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La iniciativa «Iglesia por el Trabajo Decente» define sus nuevas prioridades para 2018

Nota de prensa

La iniciativa «Iglesia por el Trabajo Decente» define sus nuevas prioridades para 2018

20 febrero 2018

Por primera vez, convocarán a celebrar el 1 de Mayo, la fiesta de san José obrero y el Día internacional de los trabajadores y las trabajadoras

Las entidades promotoras de la iniciativa «Iglesia por el Trabajo Decente» (ITD) –Cáritas, Conferencia Española de Religiosos (CONFER), Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC), Justicia y Paz, Juventud Estudiante Católica (JEC) y Juventud Obrera Cristiana (JOC)– han decidido priorizar durante 2018 nuevas dinámicas de sensibilización, visibilización y denuncia sobre el trabajo humano, clave y central en la sociedad y esencial en la vida de millones de personas. ITD prioriza cuatro ejes de intervención, reforzando que el concepto de trabajo decente se extienda «hacia el interior de nuestras organizaciones, hacia la Iglesia en general y hacia la sociedad».

Un eje de intervención está orientado a la celebración de la fiesta de san José obrero y día internacional de los trabajadores y las trabajadoras, el 1º de Mayo que, por primera vez, abordarán conjuntamente. ITD realizará una reflexión comunitaria y elaborará un manifiesto, recogiendo un chequeo del estado del trabajo decente en España, en torno a situaciones como la calidad del empleo, los niveles de desempleo, la pobreza laboral existente, las redes de protección social, los salarios, la seguridad y la salud laboral, la participación de los trabajadores y las trabajadoras en la empresas, el descanso, etc. que configuran el concepto de trabajo decente, y son una preocupación y una prioridad de la Iglesia, en palabras del papa Francisco.

El segundo eje volverá a ser la convocatoria de la Jornada Mundial por el Trabajo Decente, prevista para el 7 de octubre. Por cuarto año consecutivo y con una experiencia desarrollada muy satisfactoria –en 2017 se convocaron más de 100 actos–, ITD se suma a esta jornada que es «lugar común» con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el movimiento sindical mundial y el movimiento mundial de trabajadores cristianos. En este sentido, se realizará una amplia convocatoria en las diócesis del país, de vigilias, de gestos y actividades públicas.

Un tercer eje de dinamización está orientado en la elaboración de nuevos materiales de reflexión y sensibilización sobre la situación laboral, para ser trabajados con el método Ver, Juzgar y Actuar, y que se harán extensibles a parroquias, grupos y entidades vinculadas a la iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente.

Un cuarto eje de intervención será el desarrollo de una estrategia de comunicación que favorezca la presencia y la opinión del mensaje de ITD en los medios de comunicación y en las redes sociales.

Finamente, Iglesia por el Trabajo Decente seguirá acercándose a las realidades parroquiales para presentar sus objetivos y favorecer la adhesión a la iniciativa.

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La iniciativa «Iglesia por el Trabajo Decente» surge en España en el año 2015 haciendo suyo el objetivo impulsado por la Santa Sede, la OIT y organizaciones de inspiración católica, de colocar explícitamente el «trabajo decente para todas las personas» entre los objetivos de desarrollo sostenible en la agenda post-2015.

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La HOAC participa en la reunión de coordinación del Movimiento de Trabajadores Cristianos de Europa

Mundo obrero y del trabajo

La HOAC participa en la reunión de coordinación del Movimiento de Trabajadores Cristianos de Europa

26 enero 2018

 

El grupo coordinador del Movimiento de Trabajadores Cristianos de Europa (MTCE) se reúne, desde hoy viernes hasta el domingo 28 de febrero, en Wezemaal (Bélgica).

En esta reunión se abordan cuestiones muy relevantes para la vida y misión del MTCE, coordinación regional del Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos en Europa, para su trayectoria más inmediato, para su plan de acción y para el desarrollo de los acuerdos establecidos en la última Asamblea General del MMTC, celebrada en Ávila en julio de 2017. Compartirán una visión de la situación de los trabajadores y las trabajadoras, así como de las acciones y prioridades de cada uno de los movimientos que participan en esta espacio de coordinación europea.

Está prevista para la mañana del sábado, abordar la visión y las estrategias de futuro de este movimiento europeo de trabajadores cristianos. Entre estas prioridades se sitúan los compromisos compartidos y asumidos en la Declaración final de la Asamblea General del MMTC. En esta dinámica se enmarcan la Jornada Mundial por el Trabajo Decente, la campaña Free Sunday Alliance, los seminarios de formación previstos, la posibilidad de impulsar Encuentro Europeo de Movimientos Populares o las conclusiones del Encuentro Internacional de Organizaciones Sindicales con el Vaticano y el mensaje del papa Francisco. Así mismo, en reunión en Bélgica se dialogará sobre las relaciones y prioridades compartidas con interlocutores como la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el Vaticano, la Comisión de las Conferencias Episcopales de la Comunidad Europea (COMECE) y la Confederación Europea de Sindicatos (CES) para mejorar este ámbito institucional  en el desarrollo de los compromisos del MTCE.

Representando a Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) asiste Milagros Villamarín, responsable de Compromiso y Relaciones Internacionales. Junto a ella, participa el coordinador del MTCE, Toni Santamaría, militante de la HOAC de Sevilla. El grupo coordinador lo completan militantes de movimientos de trabajadores cristianos de Alemania, Suiza, Francia, Inglaterra, Portugal, República Checa, Italia y Bélgica.

El papa Francisco convoca a los sindicatos para abordar conjuntamente los desafíos del trabajo

Nota de prensa

El papa Francisco convoca a los sindicatos para abordar conjuntamente los desafíos del trabajo

16 noviembre 2017

En este diálogo participarán los principales sindicatos del mundo, CCOO y UGT por España; la Organización Internacional del Trabajo (OIT); el Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos (MMTC), al que pertenece la HOAC; Conjuntamente con el obispo de la Pastoral Obrera de la Conferencia Episcopal Española; el prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral de la Santa Sede y el papa Francisco, entre otros.

Durante los días 23 y 24 de noviembre, en el Aula Nueva del Sínodo de la Ciudad del Vaticano, el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, del Cardenal Peter Turkson, ha convocado el Encuentro Internacional de Organizaciones Sindicales –histórico, pues no consta un precedente similar– con el lema «De Populorum progressio a Laudato si’. El trabajo y el movimiento de los trabajadores en el centro del desarrollo humano integral, sostenible y solidario. ¿Por qué el mundo del trabajo sigue siendo la clave del desarrollo en el mundo global?». El Vaticano vuelve a poner el foco en el trabajo humano y en la dignidad de la persona.

