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Astorga | Celebración del 75 aniversario de la HOAC

Iglesia, Mundo obrero y del trabajo

Astorga | Celebración del 75 aniversario de la HOAC

17 septiembre 2021

Con el lema “Tendiendo puentes, derribando muros”, que expresa el caminar histórico de la HOAC, siendo Iglesia en el mundo obrero y mundo obrero en la Iglesia, la HOAC de Astorga celebrará el 75 aniversario de su nacimiento el sábado, 18 de septiembre a las 17:00, en la parroquia de San Antonio, en Ponferrada, acto que concluirá con una Eucaristía presidida por el obispo, D. Jesús Fernández González.

El 3 de noviembre de 1946 nacía la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC). Se hacía realidad el encargo que los obispos españoles habían hecho a Guillermo Rovirosa Albet de poner en marcha un movimiento especializado de acción católica para la evangelización del mundo obrero y del trabajo.

Celebramos estos setenta y cinco años de existencia y lo queremos hacer dando gracias al Padre por tantos hombres y mujeres que han ofrecido su vida llevando el Evangelio al mundo obrero y del trabajo y trayendo a la iglesia las alegrías y las penas, las miserias y las grandezas de los hombres y mujeres del mundo obrero y del trabajo. Una celebración que quiere ser memoria agradecida de la entrega y generosidad de tantos y tantas militantes, laicos y sacerdotes que han dado lo mejor de sí para llevar el Evangelio a los ambientes obreros y defender la grandeza y dignidad de ser obrero, estando presentes en tantas luchas y conflictos en las que estaba en juego el reconocimiento de unas condiciones justas en el trabajo y un salario digno que permitiera vivir con dignidad al obrero y su familia. Desde entonces, ininterrumpidamente, pese a las diversas circunstancias de todo tipo por las que ha transcurrido la vida de la HOAC, podemos afirmar que se ha desplegado toda una historia de fidelidad eclesial siendo fieles al mundo obrero a quienes hemos sido enviados.

Nuestra celebración no es solo mirar con gratitud al pasado, sino, también, sentirnos impulsados hacia el futuro, en la vivencia comprometida de nuestro presente, que queremos seguir viviendo con ilusión y esperanza, poniendo de manifiesto que el modo de estar presentes en la realidad, de encarnarnos en el mundo obrero y del trabajo de hoy sigue siendo, 75 años después, plenamente válido y actual lo que D. Tomás Malagón decía: “una organización vale lo que valen sus militantes”. Hoy como ayer para evangelizar al mundo obrero se necesitan apóstoles obreros, testigos de Jesucristo, que, con su espiritualidad, su formación y su compromiso encarnado en la realidad y las organizaciones del mundo obrero y del trabajo, sean evangelizadores de sus hermanos y hermanas. Espiritualidad, formación y compromiso son las características del modelo evangelizador de la HOAC, tres grandes caminos por los que hoy, como ayer, transita la vida del movimiento, buscando el encuentro Iglesia-mundo obrero y del trabajo.

PROGRAMA 

SÁBADO 18 DE SEPTIEMBRE-IGLEISA DE SAN ANTONIO DE PONFERRADA

17 horas- Encuentro y presentación

17.15 horas- Nacimiento y desarrollo de la HOAC en su contexto histórico. Alfonso Gil Montalbo, consiliario de la HOAC de la diócesis de Mondoñedo-Ferrol.

18 horas- Testimonios de militantes históricos de la diócesis de Astorga.

18.45 horas- Descanso

19.15 horas- la HOAC hoy

19.30 horas- Eucaristía presidida por D. Jesús Fernández, obispo de la diócesis.

Desde la HOAC diocesana, invitamos a asistir a todas aquellas personas interesadas por conocer este movimiento especializado de la Acción Católica.

Huesca | Conmemoración del 75 aniversario de la HOAC

Convocatorias

Huesca | Conmemoración del 75 aniversario de la HOAC

17 mayo 2021

Con el lema “Tendiendo puentes, derribando muros”, que expresa el caminar histórico de la HOAC, siendo Iglesia en el mundo obrero y mundo obrero en la Iglesia, la HOAC de Hueca convoca un acto de celebración de la Eucaristía, el jueves 27 de mayo a las 19:00 en la parroquia de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro de Huesca, presidida por el obispo Julián Ruiz Martorell.

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El 3 de noviembre de 1946 nacía la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC). Se hacía realidad el encargo que los obispos españoles habían hecho a Guillermo Rovirosa Albet de poner en marcha un movimiento especializado de acción católica para la evangelización del mundo obrero y del trabajo. Celebramos estos setenta y cinco años de existencia y lo queremos hacer dando gracias al Padre por la vida de tantos hombres y mujeres que han ofrecido su vida llevando el Evangelio al mundo obrero y del trabajo y trayendo a la iglesia las alegrías y las penas, las miserias y las grandezas de los hombres y mujeres del mundo obrero y del trabajo.

Una celebración que quiere ser memoria agradecida de la entrega y generosidad de tantos y tantas militantes, laicos y sacerdotes que han dado lo mejor de sí para llevar el Evangelio a los ambientes obreros y defender la grandeza y dignidad de ser obrero, estando presentes en tantas luchas y conflictos en las que estaba en juego el reconocimiento de unas condiciones dignas en el trabajo y un salario digno que permitiera vivir con dignidad al obrero y su familia. Desde entonces, ininterrumpidamente, pese a las diversas circunstancias de todo tipo por las que ha transcurrido la vida de la HOAC, podemos afirmar que se ha desplegado toda una historia de fidelidad eclesial siendo fieles al mundo obrero a quienes hemos sido enviados.

Nuestra celebración no es solo mirar con gratitud al pasado, sino, también, sentirnos impulsados hacia el futuro, en la vivencia comprometida de nuestro presente, que queremos seguir viviendo con ilusión y esperanza, poniendo de manifiesto que el modo de estar presentes en la realidad, de encarnarnos en el mundo obrero y del trabajo de hoy sigue siendo, 75 años después, plenamente válido y actual. D. Tomás Malagón decía que “una organización vale lo que valen sus militantes”. Hoy como ayer para evangelizar al mundo obrero se necesitan apóstoles obreros, testigos de Jesucristo, que, con su espiritualidad, su formación y su compromiso encarnado en la realidad y las organizaciones del mundo obrero y del trabajo, sean evangelizadores de sus hermanos y hermanas. Espiritualidad, formación y compromiso son las características del modelo evangelizador de la HOAC, tres grandes caminos por los que hoy, como ayer, transita la vida del movimiento, buscando el encuentro Iglesia-mundo obrero y del trabajo.

