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Entrevistas a los miembros salientes de la Comisión Permanente de la HOAC

Iglesia

Entrevistas a los miembros salientes de la Comisión Permanente de la HOAC

27 junio 2019

Fernando, Carmen y Milagros han culminado el tiempo de dedicación a la Comisión Permanente de la HOAC para el que fueron elegidos. Ha llegado el momento de valorar su trayectoria, sus vivencias y de compartir algunas de las experiencias vividas. Es lo que tratamos de reflejar con estas tres entrevistas. 

 

Fernando Díaz Abajo, consiliario: “Debemos concretar cómo buscar justicia juntos”

¿Cómo valora su paso por la Comisión Permanente de la HOAC?

Visto lo visto, quizás es pronto para valorar. Estos primeros cuatro años han sido una experiencia impagable, por lo vivido y aprendido en el trabajo cotidiano con los miembros de la Comisión Permanente, en dos etapas distintas. Sobre todo, por las hermanas y hermanos, por esta familia que gratuitamente me habéis regalado estos años.

Y también por la riqueza que supone el conocer y compartir la vida de la militancia en las distintas diócesis, de primera mano, cuando las visitamos; por poder experimentar la acogida, la comunión… Por poder ser testigo de muchas vidas entregadas, de tanto compromiso; por experimentar la vida de la Iglesia más allá de la propia diócesis… porque, de vez en cuando, parece que uno ayuda a realizar ese camino común, y, desde luego, en todo eso, por seguir experimentando día a día que conviene fiarse de Dios, que sale a cuenta fiarse de Dios. En definitiva esta experiencia es un regalo como solo Dios sabe hacerlos. Aquí vino un consiliario, y ahora hay otro distinto.

¿Cómo ha evolucionado la relación con los obispos de la Conferencia Episcopal, y en especial con los responsables de Apostolado Seglar y de Pastoral Obrera?

Indudablemente no estamos donde estábamos hace cuatro años. Eso seguro. Creo que los obispos nos han perdido el miedo y han deshecho prejuicios –algunos antiguos, y casi todos infundados- respecto a la HOAC, en particular, y a los Movimientos especializados de Acción Católica, en general. El acompañamiento que, en estos años, ha realizado Carlos Escribano como Obispo Consiliario, desde la escucha y la cercanía; el que realiza en estos momentos Antonio Gómez, actual Obispo Consiliario o la relación con Javier Salinas, presidente de la Comisión Episcopal de Apostolado Seglar (CEAS), por citar los más cercanos a nuestro quehacer, son muy de agradecer. Por descontado, queda la relación con Antonio Algora desde su responsabilidad en Pastoral Obrera, pero Antonio es de casa, es de la familia. El cariño que nos tiene –y nosotros a él- es especial. Es de agradecer también la cercanía de muchos otros obispos. Quizá por significativa la de Ricardo Blázquez, que ya se manifestó con su presencia en la XIII Asamblea, y en la Asamblea del Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos (MMTC) en 2017.

Hoy podemos hablar de la HOAC, de la Pastoral Obrera, de la misión evangelizadora de nuestro quehacer apostólico, de la evangelización en el mundo obrero, del laicado, de muchas cuestiones, con casi todos los obispos. Es verdad que seguimos encontrando alguno que, si visitamos la diócesis no nos recibe, o que sigue anclado en estereotipos pasados sobre la HOAC, pero son un número no significativo. En general hoy podemos decir que hay cauces de encuentro y diálogo con nuestros obispos y mayor sintonía y escucha mutua en muchos temas. La Iniciativa Iglesia por el trabajo decente (ITD) ha sido un elemento esencial en esta posibilidad, porque ha permitido mostrar nuestra aportación a la misión de la Iglesia.

El proceso de reflexión sobre nuestro ser Acción Católica ha sido muy valorado por los obispos de la CEAS que han participado en el proceso. Esto no significa que esté todo hecho. Queda mucho por hacer aún. Hay que seguir trasladando al conjunto de la Conferencia Episcopal la significativa ministerialidad eclesial que supone la Acción Católica Especializada, y la importancia y necesidad de su implicación pastoral en este caminar. La situación vivida con relación a las candidaturas de consiliarios generales, no solo en la HOAC, pone de manifiesto cuánto queda por seguir dialogando.

El fruto de todo el proceso, creo que, especialmente, se traduce en la recuperación de esos cauces normalizados de diálogo y encuentro entre el episcopado y los movimientos especializados que posibilitan ir haciendo camino y misión  compartidos. Podemos decir que el fruto del proceso es más faena para todos.

Y respecto a la Pastoral Obrera queda abierta su configuración en la renovación de la estructura de la Conferencia Episcopal que tendrá lugar, posiblemente, en noviembre próximo. A partir de ahí, ya veremos. Aunque nos movemos en unos tiempos “interesantes” que casi es lo mismo que decir complejos. La importancia que el papa Francisco dedica al trabajo en su magisterio no tiene un reflejo adecuado en la estructura pastoral de la Iglesia. Sigue siendo un reto hacer una pastoral obrera de toda la Iglesia.

¿Qué dificultades todavía existen para mejorar la relación entre la Iglesia y el las organizaciones de trabajadores?

También en este ámbito se van dando pasos significativos. Algunos más de los que son públicos y conocidos, pero yo me quedaría con la foto que propició la celebración de la Asamblea del MMTC en Ávila, en julio de 2017, y el encuentro que se produjo allí entre distintos obispos y representantes sindicales. Esa foto se actualizó a raíz del Encuentro Internacional de organizaciones sindicales que organizó ese mismo año el Vaticano, y hay un trabajo continuado que va propiciando encuentros, deseados por obispos y por las organizaciones sindicales, para descubrir que hay quehaceres en los que podemos encontrarnos al servicio del mundo obrero, especialmente al servicio de quienes viven la precariedad y la exclusión.

Los sindicatos, en general, valoran muy positivamente la iniciativa ITD y posicionamientos concretos de la Iglesia en el mundo del trabajo, y siguen viendo como necesaria la aportación que la Iglesia hace, al igual que es valorada también por la Oficina de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en España.

Y queda trabajo, claro. Ese buscar justicia juntos que el papa Francisco formuló como proyecto de trabajo en el encuentro del Vaticano, puede y tiene que concretarse más en nuestra Iglesia y en las organizaciones sindicales en caminos que estamos llamados a transitar juntos.

Creo que hoy no hay especiales dificultades para ello, pero sí pasos que ir dando. Se es más consciente de la necesidad de ese encuentro, de las sinergias que pueden producirse y de lo que mutuamente se puede aportar en la construcción de esa humanidad. La HOAC seguimos tendiendo puentes en este campo. Siempre lo hemos hecho, y los seguimos haciendo.

¿Qué expectativas deposita en el proceso congresual de laicos que culminará en 2020?

