Resultados de la búsqueda dia de la hoac

Familia cristiana, apóstoles en el mundo

Familia obrera, Iglesia

Familia cristiana, apóstoles en el mundo

20 mayo 2015

Día de la Acción Católica y del Apostolado Seglar 2015. Mensaje de los obispos de la Comisión Episcopal de Apostolado Seglar (CEAS). Solemnidad de Pentecostés, 24 de mayo de 2015

El anuncio del Evangelio de la familia constituye una urgencia para la nueva evangelización como nos recuerdan los padres sinodales (n. 29). Esta tarea es responsabilidad de todo el Pueblo de Dios. En el seno de la Iglesia existen diversas vocaciones, carismas, ministerios, condiciones de vida y responsabilidades que se complementan. Como nos propone la exhortación Christifideles laici, gracias a esa diversidad y complementariedad, cada fiel laico está en disposición de ofrecerle su propia aportación[1]. Toda vocación cristiana es, pues, una vocación al apostolado, a la misión. El matrimonio que funda la familia, es una vocación a la que Dios llama como camino de seguimiento y santidad, haciendo así de la familia lugar y fuente de evangelización, por ser vocación cristiana.

La familia debe tomar conciencia gozosa de su misión en la Iglesia, para ello hay que proponer caminos que permitan a la familia alcanzar su plenitud de vida humana y cristiana[2]. A esta apasionante tarea estamos llamados todos los que formamos parte de la Iglesia, asumiendo cada uno su papel. Esto conlleva alumbrar un cambio que permita trasformar la pasividad en protagonismo, animando a la familia a asumir su misión evangelizadora[3]. Ello pasa porque los cónyuges, y toda la familia, asuman la responsabilidad que les viene conferida por su pertenencia a la Iglesia a través del bautismo y concretada de una forma especial por la gracia sacramental del matrimonio. Para conseguir este objetivo, toda la comunidad eclesial debe alentar a las familias a descubrir el plan que Dios ha establecido para ellas y ayudarles a conseguir que se convierta en realidad.

La familia se enfrenta hoy a un gran cambio social que repercute profunda y agresivamente en ella. «La familia atraviesa una crisis cultural profunda, como todas las comunidades y vínculos sociales. En el caso de la familia, la fragilidad de los vínculos se vuelve especialmente grave porque se trata de la célula básica de la sociedad, el lugar donde se aprende a convivir en la diferencia y a pertenecer a otros, y donde los padres transmiten la fe a sus hijos. El matrimonio tiende a ser visto como una mera forma de gratificación afectiva que puede constituirse de cualquier manera y modificarse de acuerdo con la sensibilidad de cada uno»[4]. Existen, además, los grandes problemas sociales que asolan a tantas familias (paro, vivienda, seguridad, emigración, droga…).

En este contexto hay que ayudar a la familia cristiana a redescubrirse siendo ella misma, con todo el potencial misionero que tiene. Nacida del amor, la familia recibe la misión de «custodiar, revelar y comunicar el amor»[5]. La familia cristiana, reunida por el Señor a través del sacramento del matrimonio, es una verdadera «iglesia doméstica», una imagen viva y una representación histórica del misterio mismo de la Iglesia. Lo propio y original de esta «iglesia doméstica», lo que la distingue de las otras manifestaciones de la Iglesia de Cristo, es su condición de comunidad de vida y amor. En ella la comunión que crea el Espíritu, se expresa y realiza en la íntima y total unión de los esposos, como unión de cuerpos, de sentimientos y de voluntades, como entrega y aceptación mutua y generosa de todo lo que constituye a las personas que la integran. De manera que el amor y la vida son, al mismo tiempo, gracia que la familia recibe de Dios y testimonio que ella transmite para renovación de la humanidad.

Una tarea fundamental para la familia es la construcción responsable y generosa de la comunión de personas. Esa comunión es parte de la misión encomendada a la «iglesia doméstica». Por eso los cónyuges deben trabajar para construir esa comunión íntima que implica la donación personal y total, la unidad, la fidelidad y el valor de la indisolubilidad. Esta comunión se extiende a los demás miembros de la familia recibidos con generosidad, como signo de sentirse copartícipes de la obra creadora de Dios. Así todos ellos cumplen su misión dentro de la Iglesia confirmando y perfeccionando la comunión familiar. La oración compartida en el seno de la familia ayuda a construir esa comunión. Asumiendo esta tarea la familia descubre el gozo de la búsqueda común de la plenitud y se convierte en Buena Noticia para las demás familias.

Todo ello viene marcado por el sacramento del matrimonio que da comienzo a un apostolado especial, que hace partícipe a la familia de la misma misión de Cristo. Caer en la cuenta de esto es fundamental para asumir su propia misión eclesial. Esta debe asociarse a la acción de la Iglesia, por ser parte de la Iglesia; debe hacerlo de una forma especial, conforme el sacramento recibido y en las circunstancias que la vida familiar le ofrece. La familia se convierte entonces en sujeto activo de evangelización, no por un encargo recibido o una delegación, sino por su propio ser, la vida misma de las familias. Se constituye en vida de la Iglesia misma y por ello, construyéndose como familia cristiana, realiza en la historia la misión sacerdotal, profética y real conferida por Cristo y la Iglesia.

