Resultados de la búsqueda Rovirosa malagón

Bilbao | Asamblea de HOAC en el marco del 75 aniversario

Iglesia, Mundo obrero y del trabajo

Bilbao | Asamblea de HOAC en el marco del 75 aniversario

08 febrero 2021

Más de 40 militantes de la HOAC de Bizkaia se reunieron en asamblea, el sábado 6 de febrero, en la que también participó la directora del secretariado del Laicado, Marisa Arias. El asunto que más tiempo requirió –explican– fue el de la aportación de la diócesis a la XIV Asamblea General de la HOAC que se iba a celebrar este verano y que, por la situación de la pandemia, ha sido pospuesta.

Celebración 75 aniversario HOAC

Este año se cumple el 75º aniversario del nacimiento de este movimiento de trabajadores cristianos y en la asamblea se debatieron los actos a celebrar en la Diócesis. Este aniversario ha propiciado la presencia de la comisión diocesana en una reciente sesión del Consejo Episcopal y el contenido de lo tratado también fue comentado en la asamblea, que concluyó emplazando a los presentes al día 27 de febrero, en el que, con los demás movimientos de Acción Católica, se unirán en retiro cuaresmal. Ese mismo día, por la tarde, Guillermo Rovirosa, impulsor y primer militante, y Tomás Malagón, consiliario y promotor de militantes de la HOAC, serán recordados en una celebración que tendrá lugar en la catedral de Santiago, a las 19h, presidida por el obispo administrador diocesano, Mons. Joseba Segura y que podrá ser seguida en directo a través de la web de la diócesis.

Renovaciones

Este año toca renovar tres personas de la comisión diocesana de la HOAC, en la responsabilidad de Representación, de Organización y vida Comunitaria, y de Consiliaría. En la asamblea se presentaron las personas propuestas y disponibles que harán su discernimiento comunitario próximamente.

Getafe | Arranca la celebración del 75 aniversario de la HOAC con una Eucaristía

Iglesia, Mundo obrero y del trabajo

Getafe | Arranca la celebración del 75 aniversario de la HOAC con una Eucaristía

05 febrero 2021

La diócesis de Getafe comenzará la celebración del 75 aniversario de la creación de la HOAC, con una Eucaristía, el 26 de febrero, a las a las 19 h. en la parroquia Ntra. Sra. de Zarzaquemada de Leganés, que podrá seguirse por Youtube.

La celebración eucarística servirá, también y como es tradición todos los años, para celebrar y recordar la vida del primer militante de la HOAC, Guillermo Rovirosa, que murió el 27 de febrero de 1964. 

El 3 de noviembre de 1946, en la clausura de la I Semana Nacional, celebrada en la Basílica de la Milagrosa, en Madrid, es situado como la fecha del nacimiento de la HOAC. Se puso en marcha definitivamente el proyecto que los obispos españoles encargaron a Guillermo Rovirosa de organizar e impulsar un movimiento apostólico especializado de Acción Católica para la evangelización del mundo obrero tan alejado de la Iglesia. Desde que asumió la tarea Rovirosa se dedicó por entero al apostolado entre los obreros, viviendo como un obrero pobre.

Desde entonces, ininterrumpidamente, pese a las diversas circunstancias de todo tipo por las que ha transcurrido la vida de la HOAC, podemos afirmar que se ha desplegado toda una historia de fidelidad eclesial siendo fieles al mundo obrero a quienes hemos sido enviados.

Por esta razón el 3 de noviembre de 2020, la HOAC inició la celebración del 75 aniversario que terminará el 3 de noviembre de 2021. El lema del aniversario es Tendiendo puentes y derribando muros.

Durante todo este año y con diversos actos, celebraciones y publicaciones quieren dar gracias al Padre por tantos hombres y mujeres que han ofrecido su vida llevando el Evangelio al mundo obrero y del trabajo, y a la vez trayendo a la Iglesia las alegrías y las penas, las miserias y las grandezas de los hombres y mujeres del mundo obrero y del trabajo.

El papa Francisco insiste en la necesidad de ser ‘memoriosos’, y recordar las maravillas que Dios va haciendo en nuestra vida, para poder proclamarlas, para poder seguir anunciando su ternura y su misericordia. Celebrar es una dimensión constitutiva de la Fe.

En la diócesis de Getafe quieren celebrar con gozo estos 75 años de fidelidad de la Iglesia al mundo obrero, y recordar, a su vez la figura, de Guillermo Rovirosa. Su conversión a la fe cristiana en la Navidad de 1933 marcó definitivamente su vida, fiel hasta su muerte a la Iglesia, al Evangelio y al mundo obrero, sus palabras, escritos y testimonio siguen hoy inspirando y guiando la vida y el compromiso de los militantes de la HOAC en medio de los trabajadores y trabajadoras, cuyos derechos siguen siendo vulnerados y su dignidad como tales no siempre reconocida. La Evangelización en el mundo del trabajo sigue siendo hoy tan necesaria como entonces.