El apostolado obrero, un laicado comprometido

Kiosco

El apostolado obrero, un laicado comprometido

09 mayo 2021

Ediciones HOAC y la Fundación Guillermo Rovirosa • Tomás Malagón publican un nuevo cuaderno de la vida de Guillermo Rovirosa, primer militante y fundador de la HOAC. En el número 14 de la colección nos plantea algunas reflexiones sobre el apostolado obrero. Disponible en la tienda online.

La colección Cuaderno Rovirosa estrena nueva orientación en sus contenidos, que pretende ayudar a aproximar el pensamiento de Rovirosa a la realidad vigente y plantear, además, momentos para la reflexión y el trabajo personal. A la publicación se le ha realizado también un cambio integral en su diseño y maquetación, para ofrecer un cuaderno más dinámico y actual.

El cuaderno Rovirosa n 14, aborda los planteamientos de Rovirosa sobre El apostolado obrero, un laicado comprometido, de plena actualidad, según indica Cristina Vega, militante de la HOAC que ha colaborado en su elaboración “porque la forma de concebir y organizar el trabajo humano sigue produciendo desigualdad y empobrecimiento. Confrontar nuestra historia con la vida y obra de Rovirosa no nos deja nunca indiferente”. En este sentido, el pensamiento de Guillermo Rovirosa nos ayuda “comprender el significado y la importancia del apostolado obrero que no es otra cosa que llevar a Jesucristo a las mujeres y hombres del mundo del trabajo. Quizás hoy más que nunca, nos toca asumir con alegría y con entrega la tarea de apostolado que libera y dignifica”, apunta.

 

Índice

■ Introducción
■ ¡Oh, Dios! Que me diste libertad ante tus llamadas: La conversión
■ Revísteme de tu fortaleza…
■ Concédeme que el pequeño detalle de cada día…: Encarnación
■ Y responda siempre, siempre, siempre: ¡¡Sí!! El apostolado obrero

 

Colección
14. El apostolado obrero, un laicado comprometido
13. La santidad en Guillermo Rovirosa
12. El bautismo
11. La extensión de la HOAC
10. El amor de comunión
9.  Cartas
8.  Testimonios
7.  La virtud de escuchar
6.  Derechos y justicia
5.  La vivencia de la Iglesia
4.  La cercanía al mundo obrero y del trabajo
3.  La vivencia de la mística
2.  Dialogando con Rovirosa
1.  La vivencia de la triple comunión

Al mismo tiempo que el cuaderno, se edita una nueva Hoja Informativa, n 20, que recoge, de forma breve, su pensamiento. En esta ocasión se titula Entusiasmo: «Dios consigo». 

 

Causa de Canonización de Guillermo Rovirosa

Para recibir información, enviar testimonios o comunicar agradecimientos, dirigirse a:
Fundación Guillermo Rovirosa y Tomás Malagón.
C/ Alfonso XI, 4-4o. 28014 MADRID
Tfno.: 91 701 40 80 Correo electrónico: rovirosa@hoac.es

Promotora de la causa: Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC). Su proceso de canonización se abrió el 8 de julio de 2003.

Si usted quiere ayudar a la Causa de canonización, puede hacerlo mediante giro postal a la dirección arriba citada o mediante ingreso en la cuenta: ES65 2038-1109-37-6000816747.

Murcia | Celebración del 75 aniversario de la HOAC al servicio de la Iglesia y del mundo obrero y del trabajo

Convocatorias

Murcia | Celebración del 75 aniversario de la HOAC al servicio de la Iglesia y del mundo obrero y del trabajo

05 mayo 2021

El sábado 8 de mayo a las 19:30h la HOAC de Murcia ha convocado la Eucaristía con motivo de la celebración de su 75 aniversario. Presidida por el obispo de la diócesis, José Manuel Lorca, en la Catedral.

Hace 75 años, en 1946, nacía en España la HOAC (Hermandad Obrera de Acción Católica) para la evangelización del mundo obrero en las duras condiciones de la posguerra. Encontró en Guillermo Rovirosa, un converso represaliado por el franquismo, a su primer militante, constructor y difusor; a él le encargaron la puesta en pie de una organización que acercara la Iglesia a la  realidad obrera y la hiciese presente en un mundo obrero hambriento, encarcelado, cercado por el miedo y la represión. En su tarea difusora llegó a Murcia el 13 de julio de 1947. Su objetivo encontrarse con los Hombres de Acción Católica diocesana y convencerles de la necesidad de poner en marcha la ingente tarea de evangelizar a los trabajadores y a las trabajadoras de Murcia y Albacete.

En Murcia, el hambre y el miedo, presentes en todas las manifestaciones de la vida cotidiana, seguía golpeando con fuerza a una población que había soportado y soportaba 20.000 hombres y mujeres en las cárceles, más de 23.000 obreros parados, fruto de una legislación represiva que había depurado en los puestos de trabajo a más de 18.000 empleados; la mano de obra femenina e infantil se multiplicaba desprotegida ante el retroceso y el endurecimiento de las relaciones laborales; el Sindicato Vertical controlaba cualquier movimiento reivindicativo. Ser fiel a Cristo y la clase obrera, encarnarse en ella y desde ella luchar contra esta situación no era tarea fácil. Solo un pequeño grupo de obreros respondió a esta llamada y se comprometió a ir en representación de los obreros murcianos a la II Semana Nacional en Toledo: José Galiano y José López Torres, ambos tipógrafos de Murcia, Diego Carrión Sánchez, cartero de El Palmar y José Coronel, obrero textil de Lorca. Diego Carrión asumió en 1947 la presidencia de la Comisión Diocesana de la HOAC y con los jóvenes de la JOC presididos por Antonio López Senac, puso en marcha el Movimiento de Apostolado Obrero en la diócesis, desde la convicción de que la verdadera caridad cristiana era la justicia social que afirmaría su dignidad como trabajadores.

Los años 50 estuvieron dedicados a la extensión e iniciación de centros en la región, la formación de dirigentes y la difusión de información obrera a través de la venta del ¡Tú!. Para ello crearon la Escuela de Formación de Dirigentes y la Coordinadora Obrera que a partir de 1948 orientó el compromiso apostólico de los grupos obreros de la diócesis (HOAC/F y JOC/F). La incorporación del centro de Cartagena en 1952, con su puerto, sus minas y la empresa Bazán, trajo a la HOAC murciana una cantera de militantes en unos momentos de extrema dificultad. La llegada de Luís Capilla a la consiliaría en 1955 coincidió con un lento pero imparable esfuerzo formativo; la alfabetización fue un compromiso revolucionario que permitió el acceso de muchos obreros y obreras al Plan Cíclico, a los Grupos Obreros de Estudios Sociales y al Boletín de la HOAC, convirtiéndose en artífices de su propia formación. La defensa de los derechos laborales encontró en los Jurados de Empresa y en los pocos resquicios de la legislación franquista su lugar para el compromiso.