En la concreción de esta triple misión, que la convierte en auténtica familia misionera, la familia deberá ser fiel a sí misma, testimoniando de modo silencioso una vida vivida en Cristo. La familia cristiana, conforme va madurando en la fe, debe ser cada vez más consciente de que es necesaria su participación en el anuncio explícito de Jesucristo[6], convirtiéndose en sujeto activo de la pastoral familiar (cf. Sínodo, n. 30). Este anuncio debe llegar a los alejados, las familias que no creen todavía y a las familias cristianas que no viven coherentemente la fe recibida[7]. Es entonces cuando tomamos conciencia, se descubre que la familia necesita una continua evangelización para llegar a ser comunidad evangelizadora y poder cumplir su misión en la Iglesia y en el mundo. Ahí es donde se concreta la vocación de los cónyuges: ser, entre ellos y para los hijos, testigos del amor de Cristo. Ese testimonio debe llegar también a la sociedad.

La familia cristiana está también llamada por Cristo a servir al Reino de Dios y a difundirlo en la historia. Es parte de su misión. La familia cristiana no debe vivir replegada egoístamente sobre sí misma sino que ha de vivir encarnada en la sociedad y la ilumina y enriquece por los valores compartidos y experimentados en el seno familiar. El fundamento del amor orienta en la comunidad de personas a un reconocimiento profundo de la dignidad y vocación de todos los que la constituyen y, consiguientemente, al reconocimiento y promoción de sus derechos. Esta tarea es una de las manifestaciones del protagonismo de la familia en la misión de la Iglesia y contagia a la función de la familia en la construcción de la sociedad.

Las familias deben estar siempre al servicio de todos sus miembros, especialmente de los niños, los enfermos y los más ancianos, que son los más vulnerables. Este servicio crea una sensibilidad nueva, pues ayuda a valorar a todos, no por lo que tienen o por lo que aportan, sino por lo que son. Servir al evangelio de la familia y de la vida implica además el servicio a las otras familias y, sobre todo, a las familias necesitadas.

Queridos laicos y queridas familias: en este año los obispos de la CEAS, siguiendo la estela de trabajo y reflexión a la que nos convocan los actuales Sínodos de los Obispos, os animamos a redescubrir la gran fuerza evangelizadora que tiene la familia cristiana y a ponerla al servicio de la Iglesia y de la sociedad.

✠ Javier Salinas Viñals, obispo de Mallorca, Presidente
✠ Mario Iceta Gavicagogeascoa, obispo de Bilbao, Vicepresidente
✠ Juan Antonio Reig Plá, obispo de Alcalá de Henares
✠ Carlos Manuel Escribano Subías, obispo de Teruel y Albarracín
✠ Antonio Algora Hernando, obispo de Ciudad Real
✠ Francisco Cases Andreu, obispo de Canarias
✠ Francisco Gil Hellín, arzobispo de Burgos
✠ Xavier Novell Gomà, obispo de Solsona
✠ José Mazuelos Pérez, obispo de Jerez de la Frontera
✠ Ángel Rubio Castro, obispo, emérito, de Segovia
✠ Gerardo Melgar Viciosa, obispo de Osma-Soria
✠ Juan Antonio Aznárez Cobo, obispo auxiliar de Pamplona y Tudela

Notas
[1] Juan Pablo II, Christifideles laici, n. 20.
[2] DPF n. 3; cf. FSVES n. 177.
[3] Cf. Relatio Synodi, n. 30.
[4] Francisco, Evangelii gaudium, n. 66.
[5] Juan Pablo II, Familiaris consortio, n. 22.
[6] Pablo VI, Evangelii nuntiandi, n. 22.
[7] Juan Pablo II, Familiaris consortio, n. 54.

 Material para el trabajo personal (pdf)

Noticias relacionadas
■ Publicación | Trabajo y familia. Derechos familiares de las personas y derechos sociales de las familias.
 Día de la HOAC 2015  ¿Familia o/y trabajo? Derechos familiares de las personas y derechos sociales de las familias.
La familia, un desafío también para el movimiento sindical. Editorial de Noticias Obreras.
 Noticias Obreras | Trabajo y familia se dan la espalda
 ¡Tú! | Derechos sociales de las familias, derechos familiares de las personas

Comunicar la familia: ambiente privilegiado del encuentro en la gratuidad del amor

Familia obrera

Comunicar la familia: ambiente privilegiado del encuentro en la gratuidad del amor

18 mayo 2015

Mensaje del Santo Padre Francisco para la XLIX Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales.

El tema de la familia está en el centro de una profunda reflexión eclesial y de un proceso sinodal que prevé dos sínodos, uno extraordinario –apenas celebrado– y otro ordinario, convocado para el próximo mes de octubre. En este contexto, he considerado oportuno que el tema de la próxima Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales tuviera como punto de referencia la familia. En efecto, la familia es el primer lugar donde aprendemos a comunicar. Volver a este momento originario nos puede ayudar, tanto a comunicar de modo más auténtico y humano, como a observar la familia desde un nuevo punto de vista.

Podemos dejarnos inspirar por el episodio evangélico de la visita de María a Isabel (cf. Lc 1,39-56). «En cuanto Isabel oyó el saludo de María, la criatura saltó en su vientre, e Isabel, llena del Espíritu Santo, exclamó a voz en grito: “¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre!”» (vv. 41-42).

Este episodio nos muestra ante todo la comunicación como un diálogo que se entrelaza con el lenguaje del cuerpo. En efecto, la primera respuesta al saludo de María la da el niño saltando gozosamente en el vientre de Isabel. Exultar por la alegría del encuentro es, en cierto sentido, el arquetipo y el símbolo de cualquier otra comunicación que aprendemos incluso antes de venir al mundo. El seno materno que nos acoge es la primera «escuela» de comunicación, hecha de escucha y de contacto corpóreo, donde comenzamos a familiarizarnos con el mundo externo en un ambiente protegido y con el sonido tranquilizador del palpitar del corazón de la mamá. Este encuentro entre dos seres a la vez tan íntimos, aunque todavía tan extraños uno de otro, es un encuentro lleno de promesas, es nuestra primera experiencia de comunicación. Y es una experiencia que nos acomuna a todos, porque todos nosotros hemos nacido de una madre.

