres, forma parte del paisaje inevitable de la cuarta economía de la zona euro.

Reafirmamos, por ello, cuando se cumplen 70 años de la creación de nuestra institución, un ser y hacer de Cáritas comprometidos con la caridad y la justicia social. Con una caridad, que para servir a la exigencia de calidad, necesita de la profundidad de la denuncia social y de la propuesta de un modelo social orientado hacia la transformación de la realidad y la defensa del derecho de todos a acceder al bien común en una Casa que es de todos.

Esta demanda de avanzar en la opción preferencial y evangélica por los pobres es un mandato que nos lanzan tanto nuestros obispos como las personas que acompañamos y la amplia base social de voluntarios, socios y donantes que hacen posible la misión de Cáritas como servicio organizado de la caridad dentro de la Iglesia. Es, además, una opción inspirada en el magisterio de la Doctrina Social de la Iglesia, donde la respuesta fraterna a las víctimas de la cultura del descarte alimentada por el culto al “dios dinero” tiene un carácter integral.

Como expresión de una Iglesia auténticamente samaritana, no podemos desarrollar una acción de acogida y acompañamiento a las personas excluidas sin esforzarnos, al mismo tiempo, por añadirle las exigencias de la denuncia, la transformación de la realidad y la opción por la justicia social.

Somos conscientes de que investigar, en una etapa de crecimiento económico como la actual, la realidad de pobreza, y poner voz y rostro a las necesidades de los cientos de miles de personas que acompañamos resulta un relato incómodo, tanto para los poderes públicos como para algunos analistas políticos y líderes de opinión.

La nuestra no es una misión coyuntural. El único contrato suscrito por Cáritas es el de la lucha contra la pobreza y la defensa de la dignidad de las personas. Es una empresa a la que seguimos convocando a toda la ciudadanía, al conjunto de los agentes sociales, a los poderes públicos y a los medios de comunicación social.

Para Cáritas, la toma de partido contra la pobreza no puede quedar restringida a una opción temporal o privada: es también una acción comunitaria desarrollada en el centro mismo de la vida pública, que sólo tendrá éxito si se fortalece el tejido social y la participación de todos en cada uno de los ámbitos democráticos y asociativos.

Cuando parecemos recrearnos en la salida de la crisis y el cambio de tendencia económica, hacemos un llamamiento a la comunidad cristiana y a la ciudadanía a tomar conciencia de las zonas en sombra en la que permanecen muchos ciudadanos. Invitamos, una vez más, a replantearnos el modelo de sociedad que queremos construir y las oportunidades por las que estamos dispuestos a trabajar para transformar la realidad en nuestros barrios, en nuestras comunidades y en cada uno de los espacios de participación pública en los que intervenimos.

La nuestra es una invitación a involucrarse en la construcción de un modelo social acogedor, auténticamente fraterno, accesible para todos y basado en un crecimiento económico respetuoso con la Creación, sin excluidos ni empobrecidos.

Desde nuestra experiencia y desde la misericordia inspirada en las realidades de frontera donde intervenimos, asumimos el riesgo de incomodar, de ser “piedra de escándalo y signo de contradicción”, de ser desacreditados por asumir la misión de ser testigos del Evangelio y compañeros de los pobres, como lo son especialmente los más de 84.000 voluntarios y voluntarias que ponen su vida y sus anhelos en compartir ese camino.

Frente a la tentación de un discurso centrado en el individualismo, en el que cada uno debe ser el único garante de su propio bienestar, nuestra propuesta es la comunidad.

Frente al debilitamiento de las políticas públicas, nuestra propuesta es la de que sean fortalecidas, porque las Administraciones son las garantes de los derechos fundamentales.

Frente a un modelo de sociedad de consumo donde el mercado se concibe como el único espacio donde satisfacer toda necesidad, nuestra propuesta es la lógica del don y la caridad dentro de una Iglesia en salida, en las periferias y comprometida en el servicio a los últimos.

Frente a la apuesta por el crecimiento constante y a cualquier precio, reafirmamos nuestro concepto de desarrollo humano integral que, ahora que se cumple el 50 aniversario de la encíclica Populorum progressio, pasa por el reconocimiento de la dignidad y la construcción del bien común.