La perspectiva del encuentro es muy significativa. De un lado, la Doctrina Social de la Iglesia en cuyos principios se inspira esta iniciativa, apuesta por «generar acuerdos que promuevan un desarrollo humano integral, sostenible y solidario». En la propuesta y documento preparatorio, se referencian las encíclicas: Populorum progressio, sobre el desarrollo de los pueblos; Sollicitudo rei socialis, sobre la preocupación social de la Iglesia; Laborem exercens, sobre el trabajo humano; Caritas in veritate, sobre el desarrollo humano integral y Laudato si’, sobre el cuidado de la casa común. La aportación de cinco papas pone en valor la vigencia del pensamiento social de la Iglesia en relación con el trabajo y el desarrollo humano integral, sostenible y solidario.

El papa Francisco llama a «descubrir un nuevo diálogo sobre el modo como estamos construyendo el futuro de nuestro planeta» que tenga en cuenta las dimensiones ambiental, económica, social, cultural y religiosa. «El mundo del trabajo es una prioridad humana. Por lo tanto, es una prioridad cristiana», manifestó recientemente en su asamblea en la fábrica de Ilva (Génova). Desde ese diálogo prioritario se pretende atender las problemáticas y desafíos del trabajo que, para la Iglesia, «sigue siendo la clave del desarrollo en el mundo global». Una constante irrenunciable en estos cuatro intensos años de pontificado, tal y como recoge de manera explícita la encíclica Laudato sí’ (LS): situar el valor del trabajo como indispensable, irrenunciable e irremplazable para cubrir las necesidades de las personas y alcanzar una vida digna, una vida buena. (LS 127:129).

Francisco es particularmente insistente en la importancia del trabajo digno en la lucha contra la pobreza, una de las principales preocupaciones de su pontificado, expresado en: «¡Ah, cómo quisiera una Iglesia pobre y para los pobres!» priorizando la atención evangélica en las periferias, entre quienes sufren «la cultura del descarte» .

El trabajo decente es el hilo conductor en sus recientes visitas pastorales; lo ha sido ante diversas instituciones y organizaciones; o en sus distintos mensajes. Lo ha sido, durante tres años consecutivos, mediante el diálogo mantenido en los tres encuentros mundiales de movimientos populares, «un signo de esperanza» –según sus propias palabras– para millones de trabajadoras y trabajadores «descartados» que luchan por «los derechos sagrados al Techo, al Trabajo y a la Tierra».

CCOO, UGT y Conferencia Episcopal Española confirma su participación

La convocatoria impulsada por Bergoglio está siendo bien recibida por las instituciones y entidades del mundo obrero y del trabajo. La OIT, inmersa en un diálogo global en torno a la iniciativa sobre el futuro del trabajo como respuesta a los desafíos en favor de la justicia social, participa a través de su director general, Guy Ryder.

La presencia de CCOO y UGT está confirmada con sus responsables de Internacional, Cristina Faciaben y Jesús Gallego, respectivamente –no la de USO al coincidir con su Congreso– para compartir acción sindical, experiencias y compromisos. El encuentro pretende, consecuentemente, animar a los sindicatos del mundo a seguir construyendo y mejorando una sociedad más fraterna, justa e inclusiva que situé «el trabajo humano en el centro y la clave del proceso de civilización».

Por otro lado, el Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos (MMTC), internacional a la que pertenece la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) y que recientemente realizó su asamblea general en Ávila, con el lema Tierra, Techo y Trabajo para una vida digna construye parte de su pastoral obrera reclamando un trabajo decente o un salario social, para evitar el descarte de millones de personas, estará representado por Fátima Almeida, copresidenta, y por el director de la revista Noticias Obreras, Abraham Canales, quien además atenderá comunicativamente esta cita.

Finalmente, por la Conferencia Episcopal Española (CEE) ha confirmado su participación el obispo responsable de la Pastoral Obrera, Monseñor Antonio Algora, emérito de Ciudad Real, y por Fernando Díaz Abajo, a su vez, consiliario general de la HOAC. La CEE tiene entre sus compromisos inmediatos abordar el quehacer de la Pastoral Obrera ante el futuro del trabajo.

Contacto e información del encuentro

​Abraham Canales
Director de Noticias Obreras ​(MMTC/HOAC)​

T | 91 701 40 81
C | comunicacion@hoac.es
T | @otromundoesposi

El Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos ante la Jornada por el Trabajo Decente

Internacional

El Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos ante la Jornada por el Trabajo Decente

28 septiembre 2017

Con motivo de la Jornada Mundial por el Trabajo Decente del 7 de octubre, el Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos (MMTC) renueva su compromiso con esta convocatoria, cada vez más consolidada y extendida por la OIT, las organizaciones sindicales mundiales, los movimientos y entidades de inspiración católica… con un mensaje de denuncia y esperanza para los trabajadores en todo el mundo.

Mensaje del MMTC

Quiero ver el derecho brotar como fuente y correr la justicia como arroyo que no se seca…

(Am 5, 24).

El 7 de octubre tiene que ser un marco imperativo en la lucha por el trabajo digno, tal como lo propone la Organización Internacional del Trabajo (OIT). A la vista de los avances de la tecnología, afirmamos que el trabajo, hoy y en el futuro, puede ser realizado en libertad y con creatividad, tiene que corresponder a las necesidades de las personas y de las comunidades, necesita respetar el ambiente y los recursos naturales y debe ser factor de cohesión, integración y justa repartición de la riqueza.

Nosotros, militantes del Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos (MMTC), manifestamos nuestra preocupación, nuestra indignación y nuestro desasosiego frente a la manera como las clases dominantes, políticas y económicas, conducen a las crisis sociales y laborales que perjudican a los trabajadores en el mundo y afectan a la población sin distinción, pero sobre todo a los más empobrecidos. Con las altas tasas de desempleo, con empleos cada vez más precarios, con los derechos laborales y la protección social en regresión en tantos países e inexistentes en muchos otros, somos voz de denuncia y de compromiso en el combate a la devaluación del trabajo humano y al descarte de los trabajadores y trabajadoras.

La desigualdad socioeconómica, en estos últimos años, se ha agravado significativamente. Trabajadores que en parte habían superado a la miseria y la pobreza, hoy están volviendo a la seguridad social. Se percibe que, junto con la desigualdad social, la violencia tiende a aumentar, la violencia de todos los tipos en las sociedades; contra la persona y la vida; contra las familias; tráfico de drogas, armas y otros negocios ilícitos; excesos en el uso de la fuerza policial; corrupción, evasión fiscal; “mala administración” de los bienes públicos; abuso del poder económico y político; el poder manipulador de los medios de comunicación y los crímenes ambientales.