Las justas y necesarias. Ni más ni menos. No pongo la esperanza en los eventos puntuales. Ya va uno teniendo edad y experiencia en estas cosas. Pero indudablemente es una ocasión que debería servir para crecer en la conciencia de que somos una Iglesia laical, de que no podemos mantener estructuras clericales como modo de funcionamiento, y que hemos de crecer en la sinodalidad como modo de ser Iglesia, propiciando cauces de participación y corresponsabilidad efectiva del laicado en la Iglesia. Hay fórmulas, instancias, estructuras, que ya lo permiten, incluso lo exigen, que solo requiere que se crea en ellas y se activen. Falta quizá la conciencia que da la conversión pastoral. El congreso debería servir para ahondar en esta conciencia. Y, ello, requiere de fondo una actitud de confianza en el laicado que, a su vez, pide apostar por la formación del laicado, y creerse eso de que el Espíritu Santo guía a la Iglesia, incluso cuando apostando por esto nos equivocáramos y hubiera que volver a ensayar otros caminos. Solo eso nos permitirá ir acertando.

Creo que actualizar las intuiciones de Los Cristianos Laicos, Iglesia en el mundo (CLIM) –alguna de las cuales está aún por estrenar- es necesario, pero eso es algo que habremos de hacer en relación con el contenido de la evangelización que hoy tenemos que realizar. Es importante que en los niveles diocesanos de preparación del congreso se puedan plantear estas cuestiones y dialogarlas.

Con respecto a su responsabilidad concreta, ¿de qué se siente más satisfecho? ¿Qué le hubiera gustado abordar mejor?

Hay muchas cosas que, desde la Comisión Permanente, cuando se viven en primera persona se experimentan como un gran logro, como un signo de la presencia de Dios en este camino, aunque sean cosas chiquitas. Creo, por decir alguna, que la reunión general de consiliaría y animación de la fe nos ayudó a situar convenientemente la responsabilidad y la función de la Consiliaría y la de Animación de la Fe, a descubrir la necesidad de animar esa experiencia de fe en nuestra vida militante, a valorarlas de manera renovada en la HOAC y a abrir cauces para su ejercicio. Creo que en esto, que puede parecer algo poco significativo, hemos avanzado mucho, hacia una comprensión más eclesial de la animación de la fe.

Y abordar mejor… todo. A mí me queda mucho por aprender, hay cosas que aún no sé, en las que me sigo equivocando. Soy un insatisfecho, siempre creo que se pueden hacer mejor las cosas, siempre creo que se puede avanzar más, que no he hecho lo suficiente… en fin… Creo que tenemos que seguir haciendo más y mejor teología del trabajo; quiero decir que desde la experiencia de la vida obrera hemos de ser capaces de hacer nuestra reflexión sobre Dios para ofrecer al conjunto de la Iglesia claves de vida y misión que solo surgen de los talleres, de las fábricas… del acompañamiento cotidiano de la vida de las personas… del dar a luz experiencias alternativas a este mundo que, por evangélicas, sean contraculturales. Aunque en ello nos vaya la vida; que es en esto en lo que nos debe ir.

Me parece que, teniendo un importante patrimonio de espiritualidad en la HOAC, todavía queda camino para que, de verdad, la espiritualidad sea el sustento real de nuestra vida y nuestro compromiso en la vida de cada militante. Afrontar la preparación de la XIV Asamblea General de la HOAC nos dará posibilidad de hacer lo que aún esté pendiente y de mejorar las cosas. Aquí no se acaba nunca; dicen que solo, después de la muerte. Queda mucho por hacer para seguir viviendo la experiencia del amor de Dios como fuente de nuestra espiritualidad militante, por descubrir cómo vivir la fe de modo militante en las distintas situaciones vitales por las que pasamos, por ver cómo los “equipos de dolor” que vamos teniendo en la HOAC son necesarios para nuestra misión y vinculamos su situación a nuestro quehacer, por descubrir modos de vivir, con intensidad vital, la triple comunión con los empobrecidos del mundo obrero, y quedan caminos por recorrer en nuestro ser Acción Católica para la Pastoral Obrera que la Iglesia necesita y que nosotros estamos llamados a ofrecer.

 

 

Carmen Perea, responsable de Organización y Vida comunitaria: “En la gestión y organización palpita la vida de comunión”

¿Cómo ha vivido este tiempo de servicio a la HOAC?

Como un tiempo de gracia que me ha transformado profundamente. Una experiencia privilegiada, que me dado la oportunidad de compartir compromisos, reflexiones, inquietudes, celebraciones, y tantas cosas más, con militantes, simpatizantes y personas de otros movimientos y organizaciones; de acompañar la vida de las diócesis, experimentando la maravilla de ser tan diversos y tan iguales a la vez, unidos por lo esencial; de admirarme ante su creatividad y derroche de alegría y esperanza que expresan los gestos y actos diocesanos; de darme cuenta de que ante todo lo que buscamos es ser fieles a nuestra misión…

He vivido intensamente todo lo que implica el servicio en la Comisión Permanente, con sus alegrías e ilusiones y sus momentos más dificultosos, intentando ser instrumento en manos de Dios, Padre y Madre.

Aunque en estos años he aprendido mucho, son sobre todo mis hermanos y hermanas de las dos Comisiones Permanentes de las que he formado parte los maestros que en el día a día, cada uno con su estilo, me han ido enseñando la labor que teníamos encomendada y me han mostrado que es una tarea común, en la que todos nos implicamos y apoyamos. Ha sido una profunda experiencia de comunión.

Empecé este servicio queriendo mucho a la HOAC, y lo finalizo queriéndola mucho más, porque la conozco y la comprendo de una manera muy diferente a como lo hacía antes. Me llevo mucho amor y un profundo agradecimiento.

Desde la posición que ha ocupado, al frente de los presupuestos, ¿en qué medida ha crecido la comunión de vida, bienes y acción entre los integrantes de la HOAC?

Es un camino que vamos recorriendo desde la convicción profunda de que la única manera de seguir a Jesús es creciendo en pobreza evangélica y en comunión de vida, bienes y acción con el mundo obrero empobrecido y con la Iglesia.

En nuestra XIII Asamblea General nos planteamos que todo lo que hacemos va encaminado a que vivamos la comunión, a seguir cambiando nuestra vida desde Jesucristo para pasar del individualismo que nos destruye a la comunión que nos humaniza. En estos cuatro años, desde Organización y Vida Comunitaria hemos intentado ayudar a profundizar y a ir desarrollando medios concretos que nos ayuden a vivir desde la lógica del don y la gratuidad y a avanzar en prácticas de comunión, a poner en marcha el Fondo de Solidaridad Diocesano, replantearnos el uso y destino de nuestros bienes, a revisar la aportación que hacemos desde nuestras circunstancias vitales a la vida comunitaria y a los presupuestos… Son procesos que duran toda la vida, que ya venían de antes y que continuarán después. Cada persona y cada diócesis va haciendo su camino, con sus logros y sus dificultades, pero mientras sigamos intentando avanzar en comunidad, dejándonos guiar por el Espíritu, vamos en la dirección correcta.