Frente al sufrimiento de miles de refugiados y de todos aquellos que se ven obligados a migrar para proteger su dignidad, nuestra propuesta es la de acoger al hermano y reconocer sus derechos y sus capacidades, sin distinciones entre “ellos y nosotros”.

Y frente a una lógica de desarrollo basado en el uso irresponsable de los bienes que Dios ha puesto a nuestra disposición en «la hermana nuestra madre tierra», proponemos un modelo de cooperación internacional fraterna orientado a «proteger nuestra casa común y unir a toda la familia humana en la búsqueda de un desarrollo sostenible e integral» para todas las personas, como señala el papa Francisco en Laudato sí’.

Este objetivo es especialmente urgente para nuestros hermanos acosados por la precariedad en Venezuela, Sudán del Sur o el Cuerno de África, a quienes acompañamos con nuestra cercanía y solidaridad. Junto a ellos y los hermanos de todos los países donde estamos comprometidos en la lucha contra la pobreza, compartimos su tenacidad admirable para, a pesar de las angustias provocadas por sus actuales circunstancias, construir oportunidades para la paz que “ha de fundarse en la verdad, la justicia, el amor y la libertad” (Juan XXIII, Pacem in terris).

Nuestra misión evangelizadora como acción caritativa y social de una Iglesia pobre y para los pobres, nos lleva a renovar en esta Asamblea la voluntad de seguir avanzando en una acción iluminada por “los gozos y las esperanzas” que nos transmiten la alianza con los que más sufren, con quienes son los verdaderos protagonistas del mandato del Espíritu que nos “ha ungido para anunciar a los pobres la Buena Nueva, para proclamar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, para dar la libertad a los oprimidos y proclamar un año de gracia del Señor” (Lucas 4, 16-30).

El Escorial, 1 de julio de 2017

Noticias Obreras | Sostenibilidad. 100% economía respetuosa con la persona y el medio ambiente

Kiosco

Noticias Obreras | Sostenibilidad. 100% economía respetuosa con la persona y el medio ambiente

01 junio 2017

Presento el sumario de contenidos de la revista Noticias Obreras, una mirada cristiana del trabajo humano y el bien común, de junio de 2017 (número 1.596). Las palabras claves son: #sostenibilidad, #medioambiente, #siniestralidad_laboral, #sindicatos, #AcciónCatólica y #ética.

Secciones abiertas al diálogo y la participaciónNNOO digital

Editorial • «Política, corrupción y virtudes sociales». Analizamos el tema de la corrupción a la luz de la Doctrina Social de la Iglesia, destacando el reto que plantean los obispos en Iglesia, servidora de los pobres, de extender y cultivar las virtudes públicas y las prácticas que se rijan por el bien común. Se publicará en la web y en las redes sociales el próximo 13 de junio. Te animamos a su valoración y a compartirlo con la etiqueta #editorial1596. También puedes hacer llegar tu opinión a participacion@noticiasobreras.es

Tema del mes • «Sostenibilidad: por una economía respetuosa de la persona y del medio ambiente». José Castro, profesor de Ética Social, parte de Laudato si’ y de otras encíclicas para profundizar en el concepto de sostenibilidad como clave para comprender el desarrollo económico. Ilustrado por la viñeta de Chipola.

En esta sección, nos ponemos a la escucha. Puedes hacer tus aportaciones al tema a través de las redes sociales con la etiqueta #TM1596 o al correo participacion@noticiasobreras.es.

Secciones y colaboraciones destacadas

Lectores, lectoras •  En el artículo «Nuevas pulsaciones veraniegas para Noticias Obreras» anticipo los cambios para el número de agosto, con una Revista de Verano, que modifica los contenidos habituales ofreciendo un itinerario de lectura más sosegado.

Laboral • «Una década desenmascarando la “muerte invisible”». Andrés Sánchez nos relata la experiencia de la HOAC de Córdoba en su compromiso con la denuncia de la siniestralidad laboral y el apoyo a las víctimas.

Vidas precarias • «Ya tengo pasaporte, he vuelto a tener esperanza». José Antonio Nguema, refugiado en nuestro país, nos relata la dura experiencia para salir de su país y llegar a España, donde el choque con la realidad casi le hace perder la esperanza.