El papa Francisco, hace fuerte observación a lo que viene sucediendo en relación a la prioridad dada al dinero, al consumo, a los bienes materiales, que contrasta fuertemente con el desprecio y abandono en relación a las personas ya sus familias. Creemos que no es justo someter el Estado de derecho al mercado neoliberal en nombre de la reanudación del desarrollo. Cuando es el mercado que gobierna, el Estado se vuelve débil y termina sometido a una perversa lógica del capital financiero. Como nos advierte el papa Francisco, “el dinero es para servir y no para gobernar” (Evangelii gaudium 58).

En el esfuerzo de superación del grave momento vivido por la clase trabajadora actual, son necesarios cambios que se legitiman cuando obedecen a la lógica del diálogo con toda la sociedad, teniendo en vista el bien común. Los movimientos sindicales, sociales y populares, como todas las instituciones que luchan en favor de las poblaciones más pobres y excluidas, que están siendo criminalizadas y falsamente denunciadas, son fundamentales para estos cambios. La creación de redes y asociaciones nos hace más fuertes, más incisivos y eficientes en la intervención cívica.

Como Movimiento de Formación y Evangelización, creemos que el derecho a un ingreso mínimo (básico), contribuirá a que el trabajador tenga mejores condiciones de negociar en el mercado de trabajo, teniendo íntima relación con el derecho al trabajo digno. Esta renta mínima (básica) debe ser asumido por los Estados, como un derecho accesible y sin restricciones, a quien no tiene trabajo. Este derecho permitiría que trabajadores y trabajadoras no necesitasen someterse a ciertos tipos trabajo para obtener algún ingreso. Con un ingreso mínimo (básico), este trabajador tendría la capacidad de elegir mejor donde trabajar, pudiendo rechazar ocupaciones precarias y de baja remuneración.

Como Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos, reafirmamos nuestro compromiso de continuar firmes en la misión a través de reflexiones, propuestas y acciones, en el compromiso con los trabajadores, principalmente con aquellos de trabajos precarios, mal remunerados, con los desempleados, los más empobrecidos y excluidos, en la promoción de la vida digna y de la “vida en abundancia”.

Estamos llamados a mantenernos fieles al Evangelio, que nos impulsa a denunciar y luchar contra todas las injusticias estructurales e históricas, sobre todo en la gran deuda social en relación a los más débiles y vulnerables. Así es como renovamos constantemente el compromiso de llevar el Evangelio al mundo del trabajo.

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Oración. 

Señor Dios, fuente de toda Santidad y de toda dignidad, te oramos en confianza en este día importante. Nos creaste a tu imagen, en tu dignidad, y nos encomiendas a este mundo para que todos los hombres y todas las mujeres de nuestro país vivan en esa imprescindible dignidad.

Señor, ¡mira! Mira a estos millones de hombres, mujeres, niños y jóvenes que sobreviven en condiciones indignas para el ser humano… indignas para ti, Dios de Amor. Mira a todos aquellos y aquellas que viven sin un techo que les proteja, sin una tierra que les alimente, sin un trabajo que les realice. Mira a aquellos y aquellas que respiran, comen y beben, o trabajan en condiciones o entornos que no respetan su dignidad.

Señor, mira: (relatar un hecho de vida elegido por cada movimiento, en función de la actualidad de su país).

Señor, en este 7 de octubre de 2017, queremos expresarte nuestra voluntad con nuestro movimiento de dar esperanza a este mundo que nos entregas.

Tal como lo dice nuestro papa Francisco: «¡las cosas tienen un precio y se pueden negociar, pero las personas tienen una dignidad, valen más que las cosas y su dignidad no tiene precio que se pueda negociar!». Es lo que afirmaba también el padre Cardijn del que se inspiraron nuestros movimientos: «un (joven) trabajador vale más que todo el oro del mundo porque es hijo e hija de Dios».  Con ellos y gracias a ellos sabemos perfectamente que la dignidad humana va ligada a un empleo gratificante y a una remuneración suficiente.

Queremos, Señor, que inspires a los responsables económicos y políticos de nuestro país y de todo el planeta para que vuelvan a colocar lo humano en el centro de todas sus decisiones.

Señor, inspira asimismo a todos los movimientos militantes como el MMTC para que todos los hombres y todas las mujeres de buena voluntad construyan un mundo nuevo que se parezca a tu Reino.

Señor, inspira a los militantes de nuestro movimiento de …………………. que …. (presentar una acción realizada o en curso de realización, elegida por cada movimiento en el marco de su actualidad).

 Señor, inspíranos a todos cuantos somos para que luchemos con mayor fuerza contra la fatalidad y todo lo que atente contra la dignidad de las personas.

Es así como seremos los testigos de tu amor.

Es así como proclamaremos tu esperanza para el mañana y por los siglos de los siglos.

Amén.

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Declaración del Movimiento de Trabajadores Cristianos de Europa: Por un ¡Trabajo digno para una vida digna!

Declaración final del Movimiento Mundial de Trabajadores cristianos

Iglesia, Internacional, Mundo obrero y del trabajo

Declaración final del Movimiento Mundial de Trabajadores cristianos

21 julio 2017

Convocados para dialogar y renovar nuestro compromiso de acercar el Evangelio al mundo del trabajo, concluyen los trabajos del Seminario Internacional y la Asamblea General cuyo lema ha sido “Tierra, techo y TRABAJO para una vida digna”,  que nos ha reunido en Ávila, España, del 15 al 21 de julio de 2017 a 120 delegados y delegadas de 42 movimientos de trabajadores cristianos de África, América, Asia y Europa.

En estos días hemos compartido vida, solidaridad y fraternidad. Hemos sido testigos de la acogida de la ciudad, de su diócesis, de sus medios de comunicación, sintiéndonos muy afortunados. Nos acompañaron a nuestro encuentro los principales responsables de la Iglesia y representantes sindicales de España, que nos alentaron a seguir construyendo puentes entre la Iglesia y el mundo del trabajo.

Hemos dado gracias a Dios, por estos 50 años de presencia cristiana en el mundo del trabajo y de camino al lado de tantos hermanos trabajadores, compartiendo sus gozos y esperanzas, sus alegrías y sus penas.

Nos sentimos acompañados en nuestra tarea evangelizadora por el papa Francisco, que en su mensaje a los participantes de este encuentro, a través del obispo de Ávila, nos emplaza a un “renovado impulso para acercar el Evangelio al mundo del trabajo y también para que la voz de los trabajadores siga resonando en el seno de la Iglesia”, y a “luchar para que todo el mundo viva conforme a su dignidad y nadie se vea descartado”.

En nuestra mirada creyente, hemos compartido la vivencia y presencia en las distintas realidades en los lugares de origen de los movimientos que integran el MMTC. En este discernimiento nos han aportado su experiencia la Organización Internacional del Trabajo (OIT),  la Confederación Europea de Sindicatos (CES) y el movimiento popular de barrios ignorados; profundizando en la enseñanza del papa Francisco en relación a la pastoral obrera, la economía del descarte y el trabajo decente.