In memoriam | Goyo Alonso, un hombre de Iglesia

Mundo obrero y del trabajo

In memoriam | Goyo Alonso, un hombre de Iglesia

21 enero 2021

Comisión Diocesana de HOAC Soria

El pasado 25 de diciembre del 2020 terminaba su vida en el Hospital de Santa Bárbara nuestro querido Goyo. Su persona nos ha dejado una huella imborrable entre los sorianos. Diversas personalidades de nuestra ciudad y diversos medios de comunicación se han hecho eco de este acontecimiento y han manifestado espontáneamente sus opiniones y sentimientos a cerca de su vida: “hombre honesto, coherente, valiente, insobornable, luchador nato, trabajador incansable, hombre de fe”.

Nosotros, como grupo de HOAC en Soria, sentimos, como es natural, de una forma especial el vacío que nos deja, pero al mismo tiempo también la seguridad de que, desde su fe en el Padre Dios, le habrá acogido en su morada para gozar de una vida plena. “En Cristo vive Goyo una Navidad para siempre”, como nos recordaban los monjes de Huerta, sus grandes amigos.

No es fácil resumir en pocas líneas lo que Goyo ha significado para nosotros y el legado que nos deja. Diríamos, que junto a esos calificativos que han ido publicándose, estaría también para nosotros de un modo prioritario el que Goyo era un hombre de Iglesia. El vivió intensamente su Bautismo en esta Iglesia de Osma-Soria destacando la dimensión social de la fe. Nació y vivió su infancia en una familia católica, hizo sus estudios primarios (los únicos que tenia) en el Colegio de San José de los PP Franciscanos, y allí y en su casa bebió el carisma franciscano de amor a los pobres. Continuó ejerciendo su fe y edificando una familia cristiana junto con su querida esposa Jose y sus cinco hijos, por quienes entregaron su vida los dos. Vivió con alegría y gozo el Concilio Vaticano II y el Sínodo Diocesano de Osma Soria del 1998 y siempre apostó por una “Iglesia en salida”, como le gusta llamarla al papa Francisco. Como decía el santo obispo Oscar Romero, a quien Goyo admiraba, que “la sal de los cristianos ha de estar donde se cuecen las habas” es decir, donde se ventilan los grandes problemas de nuestra sociedad: la justicia, la equidad, la libertad, la dignidad de cada persona, la fraternidad.

Desde muy joven militó en la Juventud Obrera Católica (JOC) y después en la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC), que fueron su verdadera Universidad, en la que aprendió a analizar la realidad personal y social de cada día desde la pedagogía del método de la Revisión de vida (Ver, Juzgar y Actuar) o sea: desde el Evangelio y la vida. Así fue forjando su carácter de auténtico militante intentando siempre llegar a esa fe adulta. Su vida austera y sobria alimentada con la Eucaristía de cada día, nacía de una fe apasionada en “un tal Jesús”, como él solía decir. Esta pasión por Jesús le hacía salir a la calle para hacer y decir alto y claro lo que sentía a todo el que le escuchaba. Su práctica creyente no se quedaba entre las cuatro paredes de su Parroquia de la Mayor, donde participaba asiduamente sino que junto con los demás compañeros de la “Plataforma Soria ¡Ya!” montaban en la céntrica calle del Collado un puesto informativo y de venta de Lotería de Navidad, con la cual se subvenciona la Plataforma. Este lugar ha sido y es una especie de ágora pública del pueblo soriano, donde se discute, se dialoga con todo el que quiere y es verdadero nexo de conexión con los sorianos y sorianas de la diáspora, que vienen en verano o fines de semana, y puentes. La lucha porque se haga justicia con esta provincia es una lucha y una marcha de largo recorrido, solía decir Goyo. “Ser menos no quita derechos” se repetía, como un auténtico “mantra” en Madrid en unión con todos los demás grupos reivindicativos de la España Vaciada.

Nos atreveríamos a decir que, de algún modo, Goyo junto con sus compañeros era una de las voces del pueblo soriano, que clamaba y sigue clamando ante el olvido institucional, que desde hace  años padecemos. Algunos le acusaban de ser un victimista y de no ver más que lo negativo. No es cierto, también sabía reconocer públicamente cuando se habían conseguido logros, aunque fueran pequeños.

Como dijo D. Abilio, nuestro obispo, en la homilía del funeral: “Goyo hizo explicita su fe de manera pública y la acompañó con su testimonio y su compromiso social, como ciudadano y como cristiano.”

