Permanecer unidos a Jesús es la condición fundamental para que la comunidad y todo discípulo den fruto y tengan vida. Debe circular por nosotros la savia de Jesús, el espíritu de Jesús. Él es la vid y nosotros los sarmientos. La unión es íntima, vital, dinámica, total, permanente. Forman –vid y sarmientos– un todo. Los […]
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