Economía • «Presupuestos Generales a costa del empleo». Un texto que denuncia la insuficiencia de los presupuestos para 2017, que profundizan en la desprotección de las personas y debilitan el papel de los servicios públicos de empleo. Por Mª Carmen Barrera, secretaria de Políticas Sociales, Empleo y Seguridad Social de UGT.

Entrevista • Adela Cortina: «No se puede admitir que la sociedad rechace a los peor situados». José Luis Palacios entrevista a la filósofa a raíz de su último ensayo Aporofobia, el rechazo al pobre.

Política • «Otra forma de hacer política es posible». Una reflexión sobre los cambios políticos en España, desde los partidos políticos a los movimientos sociales que tratan de generar una sociedad desde abajo y buscan una nueva forma de hacer política. Por Joaquín Sánchez, consiliario de la HOAC de Murcia y miembro del colectivo «En el nombre de Dios, basta ya de desahuciar».

Otra vida familiar es posible • «Oración y esperanza ante la dificultad», María del Prado Sánchez nos da el testimonio de las dificultades y la capacidad de superación de familias con situaciones de desempleo.

Iglesia • «Claves para construir una Acción Católica cada vez más útil para la misión de la Iglesia». Artículo de José Fernando Almazán, presidente de la HOAC tras participar en el II Congreso Internacional y la VII Asamblea General del Foro internacional de la Acción Católica (FIAC).

Noticias de la HOAC •  «Iglesia por el trabajo decente impulsa una campaña de adhesión». Presentación de la campaña y dinámica de la iniciativa realizada por Milagros Villamarín, responsable de Compromiso de la HOAC.

GlobalizAcción • «Movimiento Nuevo Santuario en los Estados Unidos». Joseph Fleming, promotor de la red Nacional PICO y coordinador del I Encuentro de Movimientos Populares de EEUU relata la experiencia de este movimiento de solidaridad hacia los inmigrantes que ha resurgido tras la amenaza de las políticas excluyentes de la Administración Trump.

Cultura • «¡Hoy las ciencias adelantan que es una barbaridad!». Reflexión sobre la inteligencia artificial y la tendencia a la robotización del trabajo y cómo nos afectará en un futuro quizá no muy lejano. Por Maite Valdivieso.

Libros • «Una mirada de fe sobre el trabajo humano». Reseña el nuevo libro de Ediciones HOAC: Cristianismo y economía. Repensar el trabajo más allá del capitalismo, un libro de Élio E. Gasda que profundiza en el trabajo como dimensión fundamental de la existencia humana.

Noticias Obreras recoge también las imprescindibles colaboraciones de Juani Sosa, en la sección El trabajo es para la vida con el artículo «Estrés térmico»; en política contamos con la viñeta de Miguel Cruz, DemocraciaAraceli Caballero, en El cuidado de la creación, con «Males que más de cien años duran»; Francisco Porcar escribe en La Mundialización «El Rana Plaza y la industria de la confección». Jesús Espeja en El Termómetro con «En defensa del sindicalismo»; Juan Mari Lechosa escribe en El Evangelio en tu vida el artículo «¡Esto es lo que hay!»;  Iñaki Lancelot, en Cine, con «Espléndido secreto a voces»; en El Atrio, José Fernando Juan escribe «iCongreso: Encuentro, Comunión y Formación»; en Dos Minutos  José María Toro firma «Dejar que los espacios nos hablen…», y en La Oración de cada día, Presen Pérez escribe el poema «Pero hay trigales en ciernes».

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Foto de portada: Kotiskin (123rf). Tratamiento gráfico: Redacción de Noticias Obreras.

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Campaña de adhesiones a la iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente #MásITD

Iglesia, Nota de prensa

Campaña de adhesiones a la iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente #MásITD

16 mayo 2017

Coincide con la puesta en marcha de la web www.iglesiaporeltrabajodecente.org

Las entidades promotoras de Iglesia por el Trabajo Decente, en adelante ITD, transcurridos los dos primeros años desde la presentación pública de la Declaración, dan un paso más en su compromiso con la puesta en marcha de una campaña de adhesiones a la iniciativa.