Después de llegar al mundo, permanecemos en un «seno», que es la familia. Un seno hecho de personas diversas en relación; la familia es el «lugar donde se aprende a convivir en la diferencia» (Exort. ap. Evangelii gaudium, 66): diferencias de géneros y de generaciones, que comunican antes que nada porque se acogen mutuamente, porque entre ellos existe un vínculo. Y cuanto más amplio es el abanico de estas relaciones y más diversas son las edades, más rico es nuestro ambiente de vida. Es el vínculo el que fundamenta la palabra, que a su vez fortalece el vínculo. Nosotros no inventamos las palabras: las podemos usar porque las hemos recibido. En la familia se aprende a hablar la lengua materna, es decir, la lengua de nuestros antepasados (cf. 2 M 7,25.27). En la familia se percibe que otros nos han precedido, y nos han puesto en condiciones de existir y de poder, también nosotros, generar vida y hacer algo bueno y hermoso. Podemos dar porque hemos recibido, y este círculo virtuoso está en el corazón de la capacidad de la familia de comunicarse y de comunicar; y, más en general, es el paradigma de toda comunicación.

La experiencia del vínculo que nos «precede» hace que la familia sea también el contexto en el que se transmite esa forma fundamental de comunicación que es la oración. Cuando la mamá y el papá acuestan para dormir a sus niños recién nacidos, a menudo los confían a Dios para que vele por ellos; y cuando los niños son un poco más mayores, recitan junto a ellos oraciones simples, recordando con afecto a otras personas: a los abuelos y otros familiares, a los enfermos y los que sufren, a todos aquellos que más necesitan de la ayuda de Dios. Así, la mayor parte de nosotros ha aprendido en la familia la dimensión religiosa de la comunicación, que en el cristianismo está impregnada de amor, el amor de Dios que se nos da y que nosotros ofrecemos a los demás.

Lo que nos hace entender en la familia lo que es verdaderamente la comunicación como descubrimiento y construcción de proximidad es la capacidad de abrazarse, sostenerse, acompañarse, descifrar las miradas y los silencios, reír y llorar juntos, entre personas que no se han elegido y que, sin embargo, son tan importantes las unas para las otras. Reducir las distancias, saliendo los unos al encuentro de los otros y acogiéndose, es motivo de gratitud y alegría: del saludo de María y del salto del niño brota la bendición de Isabel, a la que sigue el bellísimo canto del Magnificat, en el que María alaba el plan de amor de Dios sobre ella y su pueblo. De un «sí» pronunciado con fe, surgen consecuencias que van mucho más allá de nosotros mismos y se expanden por el mundo. «Visitar» comporta abrir las puertas, no encerrarse en uno mismo, salir, ir hacia el otro. También la familia está viva si respira abriéndose más allá de sí misma, y las familias que hacen esto pueden comunicar su mensaje de vida y de comunión, pueden dar consuelo y esperanza a las familias más heridas, y hacer crecer la Iglesia misma, que es familia de familias.

La familia es, más que ningún otro, el lugar en el que, viviendo juntos la cotidianidad, se experimentan los límites propios y ajenos, los pequeños y grandes problemas de la convivencia, del ponerse de acuerdo. No existe la familia perfecta, pero no hay que tener miedo a la imperfección, a la fragilidad, ni siquiera a los conflictos; hay que aprender a afrontarlos de manera constructiva. Por eso, la familia en la que, con los propios límites y pecados, todos se quieren, se convierte en una escuela de perdón. El perdón es una dinámica de comunicación: una comunicación que se desgasta, se rompe y que, mediante el arrepentimiento expresado y acogido, se puede reanudar y acrecentar. Un niño que aprende en la familia a escuchar a los demás, a hablar de modo respetuoso, expresando su propio punto de vista sin negar el de los demás, será un constructor de diálogo y reconciliación en la sociedad.

A propósito de límites y comunicación, tienen mucho que enseñarnos las familias con hijos afectados por una o más discapacidades. El déficit en el movimiento, los sentidos o el intelecto supone siempre una tentación de encerrarse; pero puede convertirse, gracias al amor de los padres, de los hermanos y de otras personas amigas, en un estímulo para abrirse, compartir, comunicar de modo inclusivo; y puede ayudar a la escuela, la parroquia, las asociaciones, a que sean más acogedoras con todos, a que no excluyan a nadie.

Además, en un mundo donde tan a menudo se maldice, se habla mal, se siembra cizaña, se contamina nuestro ambiente humano con las habladurías, la familia puede ser una escuela de comunicación como bendición. Y esto también allí donde parece que prevalece inevitablemente el odio y la violencia, cuando las familias están separadas entre ellas por muros de piedra o por los muros no menos impenetrables del prejuicio y del resentimiento, cuando parece que hay buenas razones para decir «ahora basta»; el único modo para romper la espiral del mal, para testimoniar que el bien es siempre posible, para educar a los hijos en la fraternidad, es en realidad bendecir en lugar de maldecir, visitar en vez de rechazar, acoger en lugar de combatir.