Destaco especialmente que hemos crecido en el cuidado mutuo, que se refleja, entre otras cosas, en la preocupación por aportar al presupuesto general puntualmente para que dispongamos de los medios necesarios en cada momento. A la Comisión Permanente nos llegan continuamente el cariño, la preocupación y los cuidados de las diócesis.

¿Cómo ha sido la comunicación y disposición que ha encontrado en las diócesis a la hora de aceptar las novedades en la gestión?

En estos últimos cuatro años se han producido cambios legales importantes en la gestión que han afectado a la forma en la que hasta ese momento hacíamos las cosas: el Impuesto de Sociedades, la rendición de cuentas, las novedades en la desgravación del IRPF, los cambios de normativa en protección de datos…Ello ha supuesto, y sigue suponiendo, un gran reto para la HOAC, ya que ahora es imprescindible la colaboración de todas y cada una de las diócesis para tareas y obligaciones de la HOAC en las que antes no lo era.

En estos años hemos avanzado gracias al esfuerzo común, y me siento inmensamente agradecida por toda la colaboración y el apoyo recibido, y especialmente por la paciencia y comprensión de los y las responsables de organización y vida comunitaria, que son los que más han sufrido estos cambios, a veces muy complejos a pesar de que  hemos intentado que todo fuera lo más sencillo posible. Es un tema en el que seguir creciendo en los próximos años.

Como responsable de Organización y Vida Comunitaria, uno de mis grandes desafíos ha sido intentar que las tareas más organizativas no se comieran la parte fundamental de la responsabilidad, el aliento a la vida comunitaria, y el transmitir a las personas responsables de las diócesis que las tareas organizativas se pueden mirar desde otra perspectiva para percibir toda la vida de comunión que palpita en ellas. Espero haber ayudado a que haya sido así.

¿Cómo ve hoy a la HOAC? ¿Qué fortalezas ha podido descubrir y cuáles las debilidades a atender?

Veo una HOAC empeñada en ser fiel a la misión que nos ha encomendado la Iglesia, que se esfuerza por descifrar los signos de los tiempos para encarnarse en el mundo obrero y mostrarle la propuesta de liberación que nos ofrece Jesús.

Somos una HOAC en marcha, comprometida con los acuerdos que tomamos en nuestra última Asamblea General para crecer en comunión con el mundo obrero empobrecido, que se traducen en una manera de situarnos y actuar en la sociedad desde las cuatro claves centrales en nuestra tarea evangelizadora: acompañar la vida de las personas, colaborar al cambio de mentalidad y a la transformación de las instituciones para que estén al servicio de las personas, y promover y dar visibilidad a experiencias alternativas en la forma de ser y trabajar.

Creo que nuestra principal fortaleza viene de nuestra fe, de la vida entregada y comprometida de los y las militantes fortalecida por el contraste permanente fe y vida que es nuestra formación, y del sentirnos parte de una comunidad (el equipo, la diócesis, la HOAC general, la Iglesia) que nos sostiene y acompaña.

En cuanto a los principales desafíos, ahora que iniciamos la preparación de la XIV Asamblea General, creo que uno de ellos es seguir adelante con todos los procesos que hemos impulsado desde la última asamblea general a la vez que revisamos y nos planteamos el próximo sexenio. Otro gran reto es continuar renovando la espiritualidad y la vida comunitaria como antídoto al individualismo destructor de humanidad que cada vez nos acecha más. Como me decía una militante hace muy poco: la grandeza de vivir la HOAC como una gran familia es que sientes la fuerza y la ternura de Dios a través de la comunidad.

 

 

Milagros Villamarín, responsable de Compromiso y Relaciones Internacionales: “Vamos pasando de un yo a un nosotros en Cristo”

¿Cómo valora su paso por la Comisión Permanente de la HOAC?

Como una experiencia inolvidable. Muy, muy intensa. Desde el primer día hasta el último, ha sido un continuo reto personal. El sí que dije cuando me propusieron formar parte de la candidatura hace cuatro años lo he repetido cada día, cada vez que me encontraba en situación de debilidad e impotencia para realizar el sinfín de quehaceres de cada día, de todo tipo, desde escribir papeles hasta hablar en público en nombre de toda la HOAC, ¡Dios! ¡Qué responsabilidad! Cuando te sientes así, no te queda otra que ponerte en manos de la comunidad y de Dios en medio de ella, entonces descubre y aprendes que todo es posible, y que afortunadamente las cosas no dependen solo de ti.

He descubierto a un Dios que no nos pide más de lo que podemos dar y que nos ha dado las herramientas necesarias para vivir su propuesta de liberación. Solo nos propone desarrollar al máximo nuestra humanidad, la de todas las personas que formamos este universo.

He descubierto una HOAC impresionante. Humilde, pequeña, con contradicciones, pero con mucha fuerza, constancia y permanencia, con un deseo de fidelidad absolutamente desmesurados, con un mensaje claro y alto que no renuncia a expresar en cualquier ámbito que sea necesario, Iglesia, sociedad, instituciones… Capaz de unirse con todos aquellos que desean que el mundo del trabajo viva con la dignidad que les corresponde por ser personas, personas sagradas. Una HOAC que es capaz de visibilizar el mensaje de liberación de Jesucristo en cada diócesis, a nivel general e internacional. Finalmente, he descubierto que al ponerme en manos de Dios y de la comunidad, se superan miedos e inseguridades para seguir diciéndole sí a Él.

Teniendo en cuenta su implicación en la coordinación de la Iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente (ITD), ¿en qué momento considera que se encuentra y qué pasos le gustaría ver en el futuro?

Aunque la iniciativa lleva ya cinco años, podríamos decir que la tarea está en sus inicios. La Iglesia en España a través, de las entidades promotoras de ITD (Cáritas, CONFER, JEC, JOC, Justicia y Paz y HOAC), recoge el guante lanzado por el Vaticano. Ponernos de acuerdo ha sido más fácil de lo que pensábamos y la grandeza de todo esto es que en las diócesis además de estas entidades son otras diferentes las que se van sumando.

El gran reto que tenemos es que toda la Iglesia, que el último cristiano, la última cristiana de la última parroquia, del último pueblo de nuestro país, el último miembro de todas las entidades eclesiales y religiosas de nuestro país, comprenda que sin el trabajo no somos capaces de ser auténticos hijos e hijas de Dios porque faltaría una parte fundamental que nos constituye como personas

Lo que comenzó como un compromiso para secundar la convocatoria de la Jornada Mundial por el Trabajo Decente, de 7 de octubre ha permitido crecer en común-unión; desarrollando nuevas convocatorias, como la del Primero de Mayo. En ambos días claves se genera un dinamismo evangelizador muy relevante. Con un mayor compromiso de entidades, grupos y parroquias. Con mayor capacidad de incidencia en los medios de comunicación y en las redes sociales.