En ella solicitan la adhesión a la declaración fundacional de Iglesia por el Trabajo Decente para tomar «conciencia de que el desempleo, el trabajo precario, la desigualdad en el acceso a un trabajo decente y la limitación al ejercicio de los derechos humanos que esto supone, son un atentado a la dignidad humana» y animar a sumarse a la exigencia de trabajo decente, que no es ajena en la Iglesia.

Por citar algunos ejemplos, en Caritas in veritate, se señala que el trabajo decente es «expresión de la dignidad esencial de todo hombre o mujer» (n. 63). En Laudato si’ se insiste en la importancia de la dignidad del trabajo y del trabajo digno para la realización de la dignidad humana, la lucha contra la pobreza y la configuración de una sociedad que, con el trabajo de las personas, cuide la vida de todos y la casa común, realizando así la vocación humana (n. 128). Y en Iglesia, servidora de los pobres, instrucción pastoral de la Conferencia Episcopal Española, señala que «para que el trabajo sirva para realizar a la persona, además de satisfacer sus necesidades básicas, ha de ser un trabajo digno y estable. (…) La política económica debe estar al servicio del trabajo digno. (…) Defender el trabajo decente significa poner en el centro a la persona en vez de la rentabilidad económica; ir más allá del empleo y distribuirlo justamente; reconocer los trabajos de cuidado necesarios para la vida; luchar por condiciones dignas y el cumplimiento de los derechos; conciliar trabajo y descanso; y desvincular derechos y empleo. Es una misión irrenunciable ante el aumento de las desigualdades y de la pobreza laboral. Y es esencial para una sociedad más decente» (3.6).

La campaña se dinamizará en los ámbitos de las parroquias de las distintas diócesis del país, así como entre grupos, movimientos de base y organizaciones de la Iglesia. Para facilitar la adhesión, se puede realizar desde la web de ITD coincidiendo con su estreno.

Este espacio de comunicación pretende ser un «punto de encuentro para personas, entidades, movimientos o instituciones de la Iglesia, pero también del conjunto de la sociedad, sensible a la exigencia de trabajo decente». Para ello, ofrece toda la información relativa a los contenidos y la actividad de ITD; materiales de sensibilización y formación; recursos del magisterio de la Iglesia que abordan o recogen la importancia del trabajo decente.

Dispone de una «sala de prensa» que muestra la actualidad de ITD; de sus entidades promotoras y actividad de pastoral obrera de la Iglesia. Facilita el contacto y la relación profesional con los medios de comunicación social. Y, por último, ofrece la posibilidad de suscripción a un boletín informativo gratuito para cualquier persona interesada en recibir información sobre ITD.

Cáritas, Conferencia Española de Religiosos (CONFER), Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC), Justicia y Paz, Juventud Estudiante Católica (JEC) y la Juventud Obrera Cristiana (JOC) renuevan su compromiso de favorecer dinámicas de sensibilización, visibilización y denuncia sobre una cuestión central en la sociedad y esencial para la vida de millones de personas: el trabajo humano y anunciar el concepto de trabajo decente «hacia el interior de nuestras organizaciones, hacia la Iglesia en general y hacia la sociedad».

En twitter #MásITD

Noticias Obreras | El trabajo en el pontificado de Francisco

Kiosco

Noticias Obreras | El trabajo en el pontificado de Francisco

01 mayo 2017

Presento el sumario de contenidos de la revista Noticias Obreras, una mirada cristiana del trabajo humano y el bien común, de mayo de 2017 (número 1.595). Las palabras claves son: #TrabajoDigno, #DerechoHuelga, #Europa, #BurbujaInmobiliaria, #Francisco y #AbogadosAtocha.