Hoy, los medios de comunicación más modernos, que son irrenunciables sobre todo para los más jóvenes, pueden tanto obstaculizar como ayudar a la comunicación en la familia y entre familias. La pueden obstaculizar si se convierten en un modo de sustraerse a la escucha, de aislarse de la presencia de los otros, de saturar cualquier momento de silencio y de espera, olvidando que «el silencio es parte integrante de la comunicación y sin él no existen palabras con densidad de contenido» (Benedicto XVI, Mensaje para la XLVI Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, 24 enero 2012). La pueden favorecer si ayudan a contar y compartir, a permanecer en contacto con quienes están lejos, a agradecer y a pedir perdón, a hacer posible una y otra vez el encuentro. Redescubriendo cotidianamente este centro vital que es el encuentro, este «inicio vivo», sabremos orientar nuestra relación con las tecnologías, en lugar de ser guiados por ellas. También en este campo, los padres son los primeros educadores. Pero no hay que dejarlos solos; la comunidad cristiana está llamada a ayudarles para vivir en el mundo de la comunicación según los criterios de la dignidad de la persona humana y del bien común.

El desafío que hoy se nos propone es, por tanto, volver a aprender a narrar, no simplemente a producir y consumir información. Esta es la dirección hacia la que nos empujan los potentes y valiosos medios de la comunicación contemporánea. La información es importante pero no basta, porque a menudo simplifica, contrapone las diferencias y las visiones distintas, invitando a ponerse de una u otra parte, en lugar de favorecer una visión de conjunto.

La familia, en conclusión, no es un campo en el que se comunican opiniones, o un terreno en el que se combaten batallas ideológicas, sino un ambiente en el que se aprende a comunicar en la proximidad y un sujeto que comunica, una «comunidad comunicante». Una comunidad que sabe acompañar, festejar y fructificar. En este sentido, es posible restablecer una mirada capaz de reconocer que la familia sigue siendo un gran recurso, y no sólo un problema o una institución en crisis. Los medios de comunicación tienden en ocasiones a presentar la familia como si fuera un modelo abstracto que hay que defender o atacar, en lugar de una realidad concreta que se ha de vivir; o como si fuera una ideología de uno contra la de algún otro, en lugar del espacio donde todos aprendemos lo que significa comunicar en el amor recibido y entregado. Narrar significa más bien comprender que nuestras vidas están entrelazadas en una trama unitaria, que las voces son múltiples y que cada una es insustituible.

La familia más hermosa, protagonista y no problema, es la que sabe comunicar, partiendo del testimonio, la belleza y la riqueza de la relación entre hombre y mujer, y entre padres e hijos. No luchamos para defender el pasado, sino que trabajamos con paciencia y confianza, en todos los ambientes en que vivimos cotidianamente, para construir el futuro.

 

■ Material divulgativo. (pdf)

■ Trabajo y familia. Día de la HOAC 2015

■ La familia, un desafío también para el movimiento sindical. Editorial de la revista Noticias Obreras.

Sevilla | Familia y trabajo decente

Comunicados, Familia obrera, Mundo obrero y del trabajo

Sevilla | Familia y trabajo decente

11 mayo 2015

Comunicado de la HOAC de Sevilla, con motivo de la celebración del día de la HOAC 2015.

Este acto de la HOAC de Sevilla que compartimos con la Comunidad Parroquial de S. Pío X, a la que agradecemos su acogida, y con otros amigos de otros barrios y pueblos, es un gesto en defensa de los “Derechos familiares de las personas y de los derechos sociales de la familia”, algo en lo que venimos trabajando.

Si somos fieles a la realidad, por una parte, sentimos que la familia es una necesidad esencial para la vida de las personas y para la organización de una sociedad decente, humana y justa. Está llamada a ser “célula fundamental de la sociedad”, “cuna de la vida” y “lugar primero de humanización de las personas y de la sociedad”.

Pero lo que vemos es bien distinto. Muchísimas familias trabajadoras no pueden llegar a ser, lo que están llamadas a ser. La realidad pone de manifiesto como, el paro, la precarización del empleo, las condiciones de trabajo, los bajos salarios, las ausencias de prestaciones sociales… dificultan gravemente la vida familiar. Pensemos si no en ese 51,8 % de jóvenes en paro; en esas 740.000 familias que no tienen ningún ingreso; en ese 42,2 % de parados que no reciben ninguna prestación o subsidio; en ese 1.766.300 hogares que tienen todos su miembros en paro…

Esto supone, para muchas familias, sufrimiento, deterioro humano y, lo que es peor, se les está negando la posibilidad de una vida familiar que eduque y cuide a las personas, pese al esfuerzo titánico de abuelos y abuelas por sostener a sus hijos y nietos.

¿Qué nos está pasando? Nos está pasando lo que duramente denuncia el papa Francisco, que “una economía sin rostro humano, está negando la primacía de la persona”. Dicho de otra manera: Que vivimos en una sociedad que antepone la rentabilidad de unos pocos, al cuidado de todas las personas.

Desde la lógica del capitalismo, el cuidado de las personas es un coste que disminuye sus ganancias y, por eso, tiende a reducirlo al máximo, recortando los servicios educativos, sanitarios, culturales, de pensiones sociales… y cambiando las mismas leyes que protegen los derechos laborales.

Pero, hay dos ámbitos, básicos y fundamentales, para la acogida y cuidado de la vida humana, especialmente penalizados por la lógica capitalista: El seno materno y la familia. Son muchas las mujeres que se ven obligadas a elegir entre maternidad y empleo. Son muchos los trabajadores y las trabajadoras que tienen que elegir entre atender a su familia o estar plenamente dedicados al trabajo.

De esta manera, la lógica economicista, contraria a una vida digna y al cuidado de la vida humana, niega los derechos-responsabilidades familiares de las personas y los derechos-responsabilidades sociales de las familias. Y lo niega, cuando no garantiza el derecho al trabajo, mucho menos un trabajo decente; cuando reduce la protección social y la cobertura universal de esos derechos, desviando los recursos necesarios para ello a la rentabilidad del mercado.