El futuro de ITD tiene mucho recorrido, la exigencia de trabajo decente y respeto para la persona sigue siendo una preocupación de primer orden, también debemos seguir explorando nuevos caminos que generen puentes con la Conferencia Episcopal, con los sindicatos, con la Organización Internacional del Trabajo (OIT)… Hay una dimensión internacional en el quehacer de ITD que está por desarrollar y que será inevitable ya que esta exigencia de trabajo decente lo es en todo el planeta Además, la buena práctica que está suponiendo es un modelo que despierta interés en otros países.

Tenemos algunas herramientas importantes, nos las mostró Jesús de Nazaret que nos ayudarán en este camino: El mensaje de que es posible un mundo de justicia y fraternidad. Es responsabilidad de toda la Iglesia, de la comunidad, no de unos pocos. Tenemos que ser referentes. Tendremos que empezar a vivir, sin aún no lo hacemos, el trabajo como fundamental. También a nivel particular los cristianos que tenemos contratadas a personas en nuestras casas o en nuestros negocios o empresas.

¿Cómo calificaría el proceso de construcción del compromiso comunitario de los militantes en sus diócesis?

Está suponiendo un cambio de mentalidad importante, está implicando cambios en valores y actitudes y en la forma de actuar ante los problemas del mundo obrero. El sentido y valor del compromiso está pasando de un yo a un nosotros, de un nosotros a un nosotros en Cristo. Esto significa comprender que, para evangelizar, para expresar y exigir hoy que otro mundo es posible, es necesario el testimonio de la comunidad que ya camina viviendo de la forma que proponemos y que queremos hacerlo teniendo a Cristo en el centro de la comunidad. En el centro de nuestra comunidad debe estar nuestra hermana o hermano más empobrecido (precarizado, excluido) del mundo del trabajo, porque ese es el mismo Cristo. He tenido la posibilidad de descubrir a nuestros militantes con el deseo profundo de querer dar respuesta a esta forma de vivir, con una fuerte preocupación por ser fieles al mensaje de Jesús

¿Qué valoración hace de la marcha del Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos (MMTC)? ¿Y cuál es la salud del Fondo de Solidaridad Internacional (FSI) de la HOAC?

Colaborar en la organización de la Asamblea General del MMTC en Ávila significó un mayor conocimiento mutuo, también gracias a la implicación de muchos militantes de la HOAC de diversas diócesis. El MMTC está caminando hacia una única voz en cada país y en las instituciones internacionales, respectando la realidad e idiosincrasia de cada movimiento. Creo que esta organización es deseo de Dios porque es capaz de perdurar a pesar de la diversidad, en un tiempo de cambio de paradigma en el mundo del trabajo y su futuro.

Respecto al FSI tiene una salud bastante aceptable. El reto es crecer y de seguir contactando con los movimientos y organizaciones que en esos continentes realizan este trabajo y compartir con ellos nuestra vida. En nuestras diócesis, el reto es comunicar la vida que otros movimientos están viviendo en sus países y animar a hacer comunión de bienes a todo el que nos rodea.

Con respecto a su responsabilidad concreta, ¿con qué se queda?

Con todo. Creo que todas las tareas que desarrolla esta responsabilidad son complementarias. Son diferentes aspectos y todos ellos son los que configuran el compromiso de la HOAC y de sus militantes.

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Jaén | La HOAC agradece la entrega de Francisco Calleja a la Pastoral Obrera

Iglesia

Jaén | La HOAC agradece la entrega de Francisco Calleja a la Pastoral Obrera

25 junio 2019

La Hermandad Obrera de Acción Católica y el Secretariado Episcopal para la Pastoral Obrera siente la pérdida del sacerdote Francisco Calleja, fallecido el 12 de junio, recordando su tarea pastoral en la parroquia de San José Obrero en Linares entre los años 1956 y 1965 en el que fue consiliario de la HOAC.

Correspondió su estancia en Linares con un período de gran efervescencia del movimiento obrero en esta ciudad. Fueron años de conflictos y luchas obreras que le supusieron pasar de una parroquia rural (Frailes) a la ciudad industrial para realizar el apostolado obrero. Francisco pronto conectó con un grupo de mineros en torno al abogado Ramón Valle que trabajaba en las minas y con los que empezó la HOAC su trayectoria en Linares. También se vinculó a un sacerdote, consiliario de la Juventud Obrera Católica (JOC) que en su día se enfrentó a las patronales mineras.

A su llegada a la ciudad contactó también con Pepe soler, militante de la HOAC, y realizó con el promotor de la HOAC, Guillermo Rovirosa y con Tomás Malagón, el cursillo apostólico donde adquirió su conciencia social y supuso también un impulso en la conversión de los mineros. Animó la realización de más cursillos con presencia de trabajadores de toda la diócesis, entre ellos Andrés Cabrero, de Jaén, que trabajaba en Sevillana y que fue el primer presidente de la HOAC diocesana.

Estuvo al lado de las movilizaciones de los mineros y la industria en general. Fue crucial el trabajo que hizo por los mineros para el reconocimiento de la enfermedad de las siliciosis. Los locales de  la parroquia siempre estaban abiertos para las reuniones de los trabajadores. Se hacía notar su opción por los obreros. No tardaron en llegar las denuncias de los empresarios y los políticos del régimen.

En el 75 aniversario de la iglesia de San José aún se recordaba a Calleja como un cura que estuvo con los trabajadores.

Por toda esta trayectoria y en el 25 aniversario del documento de la Conferencia Episcopal Pastoral Obrera de toda la Iglesia, donde se recalca la importancia de la Pastoral Obrera como algo especialmente necesario en la vida de toda la Iglesia, agradecemos su aportación en la puesta en marcha de la Pastoral Obrera en nuestra diócesis.

El Mundo Obrero y la Iglesia jiennense agradecemos su apostolado.

«… que los obreros muertos en el campo de honor del trabajo y de la lucha descansen en paz»

Jaén | La HOAC se reúne con trabajadoras despedidas y llama a defender el trabajo decente

Mundo obrero y del trabajo

Jaén | La HOAC se reúne con trabajadoras despedidas y llama a defender el trabajo decente

18 junio 2019

Ana Belén, Tatiana, Juani, Paqui y Lola son 5 de las camareras de piso con las que se ha reunido la Hermandad Obrera de Acción Católica en la parroquia de San Juan Bosco, en el barrio del Polígono del Valle de Jaén. Este movimiento de Acción Católica especializada ha podido conocer, por los testimonios de estas trabajadoras, su situación laboral y la campaña de movilización planificada para luchar por ser readmitidas en sus puestos de trabajo, después de haber sido despedidas en su primer día de huelga.