Dentro de esa vivencia de Iglesia y de comunidad allí donde vivió era para él una verdadera obsesión la comunión, o sea, la común unión, tanto en su parroquia como en la Diócesis y también la comunión en la sociedad, oponiéndose frontalmente a cualquier división partidista en la lucha por su tierra. Los problemas de Soria no se solucionan con las siglas políticas enfrentadas, sino con acuerdos comunes entre todos. “La comunión de bienes, de vida y de acción” fue un lema que aprendió muy bien en la HOAC y no se le olvidó. “La unión hace la fuerza” era su lema en todo respetando las lógicas diferencias. Sus grandes maestros fueron Guillermo Rovirosa, el fundador de la HOAC y Tomás Malagón, consiliario nacional de HOAC. Su vida, como la de todos, ha sido un regalo de Dios, que agradecemos y un estímulo, para que como él luchemos por la justicia en esta tierra y en este pueblo que la habita. Que él nos ayude desde el Cielo.

 

75 aniversario de la HOAC

Opinamos

75 aniversario de la HOAC

04 noviembre 2020

El 3 de noviembre de 1946, en plena posguerra, nacía la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC). Se hacía realidad el encargo que los obispos españoles habían hecho a Guillermo Rovirosa Albet de poner en marcha un movimiento especializado de acción católica para la evangelización del mundo obrero y del trabajo. Por esta razón, el 3 de noviembre del presente año abrimos el camino para celebrar estos setenta y cinco años de nuestra existencia y lo queremos hacer dando gracias al Padre por la vida de tantos hombres y mujeres que han ofrecido su vida llevando el Evangelio al mundo obrero y del trabajo y trayendo a la iglesia las alegrías y las penas, las miserias y las grandezas de los hombres y mujeres del mundo obrero y del trabajo.

Quiere ser memoria agradecida de la entrega y generosidad de tantos y tantas militantes, laicos y sacerdotes que han dado lo mejor de sí para llevar el Evangelio a los ambientes obreros y defender la grandeza y dignidad de ser obrero, estando presentes en tantas luchas y conflictos en las que estaba en juego el reconocimiento de unas condiciones dignas en el trabajo y un salario digno que permitiera vivir con dignidad al obrero y su familia.

Fidelidad eclesial

Desde entonces, ininterrumpidamente, pese a las diversas circunstancias de todo tipo por las que ha transcurrido la vida de la HOAC, podemos afirmar que se ha desplegado toda una historia de fidelidad eclesial siendo fieles al mundo obrero a quienes hemos sido enviados.

El papa Francisco insiste en la necesidad de ser ‘memoriosos’, y recordar (volver a pasar por el corazón) las maravillas que Dios va haciendo en nuestra vida, para poder proclamarlas, para poder seguir anunciando su ternura y su misericordia. Celebrar es una dimensión constitutiva de nuestra fe: es acoger la acción de Dios en nuestra vida, para agradecidos, poder transformar nuestra vida en acción de gracias. Nuestra celebración de este aniversario no es solo mirar con gratitud al pasado, sino, también, sentirnos impulsados hacia el futuro, en la vivencia comprometida de nuestro presente.

Un presente que queremos seguir viviendo con ilusión y esperanza, poniendo de manifiesto que el modo de estar presentes en la realidad, de encarnarnos en el mundo obrero y del trabajo de hoy sigue siendo, 75 años después, plenamente válido y actual. D. Tomás Malagón decía que “una organización vale lo que valen sus militantes”. Hoy como ayer para evangelizar al mundo obrero se necesitan apóstoles obreros, testigos de Jesucristo, que, con su espiritualidad, su formación y su compromiso encarnado en la realidad y las organizaciones del mundo obrero y del trabajo, sean evangelizadores de sus hermanos y hermanas. Espiritualidad, formación y compromiso son las características del modelo evangelizador de la HOAC, tres grandes caminos por los que hoy, como ayer, transita la vida del movimiento, buscando el encuentro Iglesia-mundo obrero y del trabajo.

***

Publicado en el blog de Vida Nueva La cuestión social

Homilía en la Eucaristía de inicio del 75 aniversario del nacimiento de la HOAC

Iglesia, Internacional, Mundo obrero y del trabajo

Homilía en la Eucaristía de inicio del 75 aniversario del nacimiento de la HOAC

03 noviembre 2020

Filipenses 2, 5-11
Salmo 21
Lucas 14, 15-24

Queridas y queridos todos:

Gracias por vuestra presencia, por vuestra participación en esta Eucaristía en la que nos acompañamos mutuamente en la acción de gracias en torno a la mesa fraterna. Los tiempos no son fáciles, y por eso valoramos más aún, si cabe, vuestra presencia. Gracias de corazón a todos y cada uno.

Setenta y cinco años en nuestro mundo es la edad de ir haciendo las maletas, de apagar la luz, cerrar la puerta, echarse a un lado y dejar paso a quienes tras nosotros van empujando lo nuevo. Es esa la edad con la que nos jubilamos los sacerdotes, y la edad a la que cada vez más nos acercamos a la jubilación los trabajadores. Después de esa edad ya no está uno para según qué cosas. En cambio, la HOAC, con 75 años es aún una joven aprendiza de fraternidad y justicia; de fe, esperanza y amor. ¿Qué son 75 años en los más de dos mil años de la Iglesia, o en los millones de años de la historia de amor de Dios con esta creación?