La llegada de una generación joven al mundo laboral en los años 60, aligerada del peso de la posguerra, coincidió con las duras condiciones impuestas por la Estabilización y los Planes de Desarrollo, pero también con los aires frescos del Concilio Vaticano II. Es la etapa presidida por Joaquín Sánchez Izquierdo, formado en la JOC del barrio del Carmen. En las cuencas mineras y en la industria cartagenera, en la madera en Yecla, en el esparto en Cieza, o en la conserva en Molina de Segura, encontramos la presencia comprometida de hoacistas y jocistas. La presencia pública tuvo en la celebración del 1 de Mayo un lugar para la denuncia: paro, despidos sin indemnización, jornadas interminables en la conserva, presencia del trabajo infantil en las fábricas, la eventualidad como norma, la reclamación de los Convenios, el incumplimiento de los mismos… Las elecciones sindicales, allí donde se podía, y el apoyo al nacimiento del nuevo sindicalismo (CCOO, AST, USO) centraron todos los esfuerzos de esta etapa; con ellos llegaron las persecuciones, los fichajes, las multas gubernativas, las detenciones, los ceses de consiliarios y su “exilio” a zonas alejadas de centros de HOAC o de JOC, a petición de la autoridad franquista (el primero de ellos Andrés Valero, consiliario de la HOAC trasladado a la pedanía del El Garbanzal en 1960).

Los inicios de la transición democrática sorprendieron a la HOAC en pleno proceso de reconstrucción tras la “noche negra” que supuso la crisis de la Acción Católica. La reconstrucción y la democratización de la vida de la HOAC centraron gran parte de los esfuerzos en la región, ante el abandono de unos y la desafección de otros. Se impuso la reflexión y el diálogo en una coyuntura cambiante por momentos, poniendo el acento siempre en los más débiles, destacando para ello la necesidad de potenciar la unidad de las organizaciones obreras y populares. La presencia de los militantes de la HOAC se extendió por multitud de Asociaciones de Vecinos, Plataformas Vecinales, APAS, Ejecutivas provinciales y locales de sindicatos. Así surgieron en la Región de Murcia plataformas y coordinadoras de todo tipo. Quién no recuerda a Pepe Ros, presidente de la HOAC y alma de la Plataforma Obrera de la Construcción en Cartagena o la participación de las hoacistas en la huelga general de la conserva; la Coordinadora Popular de Molina de Segura, que agrupó en 1977 a 22 partidos, asociaciones vecinales y culturales, tuvo a un hoacista como secretario; las listas de PSOE y del PCE en las primeras elecciones municipales se completaron con los nombres de hoacistas de la diócesis; las marchas por la paz a Tentegorra fueron lugar de encuentro y compromiso…

También la transición fue un camino de aprendizaje desde nuestra identidad obrera y cristiana para seguir siendo fieles a nuestro compromiso de llevar el mensaje de Jesús a los pobres, a los alejados, a los desprotegidos. La precariedad y la fragmentación del mundo del trabajo fue un gran reto en la nueva España democrática. En Murcia la eventualidad, el trabajo sumergido, la deslocalización industrial, el trabajo sin derechos en el campo, la invisibilidad de la explotación en la hostelería, nos abría nuevos compromisos en el cambio de siglo.

Visualizar el conflicto social, avanzar en una cultura para la vida, plantar cara a las injusticias que se dan en el mundo obrero, han sido, entre otras, tareas permanentes en los últimos años. Nuevas circunstancias, nuevos retos, nuevo lenguaje para que sigamos siendo útiles, con nuestros hermanos los obreros, en el mundo de la precariedad y en la inmigración, en la lucha de las mujeres y en los barrios, en los sindicatos y en nuestras familias. Enraizados en nuestra historia aceptamos el reto de acompañar, formar, luchar, empujar derribando muros y construyendo puentes, para hacer posible un mundo nuevo más humano, donde el mensaje de Jesús sea una Buena Noticia para todos.

Celebramos el presente para construir el futuro.

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“El libro-catecismo que necesitan leer los obispos, los curas, los laicos y laicas”

Colaboraciones

“El libro-catecismo que necesitan leer los obispos, los curas, los laicos y laicas”

09 abril 2021

Antonio Aradillas | Sacerdote y escritor extremeño

Con ya luengas y jugosas añoranzas estudiantiles, me permitirá el padre Jesús Espeja Pardo, nacido en Espinosa de Cervera, provincia de Burgos, dominico y catedrático emérito de Teología en la Pontificia Facultad de la Universidad de san Esteban de  Salamanca, este leve introito, a propósito de la publicación de su nuevo libro Jesús de Nazaret. La mística de una sociedad fraterna.

Residente yo en el Colegio Mayor de san Carlos –“La Clerecía”, Universidad Pontificia, frente a la “Casa de las Conchas–, entre sus más eminentes catedráticos descollaban los “Maestros” del Convento de san Esteban, desde el que diariamente, y en más de una ocasión a veces, con salida por la Plaza del Concilio de Trento, atravesando la calle de San Pablo y por la de Palomino, nos adoctrinaban en sus venerables aulas de la reestrenada Universidad Pontificia. Un emocionante recuerdo para estos “grandes maestros del saber”, por mi parte especialmente para el padre Alberto Colunga, biblista, y para Vicente Beltrán de Heredia, “historiador universal”, con cuyas disciplinas andaba yo entonces muy atareado.

El mismo recorrido hacíamos también los discípulos, y no solo por razones docentes universitarias sino deportivas, dado que sus alumnos dominicos disponían de una especie de campo de fútbol –por supuesto, de tierra– en el que entrenábamos. Conste que nuestro equipo-uniforme era necesariamente la sotana –blanco su hábito y negro el nuestro– y se comentaba que, con la gran ventaja de que así “no se faltaba a la modestia” y se dominaba mejor el balón, la pelota o lo que fuera. Precisamente por aquellos tiempos, el inmenso actor Fernando Fernán Gómez convivió unos días con nosotros en el Colegio “balarraseando” su película “Balarrasa”, para la que se tomaron planos diversos, con intervención por nuestra parte,  y también –¡cómo no!–  sin ahorrarnos uno de estos partidos de fútbol, a orillas del Tormes, con la ciudad salmantina al fondo.