Al comienzo de la reunión, se informó de que la Inspección de Trabajo haya constatado la vulneración de sus derechos laborales en las últimas elecciones sindicales donde eligieron a la representante de las limpiadoras de las habitaciones de piso. Es motivo de satisfacción que la ley las proteja, sentenciando como falta muy grave y como incidente fraudulento, lo que ellas y el sindicato CCOO denunciaron en su momento. “Conocen su trabajo, saben del trabajo bien hecho a pesar de la precariedad y los bajos salarios. Nos cuentan sus condiciones: un poco más de un euro por habitación extra, jornadas largas y cambios de hora de trabajo, estrés, trabajar enfermas y medicadas, cansancio mental… Están fuertes, quieren luchar y ser referente para otros colectivos que viven la indecente precariedad que sufren ellas en sus cuerpos y en sus vidas”, señala Isabel Mateo, militante de la HOAC presente en la reunión con las trabajadoras, quienes se muestran agradecidas por el apoyo y “valoran que nos sentemos con ellas para hablar de su trabajo y de cómo lo quieren decente”.

Injusta precariedad

La HOAC de Jaén denuncia la injusta precariedad del empleo que causa “la subcontratación y la externalización de servicios”, subrayando que de este modelo de relaciones laborales “no hay responsabilidad social empresarial cuando se despide a 9 mujeres, madres de familia”. Reclama de la ciudadanía de Jaén que no permita “la explotación y los despidos injustos de los trabajadores y trabajadoras” y se sumen a reclamar la readmisión de estas trabajadoras, “son ejemplo de esperanza contra la precariedad”.

Acciones de solidaridad

En este sentido, la HOAC de Jaén ha comprometido su presencia en las movilizaciones prevista en la ciudad para defender el empleo de este colectivo de trabajadoras. Además, les ofrece el fondo de solidaridad diocesano para determinadas acciones de sensibilización prevista y les ofrece los medios de comunicación y difusión propios. “Nos sentimos identificados unos con otras, nos hacemos cargo, entramos en sus vidas precarias”. Una forma de concretar esa cultura del encuentro para “animarnos a juntarnos para que entre todos y todas procuremos trabajo digno para una sociedad decente”.

La HOAC se suma a la reclamación de un nuevo contrato social que priorice a la persona y preserve el trabajo

Nota de prensa

La HOAC se suma a la reclamación de un nuevo contrato social que priorice a la persona y preserve el trabajo

07 junio 2019

Del 10 al 21 de junio se realiza, en Ginebra, la reunión Centenaria de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). En la delegación del Movimiento Mundial de Trabajadoras Cristianos participa Toni Santamaria, militante de la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC).

A esta reunión, definida por el director general de la OIT, Guy Ryder, como un «parlamento mundial sobre el trabajo», están convocados más de 5.000 delegados y delegadas que dialogarán y someterán a consideración el informe Trabajar para un futuro más prometedor de la Comisión Mundial sobre el Futuro del Trabajo, en el que se subraya la necesidad de priorizar a las personas. El informe proporciona un análisis en profundidad del futuro del trabajo, orientado a sentar las bases para alcanzar la justicia social en el siglo XXI. En este horizonte, el trabajo decente es esencial para las personas, para la paz y para el planeta.

Para la HOAC, que participa en la delegación del Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos con la presencia de Toni Santamaría, este diálogo muestra la «notable coincidencia entre las preocupaciones de la OIT, las reivindicaciones y propuestas del movimiento sindical internacional, los planteamientos de la Doctrina Social de la Iglesia y el magisterio del papa Francisco, en torno a la urgente necesidad de ese nuevo contrato o pacto social que priorice a las personas, su dignidad y el valor de su trabajo».

La Declaración final que se adopte en esta reunión centenaria debe establecer un nuevo contrato social que, entre otras consideraciones, priorice el respeto a los derechos de los trabajadores y trabajadoras: con una Garantía Laboral Universal que proteja los derechos de todos los trabajadores, un salario adecuado, la limitación de las horas de trabajo, la seguridad y salud las relaciones laborales, la no discriminación, la libertad sindical y la negociación colectiva, la igualdad de género, la protección social universal, el aprendizaje permanente, la gestión humana de las nuevas tecnologías, la lucha contra la crisis ecológica y el diálogo social comprometido como fórmula para resolver los inaplazables retos.

En este mismo sentido se ha expresado el papa Francisco, reclamando un «nuevo pacto social humano, un nuevo pacto social para el trabajo», esencial para la democracia y para las personas, que otorgue «dignidad, respeto, honor, libertad, derechos para todos»1. Un pacto social y cultural que nos permita vivir juntos (Evangelii gaudium, 239).

La aportación de la Doctrina Social de la Iglesia

Recordando las palabras del Papa en Laudato si’, es urgente cuidar la casa común y la familia humana, prestando especial atención a los pobres y a la fragilidad del planeta, que no son dos cosas distintas y separadas sino una sola: el cuidado de la vida para construir el mundo desde la fraternidad. Para ello, «es esencial cuidar el trabajo humano y su dignidad, en un mundo en que hacemos todo lo contrario». Por eso, «el trabajo es una prioridad humana y, por tanto, una prioridad cristiana», subraya Francisco.

La Doctrina Social de la Iglesia recoge una cuestión clave: la prioridad del trabajo (personas) sobre el capital (cosas); lo que implica, decía san Juan Pablo II en Laborem exercens, que los derechos de la persona en el trabajo deben ser el criterio decisivo para organizar toda la economía y no, como ocurre ahora, dejar que la rentabilidad económica someta los derechos de trabajadores y trabajadoras. Esa prioridad del trabajo es lo que reclama un nuevo contrato social que proteja efectivamente la dignidad de las personas y ponga las cosas en su lugar y que, al mismo tiempo, requiere impulsar un profundo cambio de modelo económico «fruto de una cultura de comunión, basado en la fraternidad y la equidad». Para lo que es central promover la dignidad del trabajo, el trabajo decente y la protección de los derechos de todas las personas y familias trabajadoras. En ello nos va la vida y la vida buena de todos.

Agenda de las organizaciones de inspiración católicas (OIC)

Durante los once días en los que se desarrollan la reunión centenaria de la OIT, el Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos mantiene además una agenda propia de encuentros y diálogos entre organizaciones de inspiración católicas que participan en este foro. Entre los temas que abordarán están el trabajo decente, las cadenas mundiales de suministros o el diálogo social…

Junto al Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos (MMTC) participan Caritas Internationalis, la Comisión Católica Internacional para las Migraciones (CCIM), Coordinación Internacional de la Juventud Obrera Cristiana (CIJOC), Juventud Obrera Cristiana Internacional (JOCI), Obra Kolping Internacional, Unión Internacional Cristiana de Dirigentes de Empresa (UNIAPAC).

España está representada en esta reunión por el Gobierno, una delegación de empresarios y de los principales sindicatos.


1 cf. No os dejéis robar la dignidad. El papa Francisco y el trabajo. En distintos discurso y mensajes.

Nuevo equipo de la HOAC en Badajoz

Iglesia, Mundo obrero y del trabajo

Nuevo equipo de la HOAC en Badajoz

07 junio 2019

Carmen Victoria García González | El 1 de junio miembros de la Comisión Permanente de la HOAC (Hermandad Obrera de Acción Católica) y militantes de Córdoba, Sevilla, Cáceres y Plasencia y varios sacerdotes de Badajoz y Cáceres acompañaron a siete militantes que se incorporaron a un equipo de iniciación a la HOAC, tras 2 años de preparación.