¿Qué podemos hacer? En la perspectiva de afirmar los derechos familiares de las personas y los derechos sociales de las familias, para hacer posible una vida humana verdaderamente digna, es necesario dirigir nuestro empeño y compromiso a:

a) Superar nuestro individualismo a la hora de afrontar las necesidades de las personas, porque no somos individuos aislados, sino seres comunitarios que formamos familias. Para ello habremos de promover ámbitos de reflexión sobre la situación de las familias, de sus necesidades, de sus problemas, de cómo realizar mejor sus funciones, de cómo encontrar caminos para facilitar la vida familiar.

b) Reivindicar verdaderas políticas familiares que favorezcan el ejercicio de los derechos-responsabilidades familiares de las personas y de los derechos-responsabilidades de las familias.

c) Defender los derechos sociales de los trabajadores y de las familias obreras, porque son exigencias de la dignidad de las personas y del bien de la sociedad, y sobre todo por las necesidades de los empobrecidos. Y sobre todo, habremos de luchar para que nadie quede excluido de ellos.

No es cierto que sean inevitables los recortes en educación, sanidad o en prestaciones sociales. Ni está justificada la privatización de los servicios públicos, vinculados a los derechos sociales. Tanto en un caso como en otro, se trata de que los recursos económicos, necesarios para ellos, por opción política, se han dedicado a la acumulación de riqueza y al negocio privado.

d) Para todo esto, hoy, es esencial defender el trabajo decente, para todos, y el derecho a una realizar una actividad socialmente útil. Ello comporta: Romper la lógica de que el trabajo exclusivamente se organice desde la perspectiva del capital, el empleo asalariado, porque las personas y la sociedad también tiene necesidad de otros trabajos como el cuidado del hogar y de la vida de las personas que lo forman o como del trabajo que hace posible el funcionamiento de organizaciones sociales, cívicas, culturales, educativas…; desvincular derechos sociales y empleo, porque los derechos sociales son universales, no dependen de que se esté empleado, mucho más hoy, cuando vemos que ni el empleo precario y escaso es capaz de garantizar la subsistencia de las personas y las familias; luchar por condiciones dignas de empleo, que respeten los derechos laborales de trabajadores y trabajadoras, de manera que se armonice el trabajo, el descanso y la vida familiar y social de las personas.

Todo esto es una tarea de toda la sociedad. Pero es también una tarea eclesial. Los cristianos, las comunidades cristianas y los movimientos cristianos, porque escuchamos a Jesús, hemos de escuchar el clamor de los pobres, el clamor por la justicia, y empeñarnos en construir justicia y solidaridad según el Proyecto del Reino de Dios. Fue el mismo Jesús quien nos dejó dicho: “Yo he venido para que todos tengan vida y la tengan en abundancia” (Jn. 10, 10).

Logroño: Muestra de Cortos sobre “Familia y Trabajo”

Convocatorias

Logroño: Muestra de Cortos sobre “Familia y Trabajo”

07 mayo 2015

El Secretariado Diocesano de la Apostolado Seglar de la diócesis de Calahorra-Logroño-La Calzada, junto con la HOAC diocesana, convoca la II Muestra de Cortos, en el Ateneo Riojano, esta vez, centrado en “Trabajo y/o familia”, precisamente el lema del Día de la HOAC 2015. Será el viernes 8 de mayo, a las 19,30 horas, cuando se proyecten “Globos de Agua” (conciliación vida laboral y familiar), “Bailamos” (jóvenes sin futuro) “Pañales” (conflicto intergeneracional).

Derechos familiares de las personas y derechos sociales de las familias. ¿Familia o/y trabajo?

Familia obrera, Mundo obrero y del trabajo

Derechos familiares de las personas y derechos sociales de las familias. ¿Familia o/y trabajo?

04 mayo 2015

Abraham Canales • La Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) convoca para este mes de mayo la jornada de celebración, festiva y reivindicativa, del Día de la HOAC, encuentro que reúne a militantes, simpatizantes, familias, amigos y amigas en cada una de las diócesis de España.

La cita es un momento importante para la vida de la HOAC y permite seguir insistiendo en profundizar y abordar la dimensión familiar del trabajo digno como elemento vertebrador de la sociedad. La situación actual de las familias trabajadoras justifica que elijamos este tema por el sufrimiento que vienen padeciendo tantas de ellas desde hace años y por el carácter decisivo que la institución familiar es para la vida de las personas y de la sociedad.

Además, se plantea renovar y actualizar la aportación realizada por la HOAC a propósito del Encuentro mundial de las familias con la reflexión «Un trabajo digno para la familia. Una familia para la vida» y su estrecha relación con la propuesta del Movimiento Europeo de Trabajadores Cristianos de la «Carta Europea de las Familias», que reclama los derechos familiares de las personas y los derechos sociales de las familias. Así mismo, tiene continuidad con la trayectoria de años anteriores en los que centramos nuestra atención en la exigencia de «trabajo digno para una sociedad decente».

El acento del Día de la HOAC de este año es coincidente en el tiempo con los trabajos preparatorios del Sínodo de la Familia que, bajo el lema «Desafíos pastorales de la familia en el contexto de la evangelización», ha sido convocado por el Papa para el mes de octubre y que, con toda probabilidad, tendrá una importante repercusión sobre la forma de abordar en la Iglesia todos los temas relacionados con la institución familiar. Dentro de ellos estará sin duda el trabajo por su decisiva repercusión  , como son «la dificultad de organizar la vida familiar común en el contexto de una repercusión dominante del trabajo, que exige de la familia cada vez mayor flexibilidad. Los ritmos de trabajo son intensos y en determinados casos extenuantes; los horarios son a menudo demasiado largos y a veces se extienden incluso al domingo: todo esto resulta un obstáculo a la posibilidad de estar juntos. A causa de una vida cada vez más convulsa, son raros los momentos de paz e intimidad familiar.