Secciones abiertas al diálogo y la participaciónNNOO digital

Editorial • «Trabajo digno para una sociedad decente». Finalizan los dos primeros años de la campaña desarrollada por la HOAC, desde su XIII Asamblea General. Los dos próximos años tendrá continuidad con el objetivo de seguir colaborando a que se dé la debida importancia y respuesta social a la necesidad de trabajo digno. Se publicará en la web y en las redes sociales el próximo 11 de mayo. Te animamos a su valoración y a compartirlo con la etiqueta #editorial1595. También puedes hacer llegar tu opinión a participacion@noticiasobreras.es

Tema del mes • «La centralidad del trabajo en el pontificado de Francisco». Presentamos una aportación de la teóloga argentina Emilce Cuda sobre la visión del trabajo humano que tiene el papa Francisco. Sus orígenes, su importancia en Evangelii gaudium y en Laudato si’, su presencia en los discursos públicos y en el diálogo con los movimientos populares. La exigencia de trabajo decente es un aspecto central de su pontificado. Ilustrado por la viñeta de Chipola.

En esta sección, nos ponemos a la escucha. Puedes hacer tus aportaciones al tema a través de las redes sociales con la etiqueta #TM1595 o al correo participacion@noticiasobreras.es.

Secciones y colaboraciones destacadas

Noticias de la HOAC •  Josefa Valerón, responsable de formación de la HOAC, nos presenta la orientación y contenidos de los próximos Cursos de Verano que abordan «Otra manera de ser, estar y vivir en medio del mundo obrero».

Laboral • «Visión restrictiva del derecho de huelga», Eduardo Rojo nos habla de una sentencia de TS, del 16 de noviembre de 2016, que puede tener consecuencias negativas para el derecho de huelga.

Vidas precarias • «Trabajar en la naranja»,  Mª Fernanda Díaz Pla, militante de la HOAC de Castellón, nos acerca a la realidad de varios trabajadoras de la naranja, una labor dura y mal remunerada.

Economía • «¿Una nueva burbuja inmobiliaria?». Saúl Pérez nos alerta de cambios en el sector inmobiliario que pueden ser indicadores de una nueva burbuja.

Entrevista • «Se habla de los logros de una empresa, mientras el trabajador es invisible». Iñaki Lancelot entrevista a David Macián, director de «La mano invisible», su primer largo. Una obra basada en la novela de título homónimo de Isaac Rosa, que cuestiona el concepto de trabajo y las virtudes que le son atribuidas.

Política • «¿Es posible alcanzar la desconexión digital con la empresa». Pedro J. Navarro nos habla del estrés y el cansancio producido por la permanente conexión digital con el ámbito laboral que sufren muchos trabajadores y trabajadoras. Un tema que ha llegado a la agenda política, abriendo la posibilidad a una regulación legislativa.

Otra vida familiar es posible • «Reparto, apoyo y ganas», Rocío Hernando comparte su experiencia familiar, donde todos se comprometen y se reparten las tareas, lo que permite a Rocío participar en actividades de la parroquia, el sindicato, etc.

Iglesia • «Papa Francisco: los caminos de esperanza para Europa»Eduard Ibáñez, presidente de la Comisión General de Justicia y Paz, recoge la postura del Papa sobre el tema europeo, lanzando un potente mensaje a favor del proyecto de Europa sobre la base de sus valores fundacionales.

Experiencia • «Barrios ignorados: recuperar a las personas». Lola Contreras, de la Asociación Andaluza de Barrios Ignorados, nos habla de las VI Jornadas organizadas por esta asociación en Córdoba, con el lema «Derechos y deberes sociales para todas las familias».

Cultura • «Atocha en el futuro», Alejandro Ruiz-Huerta Carbonell, profesor de derecho y superviviente de la matanza de Atocha, rememora aquel crimen y hace un balance de estos 40 años transcurridos.

Libros • «Dar voz a las personas en paro». Joan Sifre reseña el libro «Los parados: cómo viven, qué piensan, por qué no protestan».

Noticias Obreras recoge también las imprescindibles colaboraciones de Miguel Cruz, en la sección El trabajo es para la vida con el artículo «La depresión es un problema social»; en política contamos con la viñeta de Javiñetas, DesconexiónAraceli Caballero, en El cuidado de la creación, con «Segunda oportunidad»; Francisco Porcar escribe en La Mundialización «¿Sabes cómo se han hecho los zapatos que llevas?». Jesús Espeja en El Termómetro con «Resucitar en el mundo del trabajo»; Fernando Díaz Abajo escribe en El Evangelio en tu vida el artículo «Yo estoy con vosotros todos los días»; Susana García, en Cine, con «Cuatro películas y un corto sobre las relaciones laborales»; en El Atrio, José Videla escribe «Aprendiendo de la historia obrera»; en Dos Minutos José María Toro firma «La geometría de la mirada», y en La Oración de cada día, Àlvar Miralles escribe el poema «Perros despreciables los llaman los pudientes».