La Eucaristía, celebrada en la parroquia Jesús Obrero, en la barriada pacense del Cerro de Reyes, fue presidida por Antonio Sáenz, consiliario que ha realizado el proceso de formación junto al Equipo en la parroquia. En ella se pudieron escuchar los testimonios de los nuevos miembros.

Ahora este equipo de iniciación empieza el Plan de Formación Básico de la evangelización del mundo obrero y del trabajo.

Algunos de los nuevos miembros participarán en los cursos de formación de verano que se celebrarán en el mes de junio en Salamanca. En ellos estudiarán cómo el sistema capitalista normaliza una manera de sentir, pensar, y actuar que engrase una mentalidad que justifica, como inevitable, un trabajo precario, la exclusión, el descarte, intentado discernir desde el Evangelio y la aportación de la Doctrina Social de la Iglesia cuál es el horizonte de trabajo digno y sociedad decente que nos ha de permitir colaborar en el crecimiento de una cultura fraterna y solidaria que nos acerque a ese horizonte. Compartirán, desde su experiencia militante, cómo dar pasos hacia una vida de comunión que quiebre la hegemonía de una cultura individualista.

Vía | Diócesis Mérida-Badajoz

La HOAC participa en el congreso nacional de la LOC de Portugal

Internacional

La HOAC participa en el congreso nacional de la LOC de Portugal

06 junio 2019

Las responsables de Difusión, y Compromiso y Relaciones Internacionales de la HOAC, Teresa García y Milagros Villamarín, respectivamente, estarán presentes en el XVII Congreso Nacional del Movimiento de Trabajadores Cristianos de Portugal LOC/MTC, que se celebra en Fátima, del 8 al 9 de junio, bajo el lema “Dignificar el trabajo en la era digital“.

Desde hace varios años, ambas organizaciones hermanas de la península ibérica han recorrido un camino conjunto, estrechado lazos de amistad, compartido reflexiones, solidaridad y compromiso, con encuentros bilaterales anuales, en un ambiente de confianza y fraternidad. También han coincidido tanto en las reuniones de coordinación del Movimiento de Trabajadores Cristianos de Europa y como en las del Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos.

Este congreso de LOC/MTC servirá para evaluar la memoria de actividades, debatir y aprobar las líneas de acción a seguir para los próximos tres años, profundizar en los compromisos que para esta organización de trabajadores cristianos representa la situación actual del mundo obrero, desafiado por la irrupción de la economía digital. Además, se procederá a la renovación del equipo coordinador.

Día de la Acción Católica y del Apostolado Seglar 2019: “Somos misión”

Iglesia

Día de la Acción Católica y del Apostolado Seglar 2019: “Somos misión”

04 junio 2019

El 9 de junio, solemnidad de Pentecostés, se celebra el Día de la Acción Católica y del Apostolado Seglar con el lema, “Somos misión“. Los obispos de la Comisión Episcopal de Apostolado Seglar (CEAS) recuerdan que en la solemnidad de Pentecostés “actualizamos el cumplimiento de la promesa de Cristo a los apóstoles de que el Padre enviaría al Espíritu Santo para guiarlos en la misión evangelizadora”.

En su mensaje, los obispos recuerdan que la vocación y misión son dos caras de la misma moneda, a partir del encuentro personal con el amor de Jesús e invitan, una vez más, a los laicos a ser protagonistas, corresponsables y partícipes de la misión salvífica de la Iglesia. Además, como misterio de comunión que es la Iglesia, y en línea con el magisterio del papa Francisco, animan a caminar hacia la sinodalidad.

También renuevan el llamamiento a que los laicos, por sus condición personal, al estar más en contacto, inmersos en las realidades temporales, sigan siendo de un modo particular, Iglesia en medio del mundo y a vivir el sueño misionero de llegar a todas las personas y a todos los ambientes.

Concluyen los obispos de la CEAS invitando a los laicos y a sus organizaciones a participar en el próximo Congreso “Pueblo de Dios en salida” que se celebrará en febrero de 2020.

 

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Mensaje de los obispos

La solemnidad de Pentecostés es una de las más importantes en el calendario de la Iglesia, puesto que actualizamos el cumplimiento de la promesa de Cristo a los apóstoles de que el Padre enviaría al Espíritu Santo para guiarlos en la misión evangelizadora. En este contexto celebramos el Día de la Acción Católica y del Apostolado Seglar subrayando que cada fiel laico, animado por la fuerza del Espíritu Santo, está llamado a descubrir, en medio del Pueblo de Dios, que es una misión. Ya lo dice el papa Francisco:

«La misión en el corazón del pueblo no es una parte de mi vida, o un adorno que me puedo quitar, no es un apéndice o un momento más de la existencia. Es algo que yo no puedo arrancar de mi ser si no quiero destruirme. Yo soy una misión en esta tierra, y para eso estoy en este mundo (EG, n. 273)».

Cuando uno afirma «yo soy una misión», podemos decir que la Misión está dentro de la expresión “yo soy”. La pregunta «¿quién soy yo?» se responde con una más amplia: «quién soy yo para los demás», pues el ser humano, por Jesucristo, llega a su plenitud en la entrega gratuita, en la salida de sí para darse en la misión: ser misionero. Así podemos afirmar que vocación y misión son dos caras de la misma moneda.

La invitación del papa a sentirnos «misión en esta tierra», siguiendo la línea marcada por el Concilio Vaticano II (LG, n. 31), tiene su fundamento en nuestro bautismo. No es un apéndice o adorno, sino que es nuestra vocación. La motivación principal para realizar la misión evangelizadora se halla en el encuentro personal con el amor de Jesús. El papa Francisco afirma, en este sentido, que «no se puede perseverar en una evangelización fervorosa si uno no sigue convencido, por experiencia propia, de que no es lo mismo haber conocido a Jesús que no conocerlo, no es lo mismo caminar con Él que caminar a tientas, no es lo mismo poder escucharlo que ignorar su Palabra, no es lo mismo poder contemplarlo, adorarlo, descansar en Él, que no poder hacerlo… El verdadero misionero, que nunca deja de ser discípulo, sabe que Jesús camina con él, habla con él, respira con él, trabaja con él. Percibe a Jesús vivo con él en medio de la tarea misionera» (EG, n. 266).

Como laicos estáis llamados a ser discípulos misioneros de Cristo en la Iglesia y en el mundo, «bautizados y enviados». Sí, ¡bautizados y enviados! En cuanto a vuestra dimensión eclesial, es muy importante que os sintáis protagonistas, corresponsables y partícipes de la misión salvífica de la Iglesia (LG, n. 33). Los laicos sois Iglesia, en cuanto que, por el bautismo, os incorporáis a Cristo, participando de su triple función, y a su Cuerpo, la Iglesia.

Vuestro ser Iglesia pone de manifiesto que la Iglesia es un misterio de comunión, donde la diversidad de miembros está en función de la complementariedad y la unidad.