Se pone de relieve el precio que paga la familia por el crecimiento y el desarrollo económico, a lo que se añade la repercusión mucho más vasta de los efectos producidos por la crisis económica y por la inestabilidad del mercado de trabajo. La creciente precariedad laboral, junto con el crecimiento del desempleo y la consiguiente necesidad de desplazamientos cada vez más largos para trabajar, tienen graves consecuencias sobre la vida familiar, producen –entre otras cosas– un debilitamiento de las relaciones, un progresivo aislamiento de las personas con el consiguiente aumento de la ansiedad» (IL, 70).

Por otro lado, la convocatoria de la XIII Asamblea General de la HOAC, «Construyendo Iglesia en las periferias del mundo obrero”, Justicia, trabajo digno y solidaridad», viene a poner de manifiesto la necesidad de ser una comunidad eclesial al servicio de los trabajadores y las trabajadoras, sobre todo a los más desprotegidos, para que les sea reconocida, en la práctica, su dignidad.

Más información

Si quieres participar en los actos del Día de la HOAC,  publicaremos toda la actividad convocada con este motivo. También en nuestros perfiles en las redes sociales.

 

¡Tú!: Derechos sociales de las familias, derechos familiares de las personas

Familia obrera, Kiosco

¡Tú!: Derechos sociales de las familias, derechos familiares de las personas

01 mayo 2015

Presentamos los contenidos del periódico ¡Tú!, número 162 de mayo de 2015.

En este 1º de mayo, y con motivo del Día de la HOAC, hacemos hincapié en la dimensión familiar de la persona y la necesidad de asumir políticas familiares que resuelvan sus necesidades. “Así lo vemos”: «Derechos sociales de las familias, derechos familiares de las personas».

Teresa Jiménez Zamorano en la columna “Con Dios en la vida obrera” nos habla de como «Dios se hace fuerte en la debilidad». En “La calle” tenemos un reportaje de José Luis Palacios sobre desahucios: «La HOAC de Jaén apoya a las familias desahuciadas». A pie de página recogemos tres imágenes de actividades de la HOAC en las diócesis de Valencia (campaña contra los CIE), Segorbe-Castellón y La Rioja (reivindicación del trabajo digno) y Barcelona-St. Feliu (democracia y dignidad para las mujeres).

En «La prostitución de las palabras» A.A. Maestre habla de palabras que pierden su significado en la sección “Política en zapatillas” y Francisco Porcar en “Cultura” nos escribe sobre «La necesidad y el valor de los sindicatos».

En esta “Ventana del mes”, recogemos la reflexión de la HOAC: «Elecciones 2015: Tomar partido», donde la Comisión Permanente da claves para enfocar el tema electoral de este año 2015.

Celia Naharro continua presentando a militantes de la HOAC. En la sección “¿Quién es?” hablamos con Toni Martínez, de Sevilla: «Puedo decir que soy una creación de la HOAC», y Elena Moreno, de Segorbe-Castellón: «La HOAC y el equipo me ayudan a orientar mi vida».

En la “Mirada justa” Gregorio Burgos titula su artículo: «No nos den vergüenza los sindicatos». Y en “¿Sabías que…?” recogemos datos sobre la desigualdad en España.

Antonio Hernández-Carrillo, escribe el “Evangelio en la calle” con «Sin familia, sin trabajo» y “Así va el mundo” recuerda el origen del 1º de mayo en la violencia contra sindicalistas, que todavía continúa en nuestros días a nivel mundial.

El ¡Tú! de mayo (en pdf) será accesible gratuitamente dentro de unos días. Los suscriptores ya lo están recibiendo en sus casas.

TU 162 mayo.jpg

Foto vista en rizomatica.net

suscripcion

Valencia: La XIII Asamblea general y la defensa de los derechos sociales y laborales, prioridad diocesana

Familia obrera, Inmigrantes, Mujer trabajadora

Valencia: La XIII Asamblea general y la defensa de los derechos sociales y laborales, prioridad diocesana

21 abril 2015

La HOAC de Valencia acuerda sus aportaciones a la XIII Asamblea General ‘Construyendo Iglesia en las periferias del mundo obrero’

En la Asamblea Diocesana reunida este fin de semana, los militantes han concretado sus aportaciones finales a los documentos de la XIII Asamblea General de la Hermandad Obrera de Acción Católica. Ésta es la última etapa es fruto del trabajo en los equipos de vida sobre las cuatro partes que componen la propuesta del movimiento para los trabajadores y trabajadoras, y sobre la misión de la Iglesia en un mundo obrero cada vez más deshumanizado, empobrecido y desigual.

El trabajo de los plenarios ha enriquecido los medios propuestos para que este movimiento de Acción Católica especializada concrete prácticas de triple Comunión, Vida, Bienes y Acción en el mundo obrero para los próximos 6 años.

Las manos machacadas y el costado abierto por el trabajo del Reino y la búsqueda de la Justicia #oraraenelmundoobrero

Los militantes de Valencia han dedicado el fin de semana a orar, debatir y acordar la aprobación de los documentos de la XIII AG, del presupuesto estatal para el bienio 2015/16 y del plan de trabajo. También se ha producido el relevo en responsabilidades importantes [consiliaría, animación al compromiso, organización y vida comunitaria] tanto en el ámbito estatal, como diocesano.

Sectores, acción comunitaria por los derechos sociales y laborales

Las personas que forman la HOAC de Valencia desarrollan su compromiso en diversas actividades eclesiales y sociales, con especial atención en aquellos ámbitos donde la dignidad de la persona trabajadora está siendo dañada por la deshumanización y el empobrecimiento.