Compartimos nuestra preocupación por el desempleo, la falta de empleo digno y la alta precarización de las relaciones laborales en todo el mundo, que generan dolor, sufrimiento muerte, insolidaridad, desesperación, guerra, violencia, emigración. El dominio del lucro se sustenta bajo un modelo de relaciones laborales basado en el debilitamiento del derecho laboral, de la negociación colectiva, de la protección y los derechos sociales, de la representación y defensa de los trabajadores y las trabajadoras… en definitiva, un empobrecimiento de la vida y la deshumanización y desigualdad del trabajo. Estas condiciones atentan contra la vida de millones de personas y de familias enteras, sin distinción de edad, género, raza o lugar… especialmente jóvenes, mujeres y niños (trabajo infantil).

Una realidad sufriente que es fruto de un sistema basado en la cultura del descarte que convierte a las personas en mercancías. Estos rasgos son comunes en todos los países en el marco de una globalización económica que se desentiende de la solidaridad y del respeto a la casa común.

Nos sentimos interpelados. Es también nuestro el dolor de toda la familia trabajadora. Queremos ser y mostrar signos de esperanza personal y comunitariamente. Depende de nuestro compromiso personal mantener una actitud que refuerce nuestra presencia entre nuestros hermanos y hermanas trabajadoras para escuchar, acompañar, formar, denunciar… aportando así procesos de humanización y transparentando a Jesús a través nuestro, como gesto y acción de amor a los demás en nuestros  ámbitos más cercanos, precarios y pobres, pero también con el compromiso explícito con la dimensión internacional de nuestros movimientos para así crecer en solidaridad global.

Nuestros desafíos pasan por seguir evangelizando el mundo del trabajo, anunciando la buena noticia que supone el proyecto de humanización que Dios tiene para todos y situando a la persona, a su imagen y semejanza, en el centro de todas las preocupaciones…

Somos consciente de nuestras limitaciones en esta tarea pero también somos sabedores del compromiso de otros actores protagonistas, que coinciden en la lucha por la sagrada dignidad de la persona, con el clamor compartido de tierra, techo y trabajo para una vida digna; que construyen alternativas, por pequeñas o grandes que sean, y son esa poesía social que el papa Francisco anima a seguir realizando. El proyecto puente que constituye el Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos quiere seguir creciendo, en alianza con otras realidades, para ir construyendo un mundo más justo, solidario y sostenible.

Ofrecemos nuestro compromiso, nuestro trabajo y nuestras luchas, a todos los trabajadores del mundo, desde el ámbito local, regional y global para responder a nuestra misión evangelizadora y, con ello, adecuar la organización del MMTC para responder mejor a esta tarea.

Asumimos:

1. Fortalecer nuestro estilo de vida militante, nuestra formación y Revisión de Vida, en coherencia con nuestra fe en Jesucristo, el Evangelio y la Doctrina Social de la Iglesia.

2. Impulsar la relación entre los movimientos y el ministerio pastoral. Construyendo con ello pastoral obrera: siendo voz en la Iglesia y voz en el mundo del trabajo, con especial atención en los más excluidos y precarios.

3. Analizar la situación regional de los trabajadores y las trabajadoras, para establecer dinámicas de trabajo que denuncien las situaciones de vulnerabilidad de derechos y protejan la dignidad de la persona. Favorecer la igualdad de oportunidades para hombres y mujeres en todos los ámbitos, también en nuestras organizaciones. Contribuir a la formación de jóvenes trabajadores cristianos.

4. Animar alianzas con otros actores protagonistas en los ámbitos locales y regionales cuyos planteamientos por el trabajo decente y la construcción del bien común sean objetivos compartidos.

5. Potenciar la solidaridad y la acción común con los movimientos populares, a través de los Encuentros Mundiales en diálogo con el Papa y mediante Encuentros específicos de zona o región.

6. Seguir convocando a todos los movimientos de trabajadores cristianos a sumarse a la Jornada Mundial por el Trabajo Decente (7 octubre), junto con el movimiento sindical mundial, la Organización Internacional del Trabajo y otras organizaciones.

7. Proponer a nivel local y regional una confluencia de organizaciones de inspiración católica para poner en marcha una iniciativa de Iglesia universal por el Trabajo Decente.

8. Exigir un trabajo decente para todos.

9. Reclamar a los Estados a que garanticen un salario social o renta de ciudadanía, que evite el descarte de millones de personas, en los casos de que no se garantice el acceso a un trabajo decente.

 

En la Universidad de la Mística de Ávila, España. Julio 2017

Mirada al empleo: es insuficiente, es precario y con grandes desigualdades #3TVD

Internacional

Mirada al empleo: es insuficiente, es precario y con grandes desigualdades #3TVD

17 julio 2017

■ Joaquín Nieto (OIT): Es necesario resolver los problemas de empleo con cambios en las políticas económicas para mejorar la situación de millones de trabajadores.
■ Esther Lynch (CES): Ante los profundos cambios en el mundo del trabajo, debemos reflexionar sobre la dimensión ética, dando prioridad al ser humano.
■ Lola Contreras (Barrios Ignorados): Existe una catástrofe humanitaria silenciada de fracaso escolar, paro, pobreza y exclusión de miles de personas y de familias enteras.

Oficina de Comunicación MMTC, 16.07.2017. Durante esta jornada de trabajo, los delegados y las delegadas han compartido su mirada en torno a la situación del empleo en todo el mundo, según la realidad que viven los trabajadores en cada una de las zonas con implantación de militantes y movimientos del MMTC.

La primera aportación a esta mirada ha sido por parte de Joaquín Nieto, director de la Oficina de la OIT en España, que aboga por “una gestión justa y participada de la transición del presente al futuro del trabajo”, para resolver las grandes amenazas que pesan sobre la sociedad mundial, en la que las organizaciones de inspiración cristiana y la misma Iglesia tiene mucho que aportar, como promotoras de la “justicia social”.  En su intervención ha señalado la necesidad de “una sociedad consciente y activa que exija a los gobiernos que cumplan los compromisos de justicia social que han firmado, los Objetivos de Desarrollo Sostenible”. En está línea Nieto,  considera que “hace falta un nuevo impulso de las organizaciones del trabajo, las organizaciones empresariales, para que sean representativas del conjunto, pero también nuevas reglas nacionales e internacionales y nuevas políticas”.