Para ir construyendo la comunión en la Iglesia, os invitamos a que, en la línea del magisterio del papa Francisco, desarrolléis un talante nuevo, de caminar juntos, que se denomina sinodalidad. «La puesta en acción de una Iglesia sinodal es el presupuesto indispensable para un nuevo impulso misionero que involucre a todo el Pueblo de Dios» (DF, n. 118).

Para poder crecer en sinodalidad es necesario que todos nos sintamos partícipes, corresponsables en la misión de la Iglesia. Que aprendamos a trabajar no por oficinas aisladas, sino por proyectos, que son los que nos ayudan a ir creciendo en búsqueda de objetivos y logros comunes.

Desde la sinodalidad os tenéis que sentir invitados a ser misioneros también en el interior de la Iglesia, participando activamente en tareas intraeclesiales, que son muy importantes: catequesis, liturgia, Cáritas, asistencia a la misa dominical… Además, este nuevo estilo evangelizador, marcado por la sinodalidad, evita que caigamos en la tentación del clericalismo, que es un mal demasiado frecuente en los sacerdotes y también en los laicos.

Los laicos, por vuestra condición personal, al estar más en contacto, inmersos en las realidades temporales, estáis llamados, de un modo particular, a ser Iglesia en medio del mundo.

El papa Francisco, cuando habla de la Iglesia en salida, subraya que se necesita un laicado en salida, que se arriesgue, que se ensucie las manos, que no tenga miedo a equivocarse y que mire siempre hacia adelante, hacia el futuro con alegría y esperanza.

En un momento histórico donde avanza a pasos agigantados el fenómeno de la secularización, la apatía y la indiferencia religiosa, estáis llamados a que vivir el sueño misionero de llegar a todas las personas (niños, adolescentes, jóvenes, adultos, ancianos) y a todos los ambientes (familia, trabajo, educación, compromiso socio-caritativo, ocio y tiempo libre…).

Es necesario, como afirma el papa Francisco, que descubramos la importancia de vivir la santidad encarnada en el contexto actual, «con sus riesgos, desafíos y oportunidades» (GE, n. 2). Que toda la Iglesia, y de un modo particular los laicos, que sois la inmensa mayoría del Pueblo de Dios, os sintáis invitados a ser santos en la vida cotidiana, porque ahí está la misión. «Me gusta ver la santidad en el pueblo paciente: a los padres que crían con tanto amor a sus hijos, en esos hombres y mujeres que trabajan para llevar el pan a su casa, en los enfermos, en las religiosas ancianas que siguen sonriendo… Esa es muchas veces la santidad de la puerta de al lado, de aquellos que viven cerca de nosotros y son un reflejo de la presencia de Dios, o, para usar otra expresión, la clase media de la santidad» (GE, n. 7).

Se trata, en definitiva, de que entendamos toda nuestra vida, que está animada por el Espíritu Santo y cuya meta es la santidad, como una misión. «Cada santo es una misión; es un proyecto del Padre para reflejar y encarnar, en un momento determinado de la historia un aspecto del Evangelio» (GE, n. 19).

En relación a esto, el papa Francisco nos dice a cada uno: «tú también necesitas concebir la totalidad de tu vida como una misión. Inténtalo, escuchando a Dios en la oración y reconociendo los signos que él te da. Pregúntale siempre al Espíritu qué espera Jesús de ti en cada momento de tu existencia y en cada opción que debas tomar, para discernir el lugar que eso ocupa en tu propia misión. Y permítele que forje en ti ese misterio personal que refleje a Jesucristo en el mundo de hoy» (GE, n. 23). Siguiendo el ejemplo de los santos, que nos descubren los amplios horizontes de Dios, os invito a preguntaros en todo momento: «¿Qué haría Cristo en mi lugar?».

Nos estamos preparando para celebrar un Congreso de Laicos, los días 14-16 de febrero de 2020, en Madrid. Este Congreso, que lleva por lema «Pueblo de Dios en salida», pretende escuchar al laicado y reflexionar sobre la dimensión misionera de nuestra fe cristiana, tomando como pilares fundamentales la vocación, la comunión (sinodalidad) y la misión.

Animamos a todas las diócesis, especialmente al laicado, a título personal, grupal, a los que participan en la misa dominical, los que realizan servicios eclesiales; y hoy muy especialmente a los que forman parte de la Acción Católica, de los Movimientos y Asociaciones, a que se impliquen en el proceso sinodal que supone esta experiencia del Congreso, de cara a una mayor revitalización de los laicos, como miembros del Pueblo de Dios, que desea estar en continua actitud de salida para iluminar con la luz del Evangelio las periferias de nuestra sociedad.

Por último, agradecemos el trabajo de las Delegaciones de Apostolado Seglar de nuestras Iglesias diocesanas en su tarea de coordinación del Apostolado Seglar asociado y en la de promoción de la participación de los seglares en los Consejos Pastorales Parroquiales para llevar más eficazmente el Evangelio de Jesucristo a todos los rincones de nuestro mundo.

Que la Virgen María, Reina de los Apóstoles, y el Espíritu Santo, sigan animando al laicado en su compromiso de ser “una misión” en la Iglesia y en el mundo.

 Comisión Episcopal de Apostolado Seglar (CEAS)

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Jaén | La HOAC apoya la defensa de un trabajo decente para las camareras de piso del Hotel Condestable

Mundo obrero y del trabajo

Jaén | La HOAC apoya la defensa de un trabajo decente para las camareras de piso del Hotel Condestable

03 junio 2019

La HOAC se suma a la defensa del trabajo de 9 camareras de piso que reclaman su readmisión, ofreciéndoles su colaboración económica y el apoyo comunitario. 

Este movimiento diocesano de Acción Católica especializada, ha estado acompañando a 9 camareras de piso en el conflicto laboral por el que durante el mes de mayo se han movilizado para denunciar la inaplicación del convenio colectivo provincial de hostelería, por parte de la empresa Serviexter (subcontrata del hotel Condestable). Estas trabajadoras fueron despedidas tras secundar su primer día de huelga, a pesar del apoyo institucional del Ayuntamiento de Jaén, la Junta de Andalucía y la propia patronal del sector, que firmó el convenio.

Este colectivo en situación de precariedad y bajos salarios, organizado en todo el Estado, ha denunciado que cobran la mitad y que quieren una jornada estable para no ingresar un mes 600 euros y otro 300. Sus condiciones de trabajo son de auténtica explotación: remuneración con poco más de un euro por habitación extra, sistemáticas prolongaciones de jornada, frecuentes cambios de jornada y de hora de trabajo sin previo aviso, ritmos de trabajo y estrés insoportables que las hacen enfermar e ir  a trabajar medicadas para poder rendir. Las camareras de piso entienden que el despido se debe a las denuncias por su situación de trabajo. La dirección del hotel externalizó el servicio a una empresa subcontratada, que tras el conflicto no ha querido mantener el contrato con las 9 camareras de piso.