Los tiempos que corren no son fáciles, como nunca los fueron para la HOAC. Precisamente por esa dificultad nuestra acción de gracias al Padre en esta tarde se expresa con más fuerza en la respuesta que hemos dado al salmo responsorial: el Señor es mi alabanza en la gran asamblea. El Señor nos ha hecho vivir para Él. Él hace que podamos alabarle hoy, porque en estos 75 años de historia (74 cumplidos, y el siguiente comenzado) ha hecho posible que “cumplamos nuestros votos”, que profesemos con fidelidad nuestra identidad hoacista. Ha hecho posible a través de la vida entregada de tantas hermanas y hermanos “que los desvalidos coman hasta saciarse”, y “nos ha hecho vivir para Él”. Con Rovirosa podemos decir aquello de ¡Ahora, más que nunca!

Es nuestro primer motivo de encuentro: la acción de gracias al Padre que, en su misericordia, ha querido sostener esta obra comenzada en Él, durante todo este tiempo. Gracias porque estamos, porque continuamos en el empeño que un día la Iglesia puso en nuestras manos a través de Guillermo Rovirosa, nuestro primer militante. Gracias porque el Espíritu suscitó el encuentro de hombres y mujeres de fe en esta tarea; porque puso en nuestro camino a Guillermo, a Eugenio Merino, a Tomás Malagón, y a tantos militantes y consiliarios empeñados en ser voceros de la invitación al banquete de Dios para todos con su vida entregada. Como recordábamos en la monición de entrada, en palabras del papa Francisco: “estamos rodeados, guiados y conducidos por los amigos de Dios [también por tantas y tantos militantes de la HOAC] … No tengo que llevar yo solo lo que en realidad no podría soportar. La muchedumbre de los santos de Dios me protege, me sostiene y me conduce”. (Gaudete et exultate, 4)

Damos gracias a Dios por la vida entregada de esta muchedumbre de santos, de nuestras hermanas y hermanos que nos han precedido en esta misión y que entregaron y gastaron, con generosidad, su vida, para hacer posible el encuentro del mundo obrero con Jesucristo y su Iglesia. Han sido una bendición en nuestras vidas. Tenemos mucho que seguir aprendiendo de ellas y ellos. Por ejemplo, a seguir descubriendo y a valorar la semilla de Dios plantada en la vida de cada uno de nosotros, en lo sencillo; a experimentar el gozo de la gratuidad en la entrega; a sembrar con generosidad; a seguir descubriendo el rostro de Cristo en cada hermana y hermano. A seguir descubriendo cómo la alegría del Reino se desvela para los sencillos; a descubrir que aspiramos a la bienaventuranza de poder comer en el banquete del Reino de Dios.

Gracias Señor por la muchedumbre de hermanas y hermanos que lo vivieron. Que nos transmitieron esa experiencia de amor. Que hablaron del Señor a la generación futura, que contaron tu justicia al pueblo que ha de nacer: todo lo que hizo el Señor.

A lo largo de esta historia nuestra hemos podido comprender que es Dios quien ofrece el banquete y quien convida. Es Dios quien quiere celebrar la fiesta y quien nos llama. Es Dios quien insiste en celebrar y quien nos busca. Porque desde la encarnación de Jesucristo, el empeño amoroso de Dios se plasma de una manera más intensa en esa búsqueda conmovida que desde siempre ha hecho Dios de nosotros, para que ninguno se pierda. En la encarnación de Jesucristo, hecho uno de los nuestros, hecho obrero en el taller de Nazaret, tenemos el mapa para no perder a Dios, para poder acercarnos a su voz y seguir escuchando su invitación: teniendo entre nosotros los mismos sentimientos de Cristo. Y eso es algo que pedimos cada día desde hace todos estos años que celebramos: pensar como Tú, trabajar contigo, vivir en Ti, como decimos en la Oración a Jesús Obrero.

Nuestra acción de gracias, que nace de la memoria, nos emplaza a hablar también nosotros del Señor a la generación futura, a seguir contando su justicia al pueblo que ha de nacer.

Nuestra historia de estos primeros años ha querido ser respuesta a la invitación del Señor para vivir la bienaventuranza del Reino, para sentarnos a su mesa, en la que hay sitio para todos, en la que nadie queda excluido. El Reino está preparado, el banquete está dispuesto. Quizá en algunos momentos de nuestra historia, en nuestra propia vida comunitaria ha habido también momentos de excusa. Es bueno reconocerlos, porque de la memoria nace también la necesidad que tenemos de perdón y reconciliación, y de la reconciliación surge nuestra conciencia humilde de servidores de la mesa del Reino. Si podemos acoger la fiesta del Reino siempre lo será en la misericordia entrañable derramada por Dios.