El reto es responder a los 200 millones de parados que hay en el mundo, a los 40 millones de jóvenes que cada año acceden al mercado de trabajo y los millones de personas que no tienen un trabajo digno, como quienes tienen un contrato sin derechos y protección social, tienen trabajo esclavo, o están atrapados en el trabajo infantil.  “La humanidad no se puede permitir prescindir de millones y millones de jóvenes en edad de trabajar que no encuentran un empleo digno”

Por su parte, la irlandesa Esther Lynch, secretaria ejecutiva de la Confederación Europea de Sindicatos (CES) -a la que pertenece CCOO, UGT, USO, entre otros-, ha denunciado que en Europa se están sacrificando las condiciones de vida y de trabajo “por una visión extremadamente economicista, poniendo en marcha medidas que afectan a muchas personas, sobre todo, a las más personas más frágiles y más vulnerables”. La CES está empeñada en “promover políticas respeten los derechos de los trabajadores, que extiendan la igualdad y la solidaridad para que los derechos del trabajo sea la columna vertebral que sostengan los derechos sociales con una fuerza capaz de contrarrestar la deriva economicista y financiera”, dijo. Ante esta situación, ha planteado “la necesidad de desarrollar una dimensión ética para Europa: Este mundo hacia el que estamos evolucionando es un mundo en el que la robotización va a tomar más parte y debemos reflexionar sobre la dimensión ética, dando prioridad al ser humano y no a las máquinas. Estamos en un mundo de trabajo donde hay cada vez más autónomos. Hoy cada vez más se fuerza a las personas a hacerlo por su cuenta. La CES piensa que cada vez hay que promocionar la realidad de empleado, de trabajador. No podemos tener una mala protección para los autónomos y otra para los empleados. Esto intentamos llevarlo a cabo con las instituciones europeas”. Finalmente, Lynch ha invitado al MMTC al seminario sobre el trabajo decente organizado por la CES, el próximo 22 de septiembre.

En la intervención de Lola Contreras, del movimiento popular Barrios Ignorados de Andalucía, ha exigido “planes integrales comunitarios participados por los vecinos para que las administraciones no sigan gastando partidas económicas por gastar, que no consiguen reducir la pobreza y la exclusión en nuestros barrios”. En ellos se vive “una verdadera catástrofe humanitaria, ocultada y silenciada intencionadamente, fruto también de un diseño de ciudad” que invisibiliza este problema de fracaso escolar, paro, pobreza y exclusión para miles de personas y para familias enteras. Contreras apunta la necesidad de “recuperar la identidad de barrios y su dimensión comunitaria”. En este sentido, desde Barrios Ignorados se ha “diseñado un proceso de acompañamiento de las familias, con un itinerario formativo familiar de inclusión“ que favorezca la atención real a las personas y a las familias.

AGENDA DE TRABAJO. Lunes, 17 de julio 2017.

09:15h. Ponencia. El pensamiento del papa Francisco en relación al trabajo decente. Interviene Antonio Algora, obispo emérito y responsable de la Pastoral Obrera de la Conferencia Episcopal Española.
11:15h. Panel. Presentación de la historia del Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos. 50 años de compromiso en la evangelización del mundo del trabajo. Intervención de Basilisa López, doctora en Historia Contemporánea. Testimonios de Asia, América y África. Retos y desafíos.
16:00h. Grupos de trabajo.
18:00h. Pleno de conclusiones.

Seminario y Asamblea General del MMTC. 16 de julio de 2017. #3TVD

Gepostet von MMTC – WBCA – WMCW am Sonntag, 16. Juli 2017

«Las condiciones de trabajo o la ausencia de éste lesiona la ‘sagrada dignidad’ de cada trabajador, de cada trabajadora»

Internacional

«Las condiciones de trabajo o la ausencia de éste lesiona la ‘sagrada dignidad’ de cada trabajador, de cada trabajadora»

14 julio 2017

“Queremos crear puentes, como bien dice el Papa, acompañando realidades sufrientes en el mundo del trabajo, y queremos ser una organización puente entre la Iglesia y las organizaciones de los trabajadores y las trabajadoras”, subraya Charo Castelló, copresidenta del Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos (MMTC), en la rueda de prensa de presentación del seminario y la asamblea general que se realiza del 15 al 21 de julio en Ávila (España).

Oficina de Comunicación MMTC. Ávila (14.07.2017). En la comparecencia, ante un nutrido número de periodistas de distintos medios de comunicación y acompañada por Marilea Damasio, secretaria general, y Jean Claude Tolbize, copresidente, Charo Castelló, ha comentado los tres espacios de trabajo de esta cita. El primero de ellos, la mirada que construyen la experiencia y vivencia de los movimientos de trabajadores cristianos del MMTC a través de sus aportaciones, “estamos viendo más trabajo precario, desempleo, migración forzosa, más pobreza y exclusión, más trabajadores pobres, que a pesar de tener un salario no tienen lo mínimo para vivir, jóvenes en desempleo, especialmente aquellos que no tienen formación ni trabajo, mujeres que ven violados sistemáticamente sus derechos…” denuncia Castelló.

Una situación que, en opinión de la referente del MMTC, tiene consecuencias dolorosas e injustas, puesto que “la deshumanización del trabajo se da en todo el mundo. Coinciden los mismos procesos, como el desplazamiento de los jóvenes, la precariedad, los contratos por hora, la temporalidad…, que nos alejan del trabajo digno. El empleo que se crea no es más digno, es más precario, se han bajado los salarios, las condiciones de trabajo. En el Sur, hay trabajadores que han visto rebajadas las condiciones todavía más, se renuncia al seguro sanitario, por ejemplo”. Un pobreza que está estrechamente ligada “con el derecho al trabajo, con cómo distribuimos la riqueza”.

Un segundo espacio, pretende ayudar al MMTC a discernir la situación del empleo, los retos, las tendencias, su futuro. Contará con las intervenciones del director de la Oficina de la OIT España, de la Confederación Europea de Sindicatos y con la experiencia del movimiento popular, Asociación de Barrios Ignorados. Concluirá este discernimiento con la aportación de la Iglesia, a través del obispo responsable de la Pastoral Obrera, que expondrá el pensamiento del papa Francisco y el trabajo decente. En este sentido Castelló ha remarcado que “las condiciones de trabajo o la ausencia de éste lesiona la ‘sagrada dignidad’ de cada trabajador, de cada trabajadora”.

El tercer espacio pretende aprobar de un plan de acción para los próximos años, que es “la propuesta evangelizadora, la buena noticia, que los militantes y movimientos queremos hacer llegar, vivir, acompañar con los trabajadores y trabajadoras en todo el mundo y que parte de una máxima la dignidad de la persona en el trabajo está en riesgo cuando se desplaza del centro de las preocupaciones para ser ocupado por el dinero y la rentabilidad que ponen en serio riesgo “el sentido del trabajo, pues se está perdiendo, no humaniza, no permite desarrollar la vocación, perdemos empleo y no se distribuye la riqueza”, apunta Castelló. El trabajo humano, siguiendo las enseñanzas de la Iglesia, debe “permitir que nos humanicemos” que crezcamos como personas y, añade, para ello es “necesario respetar la ‘sagrada dignidad’ de cada trabajador y cada trabajadora por el hecho de ser persona”.