La HOAC de Jaén denuncia la injusta precariedad que muchas camareras de piso sufren y que las lleva a sentirse así: sin nombre, sin rostro, sin ser valoradas, sin percatarnos de que existen, pero que realizan un trabajo imprescindible para la rentabilidad turística y nuestro país,  de nuestra ciudad. Viven historias ocultas de precariedad laboral,  historias de mujeres trabajadoras que limpian los hoteles, que van por los pasillos con su carro lleno de productos de limpieza, muchos de ellos tóxicos y que minan su salud; esas mujeres que llevan sobre sus espaldas la responsabilidad de la imagen de su empresa, porque lo primero que verán los clientes cuando lleguen a su habitación será si está en orden, limpia y reluciente, y una pequeña mancha en el espejo del baño puede echar abajo todo el esfuerzo y tiempo invertido en hacer las camas, quitar el polvo, fregar los suelos, reponer los útiles de aseo personal (toalla, gel, champú…), el mini bar (hacer recuento y enviar el informe a la gobernanta), limpiar el baño (con mampara incluida), la terraza con puertas acristaladas, …en el mejor de los casos estas tareas serán solo de repaso, pero cuando el huésped abandone el hotel, la limpieza tendrán que ser a fondo, lo que supone mayor esfuerzo y minutos, algo que no queda recogido en la larga lista que al comienzo del turno se les entrega con las habitaciones asignadas para ese día. Tampoco quedan plasmados los desplazamientos por los pasillos, ni el informe que deben cumplimentar sobre la ropa enviada a la lavandería o el de las averías que hayan encontrado.

Y eso multiplicado por el número de habitaciones adjudicadas a cada camarera, con 10 minutos (cada repaso) y 30’ (cada salida), y comprobaremos que no hay tiempo para ir al baño, ni para un breve descanso ni siquiera para la imprescindible hora del almuerzo. Siempre corriendo para poder cumplir, porque si algo les importa es ser «profesionales», aunque no las valoren por ello.

Esos  excesos físicos las llevan a la automedicación, el estrés, a la ansiedad y el insomnio, pero lo peor es el miedo, miedo a perder el empleo, a las represalias, a las listas negras… que merman su salud, que las mantiene calladas a pesar de la sobrecarga, el aumento de las horas laborales, la reducción salarial… Esto es lo que han vivido estas 9 trabajadoras en nuestra ciudad.

La HOAC lamenta que trabajadoras sean despedidas cuando ejercen derecho a la huelga siendo sustituidas, rompiendo el contrato mercantil con la empresa Serviexter sin motivo legal. El único motivo es la lucha por sus derechos. También lamenta la responsabilidad legal de un hotel que subcontrata y precariza el empleo y, la responsabilidad social poniendo a 9 familias en la calle. La HOAC apoyará a estas trabajadoras que reclaman su readmisión, ofreciéndoles su colaboración económica y el apoyo comunitario que esté a su alcance. De igual manera acompañará las próximas protestas, reconociendo el esfuerzo de estas trabajadoras para hablar de las situaciones que viven, y con ello visibilizar y mostrar las injustas  condiciones laborales que sufren. Ellas, las que limpian, están luchando por la dignificación del trabajo y porque se respete y se visibilice su profesión.

La comisión permanente de la HOAC acompaña diversos momentos de vida de la Acción Católica Especializada

Nota de prensa

La comisión permanente de la HOAC acompaña diversos momentos de vida de la Acción Católica Especializada

31 mayo 2019

Durante este fin de semana, los miembros de la comisión permanente asisten a distintos encuentros significativos en la vida de la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) y de los movimientos FRATER y Profesionales Cristianos, con quienes comparten la misión en la Acción Católica Especializada.

Nuevo equipo HOAC en Badajoz

Con motivo de la incorporación de trabajadores cristianos a un equipo de iniciación a la HOAC, el presidente, Gonzalo Ruiz; la responsable de Compromiso, Milagros Villamarín; y el responsable de Formación, Berchmans Garrido, acompañarán este momento importante de la vida del movimiento que se incorporan a la diócesis de Mérida-Badajoz. Será en sábado 1 de junio en la parroquia de Jesús obrero. Presidirá la Eucaristía, Antonio Saenz, consiliario que ha realizado el proceso de formación junto al equipo. Acompañarán también esta celebración diversos militantes de las diócesis de Córdoba, Sevilla, Plasencia y Coria-Cáceres.

Asamblea General de Profesionales Cristianos

La responsable de Organización, Carmen Perea, y la responsable de Difusión, Teresa García, asistirá el sábado, 1 de junio por la tarde al encuentro, Asamblea General que reúne a los militantes de Profesionales Cristianos, movimiento de Acción Católica Especializada, en la Residencia Universitaria La Asunción de Madrid.

Asamblea General de la FRATER

El presidente de la HOAC, Gonzalo Ruiz, y el responsable de Formación, Berchmans Garrido, asistirán el domingo 2 de junio a la XLII Asamblea General de la Fraternidad Cristiana de Personas con Discapacidad (FRATER -España), convocada con el lema Frater, comprometida en la misión de Jesús. Carácter laical de Frater y que se realiza en Segovia del viernes 31 de mayo al domingo 2 de junio.

Encuentro de consiliarios de la HOAC de Castilla y León

El consiliario general, Fernando Díaz, participará en el encuentro de consiliarios de la HOAC de Castilla-León para dialogar sobre El acompañamiento de la formación. Tendrá lugar en la casa de los Misioneros del Verbo Divino de Dueñas (Palencia), los días 2 y 3 de junio.

La HOAC se reúne con el obispo consiliario de la Acción Católica

Nota de prensa

La HOAC se reúne con el obispo consiliario de la Acción Católica

20 mayo 2019

Hoy y mañana, 20 y 21 de mayo, la Comisión Permanente de la HOAC mantiene un encuentro de trabajo con Antonio Gómez Cantero, obispo de Teruel y Albarracín y obispo consiliario de la Acción Católica Española. 

La visita a Teruel se enmarca en el desarrollo habitual de las tareas y actividades de la comisión permanente y sus encuentros con distintos miembros del episcopado. En esta ocasión, la reunión con el obispo consiliario quiere servir para compartir el momento actual de este movimiento especializado de Acción Católica y evaluar conjuntamente la misión evangelizadora que se está desarrollando desde la XIII Asamblea General de la HOAC.

Igualmente se dialogará sobre las perspectivas más inmediatas en el quehacer de la HOAC; sobre el próximo Congreso de Laicos «Pueblo de Dios en salida» convocado del 14 al 16 de febrero de 2020; y sobre la reconfiguración de la Acción Católica Española, una vez finalizado el proceso de reflexión realizado durante tres años por los distintos movimientos especializados de la Acción Católica.

Finalmente, la comisión permanente dará a conocer los contenidos de los próximos Cursos de Verano y de la convocatoria de la XIV Asamblea General de la HOAC, coincidiendo con el 75 aniversario de este movimiento, que se celebrará en agosto de 2021.

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