Y eso nos hace conscientes de la importancia de nuestra vida para Dios, a la vez que nos sitúa de frente a la esperanza: Dios llevará a cabo su proyecto de humanización. Dios hará su Voluntad, Dios llevará a plenitud la Historia, a pesar de nosotros, incluso. Hay una llamada a nuestra responsabilidad, a nuestra vida entregada, a nuestro ser cristiano, a nuestro vivir en Cristo, teniendo sus mismos sentimientos, pero también es una esperanza que nos sostiene en la alegría y en la gratitud, en la acción de gracias: ni siquiera nosotros seremos impedimento para el Reino. A lo más, podemos ser retraso.

Nuestra esperanza es que el Reino preparado llegará porque los pobres son quienes lo traerán de la mano de Dios. Porque en ellos se siembra el evangelio y se planta la Iglesia. Porque al encuentro servicial con los empobrecidos del mundo obrero nos sigue invitando el Señor, “que nos hace vivir para Él”. Porque la fuerza del Espíritu sigue animando nuestra fe y nuestra vida.

Nuestra acción de gracias no puede ser otra que nuestro quehacer apostólico, que nuestro compromiso. Por haber experimentado en esta historia nuestra el amor misericordioso de Dios, hemos de construir nuestra vida desde el amor y para el amor, tendiendo puentes entre la Iglesia y el mundo obrero y del trabajo, siendo renovadamente fieles a esa misión que la Iglesia nos encomienda: plantar la Iglesia más allá de los terrenos cultivados; plantarla en aquellos terrenos que han de ser desbrozados, preparados, arados, trabajados para que la semilla germine y crezca. Esos lugares humanos, periferias existenciales del mundo obrero, que son también periferias de la Iglesia. Esos lugares que este sistema da por perdidos, porque no son rentables según su lógica, pero que son los lugares a donde el Señor nos envía para descubrir que Él nos antecede, que los habita, esperando quien desvele su presencia liberadora.

En esas periferias del mundo obrero y de la Iglesia hemos aprendido a ser Iglesia en el mundo obrero, y mundo obrero en la Iglesia haciendo nuestros los gozos y esperanzas, las tristezas y las angustias de las personas a quienes acompañamos en su vida, con quienes buscamos cambiar la mentalidad de nuestro mundo y construir una cultura de fraternidad y amistad social. Hemos trabajado con ellos para propiciar que las instituciones estén al servicio de las personas, y con ellos vamos haciendo nacer experiencias alternativas de comunión, que visibilicen la cercanía del Reino preparado por Dios. Hemos sido pueblo con nuestros hermanos y hermanas del mundo obrero, y con ellos hemos realizado nuestro ser Pueblo de Dios.

En esos lugares humanos hemos de seguir anunciando con nuestra vida personal y comunitaria que la esperanza del Reino nos anima y empuja, que “ahora, más que nunca” sigue siendo necesaria la comunidad creyente de hombres y mujeres que fiados en el amor de Dios empeñemos nuestra vida para que la Iglesia siga siendo la expresión, el sacramento, del amor de Dios a toda la humanidad, y especialmente a los empobrecidos.

Sigue siendo necesaria una comunidad creyente de hombres y mujeres que estén dispuestos a hacer vida el Evangelio de Jesucristo, construyendo fraternidad y amistad social, tendiendo puentes, derribando muros, haciendo posible la reconciliación de toda la humanidad con Dios y con la creación.

Sigue siendo necesaria una comunidad creyente de hombres y mujeres que desvelen la sagrada dignidad de cada persona, imagen de Dios, y siga empeñada en que el trabajo –el gran tema, dice el Papa– sea la manifestación más visible de esa dignidad.

Nuestro mensaje en esta celebración no puede ser otro que, desde la gratitud, abrirnos a la gratuidad de ofrecer nuestra vida cada día para que en ese empeño el Reino de Dios se haga realidad cotidiana y cercana a los empobrecidos del mundo obrero.

Siempre que rezamos la Oración a Jesús Obrero pidiéndole que su Reino sea un hecho en esos lugares vitales del mundo obrero y del trabajo, terminamos encomendándonos a María de Nazaret, que supo hacerse buena tierra de acogida para que Dios se humanara, que supo vivir en obediencia a la voluntad amorosa de Dios. A ella, Madre de los Pobres, le seguimos pidiendo, que ruegue por nosotros. Y por su intercesión seguiremos orando con esperanza para que, a la mesa fraterna del banquete del Reino dispuesta para todos, no quede nadie sin ser invitado.

María, Madre de los Pobres, ruega por nosotros.

 

Jaen | Hasta mañana en el altar, Pepe Soler

Iglesia, Mundo obrero y del trabajo

Jaen | Hasta mañana en el altar, Pepe Soler

05 agosto 2020

La HOAC de Jaén recuerda, tras su partida de este mundo, la vida de Pepe Soler, marcada por su encuentro con Guillermo Rovirosa, impulsor y primer militante de este movimiento especializado de Acción Católica.