Próximas citas en el calendario de actos públicos contribuyendo a la dignificación de las personas inmigrantes, la familia obrera y las mujeres trabajadoras más precarizadas:

#sectorDONA

Viernes 24 de abril, 18:30h en el colegio Sagrado Corazón de Valencia, vigilia anual del 1 de mayo con la celebración de un diálogo en torno a las experiencias de precariedad y las respuestas de compromiso, fe y empoderamiento de  tantas mujeres trabajadoras. El acto ‘Mujer, Trabajo e Iglesia’, contará con la   presencia de Neus Forcano, diplomada en ciencias religiosas autora del último cuadernillo de Ediciones HOAC ‘Democracia y dignidad para las mujeres ante situaciones de precariedad’.

Tras la ponencia y el coloquio, se presentará una campaña en el seno de la Iglesia para que las organizaciones y parroquias se adhieran a una petición formal al Arzobispado de apoyo a la conquista de los  derechos de las empleadas del hogar. La celebración de la Eucaristía se extenderá a una cena compartida y se concluirá convocando a participar en la manifestación del viernes 1 de mayo, desde la plaza de San Agustín de Valencia.

#sectorFAMILIA

Domingo 17 de mayo, 12h, en el mercado municipal de Batoi (Alcoi). Acto público en el marco del Día de la HOAC, reparto de información, presentación de la reflexión ‘Derechos familiares de las personas y derechos sociales de las familias’ y escenificación en el mercado de Batoi, visibilizando las dificultades a las que se enfrentan las familias trabajadoras: desempleo, conciliación, contratos basura, desahucios. Celebración eucarística, comida, concierto y cuentacuentos.

#sectorINMIGRACIÓN

6 y 7 de mayo, a las 19h en el Colegio Mayor Rector Peset. Plaza Horno de San Nicolás 2. València, participación en las XXI jornadas de debate “Inmigración, diversisdad y democracia”, organizado por la Universidad de Valencia y la Mesa d’Entitats de Solidaritat amb els immigrants

 

Noticias Obreras: El momento de la decisión. Elecciones 2015

Kiosco

Noticias Obreras: El momento de la decisión. Elecciones 2015

02 abril 2015

Presentamos la revista Noticias Obreras, número 1.570 de abril de 2015. Este es nuestro contenido:

Editorial • «Domingo Libre».

Tema del mes • «Reflexión sobre las elecciones 2015». Ante las citas electorales que vienen, la Comisión Permanente de la HOAC ofrece orientaciones y principios a tener en cuenta a la hora de ejercer el voto.

Entrevista • «Actualizar la fe subversiva y liberadora de Jesús ayuda en la defensa de los derechos de la mujer»Abraham Canales y José Luis Palacios entrevistan a Neus Forcano, autora de «Democracia y dignidad para las mujeres ante situaciones de precariedad», el último cuaderno de la HOAC, donde se urge a continuar la lucha por la igualdad.

Laboral • «Atrapados en el trabajo irregular», por José Luis Palacios. Se estima que hay entre un millón y tres millones de trabajadores atrapados en la «economía irregular» para perjuicio de las condiciones laborales y la hacienda pública.

Vidas precarias • «He llegado a trabajar 12 días sin descanso». María Isabel de las Heras, trabajadora de Carrefour, nos cuenta el impacto que la tensión y el trabajo sin descanso están teniendo en su salud..

Economía • «Una misma crisis, consecuencias diferentes».  El economista Enrique Lluch analiza la razón por la que la crisis en España está teniendo efectos más devastadores que en otros países de nuestro entorno.

Noticias de la HOAC •  «Impulso y renovación de la revista Noticias Obreras», en un ejercicio de transparencia, Abraham Canales expone el presupuesto y gastos de Noticias Obreras y los cambios que se inician en esta nueva etapa de la revista. En «Familia y/o trabajo» se  lanza la convocatoria para el mes de mayo del Día de la HOAC, jornada de celebración, festiva y reivindicativa que tendrá lugar en las diferentes diócesis españolas. Por último en esta sección, con el artículo «En presencia del Padre» Àlvar Miralles dedica un recuerdo a dos militantes que nos han dejado a comienzos de este año 2015: el sacerdote Rafael Caballero, de la diócesis de Córdoba, y Delfina Gómez Álvarez, de la diócesis de Astorga.

Iglesia • «El Papa, la economía sumergida y los pagos “en negro”». El teólogo José Luis Segovia comenta las oportunas e incisivas declaraciones del papa Francisco sobre la economía sumergida.

Libro • Pedro J. Navarro nos presenta el libro «En la fragilidad de la vida» del sacerdote amigo y consiliario de la HOAC Joaquín Sánchez.

Completan este número las colaboraciones de Miguel Cruz, «Únete a la construcción de una cultura de la prevención». Javier Madrazo, «Compartir el poder, un reto pendiente»; Francesc J. Hernández y Alicia Villar: «El hijo del obrero, ¿llegó a la universidad?; José Luis Palacios, «Solidaridad africana contra la crisis» en «Otra vida familiar es posible» y «Una apuesta singular por la formación integral» en «Experiencia»; Araceli Caballero con «Buen ambiente laboral»; Francisco Porcar escribe «28 de abril, en defensa de la vida». Jesús Espeja «La riqueza de las naciones»; Juan Mari Lechosa con «Las manos y el costado»; Víctor Manuel Marí nos habla de «El Cuardo Poder en la red»; Iñaki Lancelot con «Un hombre en España lo hace todo»; Enrique Gómez con «Evangelio de pueblo hasta los tuétanos».