Otro recuerdo, posterior, de mi coincidencia con Jesús Espeja, fue el del apostolado conjunto en la Acción Católica –él con la HOAC y yo con las Mujeres, como consiliario nacional, cuya presidenta era Pilar Bellosillo–, antes de ser arrasada  la organización por la jerarquía eclesiástica, en concomitancia, y al dictado, del nacional-catolicismo imperante. Don Tomás Malagón, consiliario nacional, fue prologuista  de mi libro Impacto-meditaciones para militantes (558 páginas) y el nombre de este “santo” manchego, junto con el de Guillermo Rovirosa , le confieren la identidad  a la Fundación Ediciones HOAC, que publica el libro de esta referencia, “disponible en papel y en digital”, con sus 124 páginas .

¡Por favor!, no dejen de leerlo. Por el tema, su ritmo, su verdad, su cercanía, su actualidad, sencillez, pedagogía y hasta atrevimiento, merece ser leído y releído. Es algo así como un catecismo. Pero bastante más inteligible, serio, sensato, santo y evangélico. Un libro-catecismo que necesitan leer los obispos, los curas, los laicos y laicas.

Y es que, “cuando urge una organización de la economía que esté al servicio de una vida digna para todas las personas, Jesús de Nazaret es una referencia decisiva. El Evangelio, plasmado en su conducta, proclama el profundo estupor ante la dignidad de la persona humana: en la promoción de una vida digna para todos se manifiesta su gloria, la verdad de Dios, que es lo que quiere decir el subtítulo de este libro: La mística de la sociedad fraterna”.

“El libro de Jesús Espeja hace una síntesis sencilla y clara sobre Jesucristo como Evangelio. Es fruto de una larga carrera como profesor y de su intensa actividad evangelizadora en la Vicaría de Vallecas con el obispo Alberto Iniesta, y como director del Centro Fray Bartolomé de Las Casas en La Habana, así como profesor de la Facultad de Teología  del Episcopado Latinoamericano de Bogotá”.

Y es que, hay que seguir todavía jugando al fútbol, pero ya sin hábito, y “balarraseando” hasta que el cuerpo aguante y más. Tu mente, claridad de ideas, compromiso y docencia dan la feliz impresión de estar en disposición de marcar todavía muchos goles a la impericia, a la improvisación y a la pastoral académica “de toda la vida”.

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Publicado en Religión Digital.

Barcelona | Hoy, está siendo pisoteada la dignidad de ser persona obrera

Mundo obrero y del trabajo

Barcelona | Hoy, está siendo pisoteada la dignidad de ser persona obrera

05 marzo 2021

El sábado 27 de febrero de 2021, víspera del segundo domingo de Cuaresma, la HOAC de Barcelona y Sant Feliu se ha congregado en Asamblea Diocesana

El año pasado, nuestro hermano Ángel Alcázar Aznar, nuestro compañero y consiliario Enric Roig Sansegundo y nuestra hermana Teresa Huguet Alòs murieron en la paz de Cristo. Y muy recientemente, Enriqueta Fajula Sacrest.

La asamblea se abrió con la oración por Enriqueta, un reconocimiento al legado de esta hoacista y religiosa javeriana, una acción de gracias al Padre-Madre por habernosla regalado. Miembros de su equipo y la animadora de la fe diocesana condujeron la lectura de Romanos 8, 9-11 y el viaje por la recopilación de su huella:

Activa en leer, estar al día y aportar su reflexión y el fruto de su acción al equipo y a las asambleas de la HOAC.

Con una espiritualidad profunda y, al mismo tiempo, muy con los pies en el suelo. Con un saber estar discreto y tranquilo.

Ha sido capaz de superar mil limitaciones y enfermedades con un ánimo extraordinario. Presente en todas las movilizaciones, con su silla plegable para poder descansar cuando ya no podía más!

En un tiempo gran activista en el barrio, tras largos años de compromiso con los enfermos mentales y sus familias. Para ella el cuidado de los más vulnerables era también un gesto de lucha y transformación.

No has llegado a los 90, pero tu impronta de dignidad de mujer obrera y de Amor ha llegado a 90 mil corazones de aquí y de otros lugares del mundo.

Damos gracias a Dios por haberte puesto en nuestro camino, por haber podido aprender de tu fortaleza y entrega constante. Has sido luchadora y cordial hasta el último aliento. Lo has dado TODO hasta el final. Qué suerte haber estado a tu lado. Qué regalo!!!

«Cuando envejecemos no dejamos de luchar, envejecemos cuando dejamos de luchar». Tú no dejaste de luchar nunca y tu espíritu siempre será joven en nuestros corazones porque nos lo enseñaste.

Has dado y recibido AMOR. Ahora ya podemos decir que tienes bien merecido el descanso a los brazos de Dios Padre-Madre.

Con todas las santas anónimas que han alabado Dios con su vida, intercede por nos. Danos fuerza para seguir luchando por la construcción de esta utopía humana y divina que llamamos Reino de las personas marginadas, discriminadas y explotadas del mundo.

“Estoy tranquila. Besos… con ÉL VIVIMOS, NOS MOVEMOS Y ESTAMOS, morimos y resucitaremos…”, nos decías. Ayúdanos a estar en paz y tener esperanza como tú.

A continuación, revisamos el trabajo de estos últimos seis años.

El espíritu de revisión y de autocrítica es lo que nos ayuda a avanzar en nuestros compromisos

La asamblea coincidía con el 57º aniversario de la muerte de Guillermo Rovirosa y el 37º aniversario de la muerte de Tomás Malagón Almodóvar

Comenzamos con la celebración del 75º aniversario del nacimiento de la HOAC. Y nos comprometimos a vivir con coherencia la fraternidad y la justicia social ahora, aquí y en todo el mundo. En efecto, una de las adhesiones aprobadas en la asamblea fue con la campaña de 123 entidades del pueblo saharaui que denuncian el expolio de sus bienes naturales y la represión que le acompaña.

Así pues y como cada 27 de febrero, también agradecimos a Dios Padre-Madre su amor con nosotros, los trabajadores y trabajadoras, por enviarnos como apóstol de su Hijo –el Divino Obrero de Nazaret– a Rovirosa, el “entusiasta” apóstol de sus hermanos obreros, y a Tomás Malagón, sacerdote de la Iglesia al servicio de todos, que llevó en lo más profundo de su corazón un gran amor a la HOAC.

La vida de Rovirosa ha sido para la Iglesia un verdadero “milagro”, que 57 años después de su muerte nos sigue deslumbrando, hasta poder afirmar, sin temor a equivocarnos, que en Rovirosa Dios ha visitado el mundo obrero.