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Foto de portada: Prensa del II Encuentro Mundial de Movimientos Populares. Tratamiento gráfico: Redacción de Noticias Obreras.

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#1Mayo | Tender puentes en el mundo obrero y del trabajo

Comunicados

#1Mayo | Tender puentes en el mundo obrero y del trabajo

27 abril 2017

Comunicado del Primero de Mayo de 2017 • Día Internacional del Trabajo • HOAC y JOC.

En twitter #1MCreoPuentes • #1Mayo

Celebramos el 1º de Mayo, la fiesta más importante para el mundo obrero, en el que las trabajadoras y trabajadores de todo el mundo nos unimos para manifestarnos y reivindicar trabajo y mejores condiciones laborales.

Expresiones como: «he llegado a trabajar hasta 17 horas en un día», «cada viernes me dan los turnos de la próxima semana», «tengo un contrato que empieza y termina en el mismo día», «es lo que hay», en boca de Inés, David, Adrián…, son cada día más frecuentes y hacen que el presente y el futuro de las trabajadoras y trabajadores sea incierto, ya que nos lleva al conformismo y a vivir eternamente instalados en la precariedad laboral.

A menudo escuchamos que hemos salido de la crisis, que la economía ha mejorado y que se está creando empleo. Escuchamos menos que esta bajada del desempleo lleva consigo precarización y pérdida de derechos: temporalidad, inestabilidad, falsos autónomos, horas extras no remuneradas y más pobreza. Según datos del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, en abril el paro bajó en 48.559 personas, muy pocas comparadas con las 3.702.317 que continúan aún registradas en las oficinas de empleo, llevándose la peor parte las mujeres y las personas jóvenes.

Apenas se dice tampoco que tener trabajo no es garantía hoy de poder vivir con dignidad. Los denominados «trabajadores pobres», los nuevos excluidos del siglo XXI, representan ya el 14,8%, mientras que el 22,1% de las personas de nuestro país se encuentra ya en riesgo de pobreza y exclusión. (Informe Análisis y perspectivas 2016. Fundación FOESSA, Cáritas. Nov 2016) .

Asistimos a la globalización de la economía, no hay fronteras para el capital, sin embargo levantamos muros y fronteras para las personas. Ante esto, es urgente tender puentes, poner en el centro a la persona.

El papa Francisco hace énfasis, en la Laudato si’ (127-128), que el ser humano debe estar en el centro de la vida y también nos recuerda que «sin trabajo la dignidad está herida» (Terni, 20.03.14).

La JOC y la HOAC, como Iglesia encarnada en el mundo obrero y del trabajo, manifestamos que es urgente y necesario abordar la situación del trabajo desde todos los ámbitos de la sociedad. Creemos que, solo con el esfuerzo de todas y todos, podremos recuperar derechos y darle la importancia que tiene el trabajo como elemento central en la vida de las personas.

Estamos convocados a ofrecer una respuesta social conjunta y trabajar para:

Promover el trabajo decente. Un trabajo que respete los derechos de las trabajadoras y trabajadores, asegurando un salario justo y seguridad en el puesto de trabajo.

Acceso al trabajo para todas y todos. Ante la situación que estamos viviendo, creemos importante que toda persona tenga acceso a un empleo digno que respete la vocación y que nos permita sentirnos partícipes de la construcción de la sociedad.

Evitar la discriminación. Aunque se haya avanzado en el reconocimiento de igualdad de derechos, hay que dar pasos e integrar a los diversos colectivos en el mundo del trabajo, y cuidar la no discriminación de personas por razón de género, discapacidad, país de origen, orientación sexual, etnia, raza, religión…

Garantizar la protección social. Que asegure la protección de las familias y mejore las perspectivas de desarrollo personal e integración social. Y al mismo tiempo priorizar la necesidad de una renta de ciudadanía que garantice su protección.