Pepe Soler militó de forma activa en el movimiento obrero de Linares en la década de los años 50 y 60. Más tarde, en 2000, volvió a incorporarse a la militancia activa en un equipo de militantes de la HOAC de Linares, hasta que el cuidado de su esposa enferma le impidió seguir participando en las reuniones de equipo y asambleas.

Siempre aportó una espiritualidad y una mística auténticamente obrera y cristiana. Fue padre de siete hijos y a sus 94 años nos dejó para ir a los brazos del Padre el 26 de julio.

Pepe arrancó su militancia a partir de la participación en un Cursillo Apostólico impartido el año 1956 en Baeza por Guillermo Rovirosa, siendo para él una experiencia que marcaría toda su vida.

A propósito de las afirmaciones sobre la desaparición de la clase obrera, defendía la existencia de los y las obreras y de los pobres. Para eso, con mucha coherencia de vida, argumentaba que ahora había que redescubrir esa clase obrera.

“Por eso necesitamos despertar esa solidaridad, ahora más que nunca, para buscar soluciones aportando cada uno según sus capacidades y mostrando nuestra disposición hacia los que han quedado al margen. Debemos colaborar al cambio de mentalidad y ayudarles por todos los medios a empezar algo nuevo en dónde no se vuelvan a repetir estas circunstancias inhumanas nunca más. Ellos son Cristo, un obrero pobre que existe y que nos llama a despertar nuestra conciencia cristiana y fraternal”.

Sobre la crisis del 2008, decía: “las crisis llegan cuando les interesan a los grandes capitalistas, que son los que sacarán tajada de ella, los muy ricos siguen especulando, gran parte de la clase media se ve en riesgo de tener que llevar una vida más austera, los pobres de “pan llevar”, se han convertido en pobres de “pan pedir”, y aún, no sabemos cómo ni cuándo podremos salir de ella. Ante esta situación, los cristianos tenemos que interpelarnos: ¿Qué actitud debemos tener ante esta situación, de grave necesidad para muchos, que se ha presentado ante nosotros?¿Cómo debemos crecer en comunión de vida, de bienes y de acción para llegar a los trabajadores pobres? ¿Cuál es nuestra capacidad de sacrifico para que ellos, que son Cristos, vivan y vivan en abundancia?”

Estas intervenciones y muchas otras provocaban un silencio, reflejo de la escucha de aquellos que queríamos seguir su ejemplo de obrero, de militante y de cristiano.

Su existencia, gastada en favor de la Iglesia y del mundo obrero y del trabajo, es un regalo para la diócesis de Jaén que lamenta hoy su pérdida y se alegra de la vida vivida, expresión de las luchas y las conquistas de la clase obrera en Linares y de la transformación de una Iglesia pobre para los pobres del mundo del trabajo.

Hasta mañana en el altar, Pepe.

HOAC Jaén

¡Tú! 195 | El iceberg de los cuidados

Kiosco, Mujer trabajadora

¡Tú! 195 | El iceberg de los cuidados

31 enero 2020

Te ofrecemos todo el día anima a ir fortaleciendo el espíritu a través de la formación integral, como proponía Tomás Malagón. Déjate conmover por las Heridas que el sector del calzado deja en una mujer trabajadora de Elda. Inspírate en el Abrazo de la asociación cordobesa Entreculturas, a la que pertenece Juana López, acogiendo a personas trabajadoras inmigrantes.

Primerear el tiempo de los cuidados y resto de tareas necesarias para la vida es imprescindible para acabar con la división sexual del trabajo y alcanzar la igualdad entre hombres y mujeres, explica Ester Calderón, con la mirada puesta en el 8M. Codo a codo, la comunidad cristiana va incorporando la ecología integral en sus prácticas diarias, como muestra el compromiso de Rosa María Pinto. De hecho, la lucha contra el cambio climático es ya un Quehacer de la HOAC de Málaga. Ante el día de la Justicia Social, Paco Porcar explica que la Caridad Política demanda unir trabajo digno y justicia. En el aniversario de la muerte de Guillermo Rovirosa, La Palabra se centra en su concepto de santidad. En la Viñeta, Irene y Chipola festejan juntos el Día Internacional de la Mujer Trabajadora.

☉ ¿Nos acompañas? Guía de lectura del número 195 • febrero-marzo 2020

☉ Agenda y notificación de publicación de contenidos

Los artículos del ¡Tú! son publicados en www.hoac.es/tu durante los dos meses de vigencia de cada número. En la agenda puedes ver y anotar las fechas de publicación. Además puedes darte de alta, con tu correo electrónico, al servicio de notificación de contenidos. De esta forma, recibirás en tu buzón electrónico el artículo publicado en tres formatos: texto, pdf e imagen para facilitar la lectura y favorecer la difusión de estos contenidos entre tus contactos y redes sociales.

Motril | Presentación de la revista ¡Tú!

Convocatorias

Motril | Presentación de la revista ¡Tú!

24 enero 2020

Carmelo Donado | Militante de la HOAC de Granada.