Científico de prestigio, renunció a todo, se puso su mono azul de trabajo, se hizo uno de tantos y compartió su vida con los trabajadores para descubrirles y mostrarles la insuperable dignidad de ser obrero, tan insuperable que fue la condición que eligió para vivir el Hijo de Dios hecho hombre, el Divino Obrero de Nazaret como él le decía.

Rovirosa adquirió tras su conversión, una convicción inquebrantable: en Cristo está la salvación del mundo obrero. Pero un Cristo «tal como es, sin pretender perfeccionarlo», sin «querer modificar Jesús para que la cosa salga mejor».

Y junto a esta convicción, otra de la que nunca se volvió atrás: amó y confió verdaderamente en los obreros y las obreras, en quienes veía presente a Jesús Obrero.

Rovirosa fue la voz de la Iglesia y de los empobrecidos del mundo obrero. Dios nunca abandona a su pueblo. Mediante Rovirosa el evangelio de Jesús resonó con voz obrera, y el mundo obrero escuchó, en su mismo lenguaje, el eterno evangelio de Jesús, que tantas veces se le había secuestrado.

A Malagón, uno de los grandes sacerdotes del siglo pasado, consiliario y “alma mater” de la HOAC al lado de Rovirosa, se le dijo entre otras cosas: “maestro y pedagogo”, “apasionado de la promoción y formación del laicado”, “persona de diálogo y de la síntesis”, “amante servidor de los pobres”, “precursor de la teología política y de la teología de la liberación”, “una de las personas que más ha hecho para acercar la Iglesia al mundo obrero y el mundo obrero a la Iglesia”…

Hoy, está siendo pisoteada la dignidad de ser persona obrera. Nuestro panorama es de desempleo, precariedad, falta de consideración a los cuidados, contratos basura, subcontratos, horarios interminables, ruptura de los tiempos de trabajo y descanso… Todo supeditado al mercado. Lo importante es que el mercado funcione, aunque las personas pobres del mundo mueran de hambre; aunque genere miseria y exclusión; aunque nuestra juventud no encuentre trabajo ni pueda formar una familia; aunque no podamos ser padres, madres, hijos ni abuelos porque el mercado lo impide… Lo importante es el mercado, no la persona.

Nuestro ruego es que las celebraciones de este año, el 75 del nacimiento de la HOAC, por intercesión de Rovirosa, nos concedan el don de experimentar el paso de Dios por nuestra vida, que nos impulse, con gozo agradecido, a vivir con su misma coherencia el Evangelio del amor y la justicia. Este es, al mismo tiempo, nuestro compromiso. Por lo tanto, desde nuestro ser Iglesia con la misión de evangelización en el mundo obrero y, a la vez, desde nuestra presencia en diversos movimientos y plataformas sociales, sindicales y políticas, las y los militantes de la HOAC de hoy nos comprometemos a continuar nuestra implicación en la defensa integral de la clase obrera y los derechos y libertades que tanto merecemos y agradecemos a las personas luchadoras actuales y, especialmente, a aquellas que nos han precedido.

Especial recuerdo de Rovirosa y Malagón dentro del 75º aniversari de la HOAC

 

Bilbao | Acto y vídeo de celebración del 75 aniversario

Iglesia, Mundo obrero y del trabajo

Bilbao | Acto y vídeo de celebración del 75 aniversario

04 marzo 2021

El acto del 75 aniversario de la HOAC en la Catedral de Bilbao reunió a los militantes de este movimiento de Acción Católica especializada en Bizkaia,  presencialmente y a través de la retransmisión en directo de los medios de comunicación de Bizkeliza.

La celebración fue presidida por el obispo administrador diocesano, Joseba Segura y los presbíteros de la HOAC, José Luis Iglesias, Román Bilbao, y Juan María Lechosa. El 27 de febrero se conmemora el 57º aniversario de la muerte de Guillermo Rovirosa y el 37º aniversario de la muerte de Tomás Malagón.

Guillermo Rovirosa (1897-1964), laico, fue el primer militante de la HOAC y actualmente se encuentra en proceso de beatificación. Tomás Malagón (1917-1984) sacerdote, fue consiliario general y ambos dedicaron su vida al servicio de la evangelización del mundo obrero y del trabajo. Joseba Segura recordó a Guillermo Rovirosa, “laico con gran fidelidad” y  Tomás Malagón, consiliario que se unió a la iniciativa. Ensalzó de ellos que no se desanimaban ni despistaban “cuando venían momentos difíciles. A veces los ataques vienen desde dentro, desde entornos eclesiales hostiles”.

En el sermón desgranó la nueva realidad que se encuentra ahora la HOAC.  “Los tiempos han cambiado, las migraciones han llegado para quedarse, la revolución tecnológica, se aceleran las diferencias sociales. La mayoría de los jóvenes viven con desazón ante la inseguridad laboral”. Resaltó que “el trabajo no solo es fuente económica sino una manera de desarrollar las capacidades y devolverlas a la sociedad”.

En este escenario, el obispo animó a los militantes de la HOAC en Bizkaia a trabajar sin esperar resultados “tal como dice el Papa en la Fratelli tutti”, a vivir una esperanza cristiana jalonada de acciones evangélicas. También agradeció el aporte de la HOAC “a la vida de la Iglesia de Bizkaia y a la historia de España en el último siglo”.

Todos los asistentes a la celebración ordinaria de la catedral pudieron rezar la oración a Jesús Obrero al finalizar la ceremonia,  gracias a unos documentos que fueron repartidos al inicio de la celebración. A la salida del acto, una pancarta con el lema “Llevando la luz y la sal al mundo obrero. Argia eta gatza langileen munduan zabaltzen” presidió la concentración de los militantes de la HOAC, simpatizantes, miembros de sindicatos, partidos políticos y asociaciones, así como responsables diocesanos como Maite Valdivieso y Carlos García de Andoin, miembro y director del IDTP respectivamente.

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HOMILÍA 75 ANIVERSARIO HOAC 27/02/2021 (2 Domingo Cuaresma Ciclo B)
Génesis 22,1-2. 9a. 15-18 (Isaac); Rm 8,31b-34; Mc 9,2-10

Joseba Segura, obispo administrador diocesano de Bilbao.