Repensar la participación y la conciliación. Que dé libertad para que las personas expresen sus opiniones, se impliquen y participen en las decisiones que afectan a la organización del trabajo. Un trabajo que nos permita conciliar la vida laboral y familiar y el desarrollo de las necesidades culturales y espirituales, así como el compromiso militante como ciudadanos comprometidos.

Reconocer los trabajos de cuidados. Debemos seguir avanzando hacia un sistema en el que no solo los trabajos «productivos» sean reconocidos socialmente como trabajo, sino también los trabajos de cuidados que posibilitan la vida (el cuidado de niños y personas mayores, la atención a la dependencia, el cuidado de la naturaleza…).

Dialogar sobre el presente y futuro del trabajo. Es necesario y urgente sentarnos en una mesa de diálogo donde gobiernos, empresarios, sindicatos y otras organizaciones sociales reflexionemos sobre el sentido humano y humanizador del trabajo y cómo necesitamos organizar el trabajo, así como medios para que el trabajo y el sistema de producción tengan como objetivo la justicia social.

Jesucristo, Buena Noticia para las mujeres y hombres de hoy, dedicó su vida a anunciar un mundo nuevo, el Reino de Dios que estamos llamados construir aquí y ahora. También nosotros, aun siendo conscientes de la situación que vivimos, anunciamos y ponemos nuestra esperanza en los pequeños cambios que están dando en la sociedad (consumo responsable, economía de comunión, cuidado de la creación,…) que, como la semilla o la levadura en la masa, transforman la realidad en los barrios, en nuestros trabajos, en la calle y en nuestras casas.

Estas pequeñas semillas que hoy construyen Reino pueden inspirarnos para tender puentes y crear un mundo entre todas y todos donde se respete la dignidad de la persona y el derecho a un trabajo decente.

 

Información relacionada
 Convocatorias y actos.
Mensaje del Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos.
Cartel de la iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente.

Cinco Panes: la Doctrina Social de la Iglesia a un solo clic

Colaboraciones, Iglesia

Cinco Panes: la Doctrina Social de la Iglesia a un solo clic

24 marzo 2017

Elena Moreno | ¿Cómo se sitúa la Iglesia ante los principales conflictos sociales y económicos de nuestro tiempo? ¿Se puede hablar de temas que preocupan a la sociedad, como la vivienda, el trabajo, la economía…, en nuestras parroquias? ¿Por qué la Doctrina Social de la Iglesia es una de las grandes desconocidas (u olvidadas) de entre todas las demás doctrinas católicas?

Todas estas preguntas, y algunas otras, fueron las que animaron a José Antonio González, un joven de Elda (Alicante), a embarcarse en Cinco Panes, un espacio web, con un blog y un canal de youtube, donde se acercan de una forma sencilla y visual los documentos del magisterio social de la Iglesia.

En tan sólo dos años de funcionamiento, ya ha publicado más de 60 vídeos, que no pasan de los 10 minutos, en los que se abordan temas como la exhortación apostólica Amoris laetitia o la encíclica Laudato si’, hasta contenidos de formación cristiana básica o el bien común a la luz de la Doctrina Social de la Iglesia, entre otros.

La idea surgió ante una constante que aparecía en los encuentros de laicos en los que participaba el propio José Antonio: «la necesidad de la formación para el seguimiento de Jesús de un modo consciente, responsable y coherente». Para él, «la evangelización sin una formación que permita dar razón de la fe y que la sustente, termina quedando en palabras vacías; se acaba hablando mucho de Jesús pero viviéndolo poco en el día a día».

No se le ocurrió mejor forma de hacerlo que lanzar una web a través de la cual poder acercar a los fieles laicos diferentes documentos del magisterio eclesial, con un estilo y lenguaje muy contemporáneo. Su alcance ha sido enorme, más tratándose de temas que en principio pueden parecer reservados a los estudiosos.

«En el último trimestre de 2016 se produjeron más de 95.000 reproducciones. Los módulos sobre la Laudato si’ y la Amoris laetitia son los más reproducidos”, afirma este licenciado en biología, de 34 años, que hace unos años marchó a la República Democrática del Congo, como voluntario, y que desde entonces se encuentra en situación de desempleo.