El próximo miércoles 29 de enero, a las 19:30 horas,en la parroquia Capuchinos de Motril (Granada), se realiza un acto público para presentar la nueva revista ¡Tú!, “el pensamiento impreso de todos los trabajadores de buena voluntad”.

“El militante nº 1”. Así de entusiasmado llamaba Guillermo Rovirosa al ¡Tú!, la revista que pretende poner por escrito la voz de todos los trabajadores. Y esta afirmación es verdad, porque si tuviéramos que definir esta revista obrera sería por su lenguaje sencillo, su cercanía, su humanidad, su actualidad y su fidelidad a los trabajadores y trabajadoras, a quien nos debemos, sobre todo, los militantes de la HOAC.

Tal y como vemos, sentimos y vivimos todo lo que tenemos encima en esta sociedad descarnada ¿qué necesario es tener esta herramienta para calmarnos y redirigir nuestra esperanza? El ¡Tú! se presenta como un pequeño grito humilde cargado de heridas, pero también de abrazos, de indiferencias, pero también de personas comprometidas, de vacío, pero también lleno de espiritualidad.

Los militantes de la HOAC somos, ante todo trabajadores, nosotros preferimos llamarnos obreros, somos gente de Iglesia, con mayúsculas, somos laicos comprometidos y especializados en el mundo obrero y tenemos como tarea la de cambiar una mentalidad “de arriba abajo”, como decía Rovirosa.

El ¡Tú! también es esa herramienta que nos ayuda a extender todo esto que vivimos y pensamos, para que, en su lectura, nos vayamos cuestionando lo central que es el trabajo en nuestras vidas y vayamos formando una actitud crítica y una conciencia, sobre todo, conciencia obrera. Los testimonios que leemos, las experiencias, las propuestas de actuar para ir cambiando nuestro entorno van encaminadas a recobrar la conciencia de la dignidad humana que nos corresponde.

Por eso, los militantes de la diócesis de Granada nos propusimos presentarlo como “Dios manda”. Reunir a todas aquellas personas cercanas que les hacemos llegar el ¡Tú! y compartir con ellos su sentido, sus apartados, su utilidad y su función para poner en valor la vida sufrida y esperanzada de todos los trabajadores. Estáis todos invitados.

Díaz Abajo, nombrado por los obispos como consiliario de la HOAC

Iglesia, Mundo obrero y del trabajo

Díaz Abajo, nombrado por los obispos como consiliario de la HOAC

27 septiembre 2019

Fernando Carlos Díaz Abajo, sacerdote de la archidiócesis de Sevilla, ha sido nombrado por la comisión permanente de la Conferencia Episcopal Española, reunida en Madrid los días 24 y 25 de septiembre, consiliario general de la HOAC, después de haber sido reelegido en el último Pleno General de Representantes de este movimento de Acción Católica Especializada.

De este modo, el presbítero sevillano, continuará el servicio que venía desempeñando desde 2015, como responsable de Animación de la Fe, durante otros cuatro años. No es la primera vez que el consiliario general encadena varios mandatos. Los sacerdotes Tomás Malagón y Juanjo Rodríguez, por ejemplo, por circunstancias diferentes, también prolongaron su servicio. Fernando Díaz lleva 28 años en la HOAC y 26 años ordenado sacerdote. También fue director del departamento de Pastoral Obrera de la Conferencia Episcopal Española.

La Comisión Permanente de la HOAC se renueva cada cuatro años, con la premisa de que la mitad del equipo permanece para asegurar la continunidad de las tareas encomendadas. Así, la nueva comisión permanente, conformada en julio de este año, queda formada, además de por el citado, Díaz Abajo, por Gonzalo Ruiz, como presidente y responsable de Relaciones Institucionales, Juan Bermanchs Carrido, como responsable de Formación, y Teresa García, como responsable de Difusión, más las nuevas incorporaciones: Ángeles Bayo, como responsable de Organización y Vida Comunitaria, y Paco Álamos, como responsable de Compromiso y Relaciones Internacionales.

Asuntos tratados

Por otra parte, la comisión permanente de la Conferencia Episcopal Español en su reunión de septiembre ha estudiado la propuesta de su nuevo organigrama, periflada por una comisión creada al efecto, junto con la dirección de los distintos  secretariados , por lo que se espera que la plenaria episcopal de noviembre, aborde esta cuestión.

Igualmente, el equipo coordinador de los obispos ha sido informado de la preparación del Congreso de Laicos Pueblo de Dios “en salida” que se celebrará del 14 al 16 de febrero de 2020. La organización del Congreso está a cargo de la Comisión Episcopal de Apostolado Seglar, que preside Mons. Javier Salinas.

Los obispos han dialogado, además, sobre la misión evangelizadora de la Iglesia en nuestra sociedad en relación al próximo plan de pastoral para la Conferencia Episcopal Española. En este contexto, han valorado la situación de las diversas vocaciones en la vida de la Iglesia y han recibido como es habitual el informe sobre la edad de los sacerdotes.