Nos reúne este sábado una feliz ocasión: un aniversario redondo. Los aniversarios de organizaciones, también estos 75 años de la HOAC, nos remiten siempre a personas. Hoy recordamos ante todo a su fundador, Rovirosa, enamorado de Jesús, visionario y apasionado del Reino de Dios, que dedicó la mejor parte de su vida a promover un objetivo apasionante: llevar el Evangelio al mundo obrero, allí donde no era conocido ni apreciado, dada la desconfianza y lejanía con la que en estos ambientes se veía a la Iglesia del tiempo. En el camino Rovirosa encontró a mucha gente, a toda la militancia de la HOAC en los años 50 y 60, esa “gran nube de testigos” de la que habla Hebreos y a la que hacéis referencia en vuestra más reciente encuesta. En un momento, un sacerdote joven se unió a la iniciativa, Malagón, alguien con la humildad y sensibilidad suficientes para reconocer el valor cristiano y eclesial de un proyecto evangelizador promovido por un líder laico, y con la fortaleza necesaria para mantener el timón en un contexto sacerdotal poco propicio.

Rovirosa trabajó con gran dedicación y fidelidad, como quien tiene clara la llamada (la vocación) y por eso no se desanima ni se despista cuando vienen mal dadas. Decían los padres de la Iglesia que la auténtica fe se prueba en el martirio, fundamento y fuente de vida y gracia para la comunidad creyente. El catafalco o el pelotón de fusilamiento no es la única forma de morir por Cristo. Uno puede morir en la cama y haber ofrecido su vida por el Evangelio. A los creyentes que aceptan la cruz prometida, antes o después les toca rezar con una bienaventuranza que muchos solo en parte podemos hacer nuestra; la que dice: “bienaventurados cuando os persigan por mi causa”. Como Pablo, lo acabamos de escuchar, los testigos que nos iluminan están convencidos de que “si Dios está con nosotros, ¿quién estará contra nosotros?” Uno pensaría que la persecución tiene que llegar de fuera pero no: a menudo los ataques vienen desde dentro, desde los que rezan tu mismo credo; y esa experiencia es una prueba para la fe (algunos la abandonan), para la esperanza (otros se van desinflando) y, sobre todo, para el amor. La tentación humana es reaccionar con agresividad a la defensiva o, al menos, asumir un confortable papel de víctima. Pero no, esas reacciones no van con el evangelio. No hace mucho oí decir a un sacerdote activo en un proyecto de evangelización en las redes sociales, que los mayores insultos los había recibido de hermanos sacerdotes. Así andan las cosas en algunos ambientes de nuestra Iglesia pero para quien necesite consuelo, en los tiempos de Rovirosa y Malagón, los ataques no fueron menos furibundos, ni las amenazas y tensiones menos intensas. Tal vez incluso mayores.

Probablemente el peligro que hoy debe afrontar la HOAC no es tanto el de un entorno eclesial hostil, cuanto el del desánimo por lo que podría parecer como escasa relevancia. El mundo evoluciona muy rápido y las condiciones de trabajo también. La pandemia, de golpe, ha convertido muchos hogares en oficinas, transformando la vida cotidiana de un considerable número de trabajadores, además de poner muchos empleos en riesgo. Las migraciones han llegado para quedarse e inevitablemente afectan a los mercados laborales y al sindicalismo clásico. La revolución tecnológica, la caída de la natalidad… Todo es más complejo, incluso desconcertante. Las propuestas y los esquemas de finales del pasado siglo necesitan una revisión a fondo. Toda esta incertidumbre afecta especialmente a los jóvenes. Ya es una evidencia: los desarrollos tecnológicos, lejos de democratizar el acceso a condiciones y oportunidades de vida, están acelerando y profundizando las diferencias sociales, no solo entre países, en una tendencia que amenaza con condenar a la irrelevancia a una considerable parte del planeta, sino también al interior de las sociedades de bienestar. Algunos jóvenes con una extraordinaria formación tienen ante ellos un futuro abierto. Pero la mayoría viven desanozados con grandes interrogantes.

Han cambiado muchas cosas pero el mundo del trabajo, hoy como ayer, sigue siendo crítico para el crecimiento personal y social. En el trabajo las personas desarrollan muchas de sus capacidades y realizan una importante contribución al conjunto de esa sociedad de la que todos recibimos tanto y a la que no podemos sino contribuir, cada cual según sus dones y capacidades. La Hoac en Bizkaia la formáis en la actualidad 43 militantes activos en Barakaldo, Bilbao, Durango, Santurtzi, Enkarterri y Galdakao-Urreta, una realidad humilde pero significativa, sobre todo por la calidad de vuestro compromiso y vuestra probada identidad eclesial. Pero no basta con levantar banderas. Hay que realizar apuestas y acciones significativas. La urgencia de este tiempo la caracteriza bien el Papa Francisco cuando, refiriéndose al papel de la AC como formadora de laicos que desean asumir sus responsabilidades en el mundo, nos dice que ese empeño debe centrarse en la formación de “discípulos misioneros”.

Escuchar al Señor, seguirle hasta el monte por si sucede algo allí, bajar de nuevo al valle para caminar junto a Él hacia Jerusalén y, a poder ser, no salir corriendo cuando aparezca la inesperada y temida cruz en el horizonte. También nosotros hemos visto alguna vez al Señor transfigurado pero la mayor parte del tiempo caminamos en medio de la niebla, sin luces claras que nos aseguren, sin visiones fulgurantes que confirmen nuestras apuestas. Tras la experiencia extraordinaria y confirmadora del Tabor, los discípulos volvieron a la ambigüedad de la vida cotidiana, al transcurrir de muchos días y horas grises, a nuestras incoherencias, a nuestros pobres logros, a nuestros frecuentes fracasos. El fracaso en el libro del creyente nunca debe producir desánimo y mucho menos temor. Seguimos al crucificado. Es la mediocridad la que nos tiene que dar miedo, la falsa autosatisfacción de los que apoyamos todas las causas justas pero lo hacemos sin que nos cueste nada.