Curiosamente, el país donde más se han reproducido sus vídeos, algunos han sido vistos 18.000 veces, ha sido Perú, aunque le han llegado mensajes de agradecimiento de Guatemala, Chile, México y otros países de Latinoamérica. Hay quienes usan el material como complemento en universidades e institutos. Le llegan peticiones para utilizar los vídeos en todo tipo de ámbitos.

En España, la acogida, por el momento, es desigual: «No es siempre tan favorable», declara y confiesa que tiene «la sensación de que se escruta el material con lupa en busca de concordancias o discrepancias con determinados grupos de opinión».

Viendo la esmerada factura de los vídeos, la trascendencia de los mensajes que contienen y la actualidad de la información manejada, sorprende pensar que todo es fruto de su esfuerzo personal. «Detrás de cada vídeo hay muchas horas de trabajo: leo los documentos detenidamente, extraigo lo más importante, elaboro un guión, realizo la locución, diseño los personajes, produzco el vídeo y finalmente lo subo al canal y a la web», explica.

También es el único responsable de mantener las cuentas en las redes sociales asociadas a su sitio web, lo que unido a las tareas de producción, le exigen «una dedicación absoluta, como un trabajo cualquiera». No es para menos, «después de casi dos años de andadura, Cinco Panes ha ido creciendo». Aunque carece de apoyo institucional alguno, ha conseguido que personas que creen en tanto como él en esta idea difundan espontáneamente el resultado de su esfuerzo en las redes.

El siguiente reto que se ha marcado es la elaboración de 78 vídeos de no más de ocho minutos desgranando, nada más y nada menos, que el Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia. «Viendo las noticias parece que estamos al borde del colapso, con la amenaza de una guerra mundial e innumerables crisis. Se me ocurrió que la Doctrina Social de la Iglesia tenía mucho que aportar para construir la paz y la concordia de abajo arriba», razona José Antonio.

Cada vídeo estará acompañado por una ficha con algunas sugerencias de uso en diferentes contextos (equipos de vida, charlas, formación de profesores…) como una manera de aportar algo de luz sobre el pensamiento social cristiano que, en su opinión, a veces se confunde con «política barata» o revitalizar la vivencia de los sacramentos frente a la tentación activista.

Para poder llevar a buen término lo que él llama «DESIVI», Doctrina Social de la Iglesia en Vídeo, necesita financiación, más aún en su situación: «Me casé en el 2016 y hace menos de un mes que nació mi primer hijo. La economía familiar se sustenta con el sueldo de mi mujer, que es maestra de educación infantil».

Este padre primerizo, confiesa sobre el proyecto: «Me ilusiona, me apasiona, pero no puedo continuar empleando mi tiempo a cambio de nada, especialmente ahora que somos uno más. Necesita muchas horas de trabajo y dedicación, que ya no pueden ser donadas gratuitamente». De ahí que haya recurrido al crowdfounding, un camino incierto pero coherente con su modo de pensar.

«Aposté por la financiación colectiva porque entre los miles de millones de católicos que habitamos en la Tierra, pensé que no sería complicado en exceso encontrar a un pequeño grupo de ellos interesado en disponer de un material de distribución gratuita para la difusión de la Doctrina Social de la Iglesia», asegura José Antonio.

A través de una página especial, las personas interesadas pueden elegir la cantidad que quieren donar y ver las recompensas que recibirán en función de la aportación elegida. Después, se les redirige a una plataforma de pago seguro y deciden si quieren ser mencionadas o no como donantes.

Si terminado el plazo del proyecto, fijado para finales de este mes, no se ha alcanzado el 100% de la financiación, quienes hayan realizaron una donación recuperarán el importe de manera automática. Se puede colaborar a partir de 5 euros.

En la práctica está resultando más difícil de lo esperado reunir los recursos económicos necesarios, unos 13.000 euros, lo que lleva a González a afirmar que se está planteando «cesar la actividad de Cinco Panes si no conseguimos alcanzar el 100% de la financiación requerida».

Aunque a medio plazo su objetivo no está muy claro, está en «proceso de discernimiento», mantiene José Antonio la firme convicción de que «Cinco Panes aporta un bien al conjunto de la Iglesia Universal».

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