En este encuentro se conmemoran los 50 años de este movimiento comprometido con la evangelización del mundo del trabajo que contará con dos partes: un recorrido histórico y una celebración que contará con el presidente de la Conferencia Episcopal Española. Finalmente, en la Asamblea se elegirán nuevos líderes para el próximo periodo de cuatro años. Los delegados y las delegadas votarán a militantes para las responsabilidades de copresidencia, tesorería y consiliaría.

AGENDA DE TRABAJO. 15 de julio 2017.

18:00 horas. Sesión de Apertura. Intervienen Jesús García Burillo, obispo de Ávila; Felipe Gutiérrez, representando al Ayuntamiento de la ciudad; José Fernando Almazán y Manolo Candil, presidente de la HOAC nacional y de Ávila, respectivamente; Charo Castelló y Jean-Claude Tolbize, copresidentes del MMTC. Así mismo, asisten y saludarán a los delegados y delegadas Unai Sordo, secretario general de CCOO; Cristina Antoñanzas, vicesecretaria general de UGT; Julio Salazar, el secretario general de USO y el obispo de Calahorra-La Calzada-Logroño y consiliario de la Acción Católica, Carlos Escribano.

Por cuestiones de agenda, minutos antes de las 18h, habrá un contacto con los medios de comunicación mediante un “canutazo”.

Trabajo digno y empleos precarios en Europa

Nota de prensa

Trabajo digno y empleos precarios en Europa

11 julio 2017

Sesenta militantes de diversos movimientos cristianos de trabajadores de once países de Europa se reúnen, del 12 al 15 de julio en el Centro internacional Teresiano-Sanjuanista (CITES) de la diócesis de Ávila, para celebrar el seminario anual y la asamblea general del Movimiento de Trabajadores Cristianos de Europa (MTCE).

El seminario centra sus contenidos en la situación del trabajo decente y el alarmante aumento de la precariedad en todo el continente europeo. Se analizarán, desde las aportaciones y experiencias personales, las consecuencias que está teniendo los cambios que se están produciendo en el mundo laboral. Intervendrán militantes de la KWB de Bélgica y de la HKD Napredak de Bosnia. Además habrá un espacio para la reflexión y el debate sobre la situación de las personas migrantes y refugiadas, ante la situación desesperada que atraviesan tantas personas y el inmovilismo casi absoluto de las instituciones europeas. Este espacio lo acompañará Alberto Plaza, jesuita, director de Pueblos Unidos y miembro del Servicio Jesuita a Migrantes de España.

En una segunda parte, se abordará el papel de la OIT y de las organizaciones de trabajadores en el objetivo de lograr trabajo decente. Intervendrá para ello Bernard Thibault, exsecretario general de la CGT francesa y miembro actual del consejo de administración de OIT de FranciaEl sacerdote Gerard Müller, acompañante del MTCE, planteará una mirada al mundo del trabajo desde la Palabra de Dios y la Doctrina Social de la Iglesia. Tras esta intervención comenzará el trabajo de grupos para profundizar en la situación abordada en las exposiciones.

El viernes 14, se visitarán dos experiencias de trabajo decente en Ávila. Por un lado la labor de Cáritas diocesana en el apoyo a la creación de pequeñas empresas y el Centro especial de empleo para personas con discapacidad, La casa grande de Martiherrero. Al finalizar estas visitas, está prevista una acción de calle.

El día 15, dará comienzo la asamblea del MTCE que centrará su trabajo en la preparación de la asamblea general del Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos (MMTC).

Charo Castelló: «Tierra, techo y trabajo son  prioridades de los trabajadores  cristianos en todo el mundo»

Internacional

Charo Castelló: «Tierra, techo y trabajo son prioridades de los trabajadores cristianos en todo el mundo»

21 marzo 2017

Abraham Canales | Psicóloga y educadora social de formación, es copresidenta del Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos (MMTC) desde 2013, servicio que ha compatibilizado con su trabajo en la gerencia de la Fundación Tots Units, promotora de la empresa de economía social Reciplana.

Hablo con ella, momentos antes de viajar a EEUU, para asistir al I Encuentro de Movimientos Populares, y a solo unos meses de la Asamblea general del Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos que acoge España.

¿Qué balance realiza del camino recorrido desde la anterior asamblea en Alemania?

Se han emprendido dinámicas continentales para analizar cómo se desarrollar el plan de acción que apostó por el trabajo digno y el mínimo vital, bajo el lema «Por una sociedad justa, fraternal y sostenible». Ha habido regiones que han desarrollado el plan de acción, como por ejemplo Europa con el debate de la Renta Básica. En América del Sur y el Caribe, junto con Europa, se ha comenzado a adoptar la perspectiva del mínimo vital. En Asia del Sur y en algunos países africanos el asunto del trabajo doméstico y los migrantes es una constante, es una prioridad para ellos. Con todo, a nivel global, compartimos el hecho de que el empleo está cambiando y que nos encontramos ante una perspectiva de que muchas personas no van a trabajar. De lo que se trata es de descubrir en cada realidad nacional qué pasa con el trabajo decente y que cambios a nivel global se están produciendo en el empleo, para entender la necesidad de encontrare vías para asegurar un mínimo vital. También se ha incorporado a nuestro trabajo la participación en los Encuentros de Movimientos Populares en diálogo con el Papa.

Como línea de acción, está la convocatoria del 7 de octubre sobre el trabajo decente, ¿cómo la valora?

Hemos avanzado mucho en esta reivindicación común. Con multitud de actividades de sensibilización, acciones de denuncia y gestos en todo el mundo. En Europa con más fuerza pero también en Corea, en la India, en Costa de Marfil, en las islas del Pacífico, en la República Dominicana… es un salto cualitativo y este año se ha decidido, una vez más, que el 7 de octubre sea referencial.

Tenemos un diálogo abierto en torno a la acción del MMTC, para seguir descubriendo qué es lo que nos une, lo que tenemos que hacer y que sea significativo en nuestros movimientos. Nuestro eje esencial es el trabajo, pero alrededor de él, hay muchas realidades que tienen que ser puestas de manifiesto. Hacemos nuestro el llamamiento de Techo, Tierra y Trabajo para una vida digna, poniendo el acento en la T de Trabajo, pero ampliamos la mirada a las condiciones de vida: en los barrios, el acceso a la vivienda… Hay muchos campesinos en el MMTC que tienen la sensación de que no están incluidos. De ahí que las «3T», los derechos esenciales a Tierra, Techo y Trabajo, ayudan a poner sobre la mesa estas realidades que necesitan nuestra mirada y análisis, nuestro juicio y nuestra acción, convirtiéndose en una de nuestras prioridades.