Trabajar gratis es, lo dice la Fratelli tutti del Papa Franciso, hacerlo sin esperar reconocimiento. Bien. Pero es que dice más; dice también que es hacerlo sin esperar ver resultados. Y esto si nos cuesta. No sabemos qué transformaciones valiosas o mejoras significativas acabaremos viendo y no viendo. Tal vez no muchas, tal y como van las cosas. En todo caso la esperanza no está en ver, sino en creer y actuar. No es teórica, ideológica, de libros, de discursos; vale lo que sea ella misma capaz de traducirse, de encarnarse en proyectos de vida, en relaciones transformadas, en acciones concretas evangélicas, exitosas o no. Sabemos que las promesas de Jesús son ciertas y que al finalizar esta existencia confirmaremos la Verdad de la huella eterna que deja el amor generoso y entregado. Alguno podrá pensar: ya está el obispo corriendo de este mundo al otro. No lo hago por mí; no lo hago para escapar de ninguna realidad: lo hago por tantas mujeres y hombres que vieron algún momento a Jesús transfigurado y luego lucharon muchos años, toda la vida, para hacer realidad el sueño de Dios para este mundo. Pero murieron sin ver nada o casi nada, a veces incluso sufriendo violencia, o incomprensión, o sintiéndose solos y abandonados. Vivieron de la promesa y murieron sin ver. Para ellos, como para todos, la esperanza radical, la que nadie nos puede quitar es la de la vida plena junto a Dios que confirme la Verdad de todo lo que aquí ya se ha olvidado. Y mientras tanto, mientras llega ese cielo nuevo y esa tierra nueva, seguimos adelante con una fe sólida (palabra que por cierto comparte raíz con solidaria) luchando por lo que quede para siempre. Y mientras tanto, adelante HOAC todos los nuevos años que sean necesarios. Y mientras tanto, gracias militantes y amigos por vuestro importante aporte al proyecto evangelizador y a la vida de nuestra Iglesia, en Bizkaia y en la de la historia española del último siglo.

Jaén | Agradecer, comunicar y compartir el apostolado en el mundo obrero

Iglesia, Mundo obrero y del trabajo

Jaén | Agradecer, comunicar y compartir el apostolado en el mundo obrero

03 marzo 2021

Los militantes de la HOAC, Hermandad Obrera de Acción Católica, de la diócesis de Jaén ante la celebración el pasado sábado de la Eucaristía de acción de gracias en los aniversarios de las muertes de Guillermo Rovirosa (27-2-64)  y Tomás Malagón (27-2-84) en la Parroquia de San Juan Bosco presidida por el consiliario, Pepe González, y concelebrada por el párroco, Juan Carlos Macías, queremos, AHORA MÁS QUE NUNCA

AGRADECER a Dios Padre su amor con nosotros los trabajadores y trabajadoras, y sobre todo por enviarnos a Rovirosa, este “entusiasta” apóstol de sus hermanos obreros que fundó en 1946 la HOAC por mandato de la jerarquía de la Iglesia, para la evangelización del mundo obrero, movimiento apostólico cuyo 75 aniversario estamos celebrando durante este año 2021. La vida de Guillermo Rovirosa ha sido para la Iglesia un verdadero “milagro”, hasta poder decir que en Rovirosa Dios ha visitado al mundo obrero.  Agradecer, también, uno de los grandes sacerdotes de la iglesia en el siglo pasado, Tomás Malagón, consiliario y “alma mater” de la HOAC junto a Rovirosa.

COMUNICAR que Rovirosa tras su conversión, amó y confió verdaderamente en los trabajadores, en quienes veía presente a Jesús Obrero. Fue la voz de la Iglesia y de los empobrecidos del mundo obrero. Estaba convencido de forma inquebrantable de que en Cristo estaba la salvación del mundo obrero. Trató de imitar al Hijo de Dios hasta el punto de dirigirse a Él como el “divino Obrero de Nazaret”. Por medio de Rovirosa resonó con voz obrera, en su mismo lenguaje, como dirigido a ellos, el eterno evangelio de Jesús, que tantas veces se le había secuestrado. En Malagón destaca el amor a la Iglesia, pero no una imagen, sino una Iglesia real, la única que existe; esa que es, a la vez, santa y pecadora. Nos enseñó a amar a la Iglesia con su testimonio personal, hecho de sinceridad, lealtad, disponibilidad y ternura; y, también, en muchos momentos, de dolor y sufrimiento ante la incomprensión y la marginación que venía del seno de la misma Iglesia.

COMPARTIR nuestra acción de gracias por ser miembros de esta comunidad eclesial que durante estos 75 años ha animado el  encuentro entre la Iglesia y el mundo del trabajo. Damos gracias a la vida, al compromiso y a la entrega de muchas personas que nos precedieron. Damos gracias por haber descubierto a Jesús y su proyecto de vida fraterna en medio de la realidad del mundo del trabajo. Gracias a la Iglesia por enviarnos a ese mundo sufriente para provocar una esperanza activa. Somos agradecidos, respondiendo con nuestras vidas y nos comprometemos más que nunca a poner la dignidad de las personas y las necesidades de los empobrecidos en el centro de nuestras vidas y a colaborar para que el conjunto de la Iglesia, por fidelidad a Jesucristo, crezcamos en ese servicio a los empobrecidos y en la defensa de la dignidad del trabajo. Damos gracias por estas dos vidas de santidad y lucha permanente por la justicia y la solidaridad, desde un amor sin condiciones a Cristo, la Iglesia y los pobres. Deseo de santidad que ha fructificado en la apertura del proceso de canonización de Guillermo Rovirosa y que nos lleva al compromiso de seguir siendo voz de la Iglesia en el mundo del trabajo.

Opinión | 75 años de encuentro entre la Iglesia y el Mundo Obrero en Granada

Colaboraciones

Opinión | 75 años de encuentro entre la Iglesia y el Mundo Obrero en Granada

18 febrero 2021

Tendiendo puentes, derribando muros

Antonio Hernández-Carrillo, consiliario de la HOAC de Granada

La Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) fue creada en noviembre de 1946. La Iglesia española, por boca de sus obispos, pidió a Guillermo Rovirosa, ingeniero y converso a la fe cristiana, que diera los primeros pasos para la constitución de la misma en los tiempos más duros y oscuros de la dictadura. Desde entonces hasta ahora, la HOAC ha intentado ser fiel a Cristo pobre en la Iglesia y a la clase obrera. Este ha sido el santo y seña de toda nuestra ya larga historia. Los militantes de la HOAC de Granada, junto con las demás diócesis, queremos ser memoriosos (Papa Francisco) recordando y agradeciendo tantos años de fidelidad.

Se tiene constancia de, al menos, dos visitas de Guillermo Rovirosa (nuestro primer militante) a Granada. La primera en 1949, en la que, entre otras actividades, impartió una charla en el Seminario Mayor. A partir de este encuentro, comenzó una cierta relación entre los seminaristas y un grupo de obreros. Celebraban sus reuniones en los locales de la calle San Jerónimo y una de sus actividades era el comentario y difusión de la Doctrina Social de la Iglesia.

Rovirosa vuelve a Granada en 1954, acompañado del consiliario Tomás Malagón, para dar un Cursillo Apostólico. La figura de los ponentes, su profunda espiritualidad, los temas y la metodología dejaron una huella imborrable en las personas que participaron en los cinco días de duración del citado cursillo, celebrado en régimen interno.