También se ha presentado en esta Permanente el borrador de Decreto General sobre la protección de los menores y de las personas vulnerables que está redactando la comisión específica hoc para la actualización de los protocolos en los casos de abusos a menores.

Los obispos miembros de la Comisión Permanente han sido informados sobre la propuesta de creación de una nueva sede en España del Pontificio Instituto Teológico Juan Pablo II para las Ciencias del Matrimonio y de la Familia. Al respecto han constatado que no existe ninguna dificultad para que se constituya este centro en Madrid conforme a los nuevos estatutos del Pontificio Instituto Teológico.

La Comisión Permanente ha designado a los cinco obispos que representarán a la CEE en el Encuentro de Obispos del Mediterráneo, que tendrá lugar en Bari del 19 al 23 de febrero de 2020, promovido por la Conferencia Episcopal Italiana. Asistirán el Card. Ricardo Blázquez, el Card. Juan José Omella, Mons. Jesús Catalá, Mons. Rafael Zornoza, y Mons. Adolfo González.

Los obispos han informado sobre las actividades de las comisiones episcopales que presiden y han aprobado el temario de la próxima Asamblea Plenaria de la CEE que tendrá lugar del 18 al 22 de noviembre. Entre los temas que se tratarán están la aprobación de la nueva edición del ritual del Bautismo, de los textos para la memoria litúrgica de S. Pablo VI y de los textos litúrgicos en catalán. También se estudiarán dos documentos de la Subcomisión Episcopal para la Familia y Defensa de la Vida sobre los cuidados paliativos y el itinerario para la formación de los novios en la preparación al matrimonio.

En el capítulo de temas económicos, la Comisión Permanente ha dado el visto bueno a la propuesta de constitución y distribución del Fondo Común Interdiocesano y los presupuestos de la CEE y de los organismos que de ella dependen para el año 2020. Ambos pasarán, para su aprobación, a la Plenaria de noviembre.

Jaén | La HOAC agradece la entrega de Francisco Calleja a la Pastoral Obrera

Iglesia

Jaén | La HOAC agradece la entrega de Francisco Calleja a la Pastoral Obrera

25 junio 2019

La Hermandad Obrera de Acción Católica y el Secretariado Episcopal para la Pastoral Obrera siente la pérdida del sacerdote Francisco Calleja, fallecido el 12 de junio, recordando su tarea pastoral en la parroquia de San José Obrero en Linares entre los años 1956 y 1965 en el que fue consiliario de la HOAC.

Correspondió su estancia en Linares con un período de gran efervescencia del movimiento obrero en esta ciudad. Fueron años de conflictos y luchas obreras que le supusieron pasar de una parroquia rural (Frailes) a la ciudad industrial para realizar el apostolado obrero. Francisco pronto conectó con un grupo de mineros en torno al abogado Ramón Valle que trabajaba en las minas y con los que empezó la HOAC su trayectoria en Linares. También se vinculó a un sacerdote, consiliario de la Juventud Obrera Católica (JOC) que en su día se enfrentó a las patronales mineras.

A su llegada a la ciudad contactó también con Pepe soler, militante de la HOAC, y realizó con el promotor de la HOAC, Guillermo Rovirosa y con Tomás Malagón, el cursillo apostólico donde adquirió su conciencia social y supuso también un impulso en la conversión de los mineros. Animó la realización de más cursillos con presencia de trabajadores de toda la diócesis, entre ellos Andrés Cabrero, de Jaén, que trabajaba en Sevillana y que fue el primer presidente de la HOAC diocesana.

Estuvo al lado de las movilizaciones de los mineros y la industria en general. Fue crucial el trabajo que hizo por los mineros para el reconocimiento de la enfermedad de las siliciosis. Los locales de  la parroquia siempre estaban abiertos para las reuniones de los trabajadores. Se hacía notar su opción por los obreros. No tardaron en llegar las denuncias de los empresarios y los políticos del régimen.

En el 75 aniversario de la iglesia de San José aún se recordaba a Calleja como un cura que estuvo con los trabajadores.

Por toda esta trayectoria y en el 25 aniversario del documento de la Conferencia Episcopal Pastoral Obrera de toda la Iglesia, donde se recalca la importancia de la Pastoral Obrera como algo especialmente necesario en la vida de toda la Iglesia, agradecemos su aportación en la puesta en marcha de la Pastoral Obrera en nuestra diócesis.

El Mundo Obrero y la Iglesia jiennense agradecemos su apostolado.

«… que los obreros muertos en el campo de honor del trabajo y de la lucha descansen en paz»

Revista TU!

Acceso a la suscripción.
■ Edición digital www.hoac.es/tu

Nuevo libro

Ultimo cuaderno

Redes Sociales

Instagram


© 2024 HOAC.

| Diseño original | DET | Adaptación de ACF | Desarrollado con WordPress | CM/Admo