Desde el 2013 se han agravado las políticas que excluyen a cada vez más personas del trabajo o precarizan sus vidas. El Papa se refiere a ello cuando habla de la cultura del descarte. ¿Qué respuestas puede ofrecer la próxima Asamblea del MMTC?

Nuestro reto es decidir qué decir y qué hacer ante esta realidad del mundo del trabajo a nivel global, e identificar los cambios que se están produciendo de una manera significativa y que tienen un mismo corte en la mayoría de los países, aunque con consecuencias tal vez diferentes en cada uno de ellos. Queremos hacer eso y plantearnos la acción, a la luz de los 50 años de evangelización que llevamos. El análisis se centra en el trabajo y en sus condiciones de vida, mientras que el juicio se apoya en la Doctrina Social de la Iglesia (DSI) con una mirada de los elementos más constitutivos del movimiento en este recorrido. Es algo difícil de hacer, porque no queremos solo narrar la historia, sino hacer un discernimiento desde nuestras señas de identidad, para marcarnos el futuro. El MMTC está en un momento interesante, con sus fortalezas y sus debilidades.

El trabajo que tenemos entre manos tiene que ir acompañado de una estructura que permita y posibilite esos dos niveles: una voz significativa y cualificada, hacia fuera que ayude a los trabajadores a ver que esto hay que cambiarlo y que es posible; y la vez, hay que hacer un discernimiento interno para ver qué hay que seguir haciendo y cómo superar las dificultades para que el movimiento salga más fortalecido. Podemos elaborar mensajes y emprender acciones pero necesitamos también encontrar herramientas de formación y que ayuden a la vida organizativa y comunitaria. Los movimientos han de ser capaces de hacer su revisión de vida, mejorar la formación y conseguir la autogestión. El problema que tenemos en algunos lugares es que los movimientos dependen de dos o tres líderes que cuando se marchan desaparecen. Los recursos humanos a nivel internacional para poder trabajar más de cerca con los equipos nacionales no los tenemos y llevamos así casi 10 años. Ahí hay un reto enorme.

¿Cómo se financia el MMTC?

Actualmente son los movimientos afiliados los que sostienen la organización mundial, salvo para las reuniones de coordinación internacional, para los que solicitamos ayudas a agencias mundiales. También hay algunos movimientos miembros del MMTC que aportan recursos económicos muy significativos para que las regiones se puedan encontrar.

Háblenos del intercambio de experiencias que se dan el seno del MMTC.

Cada cuatro años, las regiones se reúnen en seminarios, excepto Europa que lo hace anualmente. Estos son los espacios que tenemos para este intercambio y para fortalecer nuestra dinámica internacional. Sus resultados o su influencia en los movimientos nacionales es muy mejorable, hay grupos que están más abiertos pero, en general, no se da. También se existen otros compromisos, por ejemplo, la HOAC a través de su Fondo de Solidaridad Internacional, apoya reuniones internacionales y proyectos de solidaridad en otras regiones. Algo parecido ocurre con la KAB de Alemania o la ACO de Francia.

Al menos, yo he descubierto dos tradiciones distintas. Una es la que proviene de la Acción Católica, donde está clara esta dimensión. Son sacerdotes, religiosas y militantes que marchó a otros países y trasladó allí la experiencia, con las enculturaciones necesarias. En Asia, los movimientos se llaman Acción Católica Obrera, como también en Chile. En Singapur es una acción católica familiar que trabaja la dimensión laboral. La otra es la de las organizaciones culturales, como el movimiento alemán y belga. Provienen de la tradición obrera y católica, pero sin las características de la Acción Católica, con un proyecto más cultural. Esto se ha cruzado, a la vez, con la ayuda a la cooperación que desde Europa se ha desarrollado. Así ha habido grandes agencias mundiales que han financiado proyectos concretos como cooperativas o escuelas, más que para la formación de cuadros o el soporte organizativo.

¿Cómo ha sido la relación con el Vaticano y con la OIT?

Tendríamos que hacer un trabajo más próximo. Hace tres años se hizo un recorrido por los consejos pontificios como el de laicos, justicia y paz, diálogo interreligioso, etc. pero no es suficiente. Nos haría falta una interlocución más fluida porque hay esa posibilidad. Sin olvidar que se ha abierto un diálogo con vocación permanente con el Papa a través de los Encuentros de Movimientos Populares.

También me parece que el MMTC ha estado fuera del Foro Internacional de la Acción Católica y, con ello, todos los movimientos especializados. Ese sería un campo en el que es necesario construir puentes. Hemos avanzado en relación con las organizaciones católicas presentes en la OIT. Ha habido encuentros previos a las reuniones de la OIT para compartir experiencias y conocimiento.

¿Y con el mundo del trabajo?

Ha habido puntos de encuentros con sindicatos, empresarios, asociaciones de trabajadores bajo el paraguas del Consejo Pontificio de Justicia y Paz [ahora Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral]. Ha sido una agenda muy fructífera por ejemplo en el reconocimiento de derechos en el trabajo doméstico y en el hecho de que el trabajo digno se haya convertido en un objetivo del desarrollo sostenible definido por la ONU. Eso también es un trabajo de nuestras organizaciones, acompañado por el Vaticano.

Es verdad que hay poca interlocución con organizaciones de empresarios y de trabajadores. Hay que activar esta agenda. Todos los movimientos han tenido o se han planteado una interlocución con los sindicatos, en algunos casos, de manera muy estrecha. Con la organización empresarial católica, UNIAPAC, nos hemos podido encontrar en las reuniones amparadas por la OIT y eso se ha trasladado a algunos países, sobre todo, europeos, pero no es un ámbito de trabajo muy desarrollado.

¿Cómo se gestó la participación del MMTC en el Encuentro Mundial de Movimientos Populares?

En América del Sur hay una tradición importante de trabajo conjunto con lo que se ha llamado la economía popular. Son trabajadores que se organizan en cooperativas o se asocian para reivindicar sus derechos en el sector «informal». En Argentina había un acercamiento al Papa, entonces arzobispo de Buenas Aires, desde los barrios y las villas. Eso fue un poco el caldo de cultivo para lanzar el Encuentro Mundial. El MMTC aparece en este escenario en una reunión en el Vaticano donde se estaba abordando la reivindicación del trabajo digno y ahí es donde se nos propone participar.

¿Cuál es su valoración de la trayectoria de estos Encuentros?