Desde entonces hasta nuestros días, podríamos escribir cientos y cientos de acontecimientos sobre la presencia de nuestros militantes en Granada ciudad y provincia (véase el librito sobre la historia), pero lógicamente ahora nos vemos obligados a presentar unas pinceladas.

Dos hechos tienen especial relevancia: Nuestra presencia en la huelga de la construcción del 70 y el encierro de la Curia en el 75. Los dos acontecimientos hablan por sí solos de miseria, hambre y paro y, por otra parte, de rebelión y lucha obrera contra tanta explotación especialmente en la construcción y en los barrios pobres.

Con la llegada de la democracia (antes nos habíamos incorporado en la lucha por las libertades) nos enfrentábamos a otros retos para adaptar nuestras aspiraciones y tareas, siendo fieles a Cristo y al mundo obrero, en un contexto distinto. Y aquí aparece nuestra presencia en las reivindicaciones y luchas en las distintas empresas, en la sanidad, enseñanza, contra los despidos generalizados, contra los accidentes laborales, en las asociaciones de vecinos de los barrios periféricos, por la integración de emigrantes…

En estos 75 años de recorrido hemos formado parte en la HOAC de Andalucía y de la HOAC General y no se nos puede olvidar que la IV Asamblea General se celebró en Granada en 1979, concretamente en el Instituto de Cogollos Vega. Allí nos congregamos, durante cuatro días, alrededor de mil militantes de casi todas las Diócesis de España. ¡Qué gran acontecimiento obrero y eclesial!

La HOAC de nuestra diócesis ha celebrado en estos últimos años docenas de gestos en las parroquias de la ciudad, del cinturón metropolitano y de Motril. Cuando decimos gestos queremos decir actos de concienciación y denuncia, en el marco de la Eucaristía, sobre la situación que viven miles de trabajadores que no tienen trabajo o lo tiene de manera precaria e indigna. Nuestra participación en Pastoral Obrera e Iglesia por el Trabajo Decente (ITD) también la queremos resaltar.

Nuestra vida tiene algunas constantes: Queremos ser discípulos de Jesús, el Cristo, en medio del mundo y más en concreto en medio de los trabajadores más empobrecidos. Reconocemos con orgullo y humildad que los militantes de la HOAC de Granada han sido tenidos en cuenta a lo largo de los 75 años de historia en las organizaciones obreras, educativas, vecinales, laborales y eclesiales. Los militantes de la HOAC nunca se caracterizaron por la búsqueda de poder, ni se movieron en las órbitas del dinero o del “figurar” y ahí ha radicado nuestra fuerza en la debilidad (2 Cor 12, 10). En la HOAC siempre se ha rechazado ser alternativa a otras organizaciones obreras; al contrario, se ha animado a sus militantes a potenciar dichas organizaciones. La actitud de los militantes de la HOAC de Granada en los conflictos ha sido la búsqueda de la concordia y unidad, sin importar el riesgo de no ser comprendidos en ocasiones. Estas constantes (o espiritualidad) las cultivamos en la participación de la reunión semanal de cada uno de nuestros equipos. Tampoco se nos puede olvidar que IDEAL, en sus páginas de Opinión, nos va publicando algunas de nuestras reflexiones.

Uniéndonos al papa Francisco y a la Doctrina Social de la Iglesia, terminamos diciendo que la situación que está dejando y va a dejar esta epidemia se presenta con límites insospechados para la miseria de miles y miles de trabajadores en nuestra tierra y que, a pesar de tantas y tantas calamidades para el mundo obrero, siempre nos queda la esperanza de convertir esos enormes retos en posibilidades. El trabajo y la dignidad del trabajador y trabajadora son cuestiones que, como cristianos, no nos pueden ser ajenos de ninguna de las maneras. Nuestra Iglesia de Granada, y nosotros con ella, debemos estar atentos a las circunstancias concretas en que viven los trabajadores, ser sensibles a sus aspiraciones y trabajar, junto a ellos, para mejorar las condiciones de vida, para que el trabajo pueda ser para todos un instrumento de colaboración con la obra creadora de Dios.  En definitiva, tendiendo puentes, derribando muros…, seguiremos dando pasos. Cristo es el camino.

***

Publicado en el periódico Ideal de Granada.

Cádiz-Ceuta | Convocatorias con motivo del 75 aniversario de la HOAC

Convocatorias

Cádiz-Ceuta | Convocatorias con motivo del 75 aniversario de la HOAC

17 febrero 2021

La HOAC de la diócesis de Cádiz-Ceuta convoca la celebración de la Eucaristía y de un vídeo-coloquio con motivo del 75º aniversario de la HOAC y del  57º y 37 aniversario del fallecimiento de Guillermo Rovirosa y de Tomás Malagón, respectivamente.

La diócesis ha convocado para el miércoles 24 de febrero la celebración de la Eucaristía en la Parroquia de Santa Ana de Cádiz, y en la Parroquia de San Benito Abad de Puerto Real, ambas a las 19h. También está previsto, para el viernes, 26 de febrero, a las 17h, por internet en este enlace, un vídeo-coloquio sobre La HOAC y Rovirosa.

Con estos actos la HOAC diocesana quiere dar gracias al Padre por tantos hombres y mujeres que han ofrecido su vida llevando el Evangelio al mundo obrero y del trabajo, y a la vez trayendo a la Iglesia las alegrías y las penas, las miserias y las grandezas de los hombres y mujeres del mundo obrero y del trabajo.

El papa Francisco insiste en la necesidad de ser “memoriosos”, y recordar las maravillas que Dios va haciendo en nuestra vida, para poder proclamarlas, para poder seguir anunciando su ternura y su misericordia. Celebrar es una dimensión constitutiva de la Fe.

En la diócesis de Cádiz y Ceuta queremos celebrar con gozo estos 75 años de fidelidad de la Iglesia al mundo obrero, y recordar, a su vez la figura de Guillermo Rovirosa, primer militante, promotor de la HOAC y actualmente en proceso de beatificación; y de Tomás Malagón, sacerdote de la Iglesia al servicio de todos, que llevó en lo más hondo de su corazón un gran amor a la HOAC.

Sus palabras, escritos y testimonio siguen hoy inspirando y guiando la vida y el compromiso de los militantes de la HOAC en medio de los trabajadores y trabajadoras, cuyos derechos siguen siendo vulnerados y su dignidad como tales no siempre reconocida.  La Evangelización en el mundo del trabajo sigue siendo hoy tan necesaria como entonces.

 

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