NNOO 1570.jpg

suscripcion

Valencia: Iglesia comprometida con la igualdad, la dignidad de las personas migrantes y la familia obrera

Familia obrera, Inmigrantes, Mujer trabajadora

Valencia: Iglesia comprometida con la igualdad, la dignidad de las personas migrantes y la familia obrera

09 febrero 2015

Comunicado Asamblea Diocesana HOAC Valencia.

En la Asamblea Diocesana de la Hermandad Obrera de Acción Católica de Valencia reunida en Xirivella este domingo, los militantes han programado el trabajo de los próximos meses y han debatido sus aportaciones a los documentos de su próxima XIII Asamblea General:

• Análisis de una realidad deshumanizada que provoca dolor, desigualdad e injusticia

• Medios para concretar prácticas de comunión de vida, bienes y acción

• Líneas de trabajo para seguir ‘Construyendo Iglesia en las periferias del mundo obrero’.

Sectores, acción comunitaria por los derechos sociales y laborales

Las personas que forman la HOAC de Valencia desarrollan su compromiso en diversas actividades eclesiales y sociales, con especial atención en aquellos ámbitos donde la dignidad de la persona trabajadora está siendo dañada por la deshumanización y el empobrecimiento.

Próximas citas en el calendario de actos públicos contribuyendo a la dignificación de las personas inmigrantes, la familia obrera y las mujeres trabajadoras más precarizadas:

#sectorINMIGRACIÓN

Domingo 15 de febrero, 12:30h, plaza de la Mare de Déu: concentración contra las devoluciones en caliente, escenificación del papel mojado en que se escriben sus derechos y silencio por las 15 personas muertas hace un año en el Tarajal. En colaboración con la Campaña Cie’s No y la Mesa d’Entitats de Solidaritat amb els immigrants.

#sectorDONA

Sábado 21 de febrero, 17h en la parroquia de la Preciosísima Sangre de la Malvarrosa presentación abierta de este sector centrado en el empoderamiento de las mujeres en la Iglesia y en la sociedad. Confrontación del plan de trabajo con otras personas y organizaciones cristianas comprometidas con la igualdad.

#sectorFAMILIA

Domingo 17 de mayo, 12h, en el mercado municipal de Batoi (Alcoi)

Acto público en el marco del Día de la HOAC, reparto de información y escenificación en el mercado de Batoi visibilizando las dificultades a las que se enfrentan las familias trabajadoras: desempleo, conciliación, contratos basura, desahucios. Celebración eucarística, comida, concierto y cuentacuentos.

La HOAC, Iglesia en el mundo obrero y mundo obrero en la Iglesia, experimenta el sufrimiento que supone para miles de personas dispuestas a trabajar que no se les ofrezca la posibilidad de hacerlo. La estadística de paro registrado en el País Valenciano en el mes de enero eleva la cifra a 518.733 desempleadas más, el 49,2% desde hace más de de dos años.

15F

Construyendo Iglesia en las periferias del mundo obrero. Justicia, #trabajodigno y solidaridad

Comunicados

Construyendo Iglesia en las periferias del mundo obrero. Justicia, #trabajodigno y solidaridad

21 octubre 2014

La Comisión General de la HOAC, reunida durante el fin de semana, aprobó trasladar al conjunto de su militancia los contenidos de debate de la XIII Asamblea General.

La Comisión General mantuvo un diálogo que concretó la propuesta de contenidos de la XIII Asamblea General (Segovia, agosto 2015). Se abre ahora un profundo proceso democrático y participativo al que está comprometida toda la militancia de este movimiento especializado de Acción Católica, para interiorizar y mejorar la propuesta. Estos materiales quieren ser expresión de un envío que implica anuncio-denuncia: «Construyendo Iglesia en las periferias del mundo obrero. Justicia, trabajo digno y solidaridad.»

La propuesta de la HOAC consta de cuatro partes: 1) Un análisis -apoyado en el informe FOESSA– sobre una realidad cada vez más empobrecida y deshumanizada que provoca dolor, desigualdad e injusticia. 2) Una revisión de las propuesta de vida y acción de la anterior Asamblea General que plantea nuevos retos. 3) Nuevos medios que concretan prácticas de comunión de vida, bienes y acción con el mundo obrero y del trabajo; y, 4) Concreciones o líneas de acción para seguir “construyendo Iglesia en las periferias del mundo obrero”. Este debate que ahora empieza, la HOAC se plantea realizarlo apoyándose en un plan de difusión específico que lo haga cercano a personas concretas, ambientes e instituciones.

Así mismo, se aprobaron los próximos proyectos Fondo de Solidaridad Internacional de la HOAC para el año 2015. Esta iniciativa, expresión de nuestra conciencia obrera cristiana, destinará 65.500 euros a 18 proyectos de formación, apoyo a la difusión y coordinación regional de movimientos de trabajadores cristianos en diversas zonas del mundo.

La Comisión General concretó el proceso de renovación de las responsabilidades de Consiliaría, Compromiso y Organización y Vida comunitaria de la Comisión Permanente de la HOAC que ahora se inicia y que finalizará en junio de 2015. En este sentido, se aprueba el nombramiento de la militante de Canarias, Pino Trejo como adjunta de Formación a la Comisión Permanente.

Finalmente, la Comisión General aprobó el tema «¿Familia y/o trabajo?. Derechos familiares de las personas y derechos sociales de las familias» para el Día de la HOAC de 2015.

 

Revista TU!

Acceso a la suscripción.
■ Edición digital www.hoac.es/tu

Nuevo libro

Ultimo cuaderno

Redes Sociales

Instagram


© 2024 HOAC.

| Diseño original | DET | Adaptación de ACF | Desarrollado con WordPress | CM/Admo