Tenemos creado un espacio de diálogo que, hasta el III Encuentro, ha dado de sí un proceso de conocimiento entre las organizaciones; de discernimiento y de reivindicación global. Es algo permanentemente en construcción, que dará de sí lo que los movimientos quieran dar de sí. Ha sido un descubrimiento extraordinario. Sabía de los campesinos sin tierras, de la economía popular, de las movilizaciones en torno a la vivienda, pero he podido percibir la fuerza que tienen. El MMTC debe continuar participando, porque hay planteamientos similares y un lenguaje común por la dignidad de la persona y el bien común, que son prioritarios y cuyas sinergias genera proyectos-puente frente a la perversidad y las consecuencias del dinero.

Hay un comité que organiza el diálogo y que concreta la metodología sobre la base de hacer un ver, un juzgar y un actuar. En el último encuentro lanzamos unas Propuestas de Acción Transformadora que las organizaciones deben hacer suyas para su desarrollo y, al mismo tiempo, hay una invitación para organizarse tanto a nivel regional y nacional. En Brasil, Argentina, EEUU ya se han producido este diálogo con agentes sociales y pastorales de la Iglesia.

Participo en este comité organizador y creo que habría que concretar estrategias o herramientas para ayudar a que los movimientos incorporen los compromisos dialogados y se puedan hacer efectivas esas reivindicaciones. Es algo que siento que está pendiente. El Papa, está siendo un mediador y un gran animador, abriendo la puerta para encontrarse, reunirse porque tenemos mucho en común. Ha sido un acierto el lema: Tierra, Techo, Trabajo: las «3T», algo tan central en la vida de las personas y muy vinculado a su visión, recogida en Laudato si’.

Hay que seguir convocando Encuentros regionales para favorecer el diálogo entre organizaciones de excluidos y en diálogo con el Papa, e intentar realizarlos en África, en Asia, en Europa…

También en Europa…

Es fundamental hacerlo en Europa. El MMTC ha propuesto a su Coordinadora europea que lidere este propuesta. Hay que descubrir lo que significa que en América del Sur se llama movimientos populares, en EEUU y Europa, son movimientos sociales o de base. Habrá que identificar a los protagonistas a partir de las «3T» y de otras realidades importantes como el drama de la inmigración, de la precariedad, del paro juvenil, etc. Habrá que ver la experiencia en EEUU, en un momento político además muy excepcional y crítico.

¿Cómo ha vivido su responsabilidad como copresidenta del MMTC, qué apoyos o acompañamientos han sido importantes para usted?

El primer apoyo es de mi familia que comparte esa sensibilidad por la solidaridad globalizada. Luego también tengo que hablar de la Fundación en la que trabajo, cuyo patronato y equipo han entendido la importancia de este servicio y me ha facilitado que pudiera compatibilizarlo. Mi equipo de la HOAC me ha respaldado y, sobre todo, me ha facilitado la participación desde la realidad que he estado viviendo. También la Comisión Permanente de la HOAC. Me hubiera gustado contar con un equipo dedicado a las relaciones internacionales desde el principio. Ahora ya hay un grupo y nos falta quizás tener un contacto más directo y dedicar más tiempo. Creo que la HOAC tiene que seguir realizando una apuesta permanente de impulso y fortalecimiento de esta dimensión internacional en el MMTC. Y por supuesto el consejo internacional del MMTC con el que compartido todo el trabajo. Afectiva y personalmente he estado muy acompañada, pero la actual estructura del MMTC, con tan pocas personas, viéndose una vez al año, necesita de equipos nacionales que aporten. Creo que la HOAC puede hacer un gran papel, por sus propias convicciones, en esta tarea.

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Barcelona | Crónica de la presentación de la campaña «Por un #trabajodecente»

Convocatorias

Barcelona | Crónica de la presentación de la campaña «Por un #trabajodecente»

14 octubre 2016

Paqui Casino | El pasado 7 de octubre, en una sala de actos de Cristianisme i Justícia de Barcelona, con motivo de la Jornada Mundial por el Trabajo Decente, tuvo lugar el encuentro, al que acudieron 150 personas.

Tras la presentación del acto por parte de Miguel Angel Hernández, militante de la GOAC y responsable diocesano de formación y de Pepe Rodado, Delgado de Pastoral Obrera de Barcelona, se dió paso a la ponencia de Charo Castelló militante de la HOAC de Castellón y copresidenta del MMTC.

Charo realizó un breve recorrido sobre las luchas llevadas a cabo por el MMTC y su representación ante la OIT. Mencionó el avance de  la Doctrina Social de la Iglesia y el reconocimiento por parte de ésta de lo que supone la “dignidad” en el trabajo. Hizo hincapié en la importancia de un reparto justo del trabajo. Ante la situación que vivimos en la que la crisis ha tocado fondo y se ha convertido en una crisis permanente, hay que ir pensando en otros tipos de formas de gestionar el tiempo dedicado al trabajo asalariado. Puso de relieve las situaciones injustas que crean los nuevos contratos de trabajo, los parados de larga duración que ya no van a volver a trabajar, dando lugar a situaciones de casi esclavitud, al quedar las personas a merced de los empleadores. Valoró el importante papel de la mujer en el cuidado de la casa y de las personas que forman la familia y que sigue sin el reconocimiento que merece. La dificultad de los jóvenes a acceder a un puesto de trabajo, dando lugar a personas que pierden la vocación y el interés por realizarse. Mencionó al papa Francisco, de quien destacó que evidenciara públicamente y en numerosas ocasiones los salarios injustos, los contratos vejatorios a los que se ven sometidas muchas personas. Para finalizar, presentó los proyectos en los que se está trabajando actualmente y animó a continuar en la lucha por la justicia y por la dignidad de todas las personas en todas las partes de la tierra.

Seguidamente intervino el obispo Taltavull, quien hizo un breve análisis de la situación actual y remarcó la necesidad de un trabajo decente para la personas como un elemento imprescindible para el cambio y avance de la sociedad. Afirmó que las causas de un trabajo no decente está en nuestro actual sistema económico indecente que mata. Reconoció el trabajo como un derecho fundamental y un bien para el desarrollo de la persona humana (Gaudium et spes 26). Puntos que se recogen en la nota que los obispos de Catalunya han publicado con motivo de esta Jornada.

Siguiendo con el acto, se leyeron varios testimonios que evidenciaron la realidad por la que están pasando personas de todas las edades, agravándose las mismas en el caso de las mujeres.

Tras una oración en la que se pedía al Padre fuerza subversiva y tranformadora para saber impulsar cada vez a más hombre y mujeres en la lucha por la vida y por la dignidad,  el centenar  de personas que acudió al acto pudo disfrutar de un pequeño refrigerio que facilitó el encuentro y animó a la convivencia de los asistentes.

Un acto entrañable y participativo que anima a continuar en la lucha por, como dice el manifiesto firmado por todos los grupos y entidades organizadoras, “No cualquier trabajo, sino un trabajo decente”